La creación de la Sociedad Española de Alergia y la SEAIC
El 16 de noviembre de 1948, por acuerdo unánime de los Doctores Jiménez Díaz, Lahoz Marqués y Farrerons Co, se constituye la «Sociedad Española de Alergia» (SEA), siendo por tanto una de las sociedades médicas más antiguas de las que existen en España.
En 1974, bajo la presencia del Doctor Ortíz Masiloréns, la Sociedad Española de Alergia modifica su denominación por la de «Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica». En 1975 se cera la Secretaría Técnica de la SEAIC, bajo el patrocinio de Laboratorios Leti, con sede en Barcelona. A partir de 1982 se adopta la denominación actual: «Sociedad Española de ALergología e Inmunología Clínica» (SEAIC).
La incorporación de los términos «Alergología» e «Inmunología Clínica» a la denominación actual de la SEAIC no fue una decisión baladí. Cambiar la denominación de Alergia por Alergología supuso darle el carácter científico a la especialidad que el vocablo logos («estudio, conocimiento») implica. De tal forma que Alergología incluye no solamente el aspecto meramente asistencial por el que se interpreta «Alergia», sino también todos los aspectos científicos, tanto de formación como de investigación básica y clínica. Y dado que nuestra especialidad, la Alergología, está íntimamente imbricada con el sistema inmunitario y muchas de las enfermedades alérgicas que aborda están claramente asociadas con otros desórdenes de dicho sistema, cobraba sentido incorporar la Inmunología Clínica a nuestra denominación. De esta forma, la SEAIC pasó a ser la «casa» de todo un conjunto de profesionales sanitarios, tanto médicos alergólogos, como especialistas de otras áreas relacionadas, enfermeros, investigadores clínicos y básicos con un interés por el estudio de las enfermedades alérgicas y su curación o, cuanto menos, de la mejoría de la calidad de vida de las personas que las padecen.
Congresos, simposios y talleres
En 1949, un año después de su fundación, la Sociedad celebró el primer congreso Nacional de Alergia en el Hospital Provincial de Madrid (actual Centro de Arte Reina Sofía). A partir de entonces se han celebrado congresos nacionales cada tres o cuatro años. A partir de 1978 la periodicidad pasa a ser bienal.
Actualmente de forma anual se celebran Congresos y Simposios (de forma consecutiva) para que todos los alergólogos puedan actualizarse en esta especialidad.
Organización de la Sociedad
Desde los comienzos de su actividad científica, en el seno de la SEAIC se han constituido diversos grupos de trabajo con el objetivo inicial de establecer unos criterios científicos sobre los aspectos de la especialidad que así lo requerían.
Las primeras comisiones fueron: Alergia laboral y Terminología (1959); Alergia Infantil (1970); Docencia, Estandarización de alérgenos, Ética, Mapa polínico, Medicamentos y Aditivos, Ponencias y Bibliografía (1978). En la actualidad existen diferentes comités, especializados en diferentes enfermedades alérgicas.
Primera publicación de la SEAIC: Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology
La primera publicación periódica oficial de la Sociedad Española de Alergia fue la revista “Allergologia et Immunopathologia”. Desde el año 1986 hasta finales de 2005 el órgano de expresión de la SEAIC fue la «Revista Española de Alergología e Inmunología Clínica».
A partir de enero de 2006 la revista oficial de la SEAIC recibe el nombre de Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology, indexada en Medline/Medlars, Current Contents y Excerpta Medica.
Hito de la SEAIC: Tratado de Alergología e Inmunología Clínica
La SEAIC ha promovido también la publicación de tratados médicos. Entre 1986 y 1995 se publicaron los siete tomos del «Tratado de Alergología e Inmunología Clínica», un exhaustivo trabajo en el que participaron numerosos especialistas de reconocido prestigio.
En 2007 se publicó un nuevo tratado de dos tomos, editado por los Profesores Peláez Hernández y Dávila González, con importantes actualizaciones sobre los conocimientos hasta el momento disponibles.
Última edición: 29/04/2011
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El próximo 30 de septiembre a las 18:30 horas, tendrá lugar el seminario web «Recomendaciones de derivación del paciente adulto con crisis de asma desde el servicio de Urgencias», organizado por SEAIC, SEPAR y SEMES. Se podrá acceder a través de https://www.semes.org/
Algunos alergólogos nos quejamos de que no tenemos tiempo para realizar autocuidados en consulta. A veces, nos gustaría poder escribir en una receta “autocuidados en asma” y que el paciente se fuera a “una farmacia” o a cualquier otro sitio y recibiera educación en autocuidados, quizás, realmente, exista esa posibilidad para los niños con asma en algunos sitios de España…
Una de las alergólogas de la que más he aprendido, me enseñó que “cuando hacemos educación en asma estamos empleando nuestro escaso tiempo, pero cuando no la hacemos lo estamos simplemente malgastando…” ya que, se da la paradoja de que, aunque existen tratamientos que permiten alcanzar el control, éste no se logra en muchos de los casos debido al inadecuado uso de los dispositivos de inhalación, insuficiente adherencia terapéutica e infrautilización de medicamentos que controlan la inflamación bronquial.
Numerosos factores contribuyen a dificultar el buen control, muchos de ellos dependen de la educación sanitaria deficitaria. De ahí la importancia que dan en todas las guías a la educación sanitaria de padres, cuidadores y del propio niño, según su edad, para el control del asma.
La educación individual se puede completar con una educación grupal. En este punto tienen su razón de ser los campamentos para niños con asma y alergia, estos son, probablemente, el lugar más adecuado para impartir un programa de autocuidados en grupo y conseguir el cambio de actitud en el niño asmático.
Los campamentos de verano ofrecen una educación sanitaria complementaria a la asistencia médica habitual, de una forma divertida en un entorno adecuado.
Estos campamentos están especialmente indicados en aquellos niños con un mal control de su asma, con un mal cumplimiento terapéutico. Los niños que viven en ambiente familiar de sobreprotección así como en niños o padres que a pesar de los consejos médicos persistan en limitar sus actividades cotidianas. Los niños asmáticos que más se pueden beneficiar de la educación sanitaria realizada en los campamentos son aquellos que presentan mayor gravedad y peor control de su asma.
Hay al menos 4 campamentos que continúan realizándose en España, organizados por AEPNAA en Girona, Fundació Hospital Sant Pere Claver en Barcelona, Hospital General Universitario de Valencia y Sociedad de Madrid y Castilla La Mancha de Alergología e Inmunología Clínica en Madrid.
Si crees que es importante la educación en autocuidados en los niños asmáticos, solo tienes que “prescribir una receta“ y remitir al niño a uno de estos campamentos, seguro que contribuirá a mejorar su control del asma y mejorar su calidad de vida.Esto no requiere mucho tiempo…
Sin duda 2020 y 2021 han sido años sin precedentes debido a un hecho inesperado que descolocó por completo la vida de millones de personas: la rápida propagación del coronavirus SARS-CoV-2 por todos los continentes ocasionó la primera gran pandemia del siglo XXI, la cual tuvo un gran impactó social, económico y emocional de manera global en todo el mundo. La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), aparte de ocasionar muchos síntomas orgánicos graves como la neumonía bilateral con distrés respiratorio agudo, ha sido también la responsable de muchos síntomas neurológicos y cambios importantes en el sueño. A lo largo de estos intensos dos años, el estrés originado por la incertidumbre constante, el aislamiento social y, en definitiva, los cambios en la rutina diaria, se han acompañado de diversas alteraciones del sueño conocidas como “coronasomnia».
La Pandemia por Enfermedad de COVID-19 ha afectado a toda la población de manera global, con un impacto claramente negativo en la mayoría de los casos. Además, sabemos que hoy en día, la combinación Pandemia por Enfermedad de COVID-19 y asma es un problema vital al que nos enfrentamos tanto los profesionales de la salud como los pacientes y familiares de pacientes con asma alérgica. No obstante, el impacto que la Pandemia por Enfermedad de COVID-19 ha ocasionado en el descanso de los pacientes pediátricos y adolescentes con asma de nuestra área geográfica aún no ha sido estudiado. De aquí que hayamos estimado interesante presentar los datos del estudio realizado en la Unidad de Alergia Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, cuyo objetivo fue investigar cómo la Pandemia por Enfermedad de COVID-19 influyó en el sueño de pacientes pediátricos y adolescentes con asma alérgica residentes en el área mediterránea. Para lograr este objetivo se realizó un estudio piloto prospectivo que incluyó a pacientes pediátricos y adolescentes con asma alérgica persistente de entre 6 y 18 años.
Todos los participantes del estudio respondieron el Cuestionario BEARS y la Escala de Bruni. El cuestionario de BEARS1-4 es un cuestionario útil para el cribaje de trastornos del sueño en la infancia. Está dividido en cinco áreas principales del sueño, facilitando el cribado de los trastornos del sueño, en población pediátrica y adolescentes de entre 2 y 18 años. Cada área tiene una pregunta para cada grupo de edad. Una respuesta positiva en cualquiera de los aspectos obliga a una investigación más profunda. Las cinco áreas de estudio se detallan a continuación:
B= Problemas para acostarse (“bedtime problems”)
E= Excesiva somnolencia diurna (“excessive daytme sleepiness”)
A= Despertares durante la noche (“awakenings during the night”)
R= Regularidad y duración del sueño (“regularity and duration of sleep”)
S= Ronquidos (“snoring”)
Respecto a la Escala de Bruni5,6 de trastornos del sueño para población pediátrica y adolescente, decir que consta de 26 ítems valorados según una escala tipo Likert. Está diseñada para detectar trastornos del sueño divididos en seis categorías: problemas para iniciar o mantener el sueño, problemas respiratorios, desórdenes del despertar, alteraciones de la transición sueño-vigilia, excesiva somnolencia diurna e hiperhidrosis nocturna. En total, el paciente responde a 26 preguntas y proporciona una respuesta que puntúa del 0 al 4 según la clínica presente. El punto de corte a partir del cual se considera que el paciente puede presentar algún trastorno global del sueño es de 39. A continuación se define cada puntuación:
0=Nunca
1=Ocasionalmente (una o dos veces al mes o menos)
2=Algunas veces (una o dos a la semana)
3=A menudo (de tres a cinco veces a la semana)
4=Siempre (diariamente)
En total se incluyeron 77 pacientes con una edad media de 12 años. La mayoría eran pacientes del sexo femenino (62%, n=48) y veintisiete (35%) habían sido diagnosticados de Enfermedad de COVID-19. Con respecto al Cuestionario de BEARS, el 70% (n=54) de los pacientes tuvo como mínimo una respuesta positiva. Además, casi la mitad de los pacientes tenían problemas a la hora de acostarse [42% (n=32)], seguido de somnolencia diurna excesiva [34% (n=26)]. En cuanto a la Escala de Bruni, 52 de los 77 pacientes incluidos (67%) presentaban una puntuación superior a 39 puntos, hecho que indicaba trastornos del sueño entre la población de estudio. Los trastornos más prevalentes encontrados tras la evaluación utilizando la Escala de Bruni fueron los trastornos respiratorios del sueño [26 de los 77 pacientes estudiados (34%)], seguido de los trastornos de inicio y mantenimiento del sueño (30%, n = 23) y de la somnolencia diurna excesiva (24%, n=18). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes COVID-19 positivos y negativos ni en el cuestionario de BEARS ni en la escala de Bruni.
En conclusión, en este trabajo se encuentra una elevada prevalencia de trastornos del sueño en pacientes asmáticos pediátricos y adolescentes durante la pandemia debida a la Enfermedad de COVID-19. El trastorno más prevalente en esta población de estudio, evaluado mediante la Escala de Bruni, fue el trastorno respiratorio del sueño. Por tanto, es importante proporcionar a los pacientes un control óptimo de las enfermedades respiratorias para mejorar la calidad de su sueño.
La importancia del presente estudio radica en que es el primero que proporciona datos sobre la posible afectación del sueño debida al impacto de la pandemia por COVID-19 en población pediátrica y adolescente con asma alérgica en el área mediterránea. Debido a este hecho, es difícil poder comparar nuestros datos con los realizados por otros autores ya que, si bien sí que hay varios trabajos que evalúan los posibles trastornos del sueño asociados a la pandemia por COVID-19 en población de esta edad, la mayoría de ellos incluyen población sana o con trastornos neuroconductuales del sueño previos, pero sin especificar la posible concomitancia con otras patologías respiratorias asociadas, como el asma alérgica. No obstante, sí que es interesante comentar algunos trabajos que evalúan los posibles trastornos del sueño en población pediátrica y adolescentes, aunque sean poblaciones sin asma.
Ya antes de la pandemia debida a la Enfermedad de COVID-19, habían sido varios los estudios publicados que alertaban que el sueño insuficiente, la mala calidad del sueño, el insomnio, la apnea del sueño y las alteraciones de los horarios de sueño-vigilia eran manifestaciones típicas de morbilidad física y emocional en las pandemias. De este modo, no es de extrañar que los primeros estudios sobre trastornos del sueño asociados a la pandemia por Enfermedad de COVID-19 se publicaran en China, epicentro de esta enfermedad. En los inicios de la pandemia Huang y Zhao7 recopilaron información de una encuesta de 7236 voluntarios e informaron que el 18% de los individuos encuestados presentaban una mala calidad del sueño. Posteriormente, los trastornos del sueño en pacientes con COVID-19 también pasaron a estudiarse en otros países, encontrando una prevalencia mayor de trastornos del sueño que antes de la pandemia en la población general en la mayoría de los estudios. En Italia, en una encuesta realizada a 2291 italianos, el 57,1% de los individuos informó de una mala calidad del sueño relacionada con la ansiedad que les ocasionaba la Enfermedad por COVID-19. Los síntomas más prevalentes fueron pesadillas, astenia y apneas del sueño. Parece que la somnolencia y el trastorno del sueño en la fase REM podrían estar más relacionados con la Enfermedad de COVID-19 en sí misma, mientras que el insomnio estaría más relacionado con el aislamiento social, la ansiedad y otros factores psicosociales.
Uno de los trabajos más relevantes publicados hasta ahora en población pediátrica y adolescente es el de Sharma M. y sus colaboradores8, cuyo objetivo fue realizar una revisión sistemática y un metanálisis para estudiar la prevalencia y el patrón de trastornos del sueño en población pediátrica y adolescente durante la pandemia por COVID-19. Para ello, los autores realizaron una exhaustiva búsqueda bibliográfica en MEDLINE, EMBASE y Web of Science en busca de estudios originales que describieran anomalías del sueño en pacientes de esta edad, con o sin trastornos neuroconductuales preexistentes, durante la pandemia por COVID-19. Los autores analizaron un total de 371 artículos pero finalmente, únicamente incluyeron 16 estudios. De estos, cinco se realizaron en niños/niñas de edad preescolar, dos en pacientes con trastornos neuroconductuales preexistentes y el resto (nueve) en población pediátrica y adolescentes sanos en edad escolar. En esta revisión los autores hallan que la prevalencia combinada de cualquier alteración del sueño en los niños durante la pandemia fue del 54% (IC del 95%: 50-57%). Estos datos, aún siendo elevados, ya que indican que más de la mitad de la población de estudio presentaba algún tipo de trastorno del sueño, serían inferiores a los encontrados en nuestra serie en la que el 70% (n=54) de los pacientes presentaba al menos un ítem positivo en evaluar el Cuestionario BEARS y el 67% (n=52) de los pacientes presentaban puntuaciones superiores a 39 puntos en la Escala de Bruni. Curiosamente, en esta revisión de Sharma, la prevalencia de estos trastornos en los niños de edad preescolar, cuyo grupo no fue evaluado en nuestra población de estudio, fue menor que en los tiempos prepandémicos (RR = 0,87; IC del 95%: 0,58-1,30), aunque estos resultados no fueron estadísticamente significativos. Este dato concuerda con el trabajo publicado por Liu Z. y su equipo9, donde los niños en edad preescolar se comportaron de manera diferente en el contexto del sueño durante la pandemia en comparación con los niños escolares y los adolescentes. Liu Z. y su equipo encuentran que, de manera totalmente inesperada, los niños en edad preescolar confinados parecían tener menos trastornos generales del sueño en comparación con la muestra del 2018 (prepandemia).
En otra revisión reciente publicada por Panda PK. y su equipo10, encontraron que el 34,5% de los pacientes pediátricos y adolescentes estudiados sufrían ansiedad, el 41,7% depresión, el 42,3% irritabilidad y el 30,8% falta de atención debido a la pandemia por la Enfermedad de COVID-19. Además, el 79,4% de los pacientes se vio afectado negativamente por la pandemia y el confinamiento. El 22,5% de la población estudiada tenía un miedo significativo a la Enfermedad de COVID-19, el 35,2% de los pacientes pediátricos y adolescentes tenían aburrimiento y el 21,3% trastornos del sueño. Además, el 52,3% de los cuidadores/padres/madres/representantes legales desarrollaron ansiedad y el 27,4% depresión mientras estaban aislados con sus hijos/hijas. En esta revisión vemos que la prevalencia de trastornos del sueño también fue algo menor que la encontrada en nuestra población de estudio pero, en cualquier caso fue significativa.
Otro dato interesante que cabe considerar es que antes de la pandemia, diferentes estudios publicaban una prevalencia de trastornos del sueño en población pediátrica y adolescente diferente a la actual. De este modo, los datos publicados según grupos de edad oscilaban entre un rango del 25% al 50% en pacientes preescolares, del 6% al 37% en escolares y de entorno el 40% en adolescentes11-14. No obstante, esta prevalencia durante la pandemia se ha visto claramente incrementada15-19 y los datos publicados hasta el momento concuerdan, en la mayoría de los trabajos, con los encontrados en nuestra población de estudio, aunque no sean del todo comparables con nuestra serie ya que la mayoría de trabajos no especifican la inclusión de pacientes con asma.
Sea como sea, lo cierto es que la pandemia por COVID-19 ha dejado las economías devastadas y la gente asustada por sí misma y por sus seres queridos. Con esta situación sin precedentes, es injustificable no dar la debida importancia al sueño, ya que un sueño saludable es sin duda el mejor rejuvenecimiento, y no en vano está asociado a numerosos beneficios, como el bienestar físico y el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Además, es el principal determinante de la salud mental y emocional, ya que es conocido que un sueño correcto alivia la ansiedad, el estrés y la depresión y puede tener consecuencias diversas en el desarrollo20. Por contra, los trastornos del sueño inducen neuroinflamación, que promueve la alteración de la barrera hematoencefálica y la entrada de antígenos y factores inflamatorios en el cerebro21-26. De este modo, los trastornos del sueño relacionados con la Enfermedad de COVID-19 podrían contribuir a la apertura de la barrera hematoncefálica, actuando así como una puerta para la entrada del virus SARS-CoV-2 en el cerebro y producirse entonces una mayor inflamación en el sistema nervioso central. La deprivación/restricción del sueño, su fragmentación o la apnea del sueño inducen una inflamación sistémica de bajo grado caracterizada por la liberación de varias moléculas, como las citocinas como la interleucina 6, quimiocinas y proteínas de fase aguda, y todos ellos pueden promover cambios en componentes celulares de la barrera hematoncefálica, particularmente en las células endoteliales del cerebro27-30.
En definitiva, se deberían realizar estudios futuros que incluyan el análisis de los patrones del sueño mediante la realización de electroencefalogramas, la evaluación de marcadores de inflamación así como de la función inmunitaria, en relación con los parámetros del sueño. Estos procedimientos podrían ser revolucionarios para un mejor conocimiento de la “coronasomnia”, es decir, para el control de los trastornos del sueño asociados a la pandemia debida a la Enfermedad de COVID-199
Se puede consultar el documento completo en el siguiente enlace: Aquí : Trabajo_Final_Máster_Teresa_Garriga_Baraut.pdf
Teresa Garriga Baraut. Facultativa Especialista Adjunta, Unidad de Alergia Pediátrica. Hospital Universitario Vall d’Hebron. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Referencias Bibliográficas:
Apreciados socios:
Se ha recibido esta información en la Secretaría de la SEAIC para el que pueda estar interesado en presentarse a esta convocatoria de premios de investigación.
Un saludo
Dr. Pedro Ojeda
Secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica
Estimados doctores:
Quisiera informarles de que la Fundación Pfizer ha abierto el plazo para la presentación de candidaturas a la XIII Edición de los Premios de Investigación que, desde 1999, reconoce y apoya la excelencia de los trabajos realizados en investigación biomédica. El plazo para la presentación de trabajos finaliza el próximo 1 de abril.
Este año se ha creado una nueva categoría titulada ‘Investigación para profesionales sanitarios en fase de especialización’, que se añade a las ya existentes de ‘Investigación básica’ e ‘Investigación clínica o de salud pública’.
La dotación de los premios será de 14.000 euros en las categorías de Investigación Básica y Clínica/Salud Pública, y de 5.000 euros en la categoría de Investigación para profesionales sanitarios en fase de especialización. Las bases detalladas se encuentran en el PDF adjunto, en la página web de la Fundación Pfizer o a través del siguiente enlace.
Desde la Fundación Pfizer les agradecemos la difusión que puedan hacer de esta convocatoria entre sus asociados y conocidos que puedan estar interesados en participar. La entrega de premios se realizará en un acto público que tendrá lugar durante el último trimestre del año y se anunciará oportunamente.
Esperamos que resulte de su interés.
Maite Hernández Presas
Jefe de la Fundación Pfizer y RSC
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Documento para la descarga:
Convocatoria de Premios Fundación Pfizer 2012 (2941 descargas )
Las abejas, las avispas y sus picaduras forman parte de nuestro entorno y tanto el cambio climático como la polución inciden en un aumento de la posibilidad de picaduras por insectos. Hay datos que indican que el 56,6% al 94,5% de la población adulta ha sido picada al menos una vez en su vida.
Se estima que estas picaduras pueden producir una reacción local extensa en el 2,3% a 18,6% de la población, y aunque las reacciones sistémicas graves en España son poco frecuentes, con una tasa entre el 2,3% y el 2,8% de la población rural, debemos tener en cuenta que es una enfermedad potencialmente mortal.
El uso de la telemedicina para el seguimiento de la alergia a los insectos himenópteros puede servir para:
Este protocolo se basa en el documento elaborado por el comité de himenópteros de la SEAIC denominado: «Alergia a himenópteros: Recomendaciones y algoritmos de práctica clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Actualización. 2021«.
El manejo de la alergia al veneno de los himenópteros conlleva ciertas dificultades. La aparición de sensibilizaciones a varios insectos, o la negatividad de los estudios obliga a utilizar técnicas más complejas para afinar el diagnóstico. En ocasiones la tolerancia a la inmunoterapia no es óptima, y se precisan cambios en las pautas o pretratamientos que permitan continuarla durante el tiempo adecuado para obtener la protección del paciente. La falta de eficacia de la inmunoterapia en algunos pacientes supone también un reto para el alergólogo.
Además, se incluyen algunas de las recomendaciones del grupo de trabajo sobre m-health o m-salud de la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI).
Aunque las tecnologías de mHealth pueden ser muy útiles para la prevención y el tratamiento de la alergia al veneno de los himenópteros, el número de aplicaciones existentes es limitado. Se podrían utilizar aplicaciones para informar gráficamente la presencia de diferentes especies de himenópteros o especies no comunes en determinadas regiones. Los excursionistas o viajeros pueden utilizarlos para tomar fotografías de especies, que serán identificadas e informadas automáticamente. Esto puede utilizarse como base para la creación de sistemas de alerta de insectos potencialmente peligrosos. Además, la mHealth puede servir para comunicarse con servicios de Urgencias o con determinadas autoridades sanitarias en regiones particularmente aisladas o cuando no hay ayuda disponible en caso de una reacción alérgica potencialmente grave. Además, la mHealth también podría ayudar a registrar e identificar el insecto culpable después de una picadura. Por lo tanto, todas estas posibles aplicaciones podrían mejorar la identificación de pacientes alérgicos al veneno de los himenópteros y podrían contribuir a la prevención de la aparición o desarrollo de reacciones graves.
Además, se deben desarrollar aplicaciones móviles para monitorizar el curso del tratamiento de la inmunoterapia con veneno (VIT), incluidas la dosis, las reacciones locales o reacciones adversas sistémicas y la creación de recordatorios de la siguiente cita para recibir la dosis de inmunoterapia correspondiente. Se necesitan estudios para evaluar si la salud móvil también puede mejorar la adhesión a la VIT y hacer que los pacientes sean corresponsables de su propio tratamiento, así como aumentar la consciencia sobre la importancia y la idoneidad de la inmunoterapia con veneno de himenópteros.
Con relación a la anafilaxia, la EAACI indica que las herramientas de mHealth que se utilizan actualmente tienen fines educativos e intervencionistas. Los materiales educativos pueden aumentar el conocimiento entre los grupos objetivo, pero también entre otros individuos como maestros, enfermeras, personal preescolar y familiares u otras personas que puedan necesitar actuar durante una reacción anafiláctica. El reconocimiento de los síntomas clave se puede apoyar ofreciendo ejemplos visuales (fotografías, vídeos). El rendimiento de las medidas de tratamiento agudo, especialmente la aplicación de un autoinyector de epinefrina (AAI), se puede mejorar mediante planes de acción para la anafilaxia administrados a través de tecnologías de salud móvil. Este soporte puede implementarse a través de instrucciones de audio directas o llamadas de emergencia automatizadas. Actualmente se están desarrollando nuevos sistemas de alerta para identificar a los portadores de autoinyectores de epinefrina y los departamentos de emergencia cercanos. Ya se han utilizado con éxito alertas automáticas que indican al paciente la caducidad de su autoinyector de epinefrina. Como la anafilaxia pone en peligro la vida pero es poco común, el desarrollo y la implementación de herramientas de capacitación móviles es de alta prioridad para facilitar la capacitación repetida y así optimizar la competencia de los pacientes, médicos y otras personas involucradas. Hay una gran cantidad de materiales disponibles. Un ensayo clínico reciente sobre el uso de un estuche inteligente para autoinyectores de epinefrina mostró una mayor satisfacción relacionada con una disminución de la ansiedad entre los pacientes que usaban el dispositivo. Además, los participantes informaron sobre una mejor adherencia al transporte del inyector y mejor participación en el manejo de la anafilaxia. A pesar de estos resultados prometedores, las investigaciones futuras deben incluir ensayos clínicos prospectivos que evalúen la mejora del resultado clínico de los pacientes anafilácticos en el contexto de las herramientas de salud móviles.
Envío de correo electrónico o mensaje de texto en aplicación segura al menos 1 semana antes con:
Esta fase puede estar dirigida a una visita de revisión ya programada o a una visita solicitada por el propio paciente para resolver dudas o abordar una nueva reacción por picadura de insecto himenóptero
El departamento de alergia deberá disponer de un servicio de mensajería segura para que el paciente pueda solicitar una visita en cualquier momento.
Se realiza mediante llamada telefónica o plataforma para videoconsultas. Se aconseja realizar consultas síncronas aunque la disposición de consultas asíncronas puede ayudar a mejorar la accesibilidad del sistema y su usabilidad para el paciente. Comenzar siempre la consulta telemática presentándonos. Durante el su desarrollo de la consulta se abordarán los siguientes aspectos:
Anamnesis se evalúan:
Solicitud de pruebas de forma diferida:
Si reacción generalizada con la picadura de un himenóptero y en algunos pacientes con reacciones locales extensas, con alta exposición y/o mala calidad de vida, con vistas a valorar la indicación de inmunoterapia.
No está indicado el estudio predictivo en pacientes con miedo a reacciones, o con familiares alérgicos, ya que es frecuente la positividad de pruebas cutáneas y/o IgE específica en sangre en personas no alérgicas.
Adhesión terapéutica: En el caso de VIT, si está recibiendo la inmunoterapia:
Técnica de uso de autoinyector de epinefrina: Visualización de la técnica de uso del autoinyector de epinefrina de paciente (o la persona responsable) y corrección de errores detectados. Exige el uso de plataforma de videoconsulta. Mostrar vídeos o realización por parte de profesional sanitario.
Tratamiento con fármaco biológico en pacientes con mala tolerancia a vacuna (si pertinente): Interrogar sobre posibles efectos adversos inmediatos y tardíos, cumplimiento de las dosis, deseo de administración hospitalaria o domiciliaria y registro de número de dosis administradas desde inicio o última revisión. La disposición de sistemas de recordatorios a los pacientes con las fechas recomendadas de administración puede mejorar la adhesión.
Tratamiento con inmunoterapia específica (si pertinente): Interrogar sobre posibles reacciones inmediatas y tardías (locales y sistémicas), cumplimiento de las dosis, administración en centro médico y registro de número de dosis administradas desde inicio o última revisión. La disposición de sistemas de recordatorios a los pacientes con las fechas recomendadas de administración puede mejorar la adhesión.
Factores agravantes potenciales: Interrogatorio sobre posibles cofactores exacerbantes de reacción adversa a inmunoterapia frente a veneno de himenópteros o de una anafilaxia en el caso de picadura de insectos.
Programación de la siguiente visita: Programar la próxima cita en función del resultado de la consulta actual, si se ha realizado pruebas previamente o si se las tuviera que realizar:
1ª consulta: En pacientes que la 1ª consulta ha sido la inicial, realizar pruebas cutáneas y analítica para ser evaluadas bien presencialmente o bien telemática en el plazo de 1 mes después de la 1ª visita.
Consultas sucesivas: En el caso de recibir VIT: 1 consulta anual telemática, valorando los mismos aspectos que en la primera consulta.
La consulta remota debe quedar siempre reflejada en la historia clínica del paciente. Finalizar siempre la consulta preguntando si queda alguna pregunta por responder.
Consultas asíncronas: Aunque se aconseja realizar consultas síncronas, la disposición de consultas asíncronas puede ayudar a mejorar la accesibilidad del sistema y su usabilidad para el paciente. En caso de optar por esta modalidad debe disponerse siempre de un correo electrónico seguro con dirección de correo electrónico corporativa. A través de esta vía pueden enviarse al paciente:
Algoritmo REMA:
Sensibilidad: 0,92; Especificidad: 0,81; Valor predictivo positivo: 0,89; Valor predictivo negativo: 0,87.
Documento de recomendaciones y algoritmo: Alergia a himenópteros: Recomendaciones y algoritmos de práctica clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Actualización. 2021.
Matricardi PM, Dramburg S, Alvarez-Perea A, Antolín-Amérigo D, Apfelbacher C, Atanaskovic-Markovic M, et al. The role of mobile health technologies in allergy care: An EAACI position paper. Allergy. 2020 Feb;75(2):259-272. doi: 10.1111/all.13953. Epub 2019 Sep 16. PMID: 31230373.
Hernandez‐Munoz LU, Woolley SI, Luyt D, et al. Evaluation of al ‐lergisense smartphone tools for adrenaline injection training.IEEE J Biomed Health Inform. 2017;21:272‐282.
Fernandez‐Mendez F, Saez‐Gallego NM, Barcala‐Furelos R, et al. Learning and treatment of anaphylaxis by laypeople: a simulation study using pupilar technology.Biomed Res Int. 2017;2017:9837508.
Cardona V, Luengo O, Labrador‐Horrillo M, et al. First clinical trial with a medical device for anaphylaxis management. J Allergy Clin Immunol. 2018;2:141. Supplement, page AB149.
Sala-Cunill A, Luengo O, Curran A, Moreno N, Labrador-Horrillo M, Guilarte M, Gonzalez-Medina M, Galvan-Blasco P, Cardona V. Digital technology for anaphylaxis management impact on patient behaviour: A randomized clinical trial. Allergy. 2021 May;76(5):1507-1516. doi: 10.1111/all.14626. Epub 2020 Nov 4. PMID: 33043475.
No son dispositivos de inhalación propiamente dichos, pero su utilización está ampliamente recomendada para evitar problemas relacionados con la técnica de los inhaladores de cartucho presurizado. Es un espaciador que separa la boquilla del cartucho presurizado de la boca del paciente. Por este motivo antiguamente se denominaban a estos aparatos “espaciadores” y hoy en día se utilizan ambos nombres de manera indistinta (cámaras de inhalación o cámaras espaciadoras)
Poseen una válvula en su boquilla habitualmente unidireccional que permite la inspiración del aire de la cámara, pero no la espiración dentro de ella.
Su uso enlentece la velocidad de salida del aerosol y evapora el propelente. Las partículas de aerosol pequeñas se mantienen unos segundos en suspensión en espera de ser inhaladas, y las grandes chocan con las paredes de la cámara y quedan retenidas. De esta forma se produce un menor depósito orofaríngeo y se aumenta el depósito pulmonar. El uso de la cámara inhalatoria permite utilizar menor cantidad de fármaco, reduciendo los efectos secundarios, tanto sistémicos como locales y, por eso, se aconseja en caso de disfonía debida al uso de los inhaladores. Además, eliminan la dificultad de coordinar la inspiración con la pulsación del dispositivo.
Se utilizan en el tratamiento de las exacerbaciones de asma (excepto las de riesgo vital), ya que el efecto broncodilatador administrado con cámara de inhalación es equivalente al de un nebulizador y es una alternativa en pacientes con bajo flujo inspiratorio.
Al igual que con los diferentes inhaladores es importante adiestrar al paciente en el uso de la cámara inhalatoria y revisar la técnica periódicamente.
Tipos de cámaras
Existen cámaras de diferentes tamaños desde 140-800 ml. Son universales, permitiendo su conexión a los diferentes modelos de inhaladores de cartucho presurizado, son portátiles y se pueden utilizar con mascarillas faciales. 
Recomendaciones de uso de dispositivos de inhalación según edad
Elaboración propia (Modificado de GEMA- Inhaladores,2018)
Limpieza y mantenimiento de las cámaras
Ventajas e inconvenientes
Errores en el uso de la cámara inhalatoria
-No agitar el inhalador de cartucho presurizado
-No adaptar bien el inhalador a la cámara.
-No adaptar bien la cámara al rostro o no usar la cámara adecuada a la edad del paciente.
-No realizar un adecuado mantenimiento y limpieza cámara
-No enjuagar la boca
Técnica de uso de la cámara inhalatoria
1- Destapar el inhalador y agitarlo
2- Mantener el inhalador en vertical con la boquilla en la parte inferior.
3-Vaciar los pulmones lentamente, hasta donde sea cómodo
4- Colocar la boquilla, entre los labios y los dientes, evitando que la lengua obstruya la salida de la boquilla. Comenzar a inhalar lentamente, a través de la boca y al mismo tiempo presionar el dispositivo para activar una dosis. (también se puede presionar primero y a continuación inhalar lenta y profundamente)
5-Mantener una inhalación lenta y profunda, a través de la boca, hasta que los pulmones estén llenos de aire.
6-Aguantar la respiración entre 5 y 10 segundos y soplar lentamente (En caso de agudización se puede inhalar y exhalar en cinco ocasiones sin retirar la cámara de la boca y también en menores de 5 años)
7-Cerrar el dispositivo de inhalación
8- Hacer gárgaras y enjuagar la boca al terminar
Imagen 1.- Técnica de uso de cámara de inhalación con presurizado (adultos y niños > 5 años)
Imagen 2.- Técnica de uso de cámara de inhalación con presurizados niños < 5años
Imagen 3.- Técnica de uso de cámara de inhalación con presurizado en lactantes
En el caso de los lactantes y menores de 5 años que no sepan realizar apnea, se usa una cámara de inhalación con mascarilla del tamaño adecuado para que se adapte a la cara del niño/a.
1.-Se prepara el inhalador previamente: se agita, se retira la tapa y se conecta a la cámara.
2.-Se pulsa solo 1 vez mientras se mantiene la mascarilla en la cara del niño/a cubriendo boca y nariz.
3.-Debe respirar al menos 5 veces (observaremos la válvula de la cámara).
4.-Esperar 30 segundos para nueva inhalación si precisa.
5.- Limpiar la cara y boca del niño/a.
BIBLIOGRAFÍA
Échale un vistazo al documento que elaboró nuestro Comité conjuntamente con el Comité de Comunicación para el Día del Asma 2021
El documento nos da conceptos y explicaciones fáciles y comprensibles para aquellas preguntas frecuentes y ciertos mitos que las personas con asma suelen tener.
El documento consta de 11 mitos. ¡Descúbrelos todos, no te quedes con la duda!
El asma es una condición médica crónica muy común en niños y es especialmente susceptible a los cambios provocados por el COVID-19. Actualmente se dispone de poca información sobre el impacto que la pandemia COVID-19 puede tener en el control y manejo de los niños y jóvenes con asma bronquial.
El siguiente artículo “Oreskovic N, Bernard T, Aryee E, Kuhlthau K, Perrin J. The Unexpected Risks of COVID-19 on Asthma Control in Children. J Allergy Clin Immunol Pract.2020;8(8):2489-2491” revisa las influencias que han podido ser importantes o afectar en el control del asma en niños durante la pandemia de COVID-19 debido a los cambios sociales que estamos viviendo. Estos suponen cambios en el entorno, en la práctica clínica médica diaria y su gestión, y en el uso de medicación de esta enfermedad, cambios que tendrán repercusión a largo plazo en los resultados de control del asma. Además, desde nuestro Comité de Alergia Infantil se realizó una encuesta entre los especialistas para conocer cómo ha afectado la pandemia al manejo del asma pediátrico en España, que ha sido publicada en Sanchez-Garcia S, Ruiz-Hornillos J, Escudero C. Pediatric Asthma Management during the COVID-19 pandemic: Results of a national survey. Ped All Immunol Pulm. 2020 Dec; 33(4):199-203. https://doi.org/10.1089/ped.2020.1250
Los pacientes con asma tienen especial vulnerabilidad a los cambios provocados en el contexto de la pandemia COVID-19, con muchas vías y factores de riesgo compartidos, incluyendo la calidad del aire, el ambiente interior, la actividad física, el control del peso, la gestión de la medicación y la prestación de atención sanitaria.
El lugar donde los niños pasan mayor cantidad de tiempo, que ahora es en los interiores, los hábitos diarios (patrón de asistencia a clases), de viaje o transportes, y la actividad física que realizan, afectan al asma.
Además, ha habido cambios en la disponibilidad, la prestación y la utilización de la atención sanitaria que tienen importantes implicaciones para el asma y otras enfermedades crónicas que requieren atención médica continuada. Se han limitado las visitas a la consulta para el control del asma, tanto en atención primaria como especializada (Neumología y Alergología) y se han limitado las visitas a urgencias. Todo ello ha favorecido el formato de visita telefónica o videoconferencia. Estos cambios han ofreciendo nuevas oportunidades gracias a la denominada “telesalud”, que deberán ser valoradas y aprovechadas.
En cuanto a las visitas a Urgencias, se observó una importante disminución en la atención relacionada con el asma y el comienzo de la pandemia, que atiende seguramente el temor de las familias al contagio y/o las recomendaciones sanitarias del momento. Todo esto condujo además, a que la realización de las pruebas tempranas para un mejor control de la enfermedad, como las pruebas de función pulmonar, se viera afectada.
La COVID-19 también ha influido probablemente en la adherencia de los pacientes a los medicamentos controladores del asma. Los padres de los niños con asma pueden tener un mayor control y ser más vigilantes para que los niños tomen su medicación con regularidad y que una mayor adherencia a la medicación mejore el control del asma o, por el contrario, que otros dejen su medicación ante el temor de los posibles efectos de los corticoides, tanto orales como inhalados, en la infección por coronavirus.
Todos estos factores han podido influir de diferente manera en función del lugar en el que residiese el niño, de la situación socioeconómica de la familia, de las limitaciones para realizar actividad física al aire libre a causa de las restricciones particulares de cada zona, etc. En este sentido, los niños de familias de entornos urbanos con menores ingresos tienen un acceso más limitado a espacios seguros para la actividad física, tienen domicilios en los que la exposición a alérgenos/contaminantes de interior (hongos, roedores, cucarachas y el humo del tabaco, entre otros) es mayor, y pueden convivir además con adultos con menor posibilidad de teletrabajar y más expuestos a la infección por coronavirus.
Estos cambios en el entorno, en la práctica médica y en la gestión del tratamiento, tendrán probablemente un gran impacto en el asma infantil que tendremos que vigilar para evaluar su impacto final a medio y largo plazo.
Margarita Tomás Pérez. Médico Adjunto Alergología Hospital General Universitario La Paz. Madrid. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
La Fundación SEAIC se complace en anunciar una nueva edición de los Premios Nacionales Fundación SEAIC a la trayectoria profesional, que reconocen la excelencia en el ámbito de la Alergología.
Podrán ser nominados miembros de la SEAIC con al menos 25 años de afiliación, cuyas candidaturas sean propuestas por sociedades científicas, universidades o grupos de investigación.
Una situación común con la que nos encontramos en nuestra práctica clínica con los niños asmáticos, son las agudizaciones que presentan a pesar de realizar un tratamiento de mantenimiento con corticoides inhalados. En muchas ocasiones las exacerbaciones son graves y requieren tratamiento con corticoides sistémicos. Para prevenir estas crisis, ante los primeros signos de menor control del asma, tenemos tendencia a aumentar la dosis de corticoides inhalados durante un periodo de tiempo. En este sentido, según la recomendación de la estrategia de la GINA (Global Iniciative for Asthma), en los pacientes asmáticos que reciben corticoides inhalados de forma continua, estaría indicado aumentar su dosis durante un periodo corto de tiempo ante los primeros indicios de pérdida de control del asma.
Sin embargo, esta estrategia actualmente es controvertida en niños, y existen varios trabajos que han puesto en duda la eficacia de esta actuación en este grupo de edad en lo que se refiere a la prevención de exacerbaciones asmáticas, así como a su seguridad. Hay que tener en cuenta que el 70-80 % de las veces esos primeros indicios no se convierten en verdaderas exacerbaciones, por lo que se podría haber creado la falsa idea de que aumentar la dosis del corticoide tendría un efecto protector de exacerbaciones. Recientemente, se ha publicado un artículo en el N Engl J Med que va en esta línea.
Quintupling Inhaled Glucocorticoids to Prevent Childhood Asthma Exacerbations. Jackson DJ, Bacharier LB, Mauger DT, Boehmer S, Beigelman A, Chmiel JF, Fitzpatrick AM, et al.N Engl J Med. 2018 Mar 8;378(10):891-901. doi: 10.1056/NEJMoa1710988. Epub 2018 Mar 3.
El trabajo fue financiado por el National Heart, Lung, and Blood Institute, y realizado por investigadores de diferentes centros de USA. Se trata de un ensayo de grupos paralelos, doble ciego y randomizado. Estudiaron a 254 niños, de 5 a 11 años de edad, que padecían asma bronquial leve-moderado persistente y que habían presentado al menos una exacerbación tratada con corticoides sistémicos en el último año. Todos los pacientes realizaron tratamiento de mantenimiento con dosis bajas de propionato de fluticasona inhalada (44 µg por inhalación, dos inhalaciones dos veces al día) durante 48 semanas. Ante los primeros signos de pérdida de control del asma (zona amarilla) se dividió a los pacientes en dos grupos de forma randomizada, de manera que una parte de los niños quintuplicaba la dosis de fluticasona durante 7 días (220 µg por inhalación, dos inhalaciones dos veces al día) y la otra parte continuaba con la misma dosis. En esta fase, en ambos grupos la terapia era doble ciego.
En el estudio no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos respecto al número de exacerbaciones asmáticas graves que requirieron corticoides sistémicos. Tampoco hubo diferencias en otros resultados secundarios como el número de visitas a urgencias por asma, el número de hospitalizaciones, el fracaso del tratamiento en el control del asma, la puntuación de síntomas y el uso de salbutamol durante los episodios de la «zona amarilla», el porcentaje de días con control del asma o los valores del flujo espiratorio máximo.
No hubo diferencias tampoco respecto a los eventos adversos, aunque en el grupo que quintuplicó la dosis de fluticasona mostró una tasa de crecimiento 0,23 cm menor por año respecto al grupo que no aumentó la dosis (diferencia no significativa, p=0.06). El primer grupo tuvo un 16% más exposición total a corticoides.
Aunque algunos aspectos metodológicos del estudio, como el tamaño la muestra y la heterogeneidad de la población en que se ha realizado, no permiten obtener conclusiones definitivas, parece que el empleo de corticoides inhalados a dosis altas, con intención de prevenir las exacerbaciones asmáticas, hoy día es controvertido en este grupo de edad (5-11 años, niños no preescolares). Se requieren más estudios que confirmen o no su beneficio clínico.
Autor: José Carlos García Ortiz. Médico adjunto del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Río Hortega, Valladolid. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
El término inglés «hay fever» (fiebre del heno) todavía se usa comúnmente en revistas y publicaciones científicas para referirse a la rinitis alérgica. Invito a revisores, editores y miembros de sociedades científicas a reconsiderar el uso de esta expresión, que pertenece más al lenguaje coloquial histórico que a la terminología médica precisa.
El término «fiebre del heno» se introdujo por primera vez en 1819, cuando John Bostock (1773-1848) presentó a la comunidad científica un caso que describió como una «afección periódica de los ojos y el pecho» [1]. Interpretó la afección como una variante del resfriado común que ocurría durante la cosecha del heno, atribuyendo la exposición al heno como el principal factor desencadenante. Desde entonces, el término se ha popularizado y se sigue utilizando en la actualidad. En España, el profesor Jiménez Díaz, en su obra fundamental El asma y otras enfermedades alérgicas (1931), destacó la insuficiencia de este término, señalando que en la rinitis alérgica inducida por polen (polinosis) no hay fiebre ni el heno es el único agente causal.
Una búsqueda en PubMed del término «fiebre del heno» arroja actualmente más de 16 000 resultados, y Google devuelve más de 130 000, lo que confirma que su uso sigue estando muy extendido. Sin embargo, las expresiones «fiebre del heno», «rinitis estacional» y «rinitis extrínseca» son ambiguas y carecen de la precisión científica propia del siglo XXI.
Actualmente, el consenso ARIA (Rinitis Alérgica y su Impacto en el Asma, OMS, 1999), concretamente su actualización más reciente, «Vías clínicas ARIA de nueva generación para la rinitis y el asma» [2], clasifica la rinitis alérgica según la duración y la intensidad de los síntomas. Este enfoque unificado garantiza claridad, reproducibilidad y coherencia en la comunicación científica y la investigación clínica.
En vista de estas consideraciones, propongo respetuosamente que las revistas científicas, los autores y las sociedades profesionales abandonen progresivamente el término «fiebre del heno» en favor de la terminología estandarizada «rinitis alérgica». Esto fomentará la precisión terminológica y alineará el campo con el consenso actual y la nomenclatura basada en la evidencia.
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1. Bostock J. Case of a periodical affect of the eyes and chest. Med Chir Trans. 1819;10:161–165.
2. Bousquet J, et al. Next-generation ARIA care pathways for rhinitis and asthma. Clin Transl Allergy. 2020 Jan;10:58.
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The English term “hay fever” is still commonly used in scientific journals and publications to denote allergic rhinitis. I invite reviewers, editors, and members of scientific societies to reconsider the use of this expression, which belongs more to historical vernacular than to accurate medical terminology.
The term “hay fever” was first introduced in 1819, when John Bostock (1773–1848) presented to the scientific community a case he described as a “periodical affection of the eyes and chest” [1]. He interpreted the condition as a variant of the common cold that occurred during hay harvesting, attributing hay exposure as the main triggering factor. Since that time, the term has gained widespread popularity and remains in use to this day.
In Spain, Professor Jiménez Díaz, in his seminal work El asma y otras enfermedades alérgicas (1931), emphasized the inadequacy of this term, noting that in pollen-induced allergic rhinitis (pollinosis) there is neither fever nor is hay the only causative agent.
A search in PubMed for the term “hay fever” currently yields more than 16,000 entries, and Google returns over 130,000 results, confirming that its use remains widespread. However, the expressions “hay fever,” “seasonal rhinitis,” and “extrinsic rhinitis” are ambiguous and lack the scientific precision appropriate for the 21st century.
At present, the ARIA (Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma, WHO, 1999) consensus—specifically its most recent update, Next-generation ARIA care pathways for rhinitis and asthma [2]—classifies allergic rhinitis according to symptom duration and intensity. This unified approach ensures clarity, reproducibility, and consistency in scientific communication and clinical research.
In light of these considerations, I respectfully propose that scientific journals, authors, and professional societies progressively abandon the term “hay fever” in favor of the standardized terminology “allergic rhinitis.” Doing so will promote terminological precision and align the field with contemporary consensus and evidence-based nomenclature.
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1. Bostock J. Case of a periodical affection of the eyes and chest. Med Chir Trans. 1819;10:161–165.
2. Bousquet J, et al. Next-generation ARIA care pathways for rhinitis and asthma. Clin Transl Allergy. 2020 Jan;10:58.
El proyecto VAC-ASMA, busca conocer la actitud de los profesionales ante la vacunación en pacientes con asma grave desde las consultas de Alergología y Neumología de España.
Dirigido a especialistas que realicen labor asistencial en asma grave en hospitales españoles y cuenten con más de tres años de experiencia.
Participa: https://vacasma.gruposaned.com/
Código de acceso: ASMA
Estudio VAC-ASMA (1120 descargas )
Si no lo ha hecho, identifíquese aquí
Fecha y hora: miércoles 22 de mayo a las 16 horas.
Duración estimada: 60 minutos.
Se puede hacer preguntas.
Impartido por:
María Alecha, Unidad de bibliometría, Universidad de Navarra.
Moderadores:
Dra. Marta Ferrer, catedrática. Decana de la facultad de medicina de la Universidad de Navarra.
Dra. Carmen D’Amelio, profesora colaboradora Universidad de Navarra.
Para no perderte ninguna actualización, ¡recuerda inscribirte!
Premios a la Mejor Tesis Doctoral y al Mejor Trabajo de Fin de Grado (TFG) en Alergología.
Exclusivamente para estudiantes matriculados en universidades españolas.
Premios: 1.500 € (accésit de 300 €).
Dirigido a médicos especialistas o residentes en alergología que sean socios de la SEAIC, con tesis defendidas en universidades nacionales e internacionales.
Premios: 5.000 € (accésit de 1.000 €).
Tratamiento antiinflamatorio en la COVID-19. ¿Amigos o enemigos?
28 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Astra Zeneca en la realización de esta sesión científica.
COVID-19, asma o rinitis. ¿Cómo diferenciarlos?
27 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Menarini en la realización de esta sesión científica.
Programa seminario web "COVID-19, asma o rinitis. ¿Cómo diferenciarlos?" (1788 descargas )
Impacto del COVID-19 en alergia respiratoria y rinología
19 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Uriach en la realización de esta sesión científica.
Programa seminario web "Impacto del COVID-19 en alergia respiratoria y rinología" (2173 descargas )
COVID-19: Etiopatogenia, Clínica Nasal y Cutánea
14 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Novartis en la realización de esta sesión científica.
Programa seminario web "COVID-19: Etiopatogenia, Clínica Nasal y Cutánea" (2261 descargas )
El día después en una consulta de alergología: opciones de desescalada
11 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Diater Laboratorios en la realización de esta sesión científica.
Programa Seminario Web "El Día Después en una Consulta de Alergología" (2124 descargas )
Alergia en Tiempos de Covid-19
30 de abril de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Laboratorios Leti en la realización de esta sesión científica.
Programa Webinar «Alergia en Tiempos de Covid-19»
Alergia Respiratoria y COVID-19
16 de abril de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de GSK en la realización de esta sesión científica.
Programa Webinar SEAIC "Alergia Respiratoria y COVID-19" (3763 descargas )
Se han hecho públicas las bases de la convocatoria de becas de la Fundación de la SEAIC 2015. La fecha límite de recepción de las solicitudes será el 20 de diciembre. Los formularios para las peticiones de acceso a las diversas formas de ayuda del Fondo estarán a disposición de los interesados en la página web de la Fundación de la SEAIC.
Se han hecho públicas las bases de la convocatoria de becas de la Fundación de la SEAIC 2016. La fecha límite de recepción de las solicitudes será el 23 de diciembre. La información sobre las solicitudes de acceso a las diversas formas de ayuda del Fondo están a disposición de los interesados en la página web de la Fundación de la SEAIC.
Estimados socios,
Se anuncia la XIII convocatoria de Premios Fundación Pfizer de Compromiso
Social y de Investigación. Podéis encontrar información en los archivos
adjuntos y en la web. Esperamos sea de
vuestro interés.
Un cordial saludo,
Darío Antolín Amérigo
Secretario de la Junta Directiva de la SEAIC
Convocatoria Premios Fundación Pfizer Compromiso Social (2127 descargas )
Convocatoria Premios Fundación Pfizer Investigación (2098 descargas )
Estimados socios,
El ilustre Dr. Antonio Sastre Castillo falleció el día 4 de Julio de 2015 en Madrid, a los 85 años de edad.
Fue el fundador junto con los Dres Fernando Lahoz Navarro, José Pérez Guerrero y Francisco Marín Núñez del Servicio de Alergología de la Fundación Jiménez Díaz en 1955, cuando se fundó la Clínica de la Concepción por el doctor Jiménez Díaz. Por entonces se llamaba Servicio de Alergia y Terapéutica Respiratoria. Además ocupó el cargo de Presidente de SEAIC desde 1978 a 1982, así como la Jefatura del Servicio de Alergia.
Desde la SEAIC queremos transmitir nuestro más sentido pésame a su familia y amigos. Su muerte es una pérdida irreparable para nuestra especialidad, para la que trabajó incansablemente a lo largo de su vida profesional. Descanse en paz.
Darío Antolín Amérigo
Secretario de la Junta Directiva de la SEAIC