La SEAIC alerta del incremento de la especie invasora en la cornisa cantábrica y en Galicia. La inmunoterapia es el único tratamiento capaz de curar la alergia al veneno de himenópteros hasta en un 95% de los casos. El 85% de los pacientes que han sido picados de nuevo por la velutina tras recibir el tratamiento con extracto de vespula no han presentado ninguna reacción alérgica.
Con motivo de la campaña de vacunación frente a la gripe, la SEAIC aconseja que la población general se vacune frente a este virus, debido al desconocimiento del impacto que puede generar la coinfección de la gripe y el coronavirus.
En el 35º Congreso Nacional de la SEAIC, los expertos señalan que
La telealergología y la IA impulsan el futuro de la alergología.
LA TELEALERGIA Y LA IA IMPULSAN EL FUTURO DE LA ALERGOLOGIA (860 descargas )
Con motivo del inicio de la campaña de vacunación infantil frente a la COVID-19 que comenzará el próximo día 15 de diciembre, el Comité de Alergia Infantil de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha elaborado unas recomendaciones para los niños con alergia de entre 5 y 11 años.
Las enfermedades alérgicas suponen una carga de salud que afecta a todos los grupos de edad y que pueden manifestarse temprano en la vida como dermatitis atópica, alergia alimentaria, rinitis/conjuntivitis alérgica y asma alérgica.
En una revisión bibliográfica recientemente publicada por Dwived y col.1 revisan las estrategias de prevención que se pueden implementar en cada etapa de la vida:
Dado que el sistema inmunológico es más plástico en la primera infancia, esta etapa se considera ideal para llevar a cabo medidas para prevenir enfermedades alérgicas. En este sentido, se han investigado los efectos preventivos de la inmunoterapia con alérgenos (AIT). La evidencia para aplicar la inmunoterapia preventiva con alérgenos (pAIT) está creciendo rápidamente, aunque aún enfrenta desafíos debido a factores relacionados con la edad y que los datos son limitados.
Esta revisión presenta un resumen actualizado de la evidencia disponible sobre aspectos preventivos de AIT con alérgenos respiratorios en nuevas sensibilizaciones, inicio y progresión de enfermedades alérgicas, así como otros efectos inmunomoduladores, centrándose particularmente en niños.
Los autores realizaron una búsqueda en PubMed, Embase y el Registro Central de Ensayos Controlados de Cochrane (CCRCT) para estudios pediátricos sobre AIT con alérgenos inhalantes. Se evaluaron 33 publicaciones de 27 cohortes. En estos informes, participaron 2952 niños y 1491 fueron tratados activamente.
Según los datos obtenidos, la prevención primaria con pAIT parece segura, aunque con resultados inciertos. En uno de los ensayos se observó una efecto preventivo para nuevas sensibilizaciones transitorio y no alérgeno-específico al final del tratamiento (pero no durante ni tras el tratamiento). La reducción en la proporción de asma solo se evidenció después de una prolongación en uno de los estudios. Por tanto, este enfoque plantea algunos retos que aclarar, incluyendo la identificación de sujetos y la optimización de la dosis y duración efectivas.
La prevención secundaria sí demostró ser viable y segura según esta revisión. En un ensayo clínico doble ciego controlado con placebo se evaluó la prevención secundaria en niños asintomáticos y sensibilizados a ácaros o polen de gramíneas. Tras dos años de tratamiento con inmunoterapia sublingual, en este estudio no se observó una prevención en nuevas sensibilizaciones y tampoco mostró datos en relación al inicio de la enfermedad alérgica. Sin embargo, se describieron efectos pro-tolerogénicos como el desarrollo de IgG específica en el grupo activo y la inducción de citoquinas reguladores: Il10 y TGF-b. Por tanto, los niños en edad preescolar sensibilizados pero asintomáticos podrían ser objeto de intervención a este nivel de prevención.
La prevención terciaria fue estudiada en 28 publicaciones. Cambios en la tasa de sensibilización fueron reportados en 13 grupos al final del tratamiento. 6 de ellos observaron protección frente a nuevas sensibilizaciones en los grupos activos. En 9 publicaciones se evidenció un efecto tras el tratamiento en desarrollo de nuevas sensibilizaciones. 4 de ellos reportaron efectos favorables, mientras que en uno se observó un incremento en nuevas sensibilizaciones en el grupo activo. En 3 de 5 cohortes hubo un efecto de la pAIT sobre la progresión de la rinoconjuntivitis alérgica. La persistencia a largo plazo de este efecto se observó en 2 cohortes. 5 estudios que analizaban parámetros inmunomoduladores reportaron efectos favorables al final y tras el tratamiento (incremento en los niveles de IgG e IgG4 específicas, citoquinas reguladoras o niveles bajos de eosinófilos). Por tanto, a nivel de prevención terciaria, los resultados sobre la eficacia de la pAIT en nuevas sensibilizaciones o la progresión de la enfermedad alérgica se describen de manera inconsistente. Los autores concluyen que evaluar la eficacia de este enfoque es complejo y requiere más ensayos, particularmente enfocados en aspectos preventivos.
Los posibles mecanismos subyacentes a la inducción de tolerancia en AIT se han observado en niveles de prevención terciaria y secundaria, pero no en el nivel primario. Para la prevención primaria, algunos autores sugirieron que la inducción de tolerancia específica de alérgeno podría requerir un paso obligatorio que implicara la activación transitoria de la inmunidad primaria. En los otros niveles de prevención (secundaria y terciaria), los posibles mecanismos tolerogénicos incluyen la regulación positiva de IgG1 e IgG 4, principalmente, pero también IgA1 e IgA2. Estos anticuerpos pueden poseer capacidad neutralizante y podrían competir con IgE por el alérgeno. También pueden prevenir la activación de mastocitos y basófilos e inducir células B, que secretan estos anticuerpos bloqueadores y son responsables de la inmunotolerancia a largo plazo. Otras respuestas celulares implican la reducción del reclutamiento de eosinófilos, la supresión de células Th2 y la inducción de poblaciones de células reguladoras (de células linfoides innatas, células dendríticas, células T y B) y respuestas de citoquinas reguladoras (IL10 y TGF β), restableciendo el equilibrio Th1-Th2.
Según los autores, los efectos diferenciales de pAIT en cada etapa del desarrollo de niños y adolescentes deben ser evaluados para identificar la ventana de oportunidad para la prevención. Enfatizan en un inicio temprano de pAIT, ya que tener como objetivo el sistema inmunológico infantil puede ofrecer beneficios preventivos más efectivos y duraderos. Tener una sensibilización, especialmente polisensibilizaciones, a la edad escolar ya eleva el riesgo de asma en la edad adulta. Por lo tanto, los niños entre 5 meses y la edad preescolar, con un riesgo alto de desarrollar alergias debido a antecedentes familiares positivos, teniendo un menor grado de sensibilización y sin síntomas alérgicos o con síntomas leves, parecerían óptimos para pAIT.
El pAIT de ácaros es el más comúnmente estudiado. A diferencia de las mezclas heterogéneas de alérgenos, la aplicación de monoterapia de ácaros para la prevención primaria mostró un efecto protector sobre el desarrollo de nuevas sensibilizaciones.
Se ha establecido que la administración de AIT debe durar 2–3 años para lograr una inmunotolerancia duradera. Se están explorando regímenes de tratamiento más cortos, aunque el valor definitivo de los mismos aún no se ha aclarado, particularmente para enfoques de prevención primaria y secundaria.
Los autores de la revisión concluyen explicando que la eficacia global de pAIT sigue sin aclararse en niños debido a la naturaleza multifactorial de los resultados. La prevención secundaria parece factible y puede inducir inmunotolerancia. La prevención terciaria usando pAIT de pólenes de gramíneas y/o árboles parece ser capaz de prevenir la progresión de rinoconjuntivitis a asma, aunque los beneficios de pAIT basada en otras fuentes de alérgenos no son concluyentes. Es necesario definir la dosis óptima de alérgenos, adyuvantes y vías de administración.
La infancia representa una ventana de oportunidad para iniciar medidas profilácticas, pero se necesitan ensayos pediátricos adicionales bien diseñados para comprender los efectos preventivos de la AIT sobre las nuevas sensibilizaciones, el inicio y la progresión de enfermedades alérgicas junto con los beneficios inmunomoduladores.
Mercedes Ramírez Hernández. Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena.Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Bibliografía:
1,. Varsha Dwived, Sonja Kopanja, Klara Schmidthaler, Justyna Sieber, Christina Bannert, Zsolt Szépfalusi. Preventive allergen immunotherapy with inhalant allergens in Children. Allergy. 2024;79:2065–2087. DOI: 10.1111/all.16115
Medidas preventivas generales
El paciente alérgico debe estar advertido sobre los riesgo que corre y entrenado en el manejo ante una posible picadura para actuar de forma rápida, pero también la labor de prevención es importante en individuos de riesgo (profesionales o aficionados a la apicultura, así como otras profesiones de riesgo) aunque nunca, hasta el momento, hayan presentado reacciones adversas, conociendo la posibilidad de estas reacciones y estando advertidos para saber reconocer los síntomas de forma rápida con el fin de instaurar precozmente el tratamiento adecuado.
Es importante para los pacientes alérgicos conocer todos los datos relativos al insecto causante de su alergia, saber reconocerlo y tener en cuenta algunas precauciones que pueden ayudar a reducir el riesgo. Se le indicará que en situaciones de riesgo debe ir acompañado por al menos una persona que conozca su situación y que esté adiestrada para administrarle la medicación en caso de presentar una reacción alérgica.
Tanto las abejas como las avispas pican sólo como defensa de ellas mismas ó de sus nidos. La mayoría de las picaduras se producen entre los meses de mayo y septiembre siendo julio y agosto los meses con mayor incidencia de picaduras debido a las altas temperaturas que ponen en gran actividad a estos insectos.
Las abejas comunes son atraídas por la fragancia de las flores, los colores brillantes y la superficie de aguas tranquilas; teniendo esto presente para evitar los accidentes se debe procurar no usar ropa de colores vivos ni perfumes muy fuertes durante la época de mayor actividad.
Estos himenópteros se alimenta de zumos, savia, néctar y, en general, de líquidos azucarados. En estado larvario algunas avispas se alimentan de otros insectos para lo cual la progenitora usa su veneno para paralizar a la futura fuente alimenticia de la larva. Al inocular el veneno la avispa conserva el aguijón pudiendo así picar repetidas veces, cosa que no sucede con las abejas pues su aguijón posee escotaduras laterales que, a modo de garfios, se anclan al tejido de la víctima, perdiéndola junto con parte del sistema digestivo, por lo que la abeja sólo podrá picar una vez y morirá.
En el caso de no haber podido ver o identificar al insecto responsable de la picadura, se puede deducir que se trata de una abeja cuando el aguijón quede anclado en la piel. En éste caso hay que retirarlo con cuidado pues se puede, involuntariamente, presionar el saco de veneno e inocular la totalidad de su contenido; en cualquier caso, cuando el aguijón se queda clavado en el tejido junto con parte del intestino de la abeja que ha escapado, la glándula del veneno continuará contrayéndose periódicamente hasta inocularlo todo, por eso es importante retirar el aguijón lo antes posible.
Cuando una avispa pica libera una feromona que incita a otros miembros de la colonia a picar por lo que es aconsejable, en caso de picadura, alejarse lo más pronto posible del área del accidente para evitar un ataque masivo.
Consejos ambientales
Estas medidas son de escasa utilidad en apicultores, ya que por su profesión el contacto con las abejas es inevitable. Por tanto, la recomendación más importante que podemos darles es la de no acudir nunca solos a las colmenas y si se le ha prescrito, llevar consigo el autoinyector de adrenalina.
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Algunos invertebrados frecuentes en nuestro medio pueden producir picaduras o mordeduras en el ser humano, como mecanismo defensivo. Principalmente la ejercen sobre la piel y pueden inyectar diferentes sustancias tóxicas propias de cada uno de ellos. Su identificación es muy importante para poder establecer el tratamiento adecuado y las medidas preventivas de cara a futuras picaduras.
Los animales que con más frecuencia producen este tipo de lesiones son los siguientes:
-Insectos: Himenópteros (avispas, abejas y abejorros), dípteros (moscas y mosquitos) y lepidópteros (orugas).
– Arácnidos: Arañas, escorpiones y garrapatas.
– Quilópodos (ciempiés): Escolopendra.
– Medusas.
– Algunos peces: Rayas.
Vamos a explicar algunas características de los que no son himenópteros.
DÍPTEROS
Las picaduras de mosquitos suelen extraer sangre e inoculan veneno de la saliva. La mayoría de las reacciones son locales y leves y se caracterizan por una pápula de aparición inmediata rodeada de enrojecimiento, que alcanza su máxima intensidad a los 20 minutos. Puede seguir una reacción tardía a las 24-36 horas que desaparece en unos 7-10 días. A veces, algunas de estas reacciones locales pueden ir asociadas a la aparición de vesículas o ampollas. Con mucha frecuencia las picaduras son múltiples. El tratamiento consiste en utilizar lociones contra el picor y antihistamínicos orales. En el caso de viajar a países tropicales es muy importante utilizar repelentes en la ropa. De forma muy excepcional puede haber reacciones generalizadas, que incluyen urticaria y muy raramente anafilaxia. En este último caso sería muy conveniente descartar otras enfermedades relacionadas con la alergia, como es la mastocitosis.
LEPIDÓPTEROS
Las picaduras de orugas suelen ser por contacto directo del insecto o por dispersión en el aire de algunos fragmentos procedentes de los árboles donde se encuentran, como es el caso de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa). Suelen producir reacciones muy pruriginosas en las que luego aparecen lesiones papulosas y enrojecidas por el rascado.
ARAÑAS
El veneno de las mordeduras de arañas tiene componentes que pueden desintegrar a los glóbulos rojos, a determinadas proteínas o afectar al sistema nervioso. La mayoría de las especies distribuidas por España solo suelen causar dolor y molestias locales. Solo la denominada viuda negra (Latrodectus tredecimguttatus) puede producir una toxicidad generalizada del sistema nervioso, con espasmos en niños o ancianos.
ESCORPIONES
El escorpión más común de toda la península ibérica se llama Buthus occitanus. La picadura suele ser en el pie o en las manos al levantar piedras donde se cobijan. Suele haber un intenso dolor local, con un edema progresivo en la zona de la inoculación y alrededor de ella. Los síntomas suelen empezar de forma inmediata y alcanzan su máxima intensidad aproximadamente a las 5 horas. El tratamiento consiste en limpiar la picadura con antisépticos y tratar el dolor con analgésicos. En el caso de dolor muy importante, se debe infiltrar la picadura con anestésicos locales o utilizar opiáceos para controlarlo. Se puede considerar administrar profilaxis antitetánica.
GARRAPATAS
Son arácnidos que se alimentan de sangre. Las reacciones más habituales tras su picadura suelen consistir en dolor local, edema y picor en el punto de anclaje de la garrapata. Si no se extrae correctamente, pueden aparecer cuadros alérgicos de tipo anafiláctico o bien parálisis tóxica, por lo que es muy importante su manejo y retirada. También pueden ser transmisoras de infecciones. Además, la mordedura de garrapata puede generar de forma indirecta alergia a las carnes rojas, a las gelatinas o al medicamento Cetuximab, que se utiliza para tratar algunos tipos de cánceres. Esto se conoce como el síndrome de alergia a alfa-gal y se genera por la semejanza entre algunas proteínas (reactividad cruzada). El alfa-gal es una molécula de tipo oligosacárido que está en los mamíferos no primates y puede producirse una sensibilización a esta a través de la picadura de una garrapata. Con frecuencia, esta reacción incluye anafilaxias tardías tras haber comido carnes de mamíferos o gelatinas o después de haber recibido el Cetuximab.
ESCOLOPENDRAS
Las mordeduras suelen ser venenosas. Las escolopendras se encuentran por todo el mundo, principalmente en climas cálidos. Se les puede encontrar entre la corteza de los árboles o debajo de las piedras, e inyectan el veneno a través de dos colmillos en la zona bucal. Sus mordeduras son muy dolorosas, con dos punciones hemorrágicas, edema e inflamación local y, en ocasiones, con necrosis en el área afectada.
MEDUSAS
Estos invertebrados marinos tienen tentáculos largos donde se encuentran los nematocistos, que son una especie de cápsulas rellenas de veneno dotadas de un filamento en forma de arpón. En una sola picadura se descargan miles de éstos, lo que explica su gran efecto. La mayoría de las medusas solo causan síntomas locales, con dolor y/o ardor intenso en la zona de la picadura seguido de lesiones lineales con la impronta de los tentáculos. En casos más graves aparecen vesículas, equimosis y necrosis cutánea. Las manifestaciones generalizadas incluyen debilidad, náuseas, cefaleas, mialgias, alteraciones cardiacas o pulmonares. Los casos mortales son poco frecuentes. El tratamiento de las reacciones locales leves consiste en evitar la fricción en la zona, eliminar los restos de los tentáculos que puedan quedar adheridos, aclarar con agua salina y sumergir la zona afectada en agua caliente para aliviar el dolor.
RAYAS
Las rayas son un tipo de pez que poseen una cola en forma de látigo. Cuando una persona se adentra en aguas poco profundas y pisa una de ellas, el animal, como mecanismo de defensa, reacciona curvando su cola hacia arriba y hacia adelante, incrustando el aguijón y liberando el veneno. En general, la herida que produce la púa es irregular y sangra abundantemente. El dolor es inmediato e intenso y va disminuyendo gradualmente en un periodo de 6 horas a 2 días. La mayoría de las personas que sufren este tipo de herida manifiestan desvanecimiento, debilidad, náuseas y ansiedad por la intensidad del dolor. El tratamiento consiste en eliminar los residuos si los hay, aclarar con agua salina, inmersión en agua caliente para alivio del dolor, medicación analgésica si precisa y cura de la herida abierta.
Bibliografía: Comité de Alergia a Himenópteros de la SEAIC. Picaduras y mordeduras de invertebrados terrestres (insectos, arañas, garrapatas y ciempiés) y marinos (medusas y peces). En: Alergia a Himenópteros: Recomendaciones y algoritmos de práctica clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Actualización. Majadahonda (Madrid): ERGON; 2021. 41-50. ISBN: 978-84-18576-24-9
Jesús Macías Iglesias
Médico Especialista en Alergología
Miembro del Comité de Alergia a Himenópteros y Mastocitosis de la SEAIC
Es importante iniciar por definir que es un error innato de la inmunidad (EII) siendo un grupo de enfermedades causadas por defectos genéticos que generan disfunción inmunitaria. 1
La alergia como manifestación inicial de EII se reporta con una media de hasta el 8 % de los pacientes con diagnostico de errores innatos de la inmunidad variando entre 5 al 25 % y se ha observado un retraso en el diagnóstico de hasta 6 a 10 años, las característica que comparte estos pacientes suele ser la triada típica de la alergia presentado eosinofilia+ igE elevada + Eccemas, por ende estos paciente suele debutar con diagnósticos en un mayor porcentaje de dermatitis atópica en un 21.38% asociadose principalmente inmunodeficiencias combinadas como síndrome de hiper Ig-E (HIES), la deficiencia de DOCK 8, el síndrome de Omenn (OS) y el síndrome de Wiskott-Aldrich (WAS). Sin embargo, otros estudios reportan una mayor asocia con alergia a nivel de vías respiratorias relacionándose con el asma bronquial hasta el 46.90%, en cuanto a rinitis alérgica su frecuencia fue de 8.2 %, presentándose una mayor asociación en paciente con deficiencias en anticuerpos, y en especial con inmunodeficiencia selectiva de IgA. Las alergias alimentarias se presentaron en menor prevalencia (0.10%) y se asocia con inmunodeficiencia selectiva de IgA. 2
A nivel fisiopatológica se ha observado que en los pacientes con función normal de sistema inmune, las infecciones activan los linfocitos Th1 y Th2, estas infecciones también favorecen al desarrollo de los linfocitos Tregs, que ayudan mantener el equilibrio entre los Th1 y Th2, y prevenir sus efectos nocivos, en el caso de los pacientes con errores innatos de la inmunidad se observa que las linfocitos Tregs pueden estar ausentes o deficientes a nivel funcional, desencadenando una mayor activación de Th1 y Th2 y por ende una susceptibilidad mayor a desarrollar alergias o cuadros de autoinmunidad.
La asociación entre alergia y error innato de la inmunidad puede representar una alteración del equilibrio complejo dentro del sistema inmunológico de células efectoras y reguladoras, quizás también contribuida por diferencias en la colonización microbiana y patrones de infección, muy probablemente debido a falla de tolerancia, defectos de señalización del receptor de células T, falla de producción de interferón-gamma contrarregulador y exceso de producción de citocinas como IL-13 que interfieren con los péptidos antimicrobianos de la piel , así como alteración de la barrera cutánea. 3
Los defectos a nivel de barrera cutánea y el desarrollo de dermatitis atópica en estos pacientes se relación con alteraciones en la barrera, defectos genéticos como la producción de filagrina, spink 5, anomalías del citoesqueleto; señalización aberrante del TCR; señalización interrumpida de citocinas; disminución de la diversidad del repertorio de células T y trastornos del desarrollo tímico; mecanismos efectores de células innatas; y trastornos metabólicos.
Es importante tener en cuenta que los pacientes con deficiencia selectiva de IgA pueden desarrollar un gran espectro de enfermedades desde ser asintomáticos a debutar con infecciones recurrente, enfermedades de autoinmunidad y enfermedades alérgicas hasta en el 13- 84%, en el caso de la patología alérgicas estas sueles ir disminuyendo con la edad. 6
Existen características con las cuales podemos sospechar de una probable asociación con errores innatos de la inmunidad :
Sin embargo es importante tener en consideración que los niveles de IgE no siempre se correlacionan con cuadros de errores innatos de inmunidad, por lo que se debe descartar otras patologías que puedan elevar tanto IgE como eosinófilos entre estas tenemos diferentes causas como:
INFECCIOSAS
ONCOLÓGICAS
ENFERMEDADES INFLAMATORIAS
BIBLIOGRAFIA
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¿Pueden los probióticos durante el embarazo ayudar a Prevenir la alergia en nuestros bebés?
Desde el Comité de Alergia Infantil de la SEAIC, sabemos que muchos padres, sobre todo los que ya tienen otros hijos con alergia, se hacen esta pregunta cuando esperan un nuevo bebé. ¿Y si hubiera algo que pudiera hacerse durante el embarazo para reducir el riesgo de alergia en el futuro?
Entre las posibles estrategias preventivas, una que ha generado especial interés en los últimos años es el uso de probióticos. Se ha estudiado su impacto en el desarrollo de diabetes gestacional, en el desarrollo del síndrome metabólico y en otras patologías. Pero ¿y en la prevención de alergia? ¿Qué dice la ciencia al respecto? ¿Sirven realmente? Aquí te lo contamos de forma clara y sencilla.
¿Qué son los probióticos y por qué se habla tanto de ellos?
Los probióticos son microorganismos vivos, como algunas bacterias, que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden tener efectos beneficiosos para la salud. Se encuentran de forma natural en algunos alimentos (como yogures o productos fermentados) y también en forma de suplementos alimenticios.
Ya desde el embarazo, el sistema inmunitario de nuestro bebé se está desarrollando. Se sabe que la microbiota intestinal (los microorganismos que habitan en nuestro intestino) juega un papel importante en la maduración del sistema inmune del neonato. Por eso, los científicos se han planteado si los probióticos podrían ayudar a “entrenar” ese sistema inmunitario y reducir el riesgo de desarrollar alergias más adelante.
¿Qué dice la ciencia? Vamos a analizarlo en los diferentes tipos de alergia posible: la cutánea, alimentaria y la alergia respiratoria.
🧴 1. Dermatitis atópica: la evidencia más prometedora
Este es el campo donde los estudios han mostrado resultados más esperanzadores. Algunas investigaciones han encontrado que tomar probióticos en el embarazo, y a veces también durante la lactancia o dárselos al bebé tras el nacimiento, podría reducir el riesgo de que el niño desarrolle dermatitis atópica, sobre todo si tiene antecedentes familiares de alergia.
Determinadas cepas de microorganismos y determinadas combinaciones de varias cepas parecen funcionar mejor que usar una sola cepa de forma aislada.
Cepas como Lactobacillus rhamnosus y algunas bifidobacterias han sido las más estudiadas.
La Organización Mundial de Alergia (WAO) ha hecho una recomendación condicional para usarlos con este fin pero advierte que la calidad de la evidencia aún es baja.
Es decir: hay indicios positivos, pero no es una solución mágica ni garantizada.
🍳 2. Alergias alimentarias: ¿una posible ayuda?
Aquí la evidencia científica es más limitada. Algunos estudios sugieren que el uso de algunos probióticos podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar alergia alimentaria en el futuro (como a la alergia a la leche o al huevo), pero los resultados no son consistentes.
Las principales guías científicas, como las de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), aún no recomiendan su uso generalizado con este objetivo.
Se necesitan más estudios para poder considerar el empleo de probióticos como una herramienta preventiva de la alergia alimentaria.
🌬️ 3. Asma bronquial y sibilancias: sin pruebas sólidas de beneficio
En el caso del asma infantil o los episodios de sibilancias (pitos en el pecho), los estudios hasta ahora no han demostrado beneficios claros del uso de probióticos durante el embarazo para prevenir su aparición tras el nacimiento.
Incluso, algunos trabajos han observado un posible (aunque no confirmado) aumento de infecciones respiratorias en bebés que recibieron probióticos. Esto subraya la importancia de seguir investigando.
Cosas importantes que debes saber antes de lanzarte a comprar probióticos:
✅ No todos los probióticos son iguales: cada cepa tiene efectos distintos. Que uno funcione no significa que todos lo hagan.
🕒 El “cuándo” también importa: no está claro si es mejor empezar antes del parto, después, o si continuar durante la lactancia, tampoco cuánto tiempo deben tomarse.
👶 ¿Tu bebé es de “alto riesgo”? Muchos estudios se han hecho con bebés con antecedentes familiares de alergia. Para la población general, los beneficios podrían ser menores.
📊 La evidencia es aún limitada: aunque se han hecho muchos estudios, no todos tienen la misma calidad. Las conclusiones deben tomarse con cautela.
Entonces… ¿debería tomar probióticos en el embarazo para prevenir la aparición de enfermedades alérgicas en mi bebé?
La respuesta corta es: depende.
Para bebés con alto riesgo de eccema, algunas organizaciones internacionales consideran que podría ser útil… pero no es una recomendación firme.
Para prevenir otras alergias (como la alergia alimentaria o el asma bronquial), aún no hay suficiente evidencia.
Lo más importante: consulta siempre con tu médico o especialista antes de empezar cualquier suplemento probiótico durante el embarazo.
El uso de probióticos durante el embarazo es una línea de investigación interesante, especialmente en relación con la dermatitis atópica. Pero aún no hay una receta única para prevenir las enfermedades alérgicas y son necesarios más estudios para saber qué cepas, dosis y duración son las más eficaces.
Desde el Grupo de Trabajo de Microbiota del Comité de Alergia Infantil de la SEAIC, seguiremos atentos a las novedades científicas para poder informar con la mayor claridad y rigor posible. Mientras tanto, la mejor estrategia sigue siendo el acompañamiento médico personalizado y la información basada en evidencia.
Isabel Fernández de Alba. Hospital HLA Inmaculada. Comité de Alergia Infantil de la SEAIC
Bibliografía:
Recomendaciones generales y dermatitis atópica:
Alergias alimentarias:
Asma bronquial y sibilancias:
Revisiones sistemáticas y metaanálisis generales sobre probióticos en embarazo y prevención de alergia
La frecuencia de alergia a los alimentos se ha duplicado en los últimos 10 años. Según el último estudio epidemiológico realizado en España, el 20 % de los niños que acudieron a las consultas de Alergología fueron diagnosticados de alergia a alimentos. La prevalencia de la alergia alimentaria es mayor en los niños que en los adultos, siendo en niños menores de 3 años del 6 %. Los alimentos implicados con más frecuencia son la leche, el huevo, y los pescados en menores de 4 años, y en niños mayores, las frutas, como el melocotón, y los frutos secos, como la nuez y avellana.
También ha aumentado el número de alimentos a los que se es alérgico, siendo actualmente más de un 30% de los niños alérgicos a más de un alimento.
Es muy importante aclarar algunos conceptos que pueden llevar a diagnósticos erróneos. Para que un paciente sea alérgico a varios alimentos, debe presentar sensibilización frente a los alérgenos y además desarrollar síntomas tras su exposición. Esto hay que distinguirlo de una polisensibilización alimentaria, donde sólo se demostrarán niveles de IgE elevada frente a varios alimentos mediante las técnicas diagnósticas, pero el paciente tolerará la ingestión de esos alimentos. Es decir, no todos los pacientes polisensibilizados son polialérgicos. Es importante diagnosticar correctamente al paciente para que no sufra dietas de eliminación innecesarias, lo que podría suponer un deterioro en su crecimiento y en su calidad de vida.
También es importante conocer si se tiene una sensibilización a un alimento o una reactividad cruzada. Los alimentos contienen distintos alérgenos, que son proteínas, y éstas pueden estar presentes en alimentos de diversas fuentes. Por eso, algunos pacientes pueden tener polisensibilización a alimentos que reconocen la misma proteína, incluso a alérgenos respiratorios que también las comparten. En este caso estaremos ante un paciente polisensibilizado por reactividad cruzada debido a estas proteínas denominadas panalérgenos. Según el perfil de sensibilización, se orientará al paciente en el manejo de su enfermedad de acuerdo a su gravedad, en la prescripción de autoinyectores de adrenalina y en dietas de eliminación personalizadas.
Por lo tanto, es necesario un correcto diagnóstico de los pacientes alérgicos, más si están sensibilizados a varios alimentos, para dar unas recomendaciones adecuadas de evitación de aquellos alimentos a los que el paciente es verdaderamente alérgico y unas pautas adecuadas de la administración de medicación de acuerdo a la gravedad de las reacciones alérgicas que pudiera desarrollar.
Las dietas de eliminación siempre deben ser supervisadas por el alergólogo, quien informará adecuadamente de los alimentos prohibidos. Además, se debe realizar una valoración nutricional de aquellos pacientes alérgicos a alimentos de mayor riqueza nutricional, como la leche, huevo y cereales, ya que su eliminación podría suponer un riesgo nutricional. Para ello, el especialista le aportará los alimentos sustitutivos y las alternativas. Es muy importante el seguimiento por el especialista en nutrición de aquellos pacientes con mayor riesgo (retardo en el crecimiento, estancamiento ponderal, enfermedades crónicas acompañantes, eliminación de múltiples alimentos, >3 grupos diferentes, dificultades en la alimentación).
Dra. M.ª Isabel Alvarado Izquierdo
Alergóloga del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres. Comité de Alergia Infantil de la SEAIC
BIBLIOGRAFÍA:
Dáuria E, Abrahams A, Zuccoti GV, and Venter C. Personalized nutrition approach in food allergy: Is it prime time yet? Nutrients 2019, 11359; doi:10.3390/nu11020359.
Como sabemos, la temporada navideña suele estar llena de alegrías e ilusiones, pero puede resultar una época estresante y un desafío si su hijo padece de alergias alimentarias, ya que representa un momento especialmente crítico al aumentar el riesgo de sufrir una reacción alérgica. Los motivos pueden ser diversos:
Por todas estas circunstancias, es necesario extremar las precauciones que se deben seguir y adaptar los platos que se preparen a las necesidades de los niños para evitar reacciones alérgicas. Con la intención de que los padres se sientan más seguros y preparados para minimizar los riesgos durante las Navidades, recopilamos las siguientes recomendaciones:
Por último, además de todas las precauciones anteriores es imprescindible tener en cuenta las siguientes consideraciones generales:
Las fechas navideñas se acercan, no son pocas las tentaciones que nos empujan a celebrar unas fiestas como las de toda la vida, pero por segundo año consecutivo continúan condicionadas por la pandemia de Coronavirus. Ahora más que nunca, debemos respetar y cumplir las recomendaciones y restricciones en vigor dadas por las autoridades sanitarias frente al COVID 19. Con ello, evitaremos poner en riesgo a nuestras familias y a los demás, ayudándonos a mantenernos seguros mientras disfrutamos de las Navidades.
Dorimar Brugaletta Matheus. Hospital del Vinalopó, Elche, Alicante. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
BIBLIOGRAFIA.
Los insectos forman parte de la cocina de muchos países del mundo y su consumo dentro de Europa va avanzando en últimos años. Aproximadamente dos mil millones de personas en todo el mundo consumen insectos especialmente en países como Asia, América Latina y África1.
El consumo de insectos es en la actualidad una tendencia alimentaria en auge. Desde el 1 de enero de 2018 la legislación europea cataloga a los insectos como “nuevo alimento” y según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), les considera “el alimento del futuro”.
Hoy en día, son cuatro los insectos autorizados en el mercado europeo: las larvas del gusano de la harina (en forma congelada, desecada y en polvo), la langosta migratoria (en forma congelada, desecada y en polvo), el grillo doméstico (en forma congelada, desecada, en polvo y polvo parcialmente desgrasado) y las larvas del escarabajo del estiércol (en forma congelada, en pasta, desecada y en polvo) 2. Aunque a nivel general este habito de consumo no está muy extendido, en nuestra dieta, consumimos de forma inadvertida el componente “E12” o carmín, una sustancia que se obtiene del insecto cochinilla, que se utiliza para teñir diversos alimentos de confiterías, pasteles y mermeladas, jarabes, yogures, bebidas y carnes.
Además, hay ocho solicitudes pendientes para insectos destinados a ser comercializados en diferentes formas que actualmente están siendo objeto de una evaluación de seguridad2.
Los insectos representan una alternativa a la carne y el pescado para satisfacer la creciente demanda de fuentes sostenibles de nutrición 1.
Desde el punto de vista nutricional, los estudios científicos avalan que los insectos son una fuente de nutrientes muy saludables con alto contenido en proteínas, vitaminas B1, B2 y B3, contienen omega 3 y 6, todos los aminoácidos esenciales y son una fuente importante de minerales como el hierro.
Hay otro factor que debe tenerse en cuenta y que juega a favor del consumo de insectos: el impacto medioambiental. La producción de proteína de insectos supone una importante reducción de gases de efecto invernadero y supone una menor contaminación respecto a otras proteínas de origen animal.
Respecto a la seguridad de su consumo, la Comisión Europea con el reglamento sobre nuevos alimentos, asegura que se disponga de la información alimentaria obligatoria para que sean seguros para los consumidores y estén debidamente etiquetados, incluyendo la identificación correcta de alérgenos.
Al igual que las proteínas de otros alimentos, las contenidas en los insectos, son susceptibles de desencadenar reacciones alérgicas graves. Cada vez son más los pacientes que llegan a nuestras consultas por reacciones alérgicas, incluyendo reacciones anafilácticas, tras la ingestión de insectos.
Se han identificado varios alérgenos implicados en la alergia a insectos, entre ellos la tropomiosina y la arginina quinasa, ambos panalérgenos conocidos por su reactividad cruzada con proteínas homólogas en crustáceos y ácaros del polvo doméstico. Se ha demostrado reactividad cruzada y/o cosensibilización de la tropomiosina de insectos y la arginina quinasa en pacientes alérgicos a los ácaros del polvo doméstico y a los mariscos (p. ej., langostinos, gambas). También se ha demostrado que el procesamiento térmico y la digestión no eliminaron la alergenicidad de las proteínas de insectos1.
Algunos estudios señalan que la proteína de la cutícula de la larva del gusano, podría ser un alérgeno importante en la sensibilización primaria al gusano de la harina. Otros alérgenos, como la actina,insectoo la cadena ligera similar a la miosina, también se identifican como factor de riesgo de reactividad cruzada entre crustáceos y gusanos de la harina 3.
La disponibilidad de este tipo de alimentos en supermercados y su venta on-line, esta haciendo que cada vez su consumo sea más frecuente.
Es importante el papel que juega el alergólogo en este momento en el que el consumo de insectos empieza a instaurarse poco a poco en nuestra dieta para poder asesorar adecuadamente a los pacientes.
Rocío Candón Morillo. Hospital Universitario de Jerez. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Bibliografía
1.-Insect (food) allergy and allergens. Steffie de Gier , Kitty Verhoeckx .Molecular Immunology. Volume 100, August 2018, Pages 82-106
2.- Los insectos como nuevos alimentos: claves para asesorar adecuadamente a la población sobre su consumo. Diario medico.
3.-Mankouri F1, Sereme Y2,3, Michel M2,3, Piarroux R4, Pahus , Chanez P1,6, Vitte J2,3, Gouitaa MJ Investig . Immediate Hypersensitivity to Mealworm and Cricket: Beyond Shrimp and House Dust Mite
Cross-Reactivity. Allergol Clin Immunol 2022; Vol. 32(1): 56-78
El asma es una de las patologías respiratorias más prevalentes en la actualidad. Se caracteriza por un aumento de la reactividad bronquial y, principalmente, por un componente inflamatorio a este mismo nivel. La prevalencia del asma es muy variable entre países, pero se podría considerar que entre el 5 y 10% de la población padece asma. Dentro de esta población existe un cierto número de pacientes que presentan un asma grave no controlada y que según varios estudios podrían suponer entorno al 4-5% de los mismos [1,2]. Para mejorar la respuesta terapéutica de los pacientes que no controlan bien su asma, han aparecido recientemente diferentes tratamientos biológicos que actúan frente a mecanismos fisiopatológicos específicos de la enfermedad.
En los últimos años se ha avanzado mucho en el estudio de la fisiopatología del asma, se ha mejorado de forma exponencial el conocimiento sobre la base inmunológica del asma. La utilización de diferentes técnicas, como las técnicas de imagen radiológicas de alta precisión, la citometría de flujo para estudiar la citología del esputo, o la transcriptómica que ayuda a identificar diferentes fenotipos moleculares, han supuesto un enorme progreso a la hora de plantear el diagnóstico, la clasificación y sobre todo el tratamiento del asma. Todo este conocimiento ha llevado a clasificar inicialmente al asma en fenotipo de inmunidad Th2 alta y de inmunidad Th2 baja (algo que posteriormente se ha modificado por el término T2, debido que las interleuquinas implicadas no son únicamente producidas por linfocitos Th2, sino que también actúan otras células inflamatorias).
El uso de biomarcadores es el siguiente paso, ayudando a clasificar los pacientes en uno u otro grupo. Para esta clasificación utilizamos principalmente los niveles de IgE sérica y el recuento de eosinófilos en sangre (aunque en ocasiones se puede utilizar también el recuento de eosinófilos en esputo). Según estos biomarcadores, pertenecerán al endotipo T2 alto aquellos pacientes con valores de IgE sérica ≥100 UI/L y recuento de eosinófilos en sangre ≥140 eosinófilos/mm3. Del mismo modo, aquellos pacientes que no cumplan alguno de estos 2 criterios se incluirán en el endotipo T2 bajo. Esta clasificación se puede ir ampliando con diferentes subgrupos en función de la edad de comienzo (temprana o tardía), de la patología asociada (atópica o de características intrínsecas), etc…
Finalmente, es importante hacer un repaso de las principales interleuquinas y moléculas inflamatorias relacionadas con la fisiopatología del asma, puesto que éstas son la mayoría de los casos la diana frente a la que actúan los fármacos biológicos. Las más importantes para el manejo del asma en la actualidad son (Tabla 1):
| Tabla 1. Moléculas más relevantes implicadas en el proceso inflamatoriodel asma |
| Quimiocinas. Fundamentalmente expresadas por las células epiteliales, son importantes en el reclutamiento de las células inflamatorias en la vía aérea. |
| Cisteinil leucotrienos. Potentes broncoconstrictores liberados por mastocitos y eosinófilos. |
| Citocinas. Dirigen y modifican la respuesta inflamatoria en el asma y determinan su gravedad:
– IL-1 y TNFα: Amplifican la respuesta inflamatoria. – GM-GSF: Prolongan la supervivencia de los eosinófilos en la vía aérea. Citocinas derivadas del epitelio: – IL-33: Promueve las propiedades inflamatorias proalérgicas de las células CD4 y actúa como quimioatrayente de las células Th2. – IL-25: Implicada en la inflamación eosinofílica, en la remodelación y en la hiperreactividad bronquial (esta última más discutida). – TSLP: Induce eosinofilia, aumenta el nivel de IgE, la hiperrespuesta y el remodelado de la vía aérea. – IL-4: importante para la diferenciación de célulasTh2, el aumento de la secreción de moco y la síntesis deIgE. – IL-5: necesaria para la diferenciación y supervivencia de los eosinófilos. – IL-13: importante para la síntesis de la IgE y la metaplasia de las células mucosas. |
| Histamina. Liberada por los mastocitos, contribuye a la broncoconstricción y la respuesta inflamatoria. |
| Óxido nítrico. Potente vasodilatador producido predominantemente en las células epiteliales por la enzima óxido nítrico sintetasa inducible. |
| Prostaglandina D2. Broncoconstrictor derivado fundamentalmente de los mastocitos, está implicada en el reclutamiento de células Th2 en las vías respiratorias. |
| GM-GSF: factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos, TNF: factor de necrosistumoral. |
Tabla 1: Modificado de GEMA 5.3 [3].
En los últimos años han surgido una serie de fármacos que tratan de ayudar a controlar el asma en aquellos pacientes en los que no se consigue de la forma habitual. El tratamiento habitual del paciente asmático va encaminado a conseguir el control de la sintomatología, a prevenir las exacerbaciones y a prevenir la evolución a la obstrucción crónica del flujo aéreo. Este tratamiento se basa principalmente en la utilización de corticoesteroides inhalados (CSI), que puede ir asociada al uso de agonistas adrenérgicos β2 de corta (SABA) o larga duración (LABA). En aquellos pacientes en los que esta medicación no es suficiente (y que podían suponer hasta el 4-5% de los asmáticos, como ya hemos mencionado), solemos encontrar reagudizaciones e ingresos hospitalarios, así como el uso de corticoesteroides orales (CSO), por lo que nos referimos a ellos como pacientes con asma grave no controlada. Es en este grupo de pacientes en los que ha surgido la necesidad de utilizar estos nuevos fármacos biológicos, que van dirigidos frente a mecanismos fisiopatológicos específicos de la enfermedad.
A continuación, procedemos a realizar un breve resumen de los fármacos biológicos disponibles en la actualidad, que incluye sus principales características, tanto clínicas como farmacológicas. Se incluye al final de esta publicación el enlace a las fichas técnicas de todos los fármacos disponibles:
El desarrollo de nuevos fármacos biológicos se encuentra ahora en pleno proceso de expansión, por lo que es muy probable que en los próximos años podamos hablar de multitud de nuevos fármacos (algunos de ellos ya en pleno desarrollo). Del mismo modo, el conocimiento cada vez más profundo de la base inmunológica de la patología asmática, hace pensar que nuevas vías y nuevos enfoques de tratamiento se abrirán paso en el futuro. Estaremos atentos a todo ello y lo analizaremos cuando llegue ese momento.
BIBLIOGRAFÍA:
FICHAS TÉCNICAS:
El Comité de Humanidades de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica convoca el VII Certamen «Alergia y Humanidades» de Poesía, Relato y Pintura que se fallará y entregará durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, que tendrá lugar del 25 al 28 de octubre de 2023 en Santiago de Compostela.
Su objetivo es fomentar una perspectiva más humanística de la alergología potenciando la creatividad artística de sus profesionales.
Las obras que se presenten deberán tener necesariamente alguna relación con la alergia.
Se establecen los siguientes premios:
– Premio de Poesía: un único premio de 500 €.
– Premio de Relato: un único premio de 500 €.
– Premio de Pintura: un único premio de 500 €.
El plazo de inscripción al certamen finalizará el
viernes 7 de octubre de 2022 a las 13:00.
DESCARGA LAS BASES AQUÍ: Bases VII Certamen Alergia y Humanidades 2023.pdf (3865 descargas )
La Junta Directiva de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) quiere transmitir públicamente su apoyo y reconocimiento a todos los profesionales sanitarios que están trabajando en la lucha contra la pandemia de COVID-19.
Comunicado Oficial: Trabajadores sanitarios y COVID-19 (4082 descargas )
Actualmente, más de la mitad de los hogares europeos conviven con al menos una mascota; durante la pandemia SARS CoV2 se observó un incremento del censo de animales domésticos en los países desarrollados, siendo los perros, junto a los gatos, los animales que más conviven dentro del hogar.
En el caso de los perros, su función de cuidador o ayudante en el trabajo diario ha cambiado a la de ser un miembro más de la familia, con el que se establecen vínculos emocionales y de dependencia; no en vano las mascotas son reconocidas en España con un estatuto jurídico desde enero de 2022 como “seres vivos dotados de sensibilidad”, garantizándoles el derecho a cuidados y bienestar (1).
Según Alergológica 2015, los epitelios ocupan el tercer lugar en orden de frecuencia como causa de rinoconjuntivitis alérgica, siendo el perro (9,9%), tras el gato (12,5%), el agente etiológico más común en la población española estudiada. Se describe además, que el porcentaje de alérgicos a ácaros y/o pólenes es superior en los pacientes que conviven con animales con respecto a los pacientes que no tienen un animal en su domicilio. En la población pediátrica de ese estudio, un 36,2% de los niños convivían con animales domésticos, el 24,3% de ellos con perros, y mostraron un aumento en la prevalencia de la rinitis alérgica por epitelios con respecto a los estudios previos – Alergológica 2005 – por lo que es probable que la exposición sea un factor precipitante de este incremento (2).
Los síntomas habituales de la alergia a animales suelen ser los que afectan a las vías respiratorias; sin embargo, los animales pueden producir síntomas cutáneos asociados tras contacto directo con el animal por alérgenos de su epitelio, caspa, glándulas linguales y parótida (saliva), y próstata (orina). Los alérgenos del perro son muy ubicuos, pudiendo estar presentes no solo en el domicilio donde habitan, sino en lugares muy diversos tales como áreas comunes, oficinas, autobuses, metro, aviones etc., debido, probablemente, a su transporte por personas que conviven con ellos a través de su ropa y accesorios.
La frecuencia de sensibilización a los alérgenos mayoritarios (Can f1 – Can f5) varía según las diferentes regiones geográficas y, aunque puede haber diferencias entre razas, todos los perros producen proteínas alergénicas. Los perros hipoalergénicos, o que se publicitan como tales, suelen considerarse así porque mudan menos pelo o son criados para producir menor cantidad de Can f 1; sin embargo, no eliminan la posibilidad de exposición a saliva y otros alérgenos menores no relacionados con los epitelios, por lo cual la disponibilidad de que una raza de perro sea realmente hipoalergénica es cuestionable (5).
Es muy frecuente la sensibilización simultánea con otros animales (principalmente el gato). En efecto, un 75% de los pacientes sensibilizados a una mascota tiene hasta 14 veces más de probabilidad de sensibilizarse a otra, lo que puede deberse a la homología y/o similitud estructural, como sucede con las albúminas y lipocalinas del perro y el gato, motivo de la reactividad cruzada entre ambos animales y otros como los roedores, los equinos, incluso con las aves. (5)
El diagnóstico molecular en la alergia a animales ha permitido un conocimiento individualizado del perfil de sensibilización, lo que ha traído múltiples beneficios como mejorar la presunción diagnóstica, distinguiendo la reactividad cruzada de la co-sensibilización, permitir el reconocimiento de biomarcadores de riesgo en cuanto a gravedad de los síntomas y optimizar la indicación de inmunoterapia, posibilitando también reconocer componentes asociados a reacciones adversas durante la misma, e incluso llegar a predecir su efectividad. (6)
Uriarte y cols., (6) demostraron que la sensibilización a 2 o más alérgenos de perro se asociaba a asma grave, y la sensibilización a Can f 1 y Can f 5 a rinitis persistente. Estos datos son similares a los reportados por Dávila y cols., (7), quienes también observaron que los pacientes con asma o rinitis aisladas causada por epitelios son escasos, y que al mismo tiempo un tercio de ellos tenían no solo urticaria de contacto, sino también un alto porcentaje de co-sensibilización a pólenes y ácaros.
Sin embargo, en la actualidad hay datos que sugieren que la exposición temprana (durante el primer año de vida) a perros y/o a gatos, puede asociarse a una disminución del riesgo de asma alérgica, mientras que si la exposición se da tras ese periodo puede incrementar el riesgo a desarrollarla; estas observaciones parecen solo estar relacionadas con perro y gatos, y no se ha visto con otros animales como los roedores, cuya exposición temprana parece que puede incluso incrementar el riesgo a asma no alérgica. (5,8). Tampoco hay suficiente evidencia para predecir si la sensibilización a perros está asociada a alergia clínica; no obstante, la sensibilización a Can f1 asociada al Feld1 de gatos sí se ha asociado a un mayor riesgo de alergia posterior a ambos.
En cuanto a la dermatitis atópica no es posible establecer conclusiones. Algunos estudios hablan de un incremento en la gravedad de la dermatitis, no solo asociados a la exposición al perro, sino también tras el estrés psicológico que puede ocasionar el deshacerse de la mascota. Al igual que con la rinitis y el asma, también se ha descrito que la exposición a perros desde el nacimiento podría disminuir hasta en un 25% el riesgo de padecer dermatitis atópica, asociándolo a que, al ser miembro de la familia, los perros pueden compartir microbiota intestinal con sus convivientes, lo que podría alterar desde temprana edad la microbiota intestinal de los niños, sirviendo de medida protectora para el desarrollo de eczemas; sin embargo los datos actuales en cuanto a la implicación en la dermatitis en los niños expuestos son bastante contradictorios. (5,9)
Algunos estudios demuestran una disminución de los niveles de IgE específica frente a perro tras su retirada del domicilio, pero sin cambios significativos con respecto a la intensidad de los síntomas tras nuevos contactos también se ha descrito que algunos pacientes pueden presentan una menor respuesta clínica tras la exposición continua a los alérgenos del perro. Por otra parte, sigue sin estar claro si la sensibilización a perros es un factor de riesgo para sensibilización a otro neumoalérgenos, aunque en un estudio Park et al (10) describen un mayor riesgo de alergia a ácaros en paciente adultos que tienen o han tenido un perro en la infancia, sobre todo para el género de Dermatophagoides.
El manejo de los pacientes con alergia a epitelios incluye la posibilidad de retirar la fuente alergénica (perro) del hogar, siendo ésta la medida que ha mostrado más beneficio, pero para su efectividad, al igual que la administración de lociones tópicas en el pelaje del perro, debe realizarse de manera combinada con la evitación del alérgeno y de manera sostenida en el tiempo; esto es difícil debido a la ubicuidad de los alérgenos del animal y no aseguran un beneficio clínico en la progresión de la enfermedad. Además, no debemos menospreciar el impacto emocional de retirar el animal del domicilio, lo que puede hacer en la mayoría de los casos inviable esta medida. Asimismo, aunque con evidencia poco consistente, se ha descrito que en pacientes monosensibilizados a Can f 5 la esterilización de perros machos puede aportar algún beneficio. (5,11)
Otra herramienta en el tratamiento es la inmunoterapia alérgeno específica (principalmente por vía subcutánea) que, en estudios limitados en pacientes con rinitis y asma, ha demostrado en pacientes con alergia a perro: mejoría de los síntomas y puntuación en los cuestionarios de la calidad de vida, reducción del tamaño de las pruebas cutáneas y aumento de los valores de FEV1 e IgG4 específicas, además de la disminución del uso de medicación de rescate. Sin embargo, es de resaltar que la eficacia clínica está limitada a la calidad de los extractos, a la variabilidad y complejidad del perfil alergénico de muchos pacientes y al gran porcentaje de co-sensibilización a otros alérgenos como pólenes, ácaros e incluso otros animales, constituyendo dichos factores una desventaja en el manejo actual de esta patología. (5,12)
Hilda Rianec Hernández Suárez. Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Comité de Alergia Infantil
Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en nuestro país a más de ocho millones de personas, siete de los cuales son alérgicos a gramíneas seguidos en orden decreciente por alergia al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria.
Existe una relación directa entre algunos factores climatológicos del otoño e invierno como es el caso de las lluvias, temperatura y humedad y los recuentos de pólenes de gramíneas durante la primavera. Gracias a la recopilación de los datos de las 56 estaciones aerobiológicas del Comité de Aerobiología de la SEAIC, junto con los factores climatológicos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y con la colaboración del Área de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Castilla La Mancha, se establece el nivel de intensidad de esta primavera para los pacientes alérgicos en las diferentes zonas geográficas.
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