La anafilaxia es una emergencia médica que requiere establecer su diagnóstico de forma precoz, dada la rapidez de instauración y la gravedad de sus síntomas.
Identificar una anafilaxia puede ser difícil porque los síntomas de la anafilaxia pueden ser muy variables: no siempre hay una erupción cutánea acompañante; en ocasiones se presenta con síntomas digestivos, ginecológicos, neurológicos y cardiovasculares (mareo, hipotensión), sin signos cutáneos visibles. Esta sintomatología puede comenzar de forma leve y progresar en minutos, en ocasiones los síntomas desaparecen y reaparecen varias horas después, dando lugar a una reacción bifásica.
Todo esto nos lleva a confundirla a veces con otras patologías comunes, como un síncope vasovagal o una crisis asmática, complicando su diagnóstico y tratamiento.
En los niños, es aún más difícil, ya que no siempre tenemos la posibilidad de comunicación con ellos, sobre todo en pacientes de corta edad que no siempre pueden contar claramente síntomas internos, ya sea porque aún no hablan o porque no saben describirlo.
El estudio publicado por Handorf et al (1) propone una serie de modificaciones en los criterios diagnósticos actuales para mejorar la identificación de anafilaxia en lactantes y niños en edad preescolar. Estas modificaciones consideran manifestaciones clínicas específicas de la edad, que a menudo se pasan por alto, mejorando así la precisión diagnóstica de este grupo etario.
Los criterios clínicos más utilizados en Estados Unidos actualmente para el diagnóstico de la anafilaxia son los National Institute of Allergy and Infectious Diseases/Food Allergy and Anaphylaxis Network (NIAID/FAAN) , publicados en 2006(2). Estos criterios no han sido validados en niños de menos de dos años y no tienen en cuenta las diferencias específicas que pueden aparecer en esta población.
El grupo de Handorf incluyó una revisión retrospectiva de 337 casos de reacciones alérgicas atendidos en su servicio de urgencias (1). En su artículo, implementan las modificaciones a los criterios NIAID/FAAN que tienen en cuenta diferencias específicas de cada edad, incluyendo el uso de signos equivalentes para remplazar síntomas subjetivos en esta población en ocasiones no verbal. También se añadieron señales del shock anafiláctico compensado (taquicardia, cianosis, cambios en el estado mental) y se incluyeron otros signos de distrés fisiopatológico específico de esta población como taquipnea, tiraje intercostal, llanto ronco, tos etc. La dificultad para tragar o la falta de aire puede manifestarse como llanto o irritabilidad.
Estas diferencias se sintetizan en la tabla:
Tipo de manifestación | Síntomas incluidos en los criterios NIAID/FAAN | Síntomas propuestos en la modificación de Handorf et al.(1) |
Mucocutáneos
|
Habones/urticaria, prurito, flushing, angioedema de labios, de lengua, de úvula o de paladar blando. | Habones/urticaria, prurito, flushing, angioedema de labios, de orejas, párpados, facial, extremidades, picor oral, lingual, faríngeo, protrusión lingual, lamidos* |
Respiratorios
|
Disnea, sibilancias, broncoespasmo, estridor, descenso del PEF, hipoxemia. | Disnea, sibilancias, broncoespasmo, estridor, hipoxemia, cianosis, tos, babeo, taquipnea, aumento del trabajo respiratorio, voz o lloro ronco. |
Gastrointestinales
|
Dolor abdominal tipo cólico, vómitos. | Dolor abdominal, vómitos, náuseas, esputos, diarrea, arqueo de la espalda o hipertonicidad. |
Cardiovasculares/ otros
|
Hipotensión, hipotonía, síncope, incontinencia. | Hipotensión, hipotonía, síncope, incontinencia, taquicardia, cianosis, palidez, moteado cutáneo, letargia, alteración del estado mental#. |
* lamer los labios, las manos u otros objetos.
# Irritable, retraído, inconsolable, menos activo sin otra explicación.
Modificado de Handorf et al (1).
Los casos que cumplieron los criterios de inclusión fueron 175 pacientes, de los que el 33% tenían menos de un año, el 39% entre 12- 36 meses y el 29% eran niños entre 3- 6 años. Según los criterios NIAID/FAAN, se identificaban el 85% de todos los casos, mientras que con los criterios modificados se alcanzó el 98% (p<0.001). Los criterios modificados identificaron un 23% más de casos en lactantes (p<0.001) y un 10% más de en niños de entre 12-36 meses (p=0.04).
Algunos de los síntomas que son frecuentemente pasados por alto fueron: taquicardia, taquipnea, alteración del estado mental y cianosis. Estos no se mencionan en las guías actuales, aunque representan síntomas de shock compensado o de otras formas de compromiso cardiovascular.
Algunos de los síntomas respiratorios que observaron fueron tos (12%), sibilancias (14%), disnea (11%), salivación excesiva o babeo (11%) y aumento del trabajo respiratorio (14%). El síntoma cutáneo más común fue la aparición de habones (74%), pero también se observó con frecuencia inflamación de la cara, ojos o pabellones auriculares (30%), inflamación de labio (30%), flushing facial (30%) y prurito (25%). Los síntomas gastrointestinales incluyeron vómitos (50%), y diarrea (9%).
El uso de estos criterios modificados puede mejorar la identificación de la anafilaxia en niños pequeños comparando con los criterios actuales. Los resultados de este estudio ponen el foco en los diferentes síntomas que puede aparecer en los pacientes pediátricos y ayudan a sensibilizar sobre el manejo de la anafilaxia, especialmente con lactantes o niños pequeños.
Sería conveniente realizar más estudios con mayor número de pacientes y centros participantes para evaluar y validar estos criterios de identificación de anafilaxia.
Olaya Álvarez García. Servicio de Alergia del HUCA, Oviedo. Comité de Alergia Infantil, grupo de trabajo de anafilaxia.
Bibliografía
1.-Handorf A, Roy IR, Cohen A, Camargo CA Jr, Dribin TE, Pistiner M. Development and Evaluation of Modified Criteria for Infant and Toddler Anaphylaxis. J Allergy Clin Immunol Pract. 2024 Aug;12(8):2026-2034.e2
2.-Sampson HA, Munoz-Furlong A, Campbell RL, et al. Second symposium on the definition and management of anaphylaxis: Summary report—Second National Institute of Allergy and Infectious Disease/Food Allergy and Anaphylaxis Network symposium. J Allergy Clin Immunol. 2006;117(2):391–397.doi: 10.1016/j.jaci.2005.12.1303