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Alergia al veneno de abejas y avispas (himenópteros )

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SEGÚN LA SEICAP. El riesgo de alergia a picaduras de insectos aumenta en verano, siendo los niños los más propensos a sufrirlas

Fuente: http://www.europapress.es/salud/noticia-riesgo-alergia-picaduras-insectos-aumenta-verano-siendo-ninos-mas-propensos-sufrirlas-20120801182354.html

El riesgo de presentar una reacción alérgica a picaduras de insectos, como las avispas o las abejas, aumenta durante los meses de verano y los niños son los más propensos a sufrirlas, según ha informado la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP).
Por ello, la asociación ha aconsejado a los padres tomar precauciones, sobre todo si sus hijos ya han sufrido una primera picadura, ya que las reacciones alérgicas suelen aparecer en la segunda. Y es que, durante la época estival aumenta la actividad de determinados insectos como avispas, abejas, moscas o mosquitos y es, por tanto, cuando más riesgo de sufrir picaduras existe. “Los niños son los más propensos a recibir picaduras y mordiscos de insectos ya que tienen menos cuidado, pasan más tiempo al aire libre y van descalzos por el césped, donde anidan las avispas”, ha explicado el presidente de la SEICAP y jefe de la Unidad de Alergia del Hospital de Terrassa, Marcel Íbero. Las reacciones alérgicas al veneno de los himenópteros, entre los que se incluyen las avispas y las abejas, se producen tras una segunda picadura y pueden tener consecuencias fatales. De hecho, la primera vez el niño puede quedar sensibilizado al veneno y sólo sufrir una hinchazón local de la zona, pero si ya ha desarrollado alergia, la segunda vez que sufra una picadura puede tener, en pocos minutos, una reacción sistémica o anafiláctica con síntomas como el ahogo, picazón generalizado en todo el cuerpo, taquicardia, bajada de tensión arterial, mareo y peligro de muerte. Según datos del SEICAP, el 3 por ciento de la población española tiene riesgo de padecer una reacción sistémica por una picadura de estos insectos. “Se producen al año entre 2 y 20 muertes por una reacción anafiláctica tras la picadura de un himenóptero”, ha comentado el experto. En este sentido, un estudio publicado en el último número de la revista ‘Allergy and Asthma Proceedings’ y realizado por la Universidad del Noroeste de Chicago, ha demostrado que entre el 20 y el 32 por ciento de los niños con antecedentes de picadura de avispas o abejas y pruebas cutáneas positivas al veneno, desarrollarán anafilaxia por una picadura posterior. PONER FRÍO EN LA ZONA PARA EVITAR LA ABSORCIÓN DEL VENENO En el caso en el que un niño sin antecedentes de alergia sufra una picadura de insecto y empiece a sufrir síntomas graves, más allá de la hinchazón local, el experto ha recomendado acudir de inmediato al servicio de urgencias más cercano que le derivará al Servicio de Alergia Pediátrica y, mientras tanto, es importante poner frío en la zona para evitar que se absorba el veneno con rapidez. También se puede practicar un torniquete si la picadura se ha producido en un brazo o pierna. Para aquellos pacientes que ya han sido diagnosticados de ser alérgicos al veneno de avispas o abejas, el tratamiento es “muy efectivo”, ya que consigue abortar las reacciones alérgicas al estar basado en la inmunoterapia específica a través de vacunas con los venenos de los himenópteros. “Dura al menos cinco años y su efectividad es probada mediante la picadura controlada del insecto. Los alergólogos pediátricos enseñan a estos niños y a sus padres a inyectarse adrenalina mediante un autoinyector que siempre deben llevar consigo para casos de reacción”, ha comentado Íbero. NO VESTIR CON COLORES LLAMATIVOS Para evitar sufrir los síntomas de una picadura de insectos de este tipo, los alergólogos pediátricos han recomendado extremar la precaución cuando se esté al aire libre y evitar, en la medida de lo posible, realizar comidas en el campo pues los insectos acuden a ella. “En el caso de los que tengan riesgo de sufrir alergia, es recomendable no vestir con colores llamativos ni estampados y con manga larga y pantalón largo”, ha aconsejado el presidente de la SEICAP. Asimismo, aunque no son tan frecuentes como las de avispa o abeja, en verano también se pueden desarrollar alergias a las picaduras de otros insectos como las cucarachas, los mosquitos, las hormigas o las pulgas. “Las reacciones a las picaduras de mosquitos suelen ser molestas y en algunos casos espectaculares, pero no son peligrosas para la vida. En cualquier caso, se aconseja el uso de insecticidas, repelentes para la piel cuando se está en el exterior y, en caso de picadura, el uso de alguna crema de tipo corticoide y antihistamínico para los picores”, ha concluido este experto.

El uso de abejorros en invernaderos aumenta el número de pacientes alérgicos

Fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1176208

La utilización de abejorros en los invernaderos para la polinización de hortalizas ha provocado en los últimos años, entre los trabajadores del sector, un aumento en el número de pacientes alérgicos a las picaduras de estos insectos himenópteros.
Éste es uno de los asuntos que analizarán entre hoy y mañana los más de 150 especialistas que participan en Almería en la XLI Reunión Anual de la Sociedad Andaluza de Alergología e Inmunología Clínica (AlergoSur). Durante la presentación del encuentro, la presidenta de AlergoSur, María José Giménez, y varios miembros del Comité Científico han destacado el aumento del número de pacientes alérgicos a las picaduras de himenópteros, sobre todo en el caso de los abejorros, cuyo uso en los invernaderos se ha extendido en los últimos años. Según han explicado, los trabajadores de los invernaderos son “susceptibles de hacerse alérgicos a las picaduras de estos insectos” y en algunos casos las reacciones pueden ser “muy graves” e incluso causar la muerte. La preocupación de los alergólogos no radica en la prevalencia de este tipo de alergia, sino en la gravedad que pueden alcanzar los posibles síntomas. Los síntomas por picadura de insectos himenópteros, como los abejorros y las avispas, pueden variar desde los síntomas leves, como dolor e inflamación locales, a reacciones de carácter sistémico, dificultad respiratoria, cuadros abdominales, o incluso afecciones cardiovasculares, y en los casos más extremos, la muerte. Por ello, el doctor Juan José Zapata, coordinador del encuentro, ha recomendado “no minimizar los síntomas” que se puedan sentir con una primera picadura y acudir al alergólogo si se considera que la reacción está fuera de lo normal. El objetivo, ha explicado, es realizar un diagnóstico para establecer un tratamiento mediante vacunas y dotar al paciente de herramientas de emergencia, como inyecciones de adrenalina, por si vuelve a ser picado por uno de estos insectos. La doctora Carmen Moya, responsable del área de gestión clínica de alergia del Hospital de Torrecárdenas (Almería), ha explicado que existen vacunas que dan buenos resultados, si bien ha precisado que para su suministro es imprescindible que se realice el diagnóstico previo. Los tratamientos suelen durar entre tres y cinco años, con vacunas que inicialmente se suministran una vez a la semana y que se van espaciando cada vez más en el tiempo. Durante el encuentro, los especialistas en alergología abordarán los ensayos sobre nuevas vacunas, así como la tendencia a la personalización de tratamientos de la alergia a himenópteros. En la reunión que se celebra hasta mañana en Almería también se abordará la incidencia del cambio climático en la evolución de las alergias, ya que también se ha detectado un aumento de los pacientes por este factor. Los alergólogos alertan de que el aumento de las zonas desérticas está provocando un cambio en la flora, lo que supone un gran impacto para los pacientes alérgicos. La presidenta de AlergoSur ha destacado que este tipo de encuentros sirve para fomentar el estudio y la actualización de conocimientos científicos para la mejora del diagnóstico y tratamiento de las diferentes alergias.