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Alergia al veneno de abejas y avispas (himenópteros )

Libres de abejas

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Fuente: P.Hidalgo para www.larioja.com

Una empresa logroñesa retira colmenas de viviendas y mobiliario urbano
Les atraen los huecos y se concentran por miles. Pero desde hace cerca de tres años lo tienen difícil para establecerse. Los profesionales de Campomiel retiran colmenas de los sitios más insospechados.

Como ejemplo, hace pocos días, el equipo de apicultores de esta empresa logroñesa ubicada en Varea retiraron en una vivienda de Assa (Álava) tres enjambres adultos que acogían a alrededor de 80.000 insectos cada uno. Se habían instalado junto al vano de una ventana, en la fachada del inmueble y en el interior de esta casa vacía. Bastó una llamada al 112, para que los servicios de emergencia avisaran a Campomiel y éstos se desplazaran al lugar a recoger la población de abejas.

«Nos trasladamos con nuestra unidad móvil, con todos los dispositivos necesarios para atraer a estos insectos», explica uno de los responsables de la empresa de apicultura, Álvaro Garrido. Una vez en la zona afectada, comienza el proceso. Durante el día, introducen las abejas en una colmena vacía repleta de huevos de otras para que atraiga a los insectos. Y hacia el atardecer, regresan para asustar a las abejas con humo, de forma que piensen que su vida corre peligro y sientan la necesidad de chupar el néctar que los responsables de Campomiel les facilitarán en una ‘colmena trampa’, donde quedarán recluidas.

Si bien este caso parece habitual, no lo resultan tanto otros mucho más curiosos con los que han tenido que lidiar en los últimos meses. En Lardero se toparon debajo de un tejado con una colmena que crecía en vertical y superaba el metro y medio de longitud. También han librado cubas de vino de enjambres y han calmado a los paseantes logroñeses que avistaron concentraciones en una silla de la terraza del hotel Carlton o en el semáforo junto a la Estatua del Labrador.

Tras la recogida, Campomiel traslada los enjambres al colmenar de la empresa, donde las abejas permanecen en cuarentena para verificar si están libres de enfermedades. Si superan «el proceso de selección», cosa que ocurre en el 80 por ciento de los casos, los enjambres integrarán el colmenar de esta sociedad que es la mayor productora apícola del norte de España de miel ecológica.