Mañana, 22 de mayo, se celebra el primer Día Mundial de la Esofagitis Eosinofílica.
Además de diversas acciones para dar visibilidad social a esta enfermedad de prevalencia creciente, la Asociación de Pacientes con Esofagitis Eosinofílica (ADESEO) ha organizado un interesante seminario web con ponentes de talla internacional:
Día 22 de mayo:
14:00 – 15:30 horas | Webinar «Día Mundial de la EoE!». Centrado en el ámbito médico, habrá tres ponencias especializadas a cargo de reconocidos expertos internacionales que compartirán los últimos avances en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad:
Te puedes inscribir aquí
Más información sobre el Día Mundial en la página web de ADESEO
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Artículo: Teleallergy: Where Have We Been and Where Are We Going? Ramsey A, Chen Wu A, Bender B, Portnoy J. J Allergy Clin Immunol Pract 2023;11:126-31.
La telemedicina se puede definir, como el uso de las tecnologías de la información, por medio de los sistemas telemáticos, para proporcionar asistencia médica, independientemente de la distancia que separa al paciente del profesional médico.
Los primeros datos de telemedicina aplicados al campo de la Alergología son muy escasos a partir de los años 90. Sin embargo, el uso de la telemedicina se incrementa de forma exponencial a partir del año 2020. Este año, queda marcado en la historia por la extensión de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2019 (COVID-19), lo que condicionó un cierre de la actividad socioeconómica mundial casi global. Tras declararse la pandemia por la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2020, el gobierno español decretó el estado de alarma con el consiguiente confinamiento domiciliario, que se prolongó hasta junio de 2020. Posteriormente se han sucedido diversas olas pandémicas que han ido afectando de forma diversa la asistencia médica.
El modelo de acceso y prestación de la asistencia sanitaria cambió bruscamente, primero en la Atención Primaria, y posteriormente en las diferentes especialidades médicas. El patrón clásico de asistencia presencial, ha sido sustituido por un patrón mixto, en el que las herramientas de telemedicina han desempeñado un papel determinante. Centrándonos en el campo de la Alergología, investigadores norteamericanos dirigidos por Ramsey y cols., han llevado a cabo una revisión sobre el impacto de la telemedicina en la satisfacción de los pacientes alérgicos, en el coste de la asistencia, así como en el entorno normativo que debe regular en el futuro la telemedicina.
1.- Satisfacción del paciente
Hay diversos estudios en los primeros años del siglo XXI. Así, en 2015, Portnoy y cols., compararon las visitas presenciales frente a la teleasistencia, en 169 pacientes pediátricos con asma bronquial. El 90% de los pacientes consideraban satisfactoria la asistencia sanitaria, y un 88% la recomendaría para las revisiones médicas.
Diversos estudios muestran una opinión favorable. En el estudio de Mustafa y cols., con 251 pacientes alérgicos, la satisfacción fue general para todos los tipos de enfermedades alérgicas, salvo en la alergia a alimentos, donde los pacientes consideraron óptima la visita presencial. En otro estudio dirigido por Emory con 269 pacientes, la satisfacción fue plena con la consulta telemática para el 79% de los pacientes, siendo el dato mas relevante la facilidad para poder asistir a la cita. No obstante, incluso con datos satisfactorios, los investigadores refieren que determinados procedimientos en el campo de la Alergología, como la realización de las pruebas cutáneas o los estudios de pruebas de tolerancia con alimentos o medicamentos requieren de la visita presencial. Otros estudios, sin embargo, muestran una mayor satisfacción con las visitas presenciales, especialmente en pacientes con dermatitis atópica, múltiples alergias a alimentos o pacientes pediátricos con asma bronquial.
2.- Satisfacción del médico
Tradicionalmente los alergólogos no han utilizado la telemedicina, por lo que se les deben facilitar herramientas que permitan su uso. Sin embargo, salvo en algunos países, no se han desarrollado programas de formación para los especialistas ni tampoco la asistencia mediante aplicaciones informáticas.
La principal ventaja de utilizar la telemedicina en la práctica clínica habitual es el ahorro de tiempo que supone para el médico disminuir las horas de consulta dedicadas a labores burocráticas. Este tiempo podría reinvertirse en reducir las listas de espera dedicadas a dar resultados analíticos, resolver dudas a pacientes a cerca de tratamientos de una forma más rápida, así como conseguir una comunicación más fluida con pacientes y médicos de Atención Primaria. De esta manera, se agilizarían procedimientos ordinarios y mejoraría la calidad asistencial del paciente.
3.- Coste socioeconómico de la telemedicina
Por un lado, la telemedicina puede reducir los costes de las enfermedades alérgicas ya que disminuye los gastos en el transporte hasta la consulta médica, así como el absentismo escolar y laboral. Sin embargo, tiene otras desventajas que pueden incrementar el coste como es la falta de acceso directo al profesional sanitario y su supervisión, lo que puede implicar una peor evolución clínica de la enfermedad. Existen pocos estudios durante la pandemia Covid de telemedicina y coste sanitario. En un estudio sobre pacientes pediátricos diagnosticados de asma bronquial, se observó que tras realizar un programa de telemedicina en el primer año de la pandemia Covid, hubo una reducción en las reagudizaciones asmáticas. Este hecho puede ser atribuible no a la telemedicina en si misma, sino a la escolarización en casa durante los primeros meses Covid, así como el uso de la mascarilla, ya que ambas situaciones redujeron la exposición a diferentes virus durante ese periodo de tiempo, lo que puede explicar la reducción en las exacerbaciones asmáticas. Por otro lado, es conocido que la telealergia tiene su mayor potencial de mejora del gasto sanitario en las zonas rurales o áreas que no disponen de alergólogo cercano, por lo que requieren un desplazamiento importante para la asistencia médica. Así, en un estudio alemán hecho con 112 pacientes con rinitis alérgica, la telemedicina generó un ahorro de 60.000 euros por año y redujo en 2.3 los días perdidos de trabajo o escuela, por paciente y año.
4.- Cambios en el marco regulatorio
La introducción y el uso progresivo de la telemedicina aplicado al campo de la Alergología, debe acompañarse de una actualización en el marco legislativo, así como de la cobertura y coste de los seguros de asistencia médica, tanto en la Sanidad Privada como Pública, que deben ir acometiéndose durante los próximos años.
CONCLUSIONES
Tras la pandemia Covid, la telemedicina aplicada al campo de la Alergología es una realidad. Esta herramienta ofrece ventajas, las principales, la reducción de absentismo laboral/escolar y transporte, la mejor adherencia en el seguimiento y la mayor agilidad en las revisiones médicas. Ofrece también una posible mejoría en la educación continuada del paciente alérgico con las diferentes herramientas informáticas, así como en el seguimiento del cumplimiento terapéutico. Sin embargo, pese a estas ventajas, la asistencia presencial seguirá siendo vital en nuestra especialidad, para la realización de muchos de nuestros procedimientos diagnósticos y terapéuticos, así como para aquellos pacientes que requieran un diagnóstico inicial, una valoración directa por parte del alergólogo o cuando la gravedad o el control de la enfermedad así lo requiera.
Marta Reche. Servicio de Alergología. Hospital Universitario Infanta Sofía. San Sebastián de los Reyes. Madrid. Comité de Alergia Infantil
La anafilaxia, como extremo más grave del espectro de las reacciones alérgicas, de afectación sistémica, aguda y potencialmente mortal, representa una patología de especial interés en pediatría.
En Europa, la anafilaxia es un problema común que afecta aproximadamente a 1 de cada 300 habitantes en algún momento de su vida. Según datos de la red europea de reacciones alérgicas graves, el 27% de los casos de anafilaxia se produce en menores de 18 años. Además, se ha descrito un incremento de su incidencia, especialmente en niños y preescolares.
Causas/desencadenantes
La causa más común de anafilaxia en niños son los alimentos (75%), seguida a distancia por los medicamentos (11%). Estudios epidemiológicos de la SEAIC* señalan a la alergia alimentaria como tercer motivo de consulta a los servicios de Alergología en edad pediátrica, con una tendencia al alza. La anafilaxia representa el 7,5% de los casos diagnosticados, siendo la leche de vaca, el huevo, los frutos secos y las frutas, los alimentos implicados más frecuentemente.
Los desencadenantes alimentarios varían según la edad y el área geográfica. En los dos primeros años de vida, la leche de vaca y el huevo son los desencadenantes más habituales; posteriormente, los frutos secos en edad preescolar, siendo el cacahuete el más común en todas las edades. En ciertos países europeos, particularmente en el área mediterránea, el melocotón tiene especial relevancia.
La anafilaxia inducida por ejercicio y dependiente de alimentos también debe ser considerada en los niños. Es un tipo especial de alergia mediada por IgE en la que el ejercicio o el consumo de un alimento causante no inducen síntomas por sí solos, pero el ejercicio tras la ingestión del alimento desencadena anafilaxia.
Por último, los padres con frecuencia expresan su preocupación sobre el riesgo de anafilaxia por vacunas; sin embargo, son una causa excepcional en niños.
Factores de riesgo y casos fatales
Las muertes por anafilaxia son raras. En aquellas relacionadas con alimentos, el 73% son debidas a frutos secos o cacahuete, siendo la leche de vaca responsable del 21% de las muertes en <16 años. El riesgo de muerte por anafilaxia aumenta dos veces entre adolescentes en comparación con los niños de 0-2 años. En general, los factores de riesgo identificados para la anafilaxia fatal por alimentos en niños incluyen asma coexistente, edad >10 años, alergia al cacahuete o frutos secos y la falta o la administración tardía de adrenalina.
Un tercio de los casos de anafilaxia ocurren en casa, el 25% en restaurantes y un 15% en la escuela.
Diagnóstico de anafilaxia
La anafilaxia es un diagnóstico predominantemente clínico, con afectación de varios sistemas y de inicio rápido tras la exposición al desencadenante. En los niños muy pequeños, el diagnóstico puede presentar algunos desafíos por la dificultad para describir ciertos síntomas como el prurito o la opresión faríngea; y ciertos signos, como la irritabilidad y los cambios de comportamiento, pueden ser difíciles de interpretar. La anafilaxia en los lactantes suele afectar a la piel (98%), al sistema respiratorio (59%), al aparato digestivo (56%) y, con menos frecuencia, al sistema cardiovascular. Cuando se produce hipotensión, en niños <10 años se define como una tensión arterial sistólica inferior a <70mmHg + (2 x edad en años) o un descenso >30% respecto a un registro basal.
Los síntomas respiratorios aparecen con frecuencia en los niños, especialmente en aquellos que padecen asma. Por otro lado, la anafilaxia puede suceder sin afectación de la piel, de tal forma que los signos cutáneos están ausentes en 10-20% de las anafilaxias. Este hecho afecta de manera crítica a su diagnóstico y tratamiento precoces.
Manejo
Para el autocuidado temprano de los pacientes con anafilaxia es fundamental educar a los padres, cuidadores y a los niños sobre el riesgo de anafilaxia, el control de las enfermedades concomitantes y sus desencadenantes y el autotratamiento de cualquier recurrencia. Durante la infancia, el cuidado/responsabilidad en la aplicación de medidas de evitación, reconocimiento de reacciones y tratamiento de las mismas recae inicialmente en padres y cuidadores. A medida que el niño crece se le enseña a evitar los desencadenantes, reconocer los síntomas y tratar futuras reacciones. Se ha estimado por encuestas que los niños de 9-11 años podrían reconocer síntomas y utilizar correctamente un AIA*.
A los pacientes se les deben recetar uno o más AIA*. Se recomienda que lleven siempre consigo un plan de acción de emergencia escrito y personalizado que ilustre cómo reconocer los síntomas e instruya sobre cómo inyectar rápidamente la adrenalina. Esta debe ser administrada por vía intramuscular en la parte anterolateral media del muslo manteniendo el AIA durante aproximadamente 3-10 segundos. La administración de adrenalina es el tratamiento de primera línea y no existen contraindicaciones absolutas para su administración. La dosis debe repetirse cada 5-15 minutos si los síntomas persisten y tras su administración se debe solicitar asistencia médica. Estas medidas preparan a los padres y a los niños para afrontar una reacción y evitar que se agrave.
Durante una anafilaxia es crucial evaluar periódicamente las vías respiratorias, la respiración, la circulación, el estado mental y la piel, posicionar al paciente según sus características y simultáneamente llamar a los servicios de emergencia. La mayoría de los niños deben colocarse tumbados boca arriba, a menos que haya dificultad respiratoria, en cuyo caso una posición sentada optimiza el esfuerzo respiratorio; si está inconsciente, el niño puede colocarse en posición de recuperación. Al mismo tiempo, y si es posible, se debe eliminar la exposición al desencadenante (p. ej., suspender la administración de medicamentos/agentes terapéuticos).
El tratamiento de la anafilaxia continúa con el traslado a un entorno de atención sanitaria, idealmente en ambulancia. En niños con anafilaxia y síntomas de broncoespasmo, se pueden administrar agonistas beta-2 de acción corta inhalados (p. ej., salbutamol); sin embargo, en presencia de síntomas persistentes no son alternativa a la administración repetida de adrenalina intramuscular. En caso de obstrucción de las vías respiratorias superiores debe considerarse nebulizar adrenalina. Los medicamentos de segunda línea incluyen agonistas beta2-adrenérgicos, glucocorticoides y antihistamínicos. Es necesario observar a los niños durante varias horas, siendo especialmente importante en reacciones graves y en aquellas que requieren varias dosis de adrenalina.
Conclusiones
La anafilaxia es una patología de especial relevancia en edad pediátrica, siendo los alimentos su causa más común. En los niños, los síntomas respiratorios y la ausencia de afectación cutánea son características que deben ser consideradas en su presentación. El asma, la adolescencia, la alergia al cacahuete o los frutos secos y la falta o la administración tardía de adrenalina son factores asociados a mayor gravedad. La educación periódica de niños y familias, sobre cómo identificar los episodios, responder adecuadamente y emplear el AIA son vitales y deben ser revisados regularmente.
Dr. Carmelo Escudero Díez. Servicio de Alergología Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid). Comité de Alergia Infantil.
*SEAIC: Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
*AIA: Auto-inyector de adrenalina.
Referencias recomendadas
La Junta directiva de la SEAIC se congratula con la contratación de tres Alergólogos en la sanidad pública balear en el hospital de Son Espases. De esta manera se crea el germen del primer servicio de alergología en la sanidad pública balear, demandado durante muchos años por las sucesivas juntas directivas de nuestra sociedad. La población alérgica de las islas Baleares se situará así en igualdad de condiciones en esta prestación sanitaria. con respecto al resto de las autonomías españolas.
Fuente: Rafel Montaner, Valencia para levante-emv.com
La presencia de avispas gigantes en una urbanización de l’Eliana ha desatado el pánico entre los vecinos de la zona. Con cinco centímetros de longitud, estos insectos son cuatro veces más grandes que las avispas comunes.
Varios vecinos de una urbanización de l’Eliana se han visto sobresaltados por la presencia en los jardines de sus viviendas de avispas gigantes que, con sus cinco centímetros de longitud, son cuatro veces más grandes que las avispas comunes. «Solo pensar que pudiera formarse un enjambre de estos avispones en el patio de casa… me aterroriza, sinceramente», relata una vecina que pudo capturar un ejemplar de estas avispas de gran tamaño.
La mujer, que nunca había visto nada igual, explica que encontró al avispón como aletargado, con las alas desplegadas, sobre las baldosas de una terraza. «Desde lejos me pareció un pajarillo pequeño, que quizás había atrapado mi gata de un nido. Pero cuando me di cuenta de que era una avispa enorme, menudo susto me llevé», añade. Su marido cogió el insecto con unas pinzas de barbacoa, lo metió en un tarro de cristal y lo trajo a Levante-EMV convencido de que se trataba de «un bicho raro».
Este diario ha puesto el espécimen capturado en l’Eliana a disposición de los investigadores de Fundación Entomológica Torres Sala, entidad que administra el Museu Valencià d’Història Natural, quienes han dictaminado que esta avispa es unahembra de la especie Megascolia maculata, el mayor himenóptero de Europa.
El entomólogo Sergio Montagud, experto de la Torres Sala que ha realizado la ficha de la Megascolia para el Banco de datos de Biodiversidad de la Comunitat Valenciana de la Conselleria de Medi Ambient explica que la Megascolia maculata «era muy frecuente en las zonas de agricultura tradicional de l’Horta y del Camp de Túria, pero su presencia ha ido descendiendo conforme se han abandonado los cultivos».
Montagud relata que, aunque casi son inofensivas -«sólo las hembras disponen de aguijón y es extraño que piquen sino se les molesta o se les intenta agarrar»-, cada vez que aparecen juntos varios ejemplares, «la gente se asusta ante el miedo de que vayan a formar un panal, temor que es del todo infundado porque se trata de avispas solitarias». Eso mismo fue lo que sucedió el año pasado en el antiguo Hospital Militar de Quart de Poblet, desde donde alertaron a la Fundación Torres Sala ante la presencia de muchas Megascolia.
El especialista en insectos señala que estas avispas son ectoparásitas, es decir, que viven en la superficie de otro organismo, como el piojo o el mosquito. Su objetivo preferido son las larvas de coleópteros como el escarabajo rinoceronte (Oryctes nasicornis) «que son buscadas activamente por las hembras para servir de sustrato a su descendencia».
La hembra de la Megascolia maculata, que se diferencia por tener la parte frontal de la cabeza de color naranja rojizo y ser de mayor tamaño, «paraliza mediante su aguijón a las larvas huéspedes, que inmediatamente cesan su desarrollo. Sobre ella depositan un huevo que dará lugar a una larva ya muy desarrollada que se alimentará, bajo el suelo, de la larva paralizada del coleóptero».
Los escarabajos rinoceronte alojan sus larvas en tocones de árboles talados, «principalmente naranjos, frutales y otros árboles de jardín a excepción de los pinos y demás resinosas». En el hospital lo que sucedió es que «habían cortadoárboles tiempo antes y tenían era una plaga de coleópteros».
Raras en las zonas urbanas
En 1949, un año después de su fundación, la Sociedad celebró el primer congreso Nacional de Alergia en el Hospital Provincial de Madrid (actual Centro de Arte Reina Sofía). A partir de entonces se han celebrado congresos nacionales cada tres o cuatro años. A partir de 1978 la periodicidad pasa a ser bienal.
Actualmente de forma anual se celebran Congresos y Simposios (de forma consecutiva) para que todos los alergólogos puedan actualizarse en esta especialidad.
2021: 33º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica 2020 - Zaragoza.
2020: 32º Congreso Virtual de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica 2020.
2018: XXXI Congreso Nacional de la SEAIC - Valencia
2016: XXX Congreso Nacional de la SEAIC - San Sebastián
2014: XXIX Congreso Nacional de la SEAIC - Salamanca
2012: XXVIII Congreso Nacional de la SEAIC - Pamplona
2010: XXVII Congreso Nacional de la SEAIC - Madrid
2008: XXVI Congreso Nacional de la SEAIC - Bilbao
2006: XXV Congreso Nacional de la SEAIC - Valencia
2004: XXIV Congreso Nacional de la SEAIC - Marbella
2002: XXIII Congreso Nacional de la SEAIC - Madrid
2000: XXII Congreso Nacional de la SEAIC - Pamplona
1998: XXI Congreso Nacional de la SEAIC - Barcelona
1996: XX Congreso Nacional de la SEAIC - Granada
1994: XIX Congreso Nacional de la SEAIC - Santa Cruz de Tenerife
1992: XVIII Congreso Nacional de la SEAIC - Sevilla
1990: XVII Congreso Nacional de la SEAIC - Valencia
1988: XVI Congreso Nacional de la SEAIC - Murcia
1986: XV Congreso Nacional de la SEAIC - Madrid
1984: XIV Congreso Nacional de la SEAIC - Santiago de Compostela
1982: XIII Congreso Nacional de la SEAIC - Sevilla
1980: XII Congreso Nacional de la SEAIC - Palma de Mallorca
1978: XI Congreso Nacional de la SEAIC - Las Palmas de Gran Canaria
1975: X Congreso Nacional de la SEAIC - Granada
1972: IX Congreso Nacional de la SEA - Zaragoza
1969: VIII Congreso Nacional de la SEA - Valencia
1966: VII Congreso Nacional de la SEA - Palma de Mallorca
1962: VI Congreso Nacional de la SEA - Oporto(Reunión conjunta con la Sociedad Portuguesa de Alergia)
1959: V Congreso Nacional de la SEA - Salamanca1956IV Congreso Nacional de la SEA - Barcelona
1954: III Congreso Nacional de la SEA - Santa Cruz de Tenerife
1951: II Congreso Nacional de la SEA - Sevilla
1949: I Congreso Nacional de la SEA - Madrid
2024: Simposio Internacional de "Enfermedades Alérgicas de Riesgo Vital", Bilbao.
2019: Simposio Internacional. "Avances y Perspectivas en Alergia Cutánea e Inmunología", Gran Canaria.
2017: Symposium Internacional de "Aerobiología, Contaminación y Cambio Climático", Murcia.
2015: Symposium Internacional de "Vía Respiratoria Única", Sevilla.
2013: Symposium Internacional de "Alergia a Himenópteros", Granada.
2011: Symposium Internacional de "Alergia Alimentaria" / «100 años de Inmunoterapia» Barcelona.
2009: Symposium Internacional de “Alergia a medicamentos”, Logroño.
2007: Symposium Internacional de “Alergia cutánea” Santander.
2005: Symposium Internacional de “Rinoconjuntivitis” Sevilla.
2003: Symposium Internacional “Aerobiología y Polinosis”, Zaragoza.
2001: Symposium Internacional de “Alergia a alimentos”, Bilbao.
1999: Symposium Internacional 50º Aniversario de la SEAIC, La Coruña.
1997: Symposium Internacional sobre “Reacciones adversas a fármacos con base inmunológica” Puerto de Santamaría (Cádiz)
1995: Symposium Internacional de “Asma bronquial” Barcelona.
1993: Symposium de “Inmunoterapia” Torremolinos (Málaga).
1991: Symposium de “Asma bronquial” Cáceres.
1989: Symposium de “Inmunoterapia” Madrid.
1989: Symposium de “Alergia a medicamentos” Palma de Mallorca.
1987 : Symposium de “Provocaciones bronquiales no inhalativas” Madrid.
1985: Symposium de “Alergia ocupacional”, Sevilla.
1983: Symposium de “Alergia a medicamentos”, Palma de Mallorca.
1977: Symposium de “Alergia a medicamentos”, Benidorm (Alicante).
1974: Symposium de “Mecanismos efectores de las reacciones alérgicas”, Madrid.
1974: Symposium de “Asma bronquial”, Palma de Mallorca.
1971: Symposium de “Alergia a medicamentos”, Benidorm (Alicante).
La prevalencia de alergia a alimentos ha ido en aumento en las últimas décadas tanto en España como a nivel global, hasta hace unos años no existía otra recomendación más que la de evitar el alimento al que el paciente es alérgico, lo cual en ocasiones lleva a una dieta muy restrictiva y un empeoramiento en la calidad de vida. Por lo tanto, existe la necesidad de ofrecer nuevos tratamientos más allá de las dietas de evitación.
Una alternativa de tratamiento en auge es la inmunoterapia oral (ITO), la cual consiste en administrar dosis crecientes del alimento al que el paciente es alérgico para aumentar su tolerancia. Esta es generalmente efectiva, pero tiene varias limitaciones como la larga duración del tratamiento durante el cual se pueden presentar reacciones graves y otros efectos adversos, ser específica para cada alimento, no estar estandarizada y no estar disponible en todos los centros ni para todos los alimentos.
Otra alternativa emergente en la alergia a alimentos es el uso de fármacos biológicos. Un fármaco biológico es un medicamento producido a partir de organismos vivos o componentes de estos, como células, tejidos, proteínas o anticuerpos. Estos medicamentos están diseñados para actuar sobre procesos biológicos específicos. Ejemplos comunes incluyen vacunas, hormonas y moduladores inmunitarios. En el campo de la alergología se dirigen contra moléculas concretas de la respuesta inmune de tipo alérgico, es por este motivo que los fármacos biológicos han revolucionado el manejo de enfermedades alérgicas e inflamatorias como el asma, urticaria y la dermatitis atópica, especialmente en casos severos que no responden a terapias convencionales y se muestran prometedores en el tratamiento de alergia alimentaria.
Una aplicación destacada es el uso del biológico Omalizumab, que bloquea la IgE, utilizado desde hace años en asma y urticaria y recientemente aprobado por la FDA para reducir las reacciones alérgicas a alimentos en pacientes con múltiples alergias alimentarias (febrero de 2024), basado en estudios como el OUTMATCH. Aunque no está aprobado específicamente para su uso en combinación con la ITO, múltiples ensayos clínicos han explorado esta combinación con resultados alentadores. Incluso consensos de expertos recomiendan el uso de Omalizumab como adyuvante de la ITO. Esta combinación permitiría aumentar las dosis del alimento en ITO de manera más rápida y segura.
Otro biológico en investigación en alergia alimentaria es el Dupilumab que bloquea ciertas moléculas que participan en la señalización de la respuesta alérgica (IL4 e IL13) y que cuenta ya con eficacia demostrada en múltiples patologías alérgicas como dermatitis atópica, asma grave, poliposis nasosinusal y este mes de noviembre ha sido aprobado por la EMA como el primer y único tratamiento biológico para la esofagitis eosinofílica en pacientes de >1 año de edad. En alergia alimentaria su uso sólo o en combinación con ITO aún está en etapas iniciales de investigación, pero los resultados preliminares son prometedores.
Actualmente están en investigación varios fármacos biológicos dirigidos frente a diferentes moléculas involucradas en la respuesta alérgica y su posible uso en alergia alimentaria, sin embargo, se encuentran todavía en etapas preliminares.
El desarrollo de terapias biológicas ofrece esperanza para muchos pacientes que hasta hace poco no tenían opciones viables pero hace falta más investigación para optimizar su aplicación y establecer guías clínicas claras.
María Carabel Lahera. Clínica Universidad de Navarra (Madrid).
Rosialzira Vera Berrios. Hospital Clínico San Carlos, IdISSC (Madrid).
Bibliografía:
Mutarelli A, Giavina-Bianchi B, Arasi S, Cafarotti A, Fiocchi A. Biologicals in IgE-mediated food allergy. Curr Opin Allergy Clin Immunol. 2023 Jun 1;23(3):205-209. doi: 10.1097/ACI.0000000000000900. Epub 2023 Mar 28. PMID: 37185824.
Sindher SB, Hillier C, Anderson B, Long A, Chinthrajah RS. Treatment of food allergy: Oral immunotherapy, biologics, and beyond. Ann Allergy Asthma Immunol. 2023 Jul;131(1):29-36. doi: 10.1016/j.anai.2023.04.023. Epub 2023 Apr 25. PMID: 37100276; PMCID: PMC10330596.
Sindher SB, Fiocchi A, Zuberbier T, Arasi S, Wood RA, Chinthrajah RS. The Role of Biologics in the Treatment of Food Allergy. J Allergy Clin Immunol Pract. 2024 Mar;12(3):562-568. doi: 10.1016/j.jaip.2023.11.032. Epub 2023 Nov 25. PMID: 38013157; PMCID: PMC11104487.
Wood RA, Chinthrajah RS, Rudman Spergel AK, Babineau DC, Sicherer SH, Kim EH, Shreffler WG, Jones SM, Leung DYM, Vickery BP, Bird JA, Spergel JM, Kulis M, Iqbal A, Kaufman D, Umetsu DT, Ligueros-Saylan M, Uddin A, Fogel RB, Lussier S, Mudd K, Poyser J, MacPhee M, Veri M, Davidson W, Hamrah S, Long A, Togias A; OUtMATCH study team. Protocol design and synopsis: Omalizumab as Monotherapy and as Adjunct Therapy to Multiallergen OIT in Children and Adults with Food Allergy (OUtMATCH). J Allergy Clin Immunol Glob. 2022 Jul 21;1(4):225-232. doi: 10.1016/j.jacig.2022.05.006. PMID: 37779534; PMCID: PMC10509974.
Zuberbier T, Muraro A, Nurmatov U, Arasi S, Stevanovic K, Anagnostou A, Bonaguro R, Chinthrajah S, Lack G, Fiocchi A, Le TM, Turner P, Lozano MA, Angier E, Barni S, Bégin P, Ballmer-Weber B, Cardona V, Bindslev-Jensen C, Cianferoni A, de Jong N, de Silva D, Deschildre A, Galvin AD, Ebisawa M, Fleischer DM, Gerdts J, Giovannini M, Gradman J, Halken S, Arshad SH, Khaleva E, Lau S, Loh R, Mäkelä MJ, Marchisotto MJ, Morandini L, Mortz CG, Nilsson C, Nowak-Wegrzyn A, Podestà M, Poulsen LK, Roberts G, Rodríguez Del Río P, Sampson HA, Sánchez A, Schnadt S, Smith PK, Szajewska H, Mitrevska NT, Toniolo A, Venter C, Warner A, Wong GWK, Wood R, Worm M. GA2LEN ANACARE consensus statement: Potential of omalizumab in food allergy management. Clin Transl Allergy. 2024 Nov;14(11):e70002. doi: 10.1002/clt2.70002. PMID: 39506193; PMCID: PMC11540805.
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Lo primero, ¿Qué es eso de la microbiota intestinal?
La microbiota intestinal se define como la comunidad de microorganismos que habita en nuestro tracto digestivo. Esta comunidad está formada por una gran variedad de bacterias, hongos, virus y otros microorganismos que desempeñan un papel fundamental en la salud humana.
La composición de la microbiota intestinal depende de factores como la genética, la dieta, el modo de nacimiento, el tipo de lactancia y la toma de antibióticos entre otros, sobre todo en los tres primeros años de vida, que es cuando se establece la composición de nuestra microbiota intestinal que tiende a persistir en la vida adulta.
Nuestro estilo de vida urbano e industrializado nos expone a una menor diversidad microbiana y hace que esa exposición microbiana sea frente a una serie ¿concreta? O ¿microorganismos específicos? de microorganismos, lo que se traduce en una menor diversidad de nuestra microbiota intestinal y el desarrollo de una microbiota intestinal ¿específica? concreta que a su vez se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar una patología alérgica en general y alergia alimentaria en concreto.
En los últimos años, se ha demostrado que la microbiota intestinal juega un papel importante en la alergia alimentaria, lo que hace plantearnos si este papel podría aprovecharse a nuestro favor para prevenir e incluso llegar a tratar la alergia alimentaria.
Pero… ¿y qué es exactamente la alergia alimentaria?
La alergia alimentaria es una reacción exagerada e inapropiada del sistema inmunológico ante la proteína de un alimento específico. Puede producir diferentes síntomas desde los más leves (ej. picor en la boca) hasta las reacciones más graves potencialmente mortales llamadas anafilaxias.
¿Qué relación existe entre la microbiota intestinal y la alergia alimentaria?
Entre las funciones de la microbiota intestinal se encuentra el desarrollo y mantenimiento de un sistema inmunológico saludable.
Cuando se produce la introducción de la alimentación complementaria en los lactantes, la microbiota intestinal juega un papel fundamental en el desarrollo de tolerancia oral a los alimentos. Se trata de un momento crucial en el que una microbiota intestinal alterada puede contribuir a la aparición y desarrollo de la alergia alimentaria. A continuación, resumimos los hallazgos más relevantes obtenidos en estudios observacionales y preclínicos que apuntan al papel de la microbiota intestinal en el desarrollo de alergia alimentaria:
Los conocimientos adquiridos en estos estudios han sentado las bases para llevar a cabo ensayos clínicos en humanos en los que se emplean probióticos, prebióticos y simbióticos con el fin de manipular la microbiota intestinal existente como herramienta preventiva o terapéutica en la alergia alimentaria. Sin embargo, a día de hoy no existe evidencia científica suficiente que avale el empleo de estas terapias microbianas para prevenir o tratar la alergia alimentaria aunque sin duda es un campo prometedor en el que seguir trabajando.
Dra. Isabel Fernández de Alba Porcel, Hospital HLA Inmaculada, Granada. Comité de Alergia Infantil
Bibliografía
La dermatitis atópica (DA) es la enfermedad inflamatoria cutánea más frecuente en la infancia y representa un verdadero desafío clínico por su curso crónico-recidivante y el importante impacto que genera en la calidad de vida de los niños y sus familias. En los últimos cinco años, las opciones terapéuticas se han ampliado de manera notable gracias al desarrollo de nuevos fármacos biológicos e inhibidores de JAK. La guía EuroGuiDerm 2025 (segunda actualización de la guía europea) incorpora en su última versión las novedades más relevantes para el manejo de la DA en población pediátrica.
La principal novedad del documento europeo radica en las terapias sistémicas avanzadas para la DA grave. En este escenario, cuando la enfermedad no se controla con un tratamiento tópico optimizado, la EuroGuiDerm 2025 recomienda como primera opción los biológicos. Actualmente existen tres aprobados en población pediátrica: dupilumab, autorizado desde los 6 meses de edad; y lebrikizumab y tralokinumab, indicados a partir de los 12 años. Dupilumab sigue siendo el fármaco de referencia por su amplio rango de edad y su perfil de seguridad favorable. Los anti-IL-13 selectivos ofrecen una eficacia comparable y, en el caso de lebrikizumab, la ventaja de una administración mensual en fase de mantenimiento, lo que mejora la adherencia.
Junto a ellos, los inhibidores orales de JAK se consolidan como una alternativa eficaz. La guía incluye baricitinib, aprobado desde los 2 años, así como abrocitinib y upadacitinib, autorizados a partir de los 12 años. Estos fármacos destacan por su inicio de acción rápido y su alta eficacia en la reducción del prurito y las lesiones. Sin embargo, requieren un seguimiento analítico estrecho debido a potenciales efectos adversos (hematológicos, metabólicos, cardiovasculares e infecciosos), por lo que se reservan a pacientes seleccionados, especialmente cuando no hay acceso o respuesta a biológicos.
Cuando los biológicos y los inhibidores de JAK no están disponibles, la ciclosporina A se mantiene como una opción válida en ciclos cortos bajo supervisión especializada, siendo el único inmunosupresor aprobado en pediatría. Otros inmunosupresores, como metotrexato, azatioprina o micofenolato mofetilo, se utilizan de forma off-label, aunque con evidencia limitada.
A pesar de estos avances, los pilares básicos del tratamiento permanecen inalterables. La restauración de la barrera cutánea mediante el uso sistemático de emolientes continúa siendo el fundamento de toda estrategia terapéutica. Se recomienda su aplicación al menos dos veces al día en toda la superficie corporal, incluso en áreas sin lesiones visibles. La llamada “regla del minuto”, que consiste en aplicar el emoliente en el primer minuto tras el baño, mejora la hidratación y previene la pérdida transepidérmica de agua. Los baños, lejos de estar contraindicados, forman parte del tratamiento si se realizan de forma breve, con agua tibia y limpiadores syndet, seguidos de un secado suave sin fricción.
De forma paralela, el control de factores ambientales —evitar fibras irritantes, reducir la exposición a alérgenos en pacientes sensibilizados, mantener una humedad ambiental estable y limitar irritantes como detergentes o humo de tabaco— contribuye a disminuir los brotes y la severidad. Los programas educativos para pacientes y familias son también un componente esencial, ya que mejoran la adherencia, el manejo diario de la enfermedad y el bienestar psicológico de los afectados.
En el abordaje de los brotes agudos, la primera línea continua siendo el tratamiento tópico. Los corticoides tópicos se recomiendan de manera individualizada según la edad, la localización y la intensidad de las lesiones, en pautas de 1–2 aplicaciones diarias durante un máximo de dos semanas. En zonas sensibles o en casos que requieren mantenimiento prolongado, los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus 0,03% y pimecrolimus) son una alternativa no esteroidea clave, indicados desde los 2 años y, en algunos países, desde los 3 meses en el caso de pimecrolimus. Su uso intermitente, dos veces por semana en fases de mantenimiento (“estrategia proactiva”), reduce de forma significativa las recaídas. La guía también contempla el empleo de vendajes húmedos con corticoides de baja o media potencia en brotes extensos y refractarios, así como la fototerapia en adolescentes cuando el tratamiento tópico resulta insuficiente, aunque con un grado de recomendación menor. El uso de corticoides orales no se aconseja de manera rutinaria y debe reservarse únicamente como terapia puente en brotes graves, en ciclos cortos y siempre con monitorización estrecha.
Finalmente, las estrategias de modulación del microbioma se han consolidado como un campo clave en la investigación de la dermatitis atópica. Los probióticos —sobre todo combinaciones de Lactobacillus y Bifidobacterium— han mostrado cierto beneficio en formas moderadas-graves, mientras que los prebióticos (como FOS y GOS) favorecen el crecimiento de bacterias protectoras y refuerzan la barrera cutánea. Su combinación en simbióticos parece especialmente útil en niños a partir del primer año de vida. Además, se están desarrollando terapias innovadoras como los probióticos tópicos con cepas como Roseomonas mucosa o Staphylococcus hominis, capaces de reducir la inflamación y limitar la colonización por S. aureus. Aunque aún faltan estudios que definan qué cepas, dosis y duración son más eficaces, todo apunta a que el microbioma jugará un papel decisivo en el futuro de la dermatitis atópica pediátrica.
En conclusión, la EuroGuiDerm 2025 refleja el cambio de paradigma en la dermatitis atópica pediátrica. Los biológicos y los inhibidores de JAK se consolidan como pilares en los casos graves, sin perder de vista que la base del tratamiento sigue siendo la restauración de la barrera cutánea, el control ambiental y la educación familiar. El f uturo apunta hacia una medicina cada vez más personalizada, en la que la elección del tratamiento dependerá del fenotipo y endotipo clínico, la edad y las comorbilidades de cada paciente con el objetivo último de mejorar la calidad de vida de los niños y los adolescentes afectados.
Autora: Dra. Ana Láinez Nuez. Servicio de alergología, Hospital Vithas Turia, Valencia, Comité de Alergia Infantil SEAIC
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Los aditivos alimentarios son sustancias que habitualmente no se consumen como producto alimentario. No obstante, tienen un papel fundamental a la hora de mantener la calidad y las características de los alimentos que exigen los consumidores y hacen que estos alimentos sigan siendo seguros, nutritivos y deseables. De este modo, los aditivos no son alimentos en sí, sinó sustancias que se añaden a los alimentos para mejorar su conservación, color, sabor o consistencia.
A este grupo de sustancias se les ha atribuído con bastante frecuencia la capacidad de producir reacciones adversas, e incluso alérgicas. No obstante, en la actualidad se desconoce la prevalencia exacta de reacciones adversas frente aditivos, si bien sabemos y se ha demostrado que los aditivos alimentarios muy raramente provocan auténticas reacciones inmunológicamente mediadas (hecho poco creíble entre la población general).
A continuación se describen los grupos de aditivos existentes en el mercado actual, sus características fundamentales y algunas de las principales reacciones adversas descritas hasta el momento debido a estas sustancias:
Antioxidantes y conservantes: Son aditivos que mantienen la frescura e impiden su deterioro. Contribuyen a qué los alimentos se puedan conservar durante más tiempo protegiéndolos contra el daño ocasionado por la oxidación o los microrganismos. Los antioxidantes evitan la oxidación de las grasas de los alimentos e impiden que se decoloren y se vuelvan rancios. Los conservantes limitan, retrasan o previenen la proliferación de los microorganismos.
Antioxidantes: Ácido ascórbico E300, Ascorbato De Sodio E301, Ascorbato De Calcio E302, Ascorbato De Potáseo E303, palmitato ascorbil E304, estearato ascorbil E305, Extractos Naturales Ricos En Tocoferol E306, Alfa Tocoferol E307, gamma tocoferol E308, delta tocoferol E309, Galato De Propil E310, Galato De Octil E311, Galato De Dodecil E312, Ácido Eritórbico E315, Eritorbato Sódico E316, Butilhidroquinona (Bhq) E319, Butilhidroxianisol (Bha) E320, Butilhidroxitolueno (Bht) E321, lactato de sodio E325, lactato de potáseo E326, lactato de calcio E327, etileno diamino tetra acetato E385, ácido etilendiaminotetracético E386, extracto de romero E392, Tocoferoles (E306-307-308-309), Ácido ascórbico (E300), BHA (butilhidroxianisol o E320) y BHT (butilhidroxitoluol o E321). La incidencia de broncoespasmo debido a estos aditivos es realmente muy baja. Se han descrito casos de urticaria de contacto, urticaria crónica y dermatitis atópica debido a estos antioxidantes.
Los conservantes físicos son muy efectivos, pero, en muchos casos, tienen una duración muy corta y un elevado coste. Los conservantes físicos serían el frío (refrigeración o congelación), la liofilización y el envasado al vacío. Existen también los conservantes químicos que según su origen pueden dividirse en:
Aditivos que aumentan o potencian las cualidades sensoriales.
Aditivos que pueden contener trigo:
Almidones modificados: 1400, 1401a, 1402, 1403, 1404, 1405, 1410, 1412, 1414, 1420, 1.422, 1440, 1442, 1450, 1451. Los almidones abundan en los alimentos amiláceos (cereales y patata). El almidón más utilizado es el que se obtiene del maíz.
Polidextrosa E-1200.
E-306 Vitamina E. Son extractos de origen natural ricos en tocoferoles. Pueden ser de trigo, de arroz, de maíz o de soja.
Aditivos que contienen proteína de leche de vaca:
H-4511 caseinato cálcico
H-4512 caseinato sódico
H-4513 caseinato potásico
Aditivos que pueden contener proteína de leche de vaca:
E-101 Riboflavina o lactoflavina: Se utiliza como colorante. Actualmente casi siempre es de origen sintético.
E-270 Ácido láctico, E-325 Lactato sódico, E-326 Lactato potásico, E-327 Lactato cálcico: Tanto el ácido láctico como los lactatos se producen comercialmente a partir de la fermentación bacteriana del almidón y melazas, sin embargo, es posible que el cultivo para iniciar la producción de ácido láctico pueda contener leche.
E-966 Lactitol: Es un azúcar-alcohol sintético producido a partir de la lactosa que es un azúcar que contiene la leche de vaca. Aunque es bastante improbable que este aditivo contenga proteína de leche de vaca, el hecho de provenir de la lactosa hace que no se pueda descartar alguna posible contaminación.
E-472b Ésteres lácticos de los mono y diglicéridos de ácidos grasos, E-481 Estearoil-2-lactilat sódico, E-482 Estearoil-2-lactilat cálcico: Generalmente se producen a partir de grasas vegetales. Sin embargo, también pueden provenir de grasas animales por lo que en caso de provenir de grasas animales bovinos podrían contener proteína de leche de vaca.
Aditivos que contienen huevo:
E-161B Luteína, E-1105 Lisozima
Aditivos que pueden contener huevo:
E-101 Riboflavina: Se utiliza como colorante. Actualmente casi siempre es de origen sintético.
E-322 Lecitina: Actualmente casi siempre se obtiene de la soja, pero, en caso de duda se debe consultar al fabricante.
Aditivos que pueden contener pescado:
Potenciadores del sabor (E-626, E-627, E-628, E-629, E-630, E-631, E-632, E-633, E-634, E-635): Se obtienen a partir de levaduras o de extractos de carne o de peces.
Dra. Teresa Garriga Baraut
Primera comunicación a los miembros de comité de asma
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ABIERTO PARA SOCIOS PRE-NUMERARIOS Y NUMERARIOS.
Nos complace anunciar la convocatoria del Premio Nacional «Dr. Ricardo Palacios» a la mejor tesis doctoral en Alergología, organizado por la Fundación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (FSEAIC) y el Laboratorio DIATER, que tiene como objetivo fomentar la excelencia en la investigación en Alergología, reconociendo anualmente la tesis doctoral más destacada en este campo, ya sea realizada dentro o fuera de España.
Premio: diploma acreditativo y 5,000 € (importe en bruto sujeto a retenciones fiscales vigentes).
Requisitos: médicos especialistas o residentes en Alergología, miembros de la SEAIC (únicamente), con tesis defendida y calificada entre el 1 de septiembre de 2023 y el 30 de julio de 2024.
La convocatoria está abierta a todos los médicos especialistas y residentes en Alergología miembros de la SEAIC, te invitamos a que le des difusión.
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Nos complace anunciar la convocatoria del Premio Nacional al Mejor TFG en Alergología, organizado por la Fundación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (FSEAIC) y el Laboratorio DIATER. Este premio tiene como objetivo fomentar la excelencia en la investigación en Alergología, reconociendo anualmente el mejor Trabajo de Fin de Grado (TFG) en este campo, presentado, defendido y aprobado en cualquier universidad española durante el curso académico 2023-2024.
Premio: diploma acreditativo y 1,500€ (importe en bruto sujeto a retenciones fiscales vigentes). Se podrá conceder un accésit de 300€ brutos y diploma.
Requisitos: estudiantes matriculados en cualquier universidad española, con TFG defendido y aprobado en el curso académico 2023-2024 (septiembre 2023 a julio 2024), que aborde cuestiones relacionadas con la Alergología.
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Bases Premio mejor TFG en Alergología 2024 (1373 descargas )
Fuente: SALUD REVISTA.ES | Granada
La preocupación de los alergólogos radica en la gravedad que pueden alcanzar los posibles síntomas tras su picadura
La utilización de abejorros o Bombus en los invernaderos para la polinización de hortalizas , debido a que trabajan más rápido y a que pueden acarrear cargas más pesadas que otros polinizadores, ha provocado en los últimos años un aumento en el número de pacientes alérgicos a las picaduras de estos insectos himenópteros. «Los trabajadores de los invernaderos son muy susceptibles de hacerse alérgicos a las picaduras de estos insectos: al estar más expuestos el número de picaduras aumenta y en consecuencia también han aumentado las reacciones alérgica», explica la doctora Sergia Cruz, alergóloga del Hospital Torrecárdenas en Almería. Pero la preocupación de los alergólogos no radica en la prevalencia de este tipo de alergia, sino en la gravedad que pueden alcanzar los posibles síntomas. «Las reacciones alérgicas que pueden producir al picar son similares a las causadas por otros himenópteros comunes. Pueden provocar desde reacciones locales extensas que cursan con enrojecimiento, picor e hinchazón intenso en la zona afectada, hasta reacciones generalizadas que pueden llegar a ser realmente graves», alerta la alergóloga. Diagnóstico y tratamiento Por ello, los especialistas recomiendan no minimizar los síntomas que se puedan sentir con una primera picadura y acudir siempre al alergólogo. El objetivo es realizar un diagnóstico para establecer un tratamiento mediante inmunoterapia (vacunación) y dotar al paciente de un tratamiento de emergencia, como inyecciones de adrenalina, por si vuelve a ser picado por uno de estos insectos. Otras picaduras Existen insectos no himenópteros (ni abejorros, avispas, hormigas u abejas, por ejemplo) cuyas picaduras también pueden producir reacciones generalizadas por la picadura de estos son poco frecuentes, siendo los insectos implicados mosquitos, chinches, pulgas, moscas y la oruga procesionaria. En casos menos habituales, se han observado reacciones graves por cucaracha y tetraníquidos (ácaros y arañas rojas). Por la importancia de sus picaduras, y a pesar de pertenecer al orden Hymenoptera, las hormigas rojas se incluyen en este apartado. «Cuando hablamos de los riesgos de las picaduras pensamos solo en trabajos al aire libre, pero olvidamos que con la globalización recibimos a través del transporte múltiples mercancías de países lejanos que llegan a nuestros almacenes», afirma el doctor Darío Antolín, miembro del Comité Científico del Simposio Internacional de Alergia a Himenópteros y alergólogo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias en Madrid. Test de repicadura La mayoría de los apicultores reciben picaduras de himenópteros a diario y no presentan diagnóstico de alergia a su veneno. Algunos estudios realizados en esta población sugieren que al estar sometidos al estímulo desarrollan cierta inmunidad. «La exposición mantenida y persistente al estímulo alergénico podría inducir un estatus de tolerancia inmunológica que afectaría a la respuesta inmunológica general de estas personas, explica el doctor Francisco Carballada, del Hospital Lucus Augusti, en Lugo. Esta es la base del test de repicadura que se practica a los pacientes que reciben tratamiento con inmunoterapia en los hospitales o que están en seguimiento. El test consiste en que la abeja pique al paciente, mediante una exposición controlada, para corroborar la efectividad de la vacuna. En la mayoría de los casos se confirma la inmunotolerancia, lo que mejora la adhesión al tratamiento por parte de los propios afectados. «En realidad, las vacunas para himenópteros están fabricadas con veneno puro de distintos tipos de avispas y abejas. Lo que se busca es que sea el propio sistema inmunológico del paciente el que se haga tolerante al veneno», concluye Carballada.
Centros con actividad asistencial pública en Alergología