| El Comité de Formación Continuada ofrece a través de esta página las actividades de formación online que cuentan con el aval de la SEAIC (más información moviendo el cursor sobre la tabla para acceder a los enlaces). | |||||||
| Curso | Contacto | Patrocinio | Modalidad | Fechas | Duración | Acreditación | |
| Centros de referencia en Alergología Módulos: 1. Obstrucción nasal y provocación nasal. 2. Inmunoterapia oral con alimentos. 3. Desensibilización a fármacos. 4. Dermatitis de contacto y atópica grave. —————————————————-
|
e-alergia | Menarini | Curso-taller | 2013 | 26 horas (6,5 h por módulo) |
Si | |
| Los aeroalérgenos como factor condicionante de la alergia respiratoria Módulos: 1. Gramíneas, olivo, plátano de sombra. 2. Ácaros, mohos y epitelios. 3. Parietaria, chenopodiaceas, ciprés. 4. Resumen de los resultados de PERFILAR. —————————————————-
|
Esteve | Curso-taller | 2013 | ?? horas | Solicitada | ||
| Taller de identificación de lesiones cutáneas (Sesión final presencial en el congreso de 2014) —————————————————-
|
Curso-taller | 2013 | ?? horas | Solicitada | |||
La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica recidivante. La mayoría de los casos son leves y se tratan en Atención Primaria por médicos generales, mientras que los casos moderados a graves o resistentes al tratamiento, se derivan a dermatólogos, pediatras especializados y alergólogos para estudio y tratamiento adicional.
Recientemente se ha demostrado que el uso de medicamentos podría predecir la persistencia de Dermatitis atópica en los niños. Una identificación temprana de niños con un mayor riesgo de enfermedad grave y persistente puede mejorar el manejo de la enfermedad y reducir su carga.
La fobia a los corticoides tópicos es un problema común, tanto en pacientes pediátricos como en adultos con dermatitis atópica, y contribuye, no solo a una baja adherencia al tratamiento y a un control deficiente de la enfermedad, sino que, en última instancia, aumenta la necesidad de atención médica. Informaciones erróneas por parte de medios públicos, familia, amigos y profesionales de la salud, pueden agravar aún más la fobia a los corticoides tópicos.
Se ha publicado recientemente un estudio danés en el que se evaluó, a partir de un cuestionario, la estructura familiar de los pacientes pediátricos con dermatitis atópica, lugar de residencia, nivel educativo de los padres, enfermedades cutáneas actuales y anteriores, predisposición al tratamiento de la dermatitis atópica, fobia a los corticoides (Topical Corticosteroid Phobia, TOPICOP) y gravedad de la DA (Patient-Orient Eczema Measure, POEM).
De las conclusiones se puede extraer que ni el número de visitas previas a consultas médicas generales ni la edad del niño en la primera visita al médico de cabecera o al dermatólogo, se asociaron con la gravedad de la dermatitis atópica en el futuro. Por el contrario sí que se objetivó una asociación significativa entre una puntuación alta del test de fobia a los corticoides y un nivel educativo bajo de los padres, dando como resultado en estos casos un retraso en el tratamiento de los brotes de dermatitis atópica.
Estas conclusiones destacan la importancia de una buena educación a los padres por parte de los especialistas que atendemos a niños con esta enfermedad crónica, que ayuda a reducir los gastos de atención médica, así como la carga de la enfermedad.
Articulo aconsejado:
Dra. Elena Villalba Lorenzo, del hospital Hospital Público Marina Baixa, Villajoyosa (Alicante). Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Puede consultarse el artículo:
Trine Gerner, Jeanette Halskou Haugaard, Christian Vestergaard, Mette Deleuran, Gregor Borut Jemec, Charlotte Gotthard Mortz, Tove Agner, Alexander Egeberg, Lone Skov, Jacob P. Thyssen Healthcare utilization in Danish children with atopic dermatitis and parental topical corticosteroid phobia. Pediatr Allergy Immunol. 2021 Feb;32(2):331-341
La Junta Directiva de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) quiere transmitir públicamente su apoyo y reconocimiento a todos los profesionales sanitarios que están trabajando en la lucha contra la pandemia de COVID-19.
Comunicado Oficial: Trabajadores sanitarios y COVID-19 (3927 descargas )
La Fundación de la SEAIC es una entidad sin ánimo de lucro que busca estimular la investigación en el campo de la Alergología y la Inmunología Clínica. Para ello, ha impulsado actividades para alergólogos y para pacientes alérgicos desde su creación en 1986. Algunas de estas iniciativas han consistido en convocatorias de ayuda para la investigación, becas para jóvenes alergólogos, edición de monografías científicas, ayudas a campamentos para niños con asma y alergia.
| Misión
Contribuir a la formación de profesionales sanitarios y a la difusión de conocimiento. |
| Visión
La mejora de la salud y el bienestar de los pacientes con enfermedades alérgicas e inmunológicas. |
Valores
|
Más detalles en Dosier informativo Fundación de la SEAIC (7054 descargas )
Autora: María Luisa González Gutiérrez
Francis Bacon nace en Dublín un 29 de Octubre de 1909. Sus padres le pusieron el mismo nombre Francis como su ilustre antepasado Francis Bacon (1561-1626, célebre filósofo, político, abogado y escritor inglés, padre del empirismo filosófico y científico) Su vida transcurrió entre Irlanda e Inglaterra pues sus padres eran británicos. A partir de 1925 vivió en Inglaterra. Su padre era militar inglés retirado que criaba y entrenaba caballos de carrera
Padecía asma crónica y alergia por lo que tuvo una formación irregular ya que esta enfermedad le impedía acudir al colegio. Le administraban morfina cuando sufría ataques de asma intensos.
Rechazado y maltratado por su padre por su homosexualidad y ante la indiferencia de su madre fue expulsado de casa a los 16 años y enviado a centro Europa con un amigo de la familia llevando una vida bohemia. En 1925 vuelve a Londres y toma clase de dibujo y pintura y sigue después una formación autodidacta. Trabaja de diseñador de interiores.
Se presentó como voluntario para guardia de ataque pero tuvo que abandonarlo por su asma. Su reputación como pintor empezó a despegar en 1933 con su Crucifixión. Sobreviven pocas obras de su juventud pues apuñalaba sus lienzos o los partía hasta 1953 en que comenzó su obra a circular en grandes galerías y dieron la vuelta al mundo. Entre 1960 y 1965 realizó dos exhibiciones en la Galería Malborough Fine Art en Londres con más de 50 obras. Posteriormente expone en galerías de todo el mundo. El aspecto inquietante y hasta violento en sus cuadros refleja las vivencias de Bacon como la guerra de la independencia de Irlanda, las contiendas mundiales (segunda guerra mundial) además de su problema de salud y su homosexualidad junto con el desamor y rechazo de sus progenitores.
“Entre el nacimiento y la muerte siempre ha existido lo mismo: la violencia de la vida”. “Nacemos con un grito, nos encontramos en la vida con un grito, y tal vez el amor sea un mosquitero entre el miedo a la vida y el miedo a la muerte. Esa fue una de mis obsesiones reales. Los hombres que he pintado estaban en situación extrema, y el grito es una transcripción de su dolor” (en su última entrevista en 1992).
Su primer éxito de crítica llegó en 1944 con Tres estudios de figuras junto a una crucifixión considerado hoy como una de los cuadros más originales del siglo XX ( Tate Gallery de Londres)
Su obra, obsesionada con la representación del cuerpo humano ha sido encasillada en el informalismo, el expresionismo y el surrealismo o el racionalismo. Simplemente prosiguió lo que él consideró [en las entrevistas publicada que le hizo David Sylvester a lo largo de los años sesenta] una línea pictórica «postpicasiana», siguiendo la vía abierta que Picasso dejó con la figuración y la representación obsesiva del cuerpo humano.
Recibe influjos de Munch en el trazo, de Van Gogh en las tonalidades, de Giacometti en la concepción del espacio y del mismo Goya en la angustia de los rostros y los cuerpos por lo que su arte refleja como ningún otro al hombre del siglo XX.
En 1953 sus series de Screaming Popes , inspiradas en El retrato del Papa Inocencio X de Velázquez, dieron forma a un estilo propio y peculiar. La obra original de Velázquez de 1650 fue reinterpretada por Francis Bacon en más de cuarenta pinturas, estudios y bocetos tres siglos después. Una obra a la que recurrió de forma reiterada desde una primera vez en el año 1940. El cuadro de Inocencio X de Diego Velázquez (1599-1660) fue encargada por este papa debido a la fama que ya había adquirido el pintor siendo acabado alrededor de 1650.
La expresión del papa es tensa, con el ceño fruncido, opuesta a los retratos papales realizados por Rafael y otros pintores con expresiones más afables. Una de las características de Velázquez es que era capaz de penetrar psicológicamente en el personaje para mostrarnos aquellos aspectos ocultos de su personalidad.
A la izquierda, el cuadro de Diego Velázquez «Inocencio X», 1650; óleo sobre lienzo, 140 cm x 120 cm, Galería Doria Pamphili, Roma. A la derecha, el cuadro de Francis Bacon, «Estudio según el retrato del Papa Inocencio X por Velázquez», 1953; óleo sobre lienzo, 153 cm x 118 cm, Art Center, Des Moines (EE.UU.).
Bacon orientó la obra siempre a hacer salir del Papa otras sensaciones que veía palpitar en el cuadro como la agonía, la amenaza y el aislamiento… Las líneas verticales que descomponen la figura al mismo tiempo que la contienen corresponden a esa angustia. La boca abierta en forma de círculo y los dientes contribuyen a ahondar en nosotros la sensación de que el cuerpo está vibrando y se vaporiza… (Alfredo García- Alargos, Arte e historia, 2015).
Bacon cree que a cada persona le rodea una especie de “emanación” y que al trasladarlo a un retrato aparece inexcusablemente en él la violencia. Aclara: “nuestra existencia está siempre velada, vivimos a través de velos o cortinas y si hay violencia en los cuadros es porque se ha corrido uno de esos velos o cortinas”. No hay duda pues que podemos asignarle aquí a la pintura, en tanto que participa de descorrer los velos que ocultan nuestra existencia, un cometido en pos de descubrir o desvelar la verdad.
Su pintura, según Bacon, “trata de mi tipo y de psique, trata de mi tipo de entusiasta desesperación”. “Una pintura no es un aglomerado de cosas que comprender sino una cuestión de instinto. Espontaneidad, accidente, sugerencias emocionales”.
Bacon pinta a partir de manchas irracionales, manchas de las que salen las figuras.
“Uno presenta la sensación y el sentimiento de vida del único modo que puede. No digo que sea un buen modo, pero lo haces lo más hondamente que puedes” (FB)
En una entrevista en la Galería Malborough de Londres en 1991, un año antes de su muerte, dijo «tengo una crisis de asma» y fue como si hubiera dicho «paren la vida, vuelvo en un rato». Su cara se volvió violeta, como las rayas de su camisa, hasta que volvió a su ser…
No era la primara vez que tenía que posponer una entrevista por una crisis de asma.
Usaba Ventolin en público y si no lo tenía se sentía perdido y se volvía huraño.
«Todas las caras de Bacon son víctimas de una ventolera, como si la carne fuera agitada por un ciclón. Como su propio cuerpo, los personajes de sus cuadros buscan violentamente el aire. Como el pulmón de un asmático, el aire es el deseo que impulsa la violencia de esas huidas que retrata. (Juan Cruz. Encuentros con heterodoxos, 2016)
Su asma fue empeorando y en 1989 ya no le permitía seguir con la pintura. Además se le intervino de un carcinoma renal.
En 1992 vino a Madrid para inaugurar una exposición y verse con su último amante, un banquero. Allí murió a los 82 años.
BIBLIOGRAFÍA
Para citar este artículo:
González, ML. (25 de febrero de 2017). Francis Bacon y su estudio de Inocencio X. [Mensaje en un blog]. Blog del Comité de Humanidades de la SEAIC. Recuperado de https://www.seaic.org/profesionales/blogs/humanidades
El Comité de Inmunoterapia de la SEAIC ha editado la nueva cartilla de seguimiento de la inmunoterapia subcutánea, destinada al registro de las dosis administradas y con información específica para profesionales y pacientes.
Se ha editado una nueva edición de la cartilla de seguimiento de la inmunoterapia subcutánea, destinada al registro de las dosis administradas y con información específica para profesionales y pacientes.
Compromiso con la sostenibilidad ambiental
Humanizar el trato a través de la Teleconsulta y la Inteligencia Artificial y acercar al profesional a sus pacientes al solventar el problema de la distancia y los desplazamientos
Ser capaces de adaptarnos a los cambios del entorno, basándonos en las mejores pruebas científicas y trabajar hacia el concepto de un ecosistema humano-tecnológico integrado y eficiente
Compromiso con la protección de datos con la misma rigurosidad que en una consulta presencial
La comunicacion por medio de teleconsulta mantiene el mismo trato personalizado que las consultas presenciales
Ya puedes apuntarte de forma GRATUITA.
Recientemente se ha llevado a cabo la actualización de la Guía del paciente con Angioedema Hereditario, en su 3ª edición. El documento ha sido elaborado en colaboración con la Asociación Española de Angioedema Familiar por Deficiencia de C1 Inhibidor (AEDAF) y miembros del Comité de Angioedema de la SEAIC, así como profesionales de las unidades U754 y U761 de CIBERER y del grupo SHINE de la SEI (Sociedad Española de Inmunología).
La Guía tiene como objetivo fundamental mejorar el conocimiento de la enfermedad para los pacientes afectos y su entorno, aportando información actualizada de forma accesible en formato y lenguaje. Se adjunta enlace a la Guía del Paciente y Tríptico de AEDAF.
Dra. Nieves Prior Gómez , Dr. Jesús Jurado Palomo, Dra. Teresa Caballero Molina. Comité de Angioedema de la SEAIC.
Siendo uno de los comités de más reciente creación, el Comité de Anafilaxia tiene, sin embargo, una razón de ser clave para los alergólogos y los pacientes alérgicos, al ser la anafilaxia una enfermedad alérgica grave, con consecuencias potencialmente letales. Además de estudios epidemiológicos, este comité centra su trabajo en la investigación de los mecanismos de la anafilaxia, así como en su prevención y tratamiento adecuados, haciendo hincapié en la formación tanto a otras profesionales sanitarios como a los pacientes alérgicos.
| Presidenta: | Victoria Cardona Dahl (Barcelona) |
| Vicepresidente: | José Antonio Navarro Echeverría (Guipúzcoa) |
| Secretaria: | Vanesa Esteban Vázquez (Madrid) |
| Miembros estables: | Alberto Alvarez-Perea (Madrid) Miriam Barrios Albajar (Madrid) Susana Cabrerizo Ballesteros (Palencia) Karolina Esponda Juárez (Barcelona) Italo Nicolás Girao Popolizio (Vitoria) Jimena Laiseca García (Madrid) Joaquín Martín Lázaro (Lugo) Patricia Martínez Lezcano (Barcelona) Gustavo Jorge Molina Molina (Barcelona) Rosa María Muñoz Cano (Barcelona) Ana Nieto Nieto (Madrid) Carolina Perales Chorda (Valencia) Ana Prieto-Moreno Pfeifer (Madrid) Yolanda Puente Crespo (Sevilla) Marta Reguero Capilla (Sevilla) Filip Skrabski (Tarragona) Miguel Ángel Tejedor Alonso (Madrid) Horacio Sebastián Caligaris Cataldi (Toledo) Jose Luis Cubero Saldaña (Huesca) Carolina Elduque Mora (Barcelona) David Enrique Loli Ausejo (Barcelona) Yolanda Puente Crespo (Sevilla) Carlos Villalobos Vilda (Madrid) |
Actualizado el día 17/01/2024
Álvaro Moreno-Ancillo
Servicio de Alergia. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina (Toledo), España
Talavera, 10 de abril de 2017
Introducción
Reagina fue un término propuesto por Coca y Grove en 1923 que define al anticuerpo de tipo IgE causante de la reacción de hipersensibilidad de tipo inmediato, la reacción alérgica clásica (1).
Podríamos pensar que cualquier categoría carece de aplicabilidad fuera de la experiencia, más allá de lo dado en el espacio y en el tiempo. Desde un punto de vista conceptual, un objeto y sus circunstancias, en tanto que aparecen y se conocen se etiquetan de «fenómeno», mientras el correlato del objeto, al margen de su relación con la percepción y la sensibilidad, se consideraría como «noúmeno», en la medida en que es algo solo inteligible pero no perceptible.
Si nos situamos en el sistema filosófico de Kant, el mismo concepto de noúmeno es dicotómico. Puede ser considerado negativamente, entendiendo noúmeno como materia que no puede ser reconocida por medio de la intuición sensible; o positivamente, como un objeto que puede ser conocido por medio de la intuición no sensible, que no es otra que la intuición intelectual. En tanto en cuanto carezcamos de intuición intelectual, y solo dispongamos de intuición sensible, nuestro conocimiento se hallará limitado a los fenómenos y, por consiguiente, el concepto de noúmeno quedará como algo negativo, como límite de la experiencia, como límite de lo que puede ser conocido (2).
Magia y Ciencia
Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha tratado de explicar sus padecimientos desde una disyuntiva permanente entre la ciencia y la magia. Brujas, hechiceros y chamanes van transformándose a lo largo de los siglos en botánicos, alquimistas y galenos. Las enfermedades son consideradas, durante milenios, maldiciones diabólicas, castigos de los dioses o hechizos de nigromantes.
No obstante, mientras que la nigromancia parte de un enfoque espiritualista, la magia natural se fundamenta en las propiedades ocultas existentes en la naturaleza, que establecen una interrelación simpática entre todos los elementos del universo y que son causa de efectos portentosos en nuestro mundo, unos efectos que se corresponden con el gusto medieval por la maravilla.
Dentro de esos fenómenos patológicos, el hecho reagínico que caracteriza a las reacciones alérgicas puede ser de gran interés desde el punto de vista historiográfico y literario para cualquier humanista, especialmente si en él coinciden las profesiones de médico, alergólogo, escritor de novela y autor de teatro en busca de nuevos argumentos.
Por más que nos sorprendan, en los últimos años hemos sido capaces de dar explicaciones científicas de enfermedades alérgicas que se asocian a etiologías complejas y alérgenos ocultos, superando situaciones clínicas espeluznantes para nuestros pacientes, como las crisis anafilácticas o de asma súbita grave.
En otros tiempos, la incapacidad de darle explicación a esos trances alérgicos, la inmediatez de las reacciones y las características de la metamorfosis de los afectados podrían facilitar la confusión de los testigos ante estas visiones, y les llevaría a otras consideraciones alejadas de la medicina:
No obstante, es de interés hablar del asma como algo diferenciado de la anafilaxia, puesto que los procesos alérgicos agudos graves con síntomas cutáneos eran más infrecuentes que patologías respiratorias con clínica similar al asma. Los héroes homéricos Áyax y Héctor, sufren un ahogo un jadeo que se nombra como asma. Héctor tras un golpe en el cuello, y Áyax tras el acoso de muchos enemigos troyanos. Son las circunstancias “naturales” las que causan esa asma. Pero cabe reseñar la descripción del ataque de asma de Areteo de Capadocia, pues lo súbito y grave siempre es susceptible de ser considerado extraterrenal.
Ricardo III de Inglaterra y Pedro I de Castilla
A través de Shakespeare nos encontramos con un hecho en la vida de Ricardo III que resultará el mejor paradigma de nuestra exposición, salvando las distancias con mis propios personajes. Ricardo III, era uno de los representantes de la casa de York, distinguida por el emblema de Rosa Blanca, en la Guerra de las Dos Rosas. Fue el último rey de la casa Plantagenet.
El relato de su vida es comparable por sus terribles acciones y su desenlace al de uno de nuestros reyes más controvertidos, Pedro I de Castilla, llamado el Cruel y el Justiciero por otros.
Pedro era hijo de Alfonso XI de Castilla y de María de Portugal. Durante toda su infancia y parte de la adolescencia fue prácticamente repudiado, porque el poder lo ostentaba la familia de la concubina de su padre, Leonor de Guzmán. A la muerte del rey, la rivalidad de las dos mujeres que compartieron la vida de Alfonso IX perdurará en sus descendientes con una prolongada guerra. El reinado de Pedro I fue una sucesión de batallas y ajusticiamientos, justos o crueles, que no acabó bien para él.
Pedro I sufrió una grave enfermedad al final de su adolescencia. Para muchos historiadores, la enfermedad del joven rey era recurrente y limitante, y pudo haber condicionado su respuesta histriónica ante las adversidades, provocando reacciones de ira y crueldad. Revisados todos los artículos y leídas las crónicas, las posibilidades diagnósticas están abiertas. No es descabellado pensar que algún escritor o dramaturgo busque la concordancia con alguna patología alérgica y la encaje en el relato histórico verdadero para mayor encumbramiento de la alergología literaria. El enfrentamiento entre Pedro y su hermanastro Enrique, conde de Trastámara, cobró dimensión internacional con la intervención de fuerzas militares de Inglaterra y Francia, que mantenían una contienda que conocemos como la Guerra de los 100 años. Enrique, que pugnaba por ser rey de Castilla, se alió con Francia, y Pedro, que era ya era el rey de Castilla, con Inglaterra. La guerra civil castellana fue un vaivén de victorias y derrotas para ambos bandos. El final de la guerra no pudo ser más literario, pues ve enfrentarse a ambos hermanos en un duelo fratricida. Fatalmente, Pedro acaba con su cabeza clavada en una pica después de sufrir la traición del mercenario francés Bertrand Dugasclein, que sujetó a Pedro I para que Enrique pudiera matarlo mientras exclamaba su célebre frase: “Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”.
Conocemos los problemas médicos y alérgicos de Ricardo III de la mano de Tomas Moro -el filósofo autor de Utopía- que compone un perfil del rey algo parcial, haciendo hincapié en sus defectos físicos (cojo, jorobado y medio manco) y sus comportamientos asesinos. También nos pone en la pista de la posible alergia del rey y de su implicación en la muerte de Lord Hastings, uno de los últimos obstáculos en su camino al trono. Shakespeare toma nota de lo que relata Tomás Moro y así lo incluye en la trama de su famosa obra de teatro.
Hasta ahora solo prevalecía ese retrato psicológico y físico de Ricardo III que Shakespeare nos mostró; el de un hombre intrigante y cruel, en una época en la que incluso su aspecto escoliótico le hace parecer más perverso. Su hermano, Eduardo IV, le confió al morir la tutela de sus hijos, pero Ricardo no dudó en adueñarse del trono inglés después de hacer asesinar a sus dos sobrinos en la Torre de Londres. Según Shakespeare “era un tirano sangriento y un homicida; alguien criado en sangre, y en sangre asentado”.
Pero en esa imagen hay cierta exageración teatral. Antes de que Ricardo tomara su camino hacia el trono, su hermano mayor Eduardo se convierte en rey tras su victoria en los campos de York. Ya como Eduardo IV, le encarga a Ricardo que se ocupe de las ejecuciones de sus opositores, lo que alcanza también a otro de los hermanos, Jorge, que acaba ahogado en un barril de vino. Al morir Eduardo IV, su hijo de 12 años se convierte en heredero bajo la custodia de Ricardo como regente. Ricardo, experto en intrigas y venganzas, teme ser asesinado por los partidarios de su cuñada, y decide pasar a la acción primero. Así, termina con la vida de los hermanos y aliados de la reina viuda, y al final también con sus sobrinos para convertirse en rey.
Tomás Moro nos cuenta que Ricardo utilizó su alergia a fresas como justificación en la condena a muerte de Lord Hastings, pero cuando estudiamos el texto de Shakespeare, comprobamos que solo se hace mención a las fresas en el contexto de la “sequedad del brazo del rey Ricardo”, lo cual, como reacción alérgica inmediata parece poco probable. Es cierto que Shakespeare no conocía la semiología alérgica, pero se esperaría una mejor descripción del genio literario inglés.
Revisando la literatura médica, comprobamos que estas mismas dudas las tuvo el Dr. J. Swift, un médico británico que publica una carta sencilla y clarificadora en 1956 en el British Medical Journal (4). Sus argumentos, básicamente se resumen en los siguientes párrafos.
Esta historia se conoce a través de Tomás Moro, que era un paje del Cardenal Morton, dueño del jardín de las fresas en cuestión. Pero hay algunas cosas que no tienen mucho sentido. Si Ricardo III hubiera tenido realmente un brazo “seco”, todos lo sabrían previamente, y no podría haber convencido al consejo de que ese mal era a causa de un hechizo inmediato. Y ¿por qué pidió las fresas? Se supone que sabía que era alérgico, y una urticaria que incluyera la afectación súbita de su brazo, sí justificaría la acusación de brujería; más aún si el exantema desapareciera al morir Hastings. De aquí la insistencia de que se ajusticiara a Hastings antes de la cena y le trajeran su cabeza en una bandeja. Un mínimo cambio en una palabra explicaría todo. Puede que Tomás Moro, que escuchó de soslayo la historia de los labios del cardenal, cometiera un pequeño error y no fuera “withered” (seco), sino algo como “tettered” (erupción pruriginosa).
El reciente y sorprendente hallazgo de los restos de Ricardo III en Inglaterra, y su posterior análisis forense, da la razón al Dr. Swift, puesto que no se ha encontrado ninguna alteración anatómica en ese brazo supuestamente seco (5).
Aunque Shakespeare describa el personaje como un intrigante malvado, si lo evaluamos con una mentalidad del siglo XV, no podemos descartar que, tal vez, creyera realmente que estaba hechizado, y no fuera una táctica vil para ajusticiar a Hastings. Esta posibilidad existe, pero revisando la vida del personaje y la historiografía al respecto, me parece menos probable.
El fenómeno reagínico en otras novelas históricas
Antes de que se supiera que alguno de mis personajes iba a emular a los de Shakespeare, estaba tan poseído por nuestra profesión que en cada uno de mis libros libraba una pequeña batalla para introducir eventos médicos –alergológicos especialmente- en el argumento de la historia narrada; y, si era posible, convertir tales eventos en casualidades que redirigían las vidas de los personajes y les hacían evolucionar a otras personalidades, a veces más proactivas, a veces más bondadosas y otras veces más canallas (6).
En la primera de mis historias medievales El Cantar de Arriaga, escrita en las madrugadas de mis últimos años de residencia, un par de monjes casi adolescentes viajan desde los Pirineos navarros hasta la Castilla del Conde Fernán González para participar sin comerlo ni beberlo en una conspiración contra el noble castellano. A lo largo de la intriga, uno de los monjes acaba encontrando su destino como héroe del relato gracias a eventos alérgicos sufridos por sus contrincantes. El monje lucha en clara desventaja contra un mercenario asesino junto a unas colmenas. El terrible shock anafiláctico que sufre el mercenario encumbra al monje como poderoso hechicero.
En El Enigma del Códice Bardulia se muestra una obsesión por hacer convivir los hechos mágicos, las brujerías y las pócimas antiguas con la medicina del mundo actual, que le transmite al lector la posibilidad de dar una explicación científica a los misterios y sucesos pasados, con la suficiente ambigüedad para que el propio lector elija qué versión desea creer. En esa novela, una joven lingüista recibe de sus ancestros la capacidad de manejar una pócima mortal. Tanto ella como su antepasado medieval toleran la toxicidad de una sustancia que al resto le provoca terribles visiones y una muerte atroz.
El Reino de la Espada se desarrolla en el siglo XIII, cuando el imperio Almohade presiona la frontera sur de los reinos cristianos hispánicos, llegando a recuperar casi la línea del río Tajo. Toledo está amenazado. Alfonso VIII de Castilla convoca a los reinos cristianos a una de las más decisivas batallas de la Reconquista. Un ejército se dirige al sur. Una intriga pretende acabar con la vida del rey de Castilla. Una comitiva de monjes y caballeros intentarán evitar el atentado. La paradoja asmático-reagínica viene de la mano de las humedades de los pasadizos y de la polvorienta materia orgánica que una valiente doncella le lanza a uno de los malvados conjurados, conduciéndole a una horrible y disneica muerte.
La convergencia de la medicina, la alergología y la literatura histórica en una misma persona obliga, sin lugar a dudas, a la búsqueda, investigación y descifrado de historias lejanas, textos antiguos y lugares inexplorados donde los hechos reagínicos complementen los argumentos de las obras literarias.
Bibliografía
Para citar este artículo:
Moreno-Ancillo, A. (10 de abril de 2017). El fenómeno reagínico en el devenir de los héroes literarios medievales: mística, hechicería y leyenda. [Mensaje en un blog]. Blog del Comité de Humanidades de la SEAIC. Recuperado de https://www.seaic.org/profesionales/blogs/humanidades
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Es un problema a nivel mundial cuya prevalencia está aumentando a un ritmo alarmante. Este incremento de la prevalencia de obesidad en niños y en modo paralelo una incidencia cada vez mayor en los mismos de asma han motivado el planteamiento de que ambos procesos pudieran estar relacionados. Diversos estudios han demostrado un efecto de temporalidad entre estados obesogénicos y el posterior desarrollo de asma y de igual modo un efecto de dosis-respuesta, estableciéndose una relación directa entre el grado de obesidad y la severidad con la que cursa el asma.
El asma relacionado con la obesidad pediátrica causa una gran carga de enfermedad y se asocia con anomalías metabólicas. La mala calidad de la dieta, a su vez, parece estar relacionada con el asma, sin embargo, la asociación entre el estado nutricional y la carga de la enfermedad entre los niños con asma relacionada con la obesidad no se conoce bien.
En el estudio de Tobias et al1 se plantea valorar el estado nutricional, definido como concentraciones de carotenoides séricos y ácidos grasos omega-3, y su asociación con la función pulmonar y los marcadores metabólicos entre los niños asmáticos obesos.
Se cuantificaron los carotenoides y ácidos grasos séricos en una cohorte de estudio de 158 adolescentes de minorías urbanas, incluyendo 39 asmáticos obesos, 39 asmáticos con peso saludable, 38 controles obesos y 42 controles con peso saludable y comparados entre los grupos. Se correlacionaron los niveles de carotenoides y ácidos grasos con los índices de función pulmonar y con la resistencia a la insulina y la dislipidemia.
Como resultados se obtuvieron que la media de carotenoides totales fue más baja en niños asmáticos obesos (0,41 μg/ml) frente a asmáticos con un peso inferior al saludable (0,52 μg/ml, p <0,05) y a los controles de peso saludable (0,60 μg/ml, p <0,001). La proporción de ácidos grasos poliinsaturados omega-6/omega-3 también fue distinta entre los grupos (p <0.05) correlacionándose de forma inversa con el pronosticado en los niños asmáticos obesos.
Los carotenoides totales se correlacionaron positivamente con el porcentaje de FEV1 predicho y se correlacionaron inversamente con la resistencia a la insulina sólo entre los asmáticos obesos.
En definitiva, estos hallazgos sugieren que los carotenoides, que son más bajos en niños asmáticos obesos, pueden tener efectos protectores sobre la salud metabólica y la función pulmonar y de manera similar, los ácidos grasos omega-3 también parecen ser protectores de la función pulmonar.
Sería deseable y necesario poner en marcha estudios que profundizasen y aclarasen los entresijos aún por conocer de la relación existente entre la obesidad y las alteraciones respiratorias como el asma. Desde una temprana edad seria necesario inculcar a los niños una dieta saludable con el fin de prevenir enfermedades crónicas futuras, entre ellas, el asma bronquial. Además, resultará igualmente necesario establecer colaboraciones entre los profesionales de las distintas especialidades (Endocrinología, Cardiología, etc.), todo ello orientado a poner en marcha programas de acción y prevención coordinados.
1.-Tobias TAM, Wood LG, Rastogi D. Carotenoids, fatty acids, and disease burden in obese minority adolescents with asthma. Clin Exp Allergy. 2019 Mar 25.
Margarita Tomás Pérez. Médico Adjunto Alergología Hospital General Universitario La Paz. Madrid. Comité de Alergia Infantil SEAIC.