Os adjuntamos las recomendaciones dadas por GINA para el tratamiento inhalado en asma durante la Crisis Sanitaria por COVID-19, incidiendo en la necesidad de que las personas con asma deben continuar usando sus inhaladores durante la epidemia de COVID-19.

In Memoriam Javier Monsó
El pasado día 29 de julio, tras una larga enfermedad, falleció Javier Monsó Lamarca, editor de nuestra revista JIACI y director de ESMON PUBLICIDAD.
Javier ha sido ante todo un excelente profesional, siempre dispuesto a cumplir los objetivos de los editores y del comité editorial, poniendo de su parte todo el interés y disponibilidad. Desde que tuvimos la gran suerte de contactar con él en el año 2005, para solicitarle la publicación de JIACI con ESMON PUBLICIDAD, todo fueron facilidades por su parte para que nuestra revista, a lo largo de estos años, haya podido situarse donde actualmente se encuentra. Javier ejecutaba con presteza y rigurosidad los requerimientos del Comité Editorial y supo conjugar las técnicas más innovadoras del mundo de la edición de las revistas científicas de forma que también quedaran ampliamente satisfechas las expectativas de autores. Sin lugar a dudas, Javier también ha sido un gran protagonista en la modernización de la revista, conjugando todo ello con un ajuste presupuestario exquisito, correspondiendo a las necesidades de nuestra modesta Sociedad Científica.
Nos gustaría destacar que hemos sido testigos excepcionales de cómo la enfermedad que ha sufrido durante varios años no consiguió disminuir su fuerza e ilusión por la vida y por nuestra revista. En este sentido Javier ha sido para todos nosotros un ejemplo de entereza ante la adversidad.
No queremos terminar estas líneas sin expresar a su familia nuestro más sentido pésame, en especial a su mujer Patricia y a su hijo Sergi junto con nuestro agradecimiento infinito a Javier.
Muchas gracias Javier por todo lo que has hecho por nuestro JIACI y por habernos dejado tu huella de una gran persona. Sin duda tu hijo Sergi seguirá tu estela y trabajará con el cariño y dedicación con que lo hizo su padre.
Javier, mucha gracias, descansa en Paz.
María L. Sanz
Past-Editor in Chief
Albert G Oehling
JM Olaguibel
Editors in Chief
I Dávila, P Gamboa, V del Pozo, J Sastre, JM Zubeldia
Associate Editors
Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology
A. Valero
Presidente Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC)
Queridos soci@s:
Cierto es que la crisis golpea todos los sectores incluyendo también a las sociedades profesionales y científicas. A pesar de ello, como observareis por la cantidad de información que se acompaña al envío de mi carta, SEAIC sigue comprometida y activa en un numeroso grupo de proyectos en marcha.
Entre ellos quiero comentar, en primer lugar, nuestra participación en el estudio sobre seguridad de la inmunoterapia, liderado por el grupo de interés en inmunoterapia de la EAACI. La coordinadora nacional del proyecto es Carmen Vidal (carmen.vidal.pan@sergas.es), con quien podéis poneros directamente en contacto los interesados en tener más información y de colaborar en este estudio.
Destacar también la terminación del documento multidisciplinar de formación en rinoconjuntivitis CONFOR liderado por este comité, que se presentará junto con los resultados definitivos del estudio FERIN, sobre costes de esta patología tan prevalente pasado el verano. Muy avanzado también se encuentra el documento de consenso en asma grave, realizado por el comité de asma, y cuya primera parte se encuentra ya aceptada para publicación a finales de año en nuestra revista JIACI.
Enlazando con ello es un placer poderos comunicar el nuevo incremento en su factor de impacto que se sitúa en 2,27. Enhorabuena para todo el equipo editorial encabezado por Maria Luisa Sanz y a todos los colaboradores y revisores por su excelente trabajo. Tanto nuestra revista JIACI como la red de Aerobiología son dos de nuestros pilares estratégicos que deben fortalecerse en beneficio de los socios y la Sociedad, la comunidad científica y los pacientes. Sin embargo, suponen inversiones importantes para nuestro presupuesto que estamos intentando optimizar. El Comité de aerobiología, liderado por Francisco Feo, ha conseguido nuevos acuerdos con diversas estaciones, que facilitarán sus datos a nuestra red, de forma que queden ya pocos lugares del territorio español no cubiertos por ella.
Animo también a todos los organizadores locales y científicos y colaboradores de nuestro próximo congreso de Pamplona. El evento se encuentra ya en marcha a través de las comunidades virtuales creadas (www.congreso-seaic.es) en las que de nuevo os animo a interactuar y su programa ya cerrado, con invitados de gran prestigio nacional e internacional.
Se presentarán también en el congreso los avances en otros muchos proyectos SEAIC, como el importante documento de técnicas en enfermería de este comité por parte de su coordinadora Cristina Mañas y también la situación de nuestro programa de desarrollo profesional continuo (DPC) que conduce Eduardo Fernández.
La votación de la sede de nuestro próximo congreso Salamanca 2014 será el banco de pruebas de una nueva modalidad de votación virtual, que no cabe duda que dará vida y participación a nuestra sociedad. Antonio Pérez Pimiento, nuestro webmaster, continúa realizando una labor extraordinaria.
Es también una gran satisfacción la nueva candidatura presentada para las elecciones que también celebraremos en Pamplona, en cabezada por Dr. Joaquin Sastre como futuro presidente electo y toda ella compuesta por asociados de gran valía personal y profesional. Gracias a todos ellos por su compromiso.
Antes de concluir, me gustaría informaros de la importante campaña informativa sobre alergias alimentarias y prevención de la anafilaxia, lanzada por la EAACI y que nuestra Sociedad se ha comprometido a apoyar (www.stopanaphylaxis.com).
Desearos un feliz descanso en verano que nos permita recargar energías para culminar con éxito todos nuestros planes y encabezar otros nuevos en el futuro.
Un fuerte abrazo,
José María Olaguibel
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Documento para la descarga:
Con motivo de la celebración del Simposio Internacional «Avances y Perspectivas en Alergia Cutánea e Inmunología», que la SEAIC celebra del 23 al 26 de octubre en Maspalomas, Gran Canaria, se publican las siguientes notas de prensa:
Nota de prensa: SEAIC 2019 (Alergia Cutánea) (6127 descargas )
Nota de prensa: SEAIC 2019 (Dermatitis de contacto) (5271 descargas )
Nota de prensa: SEAIC 2019 (Inmunología) (5892 descargas )
Nota de prensa: SEAIC 2019 (Islas Canarias) (5921 descargas )
La dieta mediterránea está considerada como uno de los patrones nutricionales más saludables para el mantenimiento del estado de salud. Además, el seguimiento de esta dieta es sumamente respetuoso con el medio ambiente y permite reducir el impacto medioambiental y la emisión de gases del efecto invernadero.
Lamentablemente, el estilo de vida mediterráneo se ha distanciado del patrón tradicional de alimentación debido a los fuertes cambios económicos y socioculturales de las últimas décadas. Como consecuencia de ello, se ha observado un incremento en el desarrollo de obesidad y en la incidencia de enfermedades crónicas. Este cambio no es ajeno a la patología alérgica. Recientemente, la revista Pediatric Allergy and Immunology ha publicado un estudio sobre la adherencia a la dieta mediterránea en la cohorte PARIS (Pollution and Asthma Risk: an Infant Study) y su asociación con el asma y la alergia en la edad escolar1.
¿En qué consiste la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea es un patrón nutricional saludable basado en la ingestión de productos frescos y de temporada, principalmente de origen vegetal (frutas, verduras y hortalizas, legumbres y frutos secos) y cereales no procesados, en la que la principal fuente de proteínas de origen animal es el pescado (tradicionalmente procedente de la pesca local), moderado consumo de productos lácteos, y bajo consumo de carne y productos cárnicos.
Con esta proporción se cubren totalmente las necesidades energéticas, y estos alimentos contienen un alto porcentaje de elementos bioactivos como, por ejemplo, la fibra, las vitaminas y los polifenoles que tienen carácter antioxidante.
La adherencia a este patrón dietético se ha asociado con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o Alzheimer y la diabetes tipo 2 2. Diversos análisis han sugerido que la dieta mediterránea podría ser un factor protector frente al asma en niños 3,4.
¿Qué es el estudio PARIS y cómo estudió el patrón alimentario de sus participantes?
El grupo francés que estudia la cohorte PARIS ha recogido datos de 3.840 niños sanos nacidos en la ciudad de París. Sus padres rellenaron cuestionarios sobre alimentación, en los que se preguntaba cada cuánto consumían los diferentes alimentos, tanto en casa como en el comedor escolar, restaurantes, etc.
Se usó el Mediterranean Diet Score (MDS) modificado para niños, incluyendo 7 alimentos beneficiosos: vegetales, legumbres, frutas y frutos secos, cereales, pescado, leche y otros derivados lácteos, y ácidos grasos insaturados. Se incluyó un alimento perjudicial: carne y procesados cárnicos, y se eliminó el alcohol.
También se utilizó el índice KIDMED, una herramienta validada para conocer la calidad y la adherencia de niños al patrón de dieta mediterránea.
A los 8 años se les realizó un control de salud, incluyendo pruebas de función respiratoria como FEV1 y FeNO.
Se analizaron los datos de 975 niños que completaron el MDS y/o el KIDMED. Dentro de las variables a analizar se incluyeron sexo, altura y peso, nivel socieconómico, edad de la madre, origen geográfico y ocupación de los padres, presencia de hermanos mayores, hábito tabáquico de la madre durante el embarazo, exposición a tabaco en el hogar, antecedentes familiares de alergia, duración de la lactancia materna, realización de actividad física, consumo de alimentos orgánicos y restricciones dietéticas, ya fueran por prescripción médica o no.
En los resultados del estudio se observó que más de la mitad de los niños tenían una adherencia moderada a la dieta mediterránea y un 10% incluso una adherencia óptima.Aproximadamente un tercio de los niños tenían una dieta de mala calidad, con baja adherencia al patrón mediterráneo.
¿Qué factores se asociaron a la adherencia a la dieta mediterránea?
El alto nivel socieconómico, la prolongación de la lactancia materna y el consumo de alimentos orgánicos se asociaron a una mayor adherencia a la dieta mediterránea. Por el contrario, la presencia de hermanos mayores se asoció a una menor adherencia.
En cuanto a la adherencia a la dieta mediterránea y su relación con asma y alergia a la edad de 8 años, los pacientes con mayor adherencia mostraron un FEV1 más alto (+52,3 ml) y un riesgo más bajo de presentar asma. También se asoció a menor incidencia de sensibilización a alérgenos. Sin embargo, no se hallaron diferencias significativas en cuanto al FeNO, la frecuencia de rinitis o la prevalencia de eccema.
¿Qué conclusiones podemos sacar para nuestros pacientes?
Desde el punto de vista biológico, los antioxidantes contenidos en vegetales y frutas (vitaminas C y E, betacarotenos, flavonoides, polifenoles, etc.) pueden tener un efecto beneficioso sobre la respuesta inmunitaria durante la infancia, e incluso jugar un papel en procesos inflamatorios crónicos como el asma.
Aunque este estudio se realizó en una población urbana y suburbana de París, dado que nuestros hábitos en España son similares las conclusiones podrían ser extensibles a nuestra población.Desde las consultas debemos promover una alimentación saludable y fomentar un patrimonio tan nuestro como es la dieta mediterránea.
Olaya Álvarez. Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol. Comité de Alergia Infantil
Bibligrafía
El Comité de Asma de SEAIC ha elaborado en colaboración con neumólogos, enfermeras, farmacia hospitalaria y pacientes, la cartilla de tratamientos biológicos para el asma
Este estudio de opinión sobre el Apoyo de Administración Domiciliaria para Terapias Biológicas en Pacientes con Asma Grave se ha publicado tamibén en la revista JIACI.
Link publicación:http://10.1016/j.opresp.2024.100375
Link cartilla BioCart (requiere contraseña):https://www.seaic.org/profesionales/cartilla-biocart
Contenido disponible sólo para socios.
Las enfermedades alérgicas suponen una carga de salud que afecta a todos los grupos de edad y que pueden manifestarse temprano en la vida como dermatitis atópica, alergia alimentaria, rinitis/conjuntivitis alérgica y asma alérgica.
En una revisión bibliográfica recientemente publicada por Dwived y col.1 revisan las estrategias de prevención que se pueden implementar en cada etapa de la vida:
Dado que el sistema inmunológico es más plástico en la primera infancia, esta etapa se considera ideal para llevar a cabo medidas para prevenir enfermedades alérgicas. En este sentido, se han investigado los efectos preventivos de la inmunoterapia con alérgenos (AIT). La evidencia para aplicar la inmunoterapia preventiva con alérgenos (pAIT) está creciendo rápidamente, aunque aún enfrenta desafíos debido a factores relacionados con la edad y que los datos son limitados.
Esta revisión presenta un resumen actualizado de la evidencia disponible sobre aspectos preventivos de AIT con alérgenos respiratorios en nuevas sensibilizaciones, inicio y progresión de enfermedades alérgicas, así como otros efectos inmunomoduladores, centrándose particularmente en niños.
Los autores realizaron una búsqueda en PubMed, Embase y el Registro Central de Ensayos Controlados de Cochrane (CCRCT) para estudios pediátricos sobre AIT con alérgenos inhalantes. Se evaluaron 33 publicaciones de 27 cohortes. En estos informes, participaron 2952 niños y 1491 fueron tratados activamente.
Según los datos obtenidos, la prevención primaria con pAIT parece segura, aunque con resultados inciertos. En uno de los ensayos se observó una efecto preventivo para nuevas sensibilizaciones transitorio y no alérgeno-específico al final del tratamiento (pero no durante ni tras el tratamiento). La reducción en la proporción de asma solo se evidenció después de una prolongación en uno de los estudios. Por tanto, este enfoque plantea algunos retos que aclarar, incluyendo la identificación de sujetos y la optimización de la dosis y duración efectivas.
La prevención secundaria sí demostró ser viable y segura según esta revisión. En un ensayo clínico doble ciego controlado con placebo se evaluó la prevención secundaria en niños asintomáticos y sensibilizados a ácaros o polen de gramíneas. Tras dos años de tratamiento con inmunoterapia sublingual, en este estudio no se observó una prevención en nuevas sensibilizaciones y tampoco mostró datos en relación al inicio de la enfermedad alérgica. Sin embargo, se describieron efectos pro-tolerogénicos como el desarrollo de IgG específica en el grupo activo y la inducción de citoquinas reguladores: Il10 y TGF-b. Por tanto, los niños en edad preescolar sensibilizados pero asintomáticos podrían ser objeto de intervención a este nivel de prevención.
La prevención terciaria fue estudiada en 28 publicaciones. Cambios en la tasa de sensibilización fueron reportados en 13 grupos al final del tratamiento. 6 de ellos observaron protección frente a nuevas sensibilizaciones en los grupos activos. En 9 publicaciones se evidenció un efecto tras el tratamiento en desarrollo de nuevas sensibilizaciones. 4 de ellos reportaron efectos favorables, mientras que en uno se observó un incremento en nuevas sensibilizaciones en el grupo activo. En 3 de 5 cohortes hubo un efecto de la pAIT sobre la progresión de la rinoconjuntivitis alérgica. La persistencia a largo plazo de este efecto se observó en 2 cohortes. 5 estudios que analizaban parámetros inmunomoduladores reportaron efectos favorables al final y tras el tratamiento (incremento en los niveles de IgG e IgG4 específicas, citoquinas reguladoras o niveles bajos de eosinófilos). Por tanto, a nivel de prevención terciaria, los resultados sobre la eficacia de la pAIT en nuevas sensibilizaciones o la progresión de la enfermedad alérgica se describen de manera inconsistente. Los autores concluyen que evaluar la eficacia de este enfoque es complejo y requiere más ensayos, particularmente enfocados en aspectos preventivos.
Los posibles mecanismos subyacentes a la inducción de tolerancia en AIT se han observado en niveles de prevención terciaria y secundaria, pero no en el nivel primario. Para la prevención primaria, algunos autores sugirieron que la inducción de tolerancia específica de alérgeno podría requerir un paso obligatorio que implicara la activación transitoria de la inmunidad primaria. En los otros niveles de prevención (secundaria y terciaria), los posibles mecanismos tolerogénicos incluyen la regulación positiva de IgG1 e IgG 4, principalmente, pero también IgA1 e IgA2. Estos anticuerpos pueden poseer capacidad neutralizante y podrían competir con IgE por el alérgeno. También pueden prevenir la activación de mastocitos y basófilos e inducir células B, que secretan estos anticuerpos bloqueadores y son responsables de la inmunotolerancia a largo plazo. Otras respuestas celulares implican la reducción del reclutamiento de eosinófilos, la supresión de células Th2 y la inducción de poblaciones de células reguladoras (de células linfoides innatas, células dendríticas, células T y B) y respuestas de citoquinas reguladoras (IL10 y TGF β), restableciendo el equilibrio Th1-Th2.
Según los autores, los efectos diferenciales de pAIT en cada etapa del desarrollo de niños y adolescentes deben ser evaluados para identificar la ventana de oportunidad para la prevención. Enfatizan en un inicio temprano de pAIT, ya que tener como objetivo el sistema inmunológico infantil puede ofrecer beneficios preventivos más efectivos y duraderos. Tener una sensibilización, especialmente polisensibilizaciones, a la edad escolar ya eleva el riesgo de asma en la edad adulta. Por lo tanto, los niños entre 5 meses y la edad preescolar, con un riesgo alto de desarrollar alergias debido a antecedentes familiares positivos, teniendo un menor grado de sensibilización y sin síntomas alérgicos o con síntomas leves, parecerían óptimos para pAIT.
El pAIT de ácaros es el más comúnmente estudiado. A diferencia de las mezclas heterogéneas de alérgenos, la aplicación de monoterapia de ácaros para la prevención primaria mostró un efecto protector sobre el desarrollo de nuevas sensibilizaciones.
Se ha establecido que la administración de AIT debe durar 2–3 años para lograr una inmunotolerancia duradera. Se están explorando regímenes de tratamiento más cortos, aunque el valor definitivo de los mismos aún no se ha aclarado, particularmente para enfoques de prevención primaria y secundaria.
Los autores de la revisión concluyen explicando que la eficacia global de pAIT sigue sin aclararse en niños debido a la naturaleza multifactorial de los resultados. La prevención secundaria parece factible y puede inducir inmunotolerancia. La prevención terciaria usando pAIT de pólenes de gramíneas y/o árboles parece ser capaz de prevenir la progresión de rinoconjuntivitis a asma, aunque los beneficios de pAIT basada en otras fuentes de alérgenos no son concluyentes. Es necesario definir la dosis óptima de alérgenos, adyuvantes y vías de administración.
La infancia representa una ventana de oportunidad para iniciar medidas profilácticas, pero se necesitan ensayos pediátricos adicionales bien diseñados para comprender los efectos preventivos de la AIT sobre las nuevas sensibilizaciones, el inicio y la progresión de enfermedades alérgicas junto con los beneficios inmunomoduladores.
Mercedes Ramírez Hernández. Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena.Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Bibliografía:
1,. Varsha Dwived, Sonja Kopanja, Klara Schmidthaler, Justyna Sieber, Christina Bannert, Zsolt Szépfalusi. Preventive allergen immunotherapy with inhalant allergens in Children. Allergy. 2024;79:2065–2087. DOI: 10.1111/all.16115
Hoy, martes 2 de Mayo, se celebra el Día Mundial del Asma, el cual es el segundo motivo de consulta de los pacientes que acuden a la Consulta de Alergología en España.
Por este motivo la SEAIC se une a la iniciativa de la GINA (Global Initiative for Asthma) para mejorar el conocimiento y el cuidado del asma en todo el mundo.
El asma ocupacional es la enfermedad laboral más frecuente en los países industrializados. Se estima que en el 15% de los casos, el origen del asma en los adultos es laboral. La importancia de estas enfermedades será abordada durante la Clase Magistral sobre Alergia Laboral organizada en Madrid por EAACI y SEAIC.
Se invita a los socios a apoyar la «Acción Conjunta para Alergias y Asma» – Una llamada a la acción política en Europa
SEAIC apoya a la campaña Europea para sensibilizar y mejorar los programas de salud relacionados con el asma y las alergias, que co-inició EAACI. Su lanzamiento oficial tuvo lugar en el Parlamento Europeo en Bruselas, el 25 de Abril de 2017.
Todas las partes interesadas – individuos y organizaciones – pueden firmar la petición online hasta finales de Septiembre y así unirse a este movimiento para apoyar el desarrollo de mejores políticas sobre el asma y las alergias.
Visite nuestra página web: “United Action for Allergy and Asthma”.
Uno de los objetivos primordiales del Comité de Alergólogos Jóvenes y MIR fue el complementar la formación recibida durante la residencia en Alergología con cursos adicionales, siguiendo el modelo de otras sociedades científicas, como la EAACI.
El primero de estos cursos es el llamado Ecuela de Asma-CAJMIR, que tendrá lugar en la jornada previa al inicio del próximo congreso de la SEAIC 2016, en San Sebastián. Podremos contar con una treintena de asistentes, que acudirán becados, no sólo a dicha jornada, sino a todo el congreso, en base a la calidad de las comunicaciones enviadas.
Hemos perfilado un programa preliminar, que se detalla a continuación. Si estás interesado en acudir a la Escuela de Asma-CAJMIR, rellena la solicitud antes del 12 de julio aquí.
Programa preliminar Escuela de Asma-CAJMIR (3826 descargas )

Ya está disponible el curso SEAIC de acreditación en asma, dirigido a médicos de atención primaria. Está organizado por SEAIC y cuenta con el patrocinio de GSK. Se puede acceder haciendo click sobre la imagen superior.
Programa Curso SEAIC de acreditación en asma (5368 descargas )
¿Pueden los probióticos durante el embarazo ayudar a Prevenir la alergia en nuestros bebés?
Desde el Comité de Alergia Infantil de la SEAIC, sabemos que muchos padres, sobre todo los que ya tienen otros hijos con alergia, se hacen esta pregunta cuando esperan un nuevo bebé. ¿Y si hubiera algo que pudiera hacerse durante el embarazo para reducir el riesgo de alergia en el futuro?
Entre las posibles estrategias preventivas, una que ha generado especial interés en los últimos años es el uso de probióticos. Se ha estudiado su impacto en el desarrollo de diabetes gestacional, en el desarrollo del síndrome metabólico y en otras patologías. Pero ¿y en la prevención de alergia? ¿Qué dice la ciencia al respecto? ¿Sirven realmente? Aquí te lo contamos de forma clara y sencilla.
¿Qué son los probióticos y por qué se habla tanto de ellos?
Los probióticos son microorganismos vivos, como algunas bacterias, que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden tener efectos beneficiosos para la salud. Se encuentran de forma natural en algunos alimentos (como yogures o productos fermentados) y también en forma de suplementos alimenticios.
Ya desde el embarazo, el sistema inmunitario de nuestro bebé se está desarrollando. Se sabe que la microbiota intestinal (los microorganismos que habitan en nuestro intestino) juega un papel importante en la maduración del sistema inmune del neonato. Por eso, los científicos se han planteado si los probióticos podrían ayudar a “entrenar” ese sistema inmunitario y reducir el riesgo de desarrollar alergias más adelante.
¿Qué dice la ciencia? Vamos a analizarlo en los diferentes tipos de alergia posible: la cutánea, alimentaria y la alergia respiratoria.
🧴 1. Dermatitis atópica: la evidencia más prometedora
Este es el campo donde los estudios han mostrado resultados más esperanzadores. Algunas investigaciones han encontrado que tomar probióticos en el embarazo, y a veces también durante la lactancia o dárselos al bebé tras el nacimiento, podría reducir el riesgo de que el niño desarrolle dermatitis atópica, sobre todo si tiene antecedentes familiares de alergia.
Determinadas cepas de microorganismos y determinadas combinaciones de varias cepas parecen funcionar mejor que usar una sola cepa de forma aislada.
Cepas como Lactobacillus rhamnosus y algunas bifidobacterias han sido las más estudiadas.
La Organización Mundial de Alergia (WAO) ha hecho una recomendación condicional para usarlos con este fin pero advierte que la calidad de la evidencia aún es baja.
Es decir: hay indicios positivos, pero no es una solución mágica ni garantizada.
🍳 2. Alergias alimentarias: ¿una posible ayuda?
Aquí la evidencia científica es más limitada. Algunos estudios sugieren que el uso de algunos probióticos podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar alergia alimentaria en el futuro (como a la alergia a la leche o al huevo), pero los resultados no son consistentes.
Las principales guías científicas, como las de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), aún no recomiendan su uso generalizado con este objetivo.
Se necesitan más estudios para poder considerar el empleo de probióticos como una herramienta preventiva de la alergia alimentaria.
🌬️ 3. Asma bronquial y sibilancias: sin pruebas sólidas de beneficio
En el caso del asma infantil o los episodios de sibilancias (pitos en el pecho), los estudios hasta ahora no han demostrado beneficios claros del uso de probióticos durante el embarazo para prevenir su aparición tras el nacimiento.
Incluso, algunos trabajos han observado un posible (aunque no confirmado) aumento de infecciones respiratorias en bebés que recibieron probióticos. Esto subraya la importancia de seguir investigando.
Cosas importantes que debes saber antes de lanzarte a comprar probióticos:
✅ No todos los probióticos son iguales: cada cepa tiene efectos distintos. Que uno funcione no significa que todos lo hagan.
🕒 El “cuándo” también importa: no está claro si es mejor empezar antes del parto, después, o si continuar durante la lactancia, tampoco cuánto tiempo deben tomarse.
👶 ¿Tu bebé es de “alto riesgo”? Muchos estudios se han hecho con bebés con antecedentes familiares de alergia. Para la población general, los beneficios podrían ser menores.
📊 La evidencia es aún limitada: aunque se han hecho muchos estudios, no todos tienen la misma calidad. Las conclusiones deben tomarse con cautela.
Entonces… ¿debería tomar probióticos en el embarazo para prevenir la aparición de enfermedades alérgicas en mi bebé?
La respuesta corta es: depende.
Para bebés con alto riesgo de eccema, algunas organizaciones internacionales consideran que podría ser útil… pero no es una recomendación firme.
Para prevenir otras alergias (como la alergia alimentaria o el asma bronquial), aún no hay suficiente evidencia.
Lo más importante: consulta siempre con tu médico o especialista antes de empezar cualquier suplemento probiótico durante el embarazo.
El uso de probióticos durante el embarazo es una línea de investigación interesante, especialmente en relación con la dermatitis atópica. Pero aún no hay una receta única para prevenir las enfermedades alérgicas y son necesarios más estudios para saber qué cepas, dosis y duración son las más eficaces.
Desde el Grupo de Trabajo de Microbiota del Comité de Alergia Infantil de la SEAIC, seguiremos atentos a las novedades científicas para poder informar con la mayor claridad y rigor posible. Mientras tanto, la mejor estrategia sigue siendo el acompañamiento médico personalizado y la información basada en evidencia.
Isabel Fernández de Alba. Hospital HLA Inmaculada. Comité de Alergia Infantil de la SEAIC
Bibliografía:
Recomendaciones generales y dermatitis atópica:
Alergias alimentarias:
Asma bronquial y sibilancias:
Revisiones sistemáticas y metaanálisis generales sobre probióticos en embarazo y prevención de alergia
Se ha publicado el libro «Asma 360 (Iniciativa Estratégica para el Abordaje Integral del Asma)», que cuenta con el aval de diferentes sociedades científicas, entre las que se incluye a SEAIC y con el patrocinio de AstraZeneca.
La telemedicina, definida por la OMS como la prestación remota de servicios médicos o sanitarios (1), no es un fenómeno nuevo y de hecho tiene más de cien años de historia en paralelo a avances en tecnologías de telecomunicación (2). Sin embargo, hasta la llegada de la pandemia del COVID-19 su utilización quedó limitada a experiencias piloto (especialmente en situaciones de aislamiento extremo de los pacientes) y no llegó a penetrar en la práctica asistencial principalmente por barreras regulatorias y por la ausencia de incentivos económicos para su adopción (3). Los confinamientos impuestos tras el inicio de la pandemia supusieron una relajación de estas restricciones y marcaron un punto de inflexión en la expansión de estos servicios, cuya utilización llegó en 2021 a niveles 38 veces superiores a los prepandémicos (4). Este mayor uso provocó cambios en las actitudes ante la telemedicina en la sociedad y destapó carencias en infraestructura tecnológica y en procesos y protocolos para la atención remota de pacientes en los sistemas sanitarios de todo el mundo. En este periodo se ha producido, además, un cambio conceptual en el que la telemedicina queda englobada en un campo más amplio de “sanidad digital” (5), la aplicación de tecnologías digitales en el campo de la salud, incluyendo, además de teleconsultas, componentes como la computación en la nube, el big data, la inteligencia artificial, apps de salud y dispositivos de monitorización remota entre otros.
El interés por iniciativas de sanidad digital también es previo a la pandemia, como refleja la creciente inversión en este terreno a partir del año 2013, para llegar a una cifra récord de 52.000 millones de dólares en el 2021 (6, 7). Aunque posteriormente las inversiones han disminuido, el cambio cualitativo permanece: la sanidad digital se ha consolidado como un nuevo segmento en el sector, ya es parte de la medicina convencional (8). Revistas prestigiosas como Lancet y Nature han lanzado publicaciones específicamente dedicadas a la sanidad digital y el New England Journal of Medicine ha creado una dedicada a la inteligencia artificial y otra (Catalyst) a innovaciones en la prestación de servicios sanitarios. Nuevos actores han entrado en el sector -notablemente, las grandes empresas tecnológicas-, se están produciendo cambios en la dinámica competitiva (9) y se ha operado un cambio de paradigma: la prestación de servicios médicos y sanitarios ya no es una actividad exclusivamente presencial o vinculada a ubicaciones concretas (10).
La utilización de nuevos modelos de sanidad digital es así un fenómeno en evolución ante el que los diversos agentes están reaccionando de manera diversa. En Alergología se ha observado tras el inicio de la pandemia una elevada adopción de consultas síncronas (por ejemplo, videoconsultas), pero un escaso uso de otras modalidades de prestación digital (11).
La sanidad digital incluye la aplicación de varias tecnologías de la información y comunicación en diversas etapas de la cadena de valor sanitaria. Estas tecnologías son en su mayoría transversales -útiles en distintos tipos de actividades y no sólo sanitarias- y en todo caso son simplemente instrumentos facilitadores. La innovación que supone la sanidad digital surge cuando una o varias de estas tecnologías son utilizadas para el diseño y desarrollo de nuevos productos, servicios, modelos operativos y modelos de negocio (12).
Una clasificación basada la forma última de prestación de servicios médicos y en los tipos de comunicación (humano-humano, humano-máquina, máquina-máquina) distingue (13, 14) tres grandes categorías de modelos de provisión sanitaria digital:
Teleconsultas. Consultas remotas entre médico y paciente, que pueden ser síncronas (por video o voz) o asíncronas (vía chat, mensajería instantánea, correo electrónico, SMS). Algunas de las interacciones pueden ser -en parte o en su totalidad- automatizadas mediante el empleo de chatbots basados en algoritmos. La categoría de teleconsultas incluye también la interacción médico-médico para la transmisión (“store & forward”) de elementos de la historia clínica electrónica del paciente (por ejemplo, pruebas de laboratorio o de imagen).
Gestión remota de enfermedad crónica. i) Terapias digitales (Digital Therapeutics o DTx en su acrónimo en inglés): intervenciones terapéuticas implementadas en un programa de software y habitualmente accesibles a través de una app dedicada, con el objetivo de mejorar el control de enfermedades crónicas, apoyando el tratamiento prescrito; utilizan habitualmente técnicas basadas en ciencias del comportamiento (como el gamification) para tratar de mejorar la adherencia al tratamiento farmacológico prescrito e inducir cambios en estilo de vida del paciente. ii) Monitorización remota del paciente (RPM en sus siglas en inglés): sistemas, sensores y dispositivos que capturan datos médicos del paciente para su evaluación remota.
Autocuidado dirigido y conectado. “E-triaje”: comprobadores de síntomas, utilizando inteligencia artificial e implementados a través de chatbots; aplicaciones y dispositivos para el uso por el paciente, basadas en software ejecutable en la web, teléfonos móviles o dispositivos no-médicos; motores de búsqueda, que permiten al paciente encontrar información médica y de salud en buscadores generales o en sitios web dedicados y seguros para acceder a su propio historial clínico electrónico.
En la actualidad, los servicios digitales suelen prestarse de manera aislada y no integrada con la atención presencial. Sin embargo, el escenario más probable de desarrollo futuro es la combinación de intervenciones remotas y en persona dentro del concepto emergente de modelos de asistencia “híbridos”, que abren nuevas posibilidades en el diseño de protocolos y vías clínicas en diversas especialidades y, entre ellas, en Alergología (11).
En la década anterior al inicio de la pandemia, diversos artículos habían discutido la utilización de la telemedicina en otras especialidades y su posible aplicabilidad en Alergología (15-19) siempre que se pudiera garantizar la calidad y la seguridad en la asistencia. A partir del comienzo de los confinamientos, surgen publicaciones que tratan de ofrecer guías para la utilización de la telemedicina -un imperativo en ese momento- en el tratamiento de pacientes alérgicos (20,21). Un position paper de la asociación alemana de alergólogos AeDA publicado en este contexto (22) destaca la utilidad de la telemedicina y de otras aplicaciones digitales no sólo como alternativa en situaciones en las que la atención presencial no es posible sino también como herramientas que facilitan la práctica diaria del alergólogo, si bien destaca que aún existen barreras tecnológicas, legales y profesionales que superar. El artículo alaba el impulso a la digitalización de la sanidad en ese país que supuso la Ley de Salud Digital de 2019, que creó la posibilidad de empezar a prescribir apps digitales de salud (DiGa en acrónimo alemán) por parte de los médicos y con reembolso en el sistema público. La publicación del consenso multidisciplinar para el seguimiento y control del asma en la era de la telemedicina -proyecto COMETA- concibe la teleasistencia como una herramienta complementaria fundamental para garantizar el control del asma más allá de cualquier situación restrictiva de la visita presencial (23).
El reciente position paper de la EAACI sobre telemedicina (24) destaca que la asistencia remota reduce costes y ahorra tiempo a profesionales y pacientes, pero no puede reemplazar completamente a la atención en persona por la importancia de la exploración física y de algunas pruebas diagnósticas esenciales en el seguimiento de los pacientes. El artículo enumera también otras ventajas y desventajas de la telemedicina. Entre las primeras, una mayor accesibilidad de los servicios, mayor conveniencia y más fácil seguimiento del paciente. Entre las segundas, la falta de garantía sobre la seguridad y privacidad de datos del paciente, problemas en el reembolso o pago de los servicios, barreras tecnológicas para su adopción generalizada y la falta de estandarización de procesos y protocolos. Se discute también el posible impacto en la relación médico-paciente de la telemedicina y la necesidad de que el profesional desarrolle nuevas competencias para adaptarse a esta nueva forma de interacción.
Gran parte de la bibliografía sobre uso de sanidad digital en Alergología se centra en el asma, y el caso de uso más mencionado es en el seguimiento de pacientes ya diagnosticados, con el potencial de lograr un mejor control de la enfermedad. Las teleconsultas posibilitan nuevas formas de interacción con el paciente, las terapias digitales pueden contribuir a mejorar la adherencia al tratamiento, y los inhaladores digitales aportan datos en tiempo real sobre el grado de adherencia a la medicación de control, uso de beta-agonistas de acción corta y técnica de uso del inhalador (25). La sanidad digital ha tenido hasta la fecha mayor desarrollo en otras especialidades, por ejemplo, en el tratamiento y seguimiento de diabetes con los sensores de monitorización continua de glucemia (26) y otras aplicaciones, y el desarrollo y validación de biomarcadores digitales centrados en el paciente para asma y rinitis alérgicas podría aumentar la utilidad de los modelos de prestación digitales además de tener aplicaciones en la práctica presencial (27). Las intervenciones remotas, digitales, son generalmente bien aceptadas por los pacientes y los profesionales (28), y pueden mejorar el seguimiento del asma especialmente cuando incluyen inhaladores conectados y elementos de software para evaluar síntomas y grado de control, y para facilitar la educación y activación del paciente en el seguimiento de su enfermedad (29). Las tecnologías digitales posibilitan teóricamente el diseño de nuevos modelos asistenciales que, en combinación con la atención presencial, mejoren el control del asma, aunque aún son escasos los estudios de eficacia clínica de estos nuevos enfoques terapéuticos (30).
En años recientes hay publicaciones sobre la utilización de terapias digitales en dermatitis atópica como complemento al tratamiento habitual y con buenos resultados en la reducción de síntomas (31), de apps para el seguimiento de actividad y control en urticaria crónica espontánea (32), y de diversas aplicaciones digitales en la gestión de la inmunoterapia con alergenos, en la estratificación de pacientes, en su seguimiento y en la evaluación de eficacia, si bien, señalan los autores, son necesarios más estudios para comprobar su eficacia en mejorar resultados asistenciales (33).
La inteligencia artificial es una tecnología emergente con gran potencial disruptivo en diversos sectores de actividad y también en la medicina y la sanidad. En alergología, se explora (34) su utilización en, entre otros casos de uso, investigación básica y clínica (ensayos clínicos descentralizados, gemelos digitales), su integración en dispositivos de monitorización remota, el desarrollo de modelos predictivos de curso de la enfermedad, o en el diagnóstico y fenotipado de pacientes, si bien aún existen numerosos retos técnicos, éticos y regulatorios que afrontar antes de generalizar la utilización de esta tecnología en la práctica diaria.
La expansión de la telemedicina y otras formas de sanidad digital es un fenómeno reciente y su adopción en alergología y en otras especialidades está aún en una fase temprana. Estas nuevas modalidades asistenciales ofrecen diversos beneficios potenciales que deben ser balanceados por las limitaciones inherentes a servicios provistos a distancia -sin estar el paciente “presente”- y en algunos casos utillizando algoritmos automatizados. La evaluación y uso de los nuevos modelos digitales debe seguir las mismas reglas exigidas a otras tecnologías sanitarias y al estándar de calidad de los procesos asistenciales de demostración de evidencia científica y respeto a las preferencias e individualidad del paciente, priorizando la seguridad de los procedimientos y la privacidad de los datos. Adicionalmente, para que la sanidad digital llegue a tener impacto en la práctica asistencial, es necesario que los profesionales y las sociedades médicas desarrollen guías clínicas y protocolos, para cada especialidad, enfermedad y procedimiento (35). Aún es escasa la evaluación de impacto asistencial de soluciones de sanidad digital utilizando ensayos prospectivos aleatorizados controlados, y de impacto económico comparando resultados asistenciales y costes medidos longitudinalmente, y tal vez sea necesario también emplear nuevas metodologías de evaluación en esta área (36-38). Otro reto pendiente es la evaluación comparada de modelos asistenciales híbridos que combinen intervenciones presenciales y digitales, especialmente porque aún hay pocos ejemplos de su implementación (39). En cualquier caso, parece imperativo abordar el reto de adaptar las guías clínicas en medicina a la era digital (40).
La regulación de tecnologías digitales en sanidad fue una restricción a su adopción prepandemia y actualmente es un proceso en evolución (41), al igual que su reembolso o financiación, tanto en sistemas públicos como privados (42). Ambos factores tendrán gran influencia en el ritmo de adopción de estas nuevas modalidades asistenciales. La actitud que adopten médicos y otros profesionales será también un elemento crítico en la evolución de la sanidad digital: existen barreras relacionadas con el acceso a estas tecnologías y a formación específica en ellas, y también dudas sobre su utilidad y sobre el impacto que puedan tener en la carga de trabajo asistencial (43).
El gran desarrollo reciente de telemedicina y otras formas de sanidad digital presenta la posibilidad de innovar y de actualizar guías clínicas, protocolos y modelos asistenciales en alergología al igual que en otras especialidades, pero aún existen limitaciones y retos que superar antes de que estas nuevas modalidades sean adoptadas de forma generalizada en la práctica diaria (44).
Médicos de familia, alergólogos y neumólogos elaboran un documento científico de consenso para mejorar el control de los pacientes con asma. Por primera vez, cinco sociedades científicas alcanzan un acuerdo para unificar la atención a esta enfermedad desde el diagnóstico y ofrecer el mejor tratamiento “individual”, adecuado a las necesidades de cada paciente.
El martes 1 de Mayo se celebra el Día Mundial del Asma bajo el lema «Ni demasiado pronto, ni demasiado tarde».
En el número especial del Pediatric Allergy and Immunolgy del mes de abril de 2020, a causa de la pandemia COVID-19, aparece esta revisión firmada por destacados especialistas en alergia pediátrica con una serie de recomendaciones a tener en cuenta de cara al manejo del paciente alérgico y/o asmático pediátrico en esta pandemia mundial: Brough, H.A., Kalayci, O., Sediva, A., Untersmayr, E., Munblit, D., Rodriquez del Rio, P., Vazquez‐Ortiz, M., Arasi, S., Alvaro‐ Lozano, M., Tsabouri, S., Galli, E., Beken, B. and Eigenmann, P.A. (2020), Managing childhood allergies and immunodeficiencies during respiratory virus epidemics – the 2020 COVID‐19 pandemic. Mas información aquí
Aunque cualquier persona es susceptible de contagiarse de COVID-19, la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar una infección grave1. Afortunadamente, los niños son el rango de población menos afectada2, pero debe garantizarse la atención de otras patologías que puedan presentar.
Las enfermedades alérgicas y el asma son las enfermedades crónicas más comunes en la población infantil3. Con los datos publicados hasta el momento, no hay evidencias de que la alergia aumente el riesgo de enfermedad grave, y solo las inmunodeficiencias y el asma grave mal controlada son factores de riesgo4, por lo que el control del asma tiene que ser óptimo.
Estos son los 6 puntos a tener en cuenta en el manejo del paciente pediátrico con alergia o inmunodeficiencia que expone la revisión citada:
Sin embargo, en la infección por COVID-19 hay síntomas generales como fiebre, malestar, abatimiento, problemas digestivos y suelen aparecer de manera más progresiva.
En el caso del tratamiento con corticoides inhalados, no existen datos de que este tratamiento modifique la susceptibilidad ni la gravedad del COVID-19. Los niños padecen frecuentemente infecciones respiratorias por otros virus como VRS o rinovirus, que predisponen a la hiperreactividad bronquial, y se tratan con corticoides inhalados de forma habitual, sin haberse observado aumento de neumonías o empeoramiento del pronóstico.
Cabe destacar que los fármacos biológicos se han convertido en terapias habituales en muchos pacientes. Aunque no existe una actuación común, el grupo de expertos de la EAACI recomienda mantener el tratamiento biológico en pacientes sanos, y suspenderlo en paciente infectados por COVID-19 hasta la resolución del cuadro.
Se debe evitar la utilización de nebulizadores, ya que generan aerosoles que pueden provocar la difusión del virus. La administración de broncodilatadores debe realizarse usando dispositivos MDI presurizados con espaciador.
5.- Los niños con inmunodeficiencias tienen un riesgo potencial de padecer una enfermedad más grave. En ellos es aún más importante mantener su tratamiento crónico, incluso el inmunosupresor, y extremar las medidas de higiene y distanciamiento social.
6.- Las guías están sujetas a cambios. El conocimiento de esta infección por COVID-19 aumenta día a día, y aunque no se espera que el riesgo en niños crezca, hay que ser flexibles y estar abiertos nuevas evidencias científicas.
Olaya Alvarez García
Sección de Alergoloxía. Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol
Comité de Alergia Infantil de la SEAIC
BIBLIOGRAFÍA
El Consejo de Dirección de la Cátedra está formado por Javier Navarro Zaragoza, Profesor Titular de la UMU (Director), José Valverde Molina, Presidente de ASGRAMUR (Codirector), Pilar Almela Rojo, Profesora Titular de la UMU y Juan Carlos Miralles López, Presidente del Comité de Asma de SEAIC.
El objetivo de la Cátedra es el establecimiento de un espacio dedicado íntegramente a la investigación, a la formación, divulgación y transferencia del conocimiento en el área del asma grave, y en la que participen tanto docentes e investigadores como estudiantes universitarios y profesionales del sector. La Cátedra contará con la financiación de ASGRAMUR.