Manual de procedimientos en asma
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Libro Desarrollo histórico de la aerobiología clínica en España:
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Anafilaxia
Guía de Actuación en anafiLAXIA (GALAXIA 2009):
GALAXIA 2009 (19566 descargas )
Asma
Breve monografía sobre Asma Ocupacional elaborada por el Dr. Quirce (2002):
Asma Ocupacional (7815 descargas )
Diagnósticos
Declaración de postura de la SCAIC sobre técnicas de diagnóstico no validadas en alergia alimentaria (2008):
Declaración de postura de la SCAIC (10114 descargas )
Tratamientos
Recomendaciones para el manejo de la Inmunoterapia del Servicio Andaluz de Salud (2004):
SAS - Manejo de la Inmunoterapia (36504 descargas )
Artículo de opinión de la OMS sobre Inmunoterapia (1997):
Vacunas terapéuticas para las enfermedades alérgicas (12825 descargas )
Otros artículos
Nomenclatura y definiciones de alergia recomedadas por la EAACI (2001) y la WAO (2004):
Recomendaciones WAO/EAACI 2004 (7123 descargas )
La Fundación SEAIC desempeña una amplia labor social. Durante su trayectoria ha puesto en marcha actividades de carácter educativo, de divulgación, de ayuda y de promoción de conocimiento a la población. Y no solo eso, además ha sido medio de colaboración de recursos humanos y materiales en la investigación e intercambio de ideas y actividades científicas.
Por un lado, se ha llevado a cabo la distribución de ayudas económicas a campamentos de niños con asma y alergias alimentarias organizados por otras entidades. Además, se ha colaborado económicamente con proyectos educativos para pacientes o de concienciación social sobre enfermedades alérgicas. La Fundación de la SEAIC ha creado una red de Aerobiología para ofrecer datos de las tasas de pólenes atmosféricas, ha disposición de los pacientes.
Centros con actividad asistencial pública en Alergología
Hoy os presentamos al Dr. Jesús García Menaya, médico alergólogo que realiza su labor asistencial en el Hospital Universitario de Badajoz, desde donde nos aporta los recuentos de pólenes. El Hospital de Badajoz tiene un largo recorrido con los contajes de pólenes ya que llevan realizándolo desde los años 80, inicialmente por el Dr. Indalecio González Galán y desde el 2003 por el Dr. Jesús García.

En los últimos años asistimos a un incremento muy importante en el diagnóstico y conocimiento de la enterocolitis inducida por proteínas de la dieta (FPIES, del acrónimo en inglés). Aunque se trata de una entidad inicialmente descrita en la edad pediátrica, cada vez observamos más casos en la población adolescente y adulta. En una encuesta realizada en EEUU en el año 2019, se observó que esta entidad puede afectar al 0.22% de la población adulta de este país, si bien desconocemos los datos en nuestro entorno.
En la población pediátrica, el cuadro clínico se caracteriza por la aparición entre 1-4 horas después de la ingesta de vómitos repetitivos, diarrea, decaimiento, flacidez, letargo y en casos severos puede acompañarse de deshidratación y shock. Los alimentos implicados habitualmente en la edad infantil son la leche soja, huevo y cereales. Sin embargo, esto varía en función de la localización geográfica ya que depende mucho de los hábitos dietéticos, por ejemplo, en nuestro país uno de los alimentos más frecuentes, después de la leche y el
huevo, es el pescado.
Por lo que respecta a la población adulta, vemos cada vez con mayor frecuencia en las consultas de Alergología, pacientes que tras la ingesta de marisco, pescado o huevo refieren la presencia de dolor abdominal de tipo cólico, acompañado de diarrea, vómitos y en ocasiones, decaimiento. En muchos casos los enfermos son diagnosticados erróneamente de gastroenteritis aguda o intoxicación alimentaria.
El hecho de que el estudio alergológico (pruebas cutáneas y determinaciones analíticas) sea negativo, así como un periodo de latencia entre la ingesta y la aparición de síntomas más largo que en la alergia mediada por IgE (alergia
típica) junto con la ausencia de síntomas cutáneos y respiratorios, hace que sea difícil su diagnóstico. A esto se suma, que en muchas ocasiones el paciente se limita a evitar la ingesta del alimento implicado y no solicita
valoración médica. Estamos por tanto, ante una entidad infradiagnosticada, en la que la prevalencia es mucho mayor de la que se presupone.
A toda esta complejidad se suma el hecho de que muchos pacientes presentan síntomas con distintos grupos de alimentos (por ejemplo: marisco y pescado, leche y huevo, etc.).
La evolución también varía en función de la edad de presentación. Si el inicio es en la infancia, la evolución es favorable alcanzando la tolerancia con el paso del tiempo, sin embargo, cuando este cuadro aparece en la edad adulta tiende a la cronificación.
En la actualidad no existen biomarcadores que apoyen el diagnóstico, por lo que este se realiza en base a unos determinados síntomas (que varían en función de la edad de presentación) con un amplio diagnóstico diferencial.
Debido a esto, es muy importante que el médico sea conocedor de esta patología para poder llegar a un diagnóstico correcto. En los casos en los que el diagnóstico no esté claro, se puede recurrir al test de exposición controlado,
que debe realizarse siempre en un medio hospitalario con el material necesario y personal entrenado, prácticas habituales en las Consultas de Alergología.
El tratamiento se basa en la evitación del alimento o alimentos implicados y para el episodio agudo se recomienda la reposición de líquidos (en muchos casos por vía intravenosa) y el ondasetrón, que al ser un antagonista selectivo del receptor de la serotonina (5-HT3) en el intestino resulta muy eficaz para paliar los vómitos y la diarrea. La adrenalina no está indicada porque el mecanismo inmunológico subyacente no está mediado por la IgE.
Además, se recomienda seguimiento alergológico para valorar la posible aparición de nuevos alimentos implicados o confirmar si se ha alcanzado la tolerancia, a través de los test de exposición controlada.
Aunque en los últimos años ha aumentado considerablemente el número de publicaciones científicas sobre esta patología, son necesarios más estudios que ayuden a confirmar la verdadera prevalencia de esta entidad, así como para conocer los mecanismos inmunológicos subyacentes y el desarrollo de biomarcadores diagnósticos.
Ana Entrala Bueso. Hospital Paz Research Institute (IdiPaz). Madrid
Purificación Gonzalez-Delgado. Hospital General Universitario. Alicante
La esofagitis eosinofílica (EoE) es una enfermedad de tipo alérgico caracterizada por una inflamación crónica del esófago (el tubo muscular que transporta la comida desde la boca hasta el estómago) por eosinófilos. En condiciones
normales no hay eosinófilos en el esófago. Esta acumulación es consecuencia de una reacción frente a determinados alimentos, alérgenos ambientales (polen, polvo, hongos…) o en ocasiones también al reflujo gastroesofágico y puede
dañar el tejido esofágico, lo que origina dificultad para tragar la comida (disfagia) o hacer que los alimentos queden atascados (impactación).
Los eosinófilos son las células que participan habitualmente en enfermedades alérgicas como la rinitis, la conjuntivitis, la dermatitis atópica o el asma bronquial. Sin embargo, a diferencia de éstas, el mecanismo alérgico no es inmediato, si no retardado.
La EoE se conoce desde hace menos de tres décadas y desde entonces, el número de casos nuevos ha crecido exponencialmente, especialmente en Norteamérica y Europa. En la actualidad, se estima que la prevalencia (número
de personas afec- tas) media de la EoE es de 22 personas por cada 100.000 habitantes, con cifras de 46 y 55 casos por 100.000 habitantes recientemente descritas en España y EE.UU. En la actualidad, ya representa la segunda
causa de inflamación del esófago (tras la enfermedad por reflujo gastroesofágico) y es la primera causa de disfagia e impactación alimentaria en niños y adultos jóvenes.
Esta patología se puede presentar a cualquier edad y sexo, si bien suele ser más común en jóvenes caucásicos de sexo masculino. Los síntomas varían dependiendo de la edad a la que se manifieste. La gran mayoría de los pacientes
suelen padecer otras enfermedades alérgicas, como rinitis, asma bronquial o alergia a alimentos.
CAUSAS
Los alimentos que producen esta alergia son muy variados y en muchos pacientes no conocidos con certeza. Los más frecuentes son la leche de vaca, el trigo, el huevo, las legumbres, además de alérgenos aéreos, como pólenes, ácaros del polvo,etc. No está claro por qué los alimentos que se han consumido durante siglos ahora puedan causar estos síntomas, si bien todo apunta a que el aumento en la contaminación ambiental, las modificaciones genéticas
aplicadas a las plantas, la maduración artificial de los alimentos vegetales y otros factores, posiblemente sean los causantes del aumento en la frecuencia de ésta y del resto de enfermedades alérgicas en los países desarrollados.
SÍNTOMAS
En niños menores de 2 años, las manifestaciones clínicas más comunes son el rechazo del alimento y vómitos. Entre los 2 y los 8 años predominan los vómitos, regurgitación, ardores y dolor abdominal o torácico, además puede existir
de pérdida de peso o retraso en el crecimiento. A partir de los 10 años, todos los pacientes refieren como síntomas dominantes y de forma intermitente la disfagia para sólidos (dificultad para el paso de la comida) y la impactación
alimentaria (atascamiento de comida), debido a la presencia de inflamación y en algunos casos, de disminución en el calibre del esófago.
PREVENCIÓN
Puesto que esta enfermedad aún permanece en estudio, no se conocen medidas concretas que puedan prevenirla. Todos los pacientes que tienen alguna patología alérgica diagnosticada deberían estar atentos ante los síntomas de alerta y
consultar con un alergólogo y/o gastroenterólogo si comienzan a tener alguno de ellos.
DIAGNÓSTICO
Hoy en día sólo existe una manera de diagnosticar la enfermedad y es realizando una endoscopia digestiva alta con toma de biopsias por el gastroenterólogo. En las biopsias se confirmará la existencia de eosinófilos.
Después, el alergólogo le realizará un estudio y junto con el gastroenterólogo, se diseñará el tratamiento más adecuado.
TRATAMIENTO
Los objetivos principales del tratamiento son la curación de los síntomas, de la inflamación esofágica, así como la eliminación o reducción de las estrecheces (si las hubiera) en el esófago.
La curación de la inflamación esofágica se puede conseguir mediante tres tipos de tratamientos: protectores de estómago (por ejemplo, omeprazol), corticoides tópicos (fórmulas viscosas o líquidas que actúan al adherirse a la pared del esófago) o la eliminación de determinados alimentos de la dieta. La dieta que se incluya como parte del tratamiento se establecerá a partir de las características individuales de cada uno de los pacientes.
Además del tratamiento para la inflamación, en algunos casos se debe añadir dilatación (ensanchamiento) mediante endoscopia en el caso de la existencia de estrecheces en el esófago.
La EoE es una enfermedad crónica progresiva, por lo que la presencia de inflamación mantenida en el esófago sin tratamiento da lugar a una elevada probabilidad de estrecheces con el paso del tiempo. Por lo tanto, es tan
importante el diagnóstico y tratamiento precoz, como el seguimiento y tratamiento a largo plazo, que se deben de consensuar con el paciente, dado que es una enfermedad que incide negativamente en la calidad de vida del
paciente.
PRONÓSTICO
La EoE es una enfermedad de buen pronóstico, si bien al ser una enfermedad nueva, no existe un seguimiento de pacientes superior a los 15 años. Hasta la fecha no se ha descrito que predisponga a enfermedades malignas, tales como cáncer de esófago ni que evolucione hacia otros tipos enfermedades alérgicas más graves.
SUBCOMITÉ ESOFAGITIS EOSINOFILICA
Rosario González Mendiola. Facultativo Especialista en Alergología. Hospital
Central de la Cruz Roja, Madrid
Joan Doménech Witek. Facultativo Especialista en Alergología. Hospital de
Elda, Alicante
Althaia, Xarxa Asistencial de Manresa.
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Ampliado el catálogo de publicaciones periódicas de Alergología e Inmunología Clínica.
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Centros con actividad asistencial pública en Alergología
El valor nutricional de la carne se debe a que está formada por proteínas de alto valor biológico como fuente de aminoácidos esenciales, vitamina B y hierro, muy aprovechables por nuestro organismo.
La alergia a las carnes es una alergia alimentaria poco frecuente en los países desarrollados, a pesar de su elevado consumo. En la infancia, suele asociarse con dermatitis atópica y tiende a desaparecer en los primeros años de vida. No obstante, la alergia a la carne también puede aparecer “de novo” en la edad adulta.
En la actualidad, se desconoce la incidencia general y la prevalencia de la alergia a las carnes en la población general. Entre los pacientes con alergia alimentaria, se ha informado de alergia a la carne en el 3-15% de casos pediátricos y en el 3% de casos adultos.
Su baja prevalencia puede atribuirse, en parte, al hecho de que la mayoría de las carnes se consumen cocidas, y cocinarlas, normalmente aunque no siempre, reduce su alergenicidad.
Las reacciones pueden ser muy variables, desde un cuadro leve de picor en la boca y garganta o algunos habones aislados, pasando por angioedema (inflamación) de labios, párpados… hasta urticaria más extensa, rinoconjuntivitis, asma, síntomas digestivos, y/o cuadros muy graves de anafilaxia.
El tipo de carne que causa la alergia, presenta variabilidad geográfica, en relación con los diferentes hábitos de consumo. En nuestro medio, la alergia a las carnes de mamíferos es más frecuente que la alergia a las aves de corral. De acuerdo con esto, se ha descrito alergia a carne de canguro en Australia y a carne foca y ballena en Alaska.
La alergia a carne de vaca es la más comúnmente reportada, con una prevalencia que oscila entre el 1,5 y el 6,5% entre los niños con dermatitis atópica o con alergia alimentaria. Sin embargo, la alergia a carne de ternera, puede llegar al 20% en niños con alergia a leche de vaca. También se han informado casos de alergia a carne de cerdo, cordero, conejo, pollo y pavo, pudiendo ser alérgico a la carne de una especie o de varias.
En la alergia a las carnes, a diferencia de lo que sucede con otros alimentos, se han identificado alérgenos tanto de proteínas como de carbohidratos. Las albúminas séricas y las inmunoglobulinas parecen ser las principales proteínas alergénicas en la carne de ternera y otras carnes de mamíferos (cerdo, cordero, conejo), con una gran homología entre sí, lo que explicaría la alta reactividad cruzada entre carnes de mamíferos. Estas proteínas también podemos encontrarlas en aves como el pollo, aunque con una menor homología con las de los mamíferos, lo que explicaría que los individuos tiendan a reaccionar a carnes de mamíferos o aves pero rara vez a ambas.
El diagnóstico general de alergia a las carnes se realizará en base a la historia clínica y mediante la realización de pruebas cutáneas (prick-test) con extractos de las distintas carnes y la medición en sangre de los niveles de anticuerpos IgE específicos para cada uno de ellos. En ocasiones es necesaria la realización de una prueba cutánea con el alimento en freso (prick-prick) y si hay dudas, también puede ser necesario realizar un test de exposición oral controlada, siempre bajo supervisión del especialista.
En las reacciones con preparados cárnicos, como embutidos o salchichas, habrá que descartar una alergia a algún alimento o compuesto añadido o en el proceso de elaboración, como las proteínas de la leche, el huevo o los hongos.
Ante un diagnóstico confirmado, hoy por hoy, el tratamiento es evitar la ingesta de la carne responsable y los productos elaborados con ella (embutidos, salchichas, gelatinas,…). No obstante, conocer los alérgenos responsables, puede permitir una dieta más flexible, de manera que hay pacientes, cuya alergia depende de las albúminas séricas, que toleran la carne bien cocinada, y otros, presentan síntomas o no dependiendo del grado de cocinado y otro grupo no la tolera de ninguna forma. En algunos casos, se deberán eliminar de la dieta varios tipos de carnes, en cuyo caso, podría ser necesario aportar a la dieta suplementos de hierro y vitamina B.
Dra. Angélica Feliú Vila. Hospital Universitario del Tajo, Madrid. Comité de Alergia Infantil. SEAIC
Bibliografía
El pasado 4 de mayo se celebró el día de Star Wars (May the 4th) que coincidió con el día internacional de concienciación de la Enterocolitis Inducida por Proteínas de la Dieta (FPIES).
La FPIES es una alergia a alimentos no mediada por IgE, que típicamente comienza en la infancia, y que se caracteriza por vómitos repetidos, prolongados en el tiempo, que comienzan entre 1 y 4 horas tras la ingesta del alimento y que a menudo se acompañan de decaimiento, letargia o palidez y deposiciones diarreicas.
Los datos epidemiológicos referentes a esta enfermedad son escasos y variables, esto es debido a que, hasta finales de los años 70 no se había reconocido ni definido formalmente este síndrome y también a que no ha recibido una codificación adecuada hasta octubre de 2015 cuando se implementó el código K52.2 en la décima revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10).
El diagnóstico de FPIES se basa fundamentalmente en la presencia de síntomas característicos que mejoran tras la retirada del alimento causal de la dieta. Estos criterios se han ido modificando según ha ido avanzando el conocimiento y reconocimiento de esta enfermedad. Actualmente están en vigor los propuestos por el Consenso Internacional para el Diagnóstico y Manejo de la Enterocolitis Inducida por Proteínas de la Dieta, elaborado por el grupo de trabajo de reacciones adversas a alimento de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI).
Actualmente se reconocen dos presentaciones clínicas:
Cualquier alimento es susceptible de producir FPIES, los alimentos más frecuentemente implicados son las proteínas de leche de vaca, y en nuestro medio el pescado. El alimento implicado varia en función de la localización geográfica y no resultan extrapolables las series anglosajonas o japonesas publicadas. En el área mediterránea no es tan frecuente la asociación de FPIES por leche de vaca y la FPIES por soja, por lo que la evitación de este último alimento es discutible y debe ser evaluarse de manera individual. En cuanto a los alimentos sólidos, el pescado es si duda el principal agente causal de FPIES en el área mediterránea. En estos casos se pueden evitar dietas restrictivas innecesarias testando pescados alternativos, minimizando los riesgos de déficits nutricionales en nuestros pacientes para mas información sobre este punto: Infante et al. Food protein-induced enterocolitis syndrome by fish: Not necessarily a restricted diet. Allergy. 2017;00:1-5.
Dado que las manifestaciones clínicas son exclusivamente gastrointestinales y la edad más frecuente de presentación es la infancia, el retraso diagnóstico o un diagnóstico erróneo suele ser habitual. La mayoría de los niños sufren mas de una reacción, en ocasiones grave y con necesidad de acudir a Urgencias, antes de que sean correctamente diagnosticados. Por ello es importante tener presente esta patología ante cuadros exclusivamente digestivos y con resolución en las siguientes 24 horas.
Para un mejor conocimiento de esta patología recomendamos la lectura de:
Ambos artículos, de acceso libre, resumen de manera práctica y didáctica el conocimiento actual de FPIES. “Aquello que no se conoce no se diagnostica”
Sonsoles Infante Herrero. Médico Adjunto. Unidad de Alergia Pediátrica. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid.
Fuente: ADN.es
Alrededor de 800.000 personas en España son alérgicas al veneno de las abejas y avispas y anualmente se realizan más de 2.000 consultas por esta causa, según se desprende de un estudio presentado hoy en Tarragona por la Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica.
El 40% de los alérgicos a las picaduras de estos insectos «únicamente sufren un gran hinchazón en la extremidad afectada», mientras que la mayoría, el 60% restante, presentan un cuadro de anafilaxia, con hinchazón en múltiples partes del cuerpo y de la garganta, con el consecuente riesgo de asfixia.
Otros efectos de la anafilaxia pueden ser alteraciones del sistema circulatorio con descenso de la tensión arterial y desfallecimiento, lo que puede llegar a causar la muerte de la persona, según ha explicado en rueda de prensa el vicepresidente del Comité de Himenópteros de la Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica (SCAIC), Lluis Marqués.
En España fallecen entre 8 y 15 personas al año de media por la picadura de una sola avispa o abeja, ha explicado Marqués, que es alergólogo del Hospital Santa Maria de Lleida.
En la comunidad catalana, cada año se detectan unos 109 nuevos casos de alérgicos al veneno de los himenópteros, de los que dos tercios son hombres que tienen, como término medio, 38 años.
La mayoría (48%) son personas que han sufrido picaduras en actividades al aire libre, como el deporte, la jardinería o la horticultura y un 30% sufren el pinchazo de estos insectos mientras trabajan, sobre todo en el sector agrícola y ganadero y en el de los chóferes profesionales, «lo que puede dar pie a un accidente de tráfico por la pérdida del conocimiento».
Otro 12% reciben la punzada de los himenópteros mientras conducen vehículos diversos, desde turismos a bicicletas, y el 10% restante mientras hacen apicultura profesional o como aficionados.
El instrumento «más eficaz» para evitar la anafilaxia es la inmunoterapia (IT), consistente en la administración hospitalaria de extracto purificado de veneno de abejas y avispas, ha explicado el doctor Gaspar Dalmau, coordinador del SCAIC y alergólogo del Hospital Joan XXIII de Tarragona.
La vacunación alérgica, que por norma general se suministra mensualmente durante unos cinco años -excepto en algunos casos-, «tiene hasta un 98% de efectividad en los casos de alergia al veneno de avispas y un 95% en cuanto a las abejas», ha destacado Dalmau.
El facultativo ha subrayado que, además, el Hospital Joan XXIII de Tarragona es «el único lugar de Cataluña» donde se aplica la técnica de la ‘repicadura’ para ver la eficacia de un tratamiento que, gracias a la Asociación de Pacientes de Alérgicos a la Picadura de Himenópteros, ya es gratuito en Cataluña.
La presidenta de la asociación, Cèlia Llousas, ha celebrado que la lucha de la entidad, creada hace una década, haya permitido que el tratamiento esté íntegramente financiado por el Servicio Catalán de la Salud para su uso y administración hospitalaria.
Llousas ha relatado que los alérgicos a los himenópteros «sufren una afectación emocional porque, a diferencia que otro tipo de alérgicos, tienen miedo e inseguridad porque no pueden controlar el contacto con los insectos».
La prevalencia de alergia a alimentos ha ido en aumento en las últimas décadas tanto en España como a nivel global, hasta hace unos años no existía otra recomendación más que la de evitar el alimento al que el paciente es alérgico, lo cual en ocasiones lleva a una dieta muy restrictiva y un empeoramiento en la calidad de vida. Por lo tanto, existe la necesidad de ofrecer nuevos tratamientos más allá de las dietas de evitación.
Una alternativa de tratamiento en auge es la inmunoterapia oral (ITO), la cual consiste en administrar dosis crecientes del alimento al que el paciente es alérgico para aumentar su tolerancia. Esta es generalmente efectiva, pero tiene varias limitaciones como la larga duración del tratamiento durante el cual se pueden presentar reacciones graves y otros efectos adversos, ser específica para cada alimento, no estar estandarizada y no estar disponible en todos los centros ni para todos los alimentos.
Otra alternativa emergente en la alergia a alimentos es el uso de fármacos biológicos. Un fármaco biológico es un medicamento producido a partir de organismos vivos o componentes de estos, como células, tejidos, proteínas o anticuerpos. Estos medicamentos están diseñados para actuar sobre procesos biológicos específicos. Ejemplos comunes incluyen vacunas, hormonas y moduladores inmunitarios. En el campo de la alergología se dirigen contra moléculas concretas de la respuesta inmune de tipo alérgico, es por este motivo que los fármacos biológicos han revolucionado el manejo de enfermedades alérgicas e inflamatorias como el asma, urticaria y la dermatitis atópica, especialmente en casos severos que no responden a terapias convencionales y se muestran prometedores en el tratamiento de alergia alimentaria.
Una aplicación destacada es el uso del biológico Omalizumab, que bloquea la IgE, utilizado desde hace años en asma y urticaria y recientemente aprobado por la FDA para reducir las reacciones alérgicas a alimentos en pacientes con múltiples alergias alimentarias (febrero de 2024), basado en estudios como el OUTMATCH. Aunque no está aprobado específicamente para su uso en combinación con la ITO, múltiples ensayos clínicos han explorado esta combinación con resultados alentadores. Incluso consensos de expertos recomiendan el uso de Omalizumab como adyuvante de la ITO. Esta combinación permitiría aumentar las dosis del alimento en ITO de manera más rápida y segura.
Otro biológico en investigación en alergia alimentaria es el Dupilumab que bloquea ciertas moléculas que participan en la señalización de la respuesta alérgica (IL4 e IL13) y que cuenta ya con eficacia demostrada en múltiples patologías alérgicas como dermatitis atópica, asma grave, poliposis nasosinusal y este mes de noviembre ha sido aprobado por la EMA como el primer y único tratamiento biológico para la esofagitis eosinofílica en pacientes de >1 año de edad. En alergia alimentaria su uso sólo o en combinación con ITO aún está en etapas iniciales de investigación, pero los resultados preliminares son prometedores.
Actualmente están en investigación varios fármacos biológicos dirigidos frente a diferentes moléculas involucradas en la respuesta alérgica y su posible uso en alergia alimentaria, sin embargo, se encuentran todavía en etapas preliminares.
El desarrollo de terapias biológicas ofrece esperanza para muchos pacientes que hasta hace poco no tenían opciones viables pero hace falta más investigación para optimizar su aplicación y establecer guías clínicas claras.
María Carabel Lahera. Clínica Universidad de Navarra (Madrid).
Rosialzira Vera Berrios. Hospital Clínico San Carlos, IdISSC (Madrid).
Bibliografía:
Mutarelli A, Giavina-Bianchi B, Arasi S, Cafarotti A, Fiocchi A. Biologicals in IgE-mediated food allergy. Curr Opin Allergy Clin Immunol. 2023 Jun 1;23(3):205-209. doi: 10.1097/ACI.0000000000000900. Epub 2023 Mar 28. PMID: 37185824.
Sindher SB, Hillier C, Anderson B, Long A, Chinthrajah RS. Treatment of food allergy: Oral immunotherapy, biologics, and beyond. Ann Allergy Asthma Immunol. 2023 Jul;131(1):29-36. doi: 10.1016/j.anai.2023.04.023. Epub 2023 Apr 25. PMID: 37100276; PMCID: PMC10330596.
Sindher SB, Fiocchi A, Zuberbier T, Arasi S, Wood RA, Chinthrajah RS. The Role of Biologics in the Treatment of Food Allergy. J Allergy Clin Immunol Pract. 2024 Mar;12(3):562-568. doi: 10.1016/j.jaip.2023.11.032. Epub 2023 Nov 25. PMID: 38013157; PMCID: PMC11104487.
Wood RA, Chinthrajah RS, Rudman Spergel AK, Babineau DC, Sicherer SH, Kim EH, Shreffler WG, Jones SM, Leung DYM, Vickery BP, Bird JA, Spergel JM, Kulis M, Iqbal A, Kaufman D, Umetsu DT, Ligueros-Saylan M, Uddin A, Fogel RB, Lussier S, Mudd K, Poyser J, MacPhee M, Veri M, Davidson W, Hamrah S, Long A, Togias A; OUtMATCH study team. Protocol design and synopsis: Omalizumab as Monotherapy and as Adjunct Therapy to Multiallergen OIT in Children and Adults with Food Allergy (OUtMATCH). J Allergy Clin Immunol Glob. 2022 Jul 21;1(4):225-232. doi: 10.1016/j.jacig.2022.05.006. PMID: 37779534; PMCID: PMC10509974.
Zuberbier T, Muraro A, Nurmatov U, Arasi S, Stevanovic K, Anagnostou A, Bonaguro R, Chinthrajah S, Lack G, Fiocchi A, Le TM, Turner P, Lozano MA, Angier E, Barni S, Bégin P, Ballmer-Weber B, Cardona V, Bindslev-Jensen C, Cianferoni A, de Jong N, de Silva D, Deschildre A, Galvin AD, Ebisawa M, Fleischer DM, Gerdts J, Giovannini M, Gradman J, Halken S, Arshad SH, Khaleva E, Lau S, Loh R, Mäkelä MJ, Marchisotto MJ, Morandini L, Mortz CG, Nilsson C, Nowak-Wegrzyn A, Podestà M, Poulsen LK, Roberts G, Rodríguez Del Río P, Sampson HA, Sánchez A, Schnadt S, Smith PK, Szajewska H, Mitrevska NT, Toniolo A, Venter C, Warner A, Wong GWK, Wood R, Worm M. GA2LEN ANACARE consensus statement: Potential of omalizumab in food allergy management. Clin Transl Allergy. 2024 Nov;14(11):e70002. doi: 10.1002/clt2.70002. PMID: 39506193; PMCID: PMC11540805.

La rinitis ha sido considerada tradicionalmente como una enfermedad leve y, en muchos casos, como un proceso trivial. Sin embargo, en los últimos años ha quedado patente que constituye una causa infravalorada de morbilidad que puede conllevar costes muy importantes para quien la sufre, afectando a su actividad diaria, al rendimiento laboral y escolar e, incluso, a las relaciones sociales. Por otra parte, cada vez es más evidente su importancia como factor de riesgo para el desarrollo del asma y su interacción con esta enfermedad.
Pese a ser una de las diez causas más frecuentes de consulta en Atención Primaria, la rinitis tiende a infravalorarse y a menudo no se aborda adecuadamente: existe un gran desconocimiento sobre los distintos fenotipos clínicos de la rinitis, la importancia de evaluar su gravedad y control, y el tratamiento aconsejado según las guías (tratamiento escalonado, tendencia a la infrautilización de corticoides nasales, etc.).
Todos los profesores que imparten este curso, son miembros del Comité de Rinoconjuntivitis de la SEAIC.
Objetivo Principal
Generar conductas proactivas del médico de familia en el abordaje y tratamiento de la rinitis
Objetivo Secundario
Mejorar el conocimiento de los distintos fenotipos de rinitis, el proceso diagnóstico de la rinitis alérgica, su relación con el asma, la afectación de la calidad de vida, la importancia del control de la rinitis y especialmente su manejo terapéutico.
Estimado socio,
Nos gustaría invitarle a participar en el Proyecto ALERGODATA.
Contenido disponible sólo para socios
La anafilaxia es una reacción alérgica grave de inicio súbito y evolución rápida que puede comprometer la vida si no se trata de forma inmediata. A pesar de su gravedad sigue siendo una condición infradiagnosticada e infratratada, lo que contribuye a una importante infraestimación de su prevalencia. Esta situación se ve agravada por el impacto emocional, social y psicológico que genera, especialmente en los niños y sus familias.
Si bien la anafilaxia se presenta en forma de episodios agudos que pueden conllevar riesgo vital, debe de considerarse una enfermedad crónica: incluso en ausencia de síntomas, la persona afectada sigue expuesta de forma constante al riesgo de sufrir nuevas crisis. Las guías clínicas nacionales e internacionales recomiendan que toda persona con antecedentes de anafilaxia disponga de un autoinyector de adrenalina (AIA) que permita una administración rápida y sencilla en caso de una nueva reacción. Además, se están desarrollando nuevos dispositivos de autoadministración, como el dispositivo de administración intranasal, recientemente aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Con el objetivo de promover el uso adecuado de los AIA y sensibilizar a la población y a los profesionales sanitarios sobre su importancia, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) han consensuado una serie de propuestas clave recogidas en este manifiesto.
Es esencial visibilizar la anafilaxia como un problema de salud pública que requiere una respuesta coordinada entre los ámbitos sanitario, educativo, científico, institucional y comunitario. Para ello, se deben implementar campañas informativas que fomenten su conocimiento, detección precoz y enfaticen las pautas de actuación ante una emergencia. Además, los pacientes que hayan sufrido un episodio de anafilaxia deben de ser estudiados de forma preferente en los servicios de Alergología o en las unidades de Alergología Pediátrica.
Es imprescindible que las autoridades sanitarias incorporen la anafilaxia en los planes de salud pública e impulsen la investigación en áreas como los mecanismos desencadenantes, los factores de riesgo y las nuevas opciones terapéuticas.
Resulta necesario priorizar el uso del AIA frente a otros métodos tradicionales de administración de la adrenalina, como la inyección con jeringa y aguja, especialmente por personas que no sean profesionales sanitarios. Los AIA ofrecen mayor eficacia, seguridad y facilidad de uso, reduciendo significativamente el riesgo de errores en la administración. Esta recomendación probablemente será aplicable a nuevos dispositivos.
Es imprescindible la formación específica de los pacientes y sus cuidadores en la identificación de los signos de alarma, el seguimiento de un plan de acción individualizado, el empleo correcto de los dispositivos de autoadministración de adrenalina y las medidas de prevención frente a alérgenos conocidos.
Hay que promover el desarrollo de protocolos estandarizados para actuar ante casos de una anafilaxia en las escuelas y, en general, en los espacios públicos, garantizando el acceso de los pacientes con diagnóstico confirmado de anafilaxia a los dispositivos de autoadministración de adrenalina.
Dado que la mayoría de los episodios se presentan fuera del entorno hospitalario, se propone que los AIA y los nuevos dispositivos constituyan el tratamiento de elección en el ámbito comunitario, aspecto que debe complementarse mediante programas de formación en anafilaxia para personal sanitario y no sanitario.
De acuerdo con las directrices de la EMA se debe de recomendar la prescripción de al menos dos AIA (o sus equivalentes en el futuro) a cada paciente con antecedentes de anafilaxia, a fin garantizar una respuesta adecuada ante las reacciones graves o prolongadas.
Es indispensable incluir los AIA y otros dispositivos de autoadministración de adrenalina, cuando se comercialicen, en el régimen de aportación reducida debido la naturaleza crónica del riesgo de sufrir una reacción anafiláctica y a su carácter esencial para prevenir desenlaces mortales en los pacientes de riesgo elevado. Además, es imprescindible que el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios garanticen el suministro estable y continuo en todo el territorio nacional.
Se propone la inclusión de los AIA y futuros dispositivos en el listado de medicamentos estratégicos a nivel nacional, dado su papel esencial en situaciones de emergencia.
Resulta imprescindible el reconocimiento de los AIA y otros dispositivos de autoadministración que se desarrollen como medicamentos de uso crónico y vital. Se debe garantizar que este tratamiento esencial se enmarque en los fármacos con condiciones especiales de financiación pública.
Manifiesto SEAIC-SEICAP sobre la anafilaxia (1565 descargas )
Queridos soci@s,
El tiempo vuela y ya me encuentro en la recta final de mi tiempo de trabajo al frente de SEAIC. Empiezan ya a tomar forma clara muchos de los proyectos y objetivos definidos en el plan de renovación, como podréis comprobar en la memoria anual, ya disponible en nuestra página Web. Sí quiero destacar algunos puntos importantes.
En primer lugar, hemos completado el cambio de sede que se extiende a la Fundación, que queda domiciliada en la sede de Ros Petit, compañeros de hace ya mucho tiempo en las labores de asesoría fiscal y contable, y también jurídica en estos últimos tres años. Se estrecha una relación marcada por un servicio profesional excelente que es eje fundamental en la buena marcha de una fundación. Ros Petit realizará también todas las labores de la gestión administrativa del día a día, completando de esta forma todas las tareas de puertas adentro. El contacto directo con asociados se realizará a través de María Jesús Hernández, como sabéis la actual secretaria de SEAIC.
En segundo lugar, el plan de desarrollo profesional avanza, iniciando su segunda fase de acreditación de unidades de excelencia, que serán responsables del nivel avanzado de formación que va más allá del mero conocimiento teórico y que es el eje central de la adquisición de las distintas competencias. Mi agradecimiento a todos los implicados y en especial a Eduardo Fernández Ibáñez, presidente de nuestro Comité de formación continuada y verdadero motor de este macro-proyecto.
Quiero también mencionar los registros y estudios en red promovidos por distintos comités que aprovechan una de nuestras mayores fortalezas, el que seamos una red de especialistas. Todos podemos colaborar en este tipo de investigación y ser protagonistas de la generación de nuevo conocimiento de calidad. Estoy seguro que algunos de estos proyectos, como el estudio de diagnóstico de la alergia a beta-lactámicos en la infancia, APENIN, modificarán nuestra práctica clínica. Agradezco a todas las personas involucradas con su esfuerzo, en especial a los presidentes y miembros de los comités técnicos que son promotores o coordinan alguna de estas actividades.
Nuestra revista Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology se adecúa a los tiempos y estrenará este próximo año su versión on-line, que será su principal forma de distribución. La puesta en marcha del nuevo sistema de manejo editorial de los artículos se ha culminado también con éxito. Por tanto han sido muchas horas de trabajo extra de todo el comité editorial y de su secretaría que tampoco quiero olvidar.
Felicidades a la Red de aerobiología que está completando con éxito la tarea de ampliar el número de estaciones en toda España. Ya son 52 los puntos que aportan información periódica a la red. El acceso a esta información es muy versátil, incluyendo la forma tradicional de la página web o las aplicaciones para teléfonos inteligentes como Alerta Polen o Polen Control, que combinan las necesidades tanto de los especialistas como de los pacientes.
Enhorabuena también a los miembros de los comités local y científico del Simposio de alergia a himenópteros celebrado en Granada por su alta calidad en todos sus aspectos científicos y sociales. El listón ha quedado de nuevo colocado muy alto. Ánimo, por tanto, para los organizadores de Salamanca 2014 que tienen ya un programa muy avanzado, muy atractivo y de gran calidad y también a los organizadores de Sevilla 2015 que, por las noticias que nos llegan a la Junta, ya se han puesto en marcha.
No quiero olvidar la nueva edición del Tratado de Alergología 2014, cuyo líder es de nuevo nuestro vicepresidente, Ignacio Dávila. Es ciertamente un gran esfuerzo que todos los asociados, en sus anteriores ediciones, habéis sabido valorar y utilizáis regularmente en vuestra práctica. Es por tanto necesario garantizar su actualización.
Para el próximo año será importante también colaborar en el estudio Alergológica 2014, tanto en la fase del Mapa de atención alergológica para aquellos que sean responsables de unidades asistenciales, como en el estudio epidemiológico donde queremos contar con la participación activa de todos vosotros de forma que tengamos un nuevo retrato, mas fidedigno, si cabe, del perfil del paciente alérgico y de la asistencia que recibe.
Agradecimiento especial a todas las empresas colaboradoras, puesto que sin su apoyo muchas de estas acciones no hubieran sido posibles. El esfuerzo de la Junta, en especial de su Comisión permanente, está siendo muy importante para extender estos apoyos y adecuarlos a los estándares actuales.
Por último, desearos, de todo corazón, que en este próximo año se cumplan todas vuestras expectativas personales y profesionales. Espero que estos días os sirvan de descanso y felicidad y también para vuestras familias, a las que no puedo dejar de agradecer la gran cantidad de horas que ceden generosamente a SEAIC.
Un fuerte abrazo.
José María Olaguibel
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Documento para la descarga:
El día 9 de mayo de 2020 tendrá lugar en Madrid la XIX edición de la reunión Allergy Review, convocada por la Fundación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, con el apoyo de Mundipharma.
Del 15 de mayo al 30 de junio de 2025 estará abierta la convocatoria para participar en la 3ª edición del Micrófono Abierto en Investigación de la Fundación SEAIC, en el marco del 35º Congreso Nacional de la SEAIC que se celebrará en Granada.
Una oportunidad única para presentar tu proyecto de investigación en un formato breve, dinámico… ¡Y con un premio de 10.000 € al mejor proyecto!
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