Se remite comunicado del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo
Madrid, 05 de Octubre de 2009
Estimado Presidente:
El motivo de mi carta solicitar tu atención sobre la situación en la que nos encontramos respecto a un aspecto de salud tan crucial, como es la protección de los ciudadanos frente al aire contaminado por el humo de tabaco en los espacios públicos cerrados.
Como bien sabes, recientemente la Ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, ha manifestado en numerosas ocasiones el interés del Ministerio en avanzar en la política existente en el momento actual respecto a la regulación del consumo de tabaco en los espacios públicos. Concretamente, en relación con los destinados a la hostelería, ocio y restauración, se está produciendo una notable reacción a partir de las declaraciones de determinadas entidades cuyos intereses quedan muy distantes de la problemática de salud que supone la situación actual.
Desde el CNPT, estamos manifestando públicamente como las previsiones catastrofistas sobre el impacto de las prohibiciones de fumar en los negocios de la hostelería se han demostrado universalmente fallidos. Por este motivo, se han enviado cartas a todos los ministros del actual gobierno, miembros de las comisiones de Sanidad del Congreso y del Senado, Presidente del Gobierno, y líderes de los partidos de la oposición. Sería importante que el mismo mensaje y peticiones que estamos haciendo desde el CNPT se repitieran desde organizaciones como la que tú presides.
Si consideras oportuno adherirte a esta iniciativa, te adjuntamos los nombres y direcciones a los que puedes enviar tu carta, así como los argumentos referenciados que hemos utilizado por si estimas la idoneidad de utilizar parte o la totalidad de la misma.
Atentamente,Mª Ángeles Planchuelo Santos
Presidenta
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Los espacios sin humo ayudan a la economía y no perjudican a la hostelería (3076 descargas )
Fuente: http://www.eldecano.es
El Hospital Universitario de Guadalajara participa este martes, a través de la alergóloga Arantza Vega, en una charla que, bajo el título ‘Alergia a abejas y avispas: situación actual’, acercará a los asistentes cuestiones fundamentales sobre estos animales.
La cita comenzará a las 20:00 horas en el hotel Tryp de la capital, y cuenta con la colabroación de la Asociación de Apicultores de La Alcarria y demás Comarcas de Castilla-La Mancha (ASAPIA), cuyo secretario, Sergio Viñuelas, dará a conocer a los presentes las características sociales de abejas y avispas, diferenciando entre los distintos grupos y realizando un acercamiento a los motivos por los que pueden llevarles a realizar una picadura.
Por su parte, la doctora Vega expondrá las principales características de la alergia al veneno de los himenópteros, las distintas reacciones que se pueden dar según el caso y las cuestiones que se tienen que tener en cuenta para un correcto diagnóstico de este tipo de alergia.
Según los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), alrededor de un millón de personas son alérgicas al veneno de estos insectos en toda España. Además, debido a la gran tradición apícola presente en la provincia de Guadalajara, no son infrecuentes las consultas por este tipo de alergias.
La jornada celebrada está dirigida esencialmente a personal sanitario, especialmente personal de Urgencias, Pediatría o facultativos de Atención Primaria
Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona).
Consultar en Empleo.
Disponible el curso acreditado de formación online para la evaluación de calidad de vida relacionada con la rinitis alérgica (avalado por la SEAIC).
Código del curso: ESPRINT
Según los resultados del estudio epidemiológico Alergológica 2015 en España los alimentos de origen vegetal se encuentran dentro de las causas más frecuentes de alergia alimentaria. Si bien es cierto que hace años se hablaba de alergia a la manzana, el cacahuete o a cualquier alimento en sí sin dar detalles, a día de hoy es posible conocer, en muchos casos, la proteína responsable de la misma. ¿Y por qué esto es importante? Porque ayuda a determinar las
medidas de evitación que debe seguir cada paciente así como el tratamiento que debe aprender a manejar y tener disponible ante el consumo inadvertido de los alimentos “prohibidos” o ante la aparición de clínica con nuevos alimentos.
Dentro de la alergia a alimentos de origen vegetal la alergia a LTP está muy presente en la mente de los alergólogos y cada vez más en la de los pacientes y médicos de otras especialidades debido a su nada despreciable prevalencia. LTP son las siglas de “lipid transfer protein” o proteína transportadoras de lípidos (PTL). Es una proteína muy ubicua en el mundo vegetal y debido a su función de defensa predomina en la piel o parte externa de frutas, frutos secos, semillas, legumbres, cereales y hortalizas. Entre sus peculiaridades se encuentra su resistencia al calor y a la digestión, por lo que ni el cocinado del alimento ni los jugos gástricos consiguen degradarla. Por todo ello puede asociarse a reacciones de mayor gravedad clínica aunque es importante recalcar que no es ésta su única manifestación.
El patrón más común de alergia a LTP es el de los pacientes que han presentado reacción con melocotón y/o algún fruto seco aunque luego la implicación de unos u otros alimentos depende de cada caso. En este tipo de alergia es importante valorar también la presencia simultánea de cofactores como el ejercicio, la toma de antiinflamatorios no esteroideos, el estrés o procesos infecciosos, entre otros, que pueden actuar como desencadenantes de unos síntomas que no aparecen sin su presencia.
Aunque a priori pueda parecer todo ello algo complicado de entender el estudio realizado por el Alergólogo permite llegar a un diagnóstico más exacto de alergia a la LTP y de este modo definir las medidas de evitación más adecuadas para cada persona. De igual modo se consigue especificar los pasos a seguir ante un consumo accidental o no, y la necesidad de conocer el manejo de medicación de emergencia, como es el autoinyector de adrenalina, en los casos en los que se considere indicado.
En nuestro medio es fundamental que todos conozcamos estas pinceladas básicas de la alergia a la LTP porque somos muchos quienes lo hemos vivido en primera persona o en la de seres cercanos.
El propofol es un medicamento usado ampliamente en procedimientos de anestesia general para la inducción y el mantenimiento de la misma, tanto en niños como en adultos, desde 1977. En su composición, propofol, contiene aceite de soja y proteínas de huevo, por lo que en ficha técnica aparece como contraindicación de uso, la alergia a huevo o soja. Debido a que se ha visto por medio de diferentes estudios, que es extremadamente raro que los pacientes alérgicos a huevo (excepto algún caso de anafilaxia), presenten alguna reacción al administrar propofol, se ha publicado en la revista JIACI, las recomendaciones para el uso de propofol en pacientes alérgicos a huevo que son las siguientes:
-En pacientes con anafilaxia por alergia a huevo: Utilizar otro anestésico general o administrar propofol inicialmente a una dosis pequeña, y si no se produce reacción, ir aumentando la dosis hasta la dosis terapéutica.
-En pacientes alérgicos a huevo no anafilácticos: Utilizar propofol de la misma manera en que se hace a la población no alérgica a huevo.
Para más información:
J Investig Allergol Clin Immunol 2019; Vol. 29(1): 72-74 doi: 10.18176/jiaci.0337
Dra. Sara Martínez Molina. Hospital Universitario de Donostia. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Recientemente se ha publicado en la revista J Investig Allergol Clin Immunol un trabajo realizado por expertos de España y Portugal, que analiza la evolución de las diferentes guías para el tratamiento del Angioedema Hereditario por déficit de C1 inhibidor (AEH-INH-C1).
En este estudio ibérico se han comparado las guías/recomendaciones de tratamiento del AEH-INH-C1 publicadas entre 2010 y 2022, para identificar las principales diferencias en cuanto a los enfoques terapéuticos para el tratamiento a demanda, la profilaxis a corto plazo (PCP) y la profilaxis a largo plazo (PLP).
A nivel mundial, las directrices sobre el AEH evolucionaron con la disponibilidad de nuevos tratamientos y con un cambio en el paradigma de gestión hacia un enfoque individualizado y centrado en el paciente en el que la calidad de vida es fundamental. En consonancia con ello, se observó una tendencia creciente hacia la autoadministración del tratamiento en el domicilio, ya que facilita potencialmente el tratamiento precoz de los ataques, proporciona mayor flexibilidad, comodidad e independencia, y se asocia a una mayor calidad de vida. La PLP es el indicador que más innovaciones ha experimentado a lo largo de los años, paralelamente a la disponibilidad de nuevas terapias y a la toma de conciencia de las necesidades de los pacientes. Se dispone de varias terapias profilácticas con un alto nivel de evidencia, aunque faltan estudios específicos de comparaciones directas entre ellas. Los nuevos tratamientos más eficaces y seguros han ido relegando a los andrógenos atenuados a una segunda línea.
Los objetivos del tratamiento se han ido haciendo más ambiciosos, desde la reducción de la frecuencia, gravedad y duración de los ataques hasta lograr el control total de la enfermedad y la normalización de la vida de los pacientes en la actualidad. Los cambios en la terminología, como la introducción de designaciones como «primera línea» y “segunda línea”, y la introducción de instrumentos de medida de resultados comunicados por los pacientes («PROM») para evaluar las percepciones de los pacientes sobre su calidad de vida y bienestar auto experimentados, también son relevantes y se abordan en el documento, junto con las necesidades aún no cubiertas en el tratamiento del AEH-C1-INH.
Branco Ferreira M, Baeza ML, Spínola Santos A, Prieto-García A, Leal R, Alvarez J, Caballero T. Evolution of guidelines for the management of hereditary angioedema due to C1 inhibitor deficiency. J Investig Allergol Clin Immunol. 2023 May 11:0. doi: 10.18176/jiaci.0909. Epub ahead of print. PMID: 37171188.
https://www.jiaci.org/revistas/doi10.18176_jiaci.0909.pdf
Dra. Alicia Prieto García. Servicio de Alergia, Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Comité de Angioedema de la SEAIC.
Contenido disponible sólo para socios.
La Asociación Española de Déficits Inmunitarios Primarios (AEDIP) ofrece en su sitio web un directorio de hospitales para el estudio de inmunodeficiencias primarias:
Estimados colegas:
Desde la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica SEAIC queremos recordaros que en menos de un mes, del 12 al 15 de marzo, se celebrará en Madrid el XXIII Congreso Mundial de Asma (WCA) organizado por la Asociación Global de Asma-INTERASMA con la colaboración científica de la SEAIC. Además informaros que a efectos de inscripción y participación se aplicarán a todos los miembros de la SEAIC los mismos beneficios que a los miembros de INTERASMA.
INTERASMA es una sociedad científica con más de 60 años de historia que, desde un concepto multidisciplinar, tiene como objetivo el estudio del asma. Entre una de sus actividades principales destaca la organización del Congreso Mundial de Asma que se realiza cada dos años en distintas ciudades del mundo. La alta calidad de sus programas científicos y educativos sobre el conocimiento del asma, colaborando con prestigiosos expertos y ponentes tanto locales como internacionales de todo el mundo, han hecho del WCA un congreso exitoso y de amplia participación.
Para mayor información, pueden visitar el sitio web del congreso: www.wca-2016.com. En nombre de SEAIC e INTERASMA es un placer invitarles a participar en el próximo Congreso Mundial de Asma que se celebrará en Madrid del 12 al 15 de marzo de 2016.
Saludos cordiales,
Prof. Joaquín Sastre Prof. G. Walter Canonica
Presidente SEAIC Presidente GAA – INTERASMA
Los días 6 y 7 de junio, tendrá lugar en Madrid la cuarta edición del Salón de productos y servicios para Alergias e Intolerancias Alimentarias, que cuenta con la colaboración de SEAIC.
Polen Control es una aplicación desarrollada conjuntamente por la SEAIC y Almirall que permite realizar el seguimiento de la evolución sintomática en pacientes, con la finalidad que el profesional médico pueda cruzar y relacionar dichos datos con los niveles polínicos existentes.
Polen Control le permitirá realizar un mejor seguimiento y diagnóstico de las alergias debidas al polen ambiental, especialmente en pacientes que presentan polinosis. El paciente podrá realizar el seguimiento diario de su patología a través de su móvil, para posteriormente enviarle un informe en el que los datos de su paciente se cruzarán automáticamente con los datos de los niveles polínicos ambientales.
Con esta aplicación podrá:



Si desea participar en el programa Polen Control, necesita disponer de un código de activación. Introduzca sus datos en www.polencontrol.com en el apartado soy médico, y nos pondremos en contacto con usted. Al darle de alta en el programa le facilitaremos un código que deberá entregar a sus pacientes para que le envíen el informe de seguimiento a través de la aplicación, directamente al e-mail que nos haya facilitado.
Enlaces de descarga:
Actualizado el día 18/07/2013
Durante los últimos años, el estudio de los factores de riesgo que pueden influir en el desarrollo del asma ha sido un tema candente en esta enfermedad. No obstante, si hacemos una revisión exhaustiva de la literatura, los trabajos publicados hasta el momento sobre este tema en población pediátrica de nuestra área geográfica, son escasos. Es por este motivo, que desde la Unidad de Alergología Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, decidimos diseñar un estudio caso-control para determinar aquellos factores que podían influir en el desarrollo y la gravedad del asma. El trabajo ha sido recientemente publicado en la revista “Pediatria Catalana” (revista de libre acceso). A continuación expondré brevemente el contenido del artículo:
Los avances médicos durante las últimas décadas han permitido mejorar la clasificación etiopatogénica y el manejo clínico del asma. Pero a pesar de esto, su incidencia ha seguido en aumento, sobre todo en los países industrializados y en vías de desarrollo, convirtiéndose en un desafío médico mundial. Es obvio que un incremento de prevalencia en poblaciones genéticamente estables ha de ser consecuencia de cambios medioambientales. Por todo ello es necesario conocer aquellos factores que puedan influir en la patogenia de la enfermedad y desarrollar estrategias preventivas. De este modo, el objetivo del estudio presentado fue valorar la influencia de factores de riesgo conocidos del asma y su gravedad en una población pediátrica del área mediterránea, mediante un estudio caso-control.
Se incluyeron 107 pacientes asmáticos de edad media 9 años y predominio masculino [62,6% (n=67)] y 32 controles sanos de edad media 10 años y predominio también masculino [59,3% (n=19)]. El rango de edad fue entre 4 y 14 años en ambos grupos. Respecto a los resultados, destacar que no se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre el género, la edad o la gravedad del asma; pero sí que se objetivó que las edades de entre cinco y seis años fueron las que mostraron un mayor porcentaje de asma persistente.
La comparación de los factores de riesgo de desarrollo de asma con el grupo control mostró como única diferencia estadísticamente significativa el antecedente de sibilantes recurrentes los primeros 3 años de vida (p<0,001). También se objetivó una asociación estadísticamente significativa entre el asma persistente moderada o grave y los antecedentes de sibilantes recurrentes los primeros 3 años de vida (p<0,001), antecedentes de bronquiolitis por Virus Respiratorio Sincitial (VRS) (p<0,05) y antecedentes de criterios del Índice Predictivo de Asma (API) positivos (p<0,001). Estos resultados están en conjunción con otros trabajos publicados recientemente en los que relacionan las bronquiolitis y los sibilantes recurrentes el primer año de vida con estilos de vida modificables, como tener hermanos en edad escolar e ir a la guardería, del mismo modo que la guía Global Initiative for Asthma (GINA) sugiere que un niño con episodios de sibilantes recurrentes, de mayor duración e inducidos por el ejercicio, tienen una mayor probabilidad de tener asma. No obstante, estos datos contrastarían con algunos estudios publicados previamente que habían identificado las infecciones de repetición no específicas en la primera infancia como factor protector del asma.
Otro dato importante a considerar en este estudio es el peor control de la enfermedad en población asmática de 5-7 años, hecho que podría estar relacionado con una mayor repercusión de las infecciones víricas a esta edad. Del mismo modo, la sensibilización a ácaros del polvo y a epitelios se asoció también a un mal control de la enfermedad y la sensibilización a esporas de hongos se asoció a una forma más grave de asma (p<0,05). En conclusión, se debe prestar una especial atención a los niños con asma en edad escolar y antecedentes de bronquiolitis por VRS, sibilantes de repetición los tres primeros años de vida y a aquellos con sensibilización a esporas de hongos, ya que pueden presentar una forma más grave de asma que precise un seguimiento más estrecho y tratamiento más intenso.
Encontrarán el resumen del artículo en tres idiomas (catalán, español e inglés). El artículo original está íntegramente escrito en lengua catalana. Por este motivo y dada la relevancia de los datos que contiene para todos los profesionales especialistas que se dedican al campo de la alergia y el asma pediátricas y, como autora de correspondencia del mismo, he creído oportuno, hacer una traducción del artículo a lengua española para que pueda llegar a un mayor número de profesionales de la salud. Deseo pues que puedan sacar el máximo partido posible a la lectura de este artículo, desarrollado en población escolar del área del mediterránea, y, por tanto, extrapolable a buena parte de nuestro territorio.
Dra. Teresa Garriga Baraut, MD, PhD
Miembro del Comité de Alergia Infantil (CAI) de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Facultativa Especialista Adjunta | Servicio de Pediatría/Sección de Alergia Pediátrica, Pneumología Pediátrica y Fibrosis quística/ Unidad de Alergología Pediátrica. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Investigadora del grupo de investigación «Crecimiento y Desarrollo» VHIR Vall d’Hebron.
CONVOCATORIA 2021 DE AYUDAS ECONÓMICAS A PROYECTOS DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL DE LA COMISIÓN DE RESPONSABILIDAD SOCIAL Y SOLIDARIA (CRSS)
PLAZO para presentar las solicitudes: 30 de noviembre de 2021
La Fundación de la SEAIC abre la Convocatoria 2021 de la Comisión de Responsabilidad Social y Solidaria (CRSS) de ayudas económicas a Proyectos de Cooperación Internacional, llevados a cabo por entidades tanto públicas como privadas sin ánimo de lucro, con el fin de mejorar el bienestar social y sanitario de comunidades desfavorecidas.
Fecha límite de presentación de solicitudes es el día 30 de noviembre del 2021 a las 24 horas.
Todos los interesados deberán enviarnos por correo electrónico la solicitud que aparece a continuación debidamente cumplimentada y firmada.
Dirección de envío: silvina.wenk@seaic.org
Las ayudas concedidas se darán a conocer vía email a los ganadores y publicación a la web para todos los socios de la SEAIC.
Para cualquier duda o consulta, rogamos contacte a la secretaria técnica de la Fundación de al SEAIC.
Se ha abierto el plazo para la emisión de voto on-line para la renovación de cargos de la Junta directiva de la SEAIC en la página web: https://www.seaic.org/profesionales/votaciones-seaic.
El Grupo Español de Estudio del Angioedema mediado por Bradicinina (GEAB) de la SEAIC ha publicado su Protocolo de inicio de tratamiento con Berinert® subcutaneo como profilaxis a largo plazo en pacientes con Angioedema Hereditario por Déficit de C1-inhibidor (AEH-C1-INH), disponible para descarga en nuestra página web.
¡Cuántas veces escuchamos esta frase en esta época del año en la que nuestra exposición solar ha sido máxima! Son muchos los pacientes que ante reacciones cutáneas coincidiendo con la exposición solar se refieren a ellas como “alergia al sol”. Aunque es un término científicamente incorrecto, se refiere a aquellas fotodermatosis (reacciones anormales o adversas de la piel a la luz ultravioleta o la radiación visible) en las que subyace un mecanismo inmunológico.
Entre ellas, la erupción polimorfa lumínica es la entidad más frecuente, afectando al 10-20% de la población occidental. Aparece sobre todo en mujeres jóvenes y es más típico en las primeras exposiciones solares del año (primavera), mejorando a medida que la estación soleada avanza (tras exposiciones repetidas al sol y la progresiva melanización de la piel).
Se caracteriza por brotes repetidos de lesiones cutáneas pruriginosas con localización predominante en aquellas zonas de mayor exposición solar: cara, cuello, zona alta del tórax, caras laterales de antebrazos y cara anterior de las piernas.
Las lesiones pueden ser de distinto tipo (de ahí el término polimorfismo): pápulas, pápulo-vesículas, eccema, placas, erosiones o costras; aunque, en un paciente individual, las lesiones son normalmente monomórficas y simétricas, apareciendo habitualmente a las pocas horas de exposición al sol.
Las reacciones agudas requerirán el tratamiento sintomático acorde con la gravedad del cuadro. Los antihistamínicos ayudarán a controlar el prurito; aunque, en ocasiones, puede ser necesario el uso de corticoides sistémicos. Sin embargo, lo más importante es prevenir la aparición de la erupción mediante fotoprotección adecuada (ropa, protección solar UVA y UVB). Si con ello no se consigue evitar la aparición de los brotes, se puede llevar a cabo una terapia de “desensibilización mediante fototerapia” con radiación UVB de banda estrecha (UVB-BE) para conseguir el endurecimiento (hardening) de la piel. Se basa en ir acostumbrando poco a poco a nuestra piel a la exposición al sol (fototolerancia), mediante la aplicación de cursos cortos de UVB-BE desde principios de la primavera y durante varias semanas, hasta alcanzar niveles que permitan al paciente tolerar exposiciones solares diarias de 15-20min de duración. Además, en adultos jóvenes, que viajan de vacaciones a zonas soleadas, se ha comprobado que la realización de ciclos cortos (6-7 días) de corticoides sistémicos (prednisona 0,6-0,8 mg/kg/día) es útil en la prevención de aparición de brotes.
Entre las fotodermatosis que afectan con más frecuencia a población infantil, se encuentra la erupción primaveral juvenil, considerada una variedad localizada de la erupción polimorfa lumínica, de origen desconocido y que afecta más frecuentemente a varones entre 5 y 12 años. Cursa con pápulas eritematosas pruriginosas que aparecen típicamente durante la primavera en el hélix de las orejas que no está cubierto por pelo. Pueden evolucionar a vesículas y costras sin dejar lesiones residuales o solo mínimas cicatrices.
También el hidroa vacciniforme, aunque es una afección rara, se suele dar en niños menores de 10 años, mejorando hacia la edad adulta. Algunos autores consideran que se trata de una variante cicatricial de la erupción polimorfa lúminica. Consiste en brotes recurrentes de lesiones vesiculosas, de contenido viscoso, seroso o hemorrágico, que evolucionan a costras y escaras negruzcas que se desprenden, dejando lesiones cicatriciales varioliformes, deprimidas e hipopigmentadas. Suelen darse cada verano en las partes descubiertas del cuerpo tras la exposición a la luz solar. Su localización más frecuente es en orejas, nariz, dedos, mejillas, dorso de manos o antebrazos y, a veces, puede afectar también a ojos y cuero cabelludo, con efectos adversos importantes sobre la calidad de vida de los niños. Se desconoce la patogenia, aunque se ha asociado a infecciones por virus de Epstein-Barr, y puede evolucionar a linfoma.
Otras fotodermatosis menos frecuentes en niños son el prurigo actínico, la dermatitis actínica crónica o la urticaria solar.
Todas ellas se engloban dentro de este grupo de fotodermatosis inmunológicamente mediadas conocido coloquial- y erróneamente bajo el único nombre de “alergia solar”. Sin embargo la patogenia y clínica de cada una de ellas es diferente y por tanto su tratamiento. Por ello es importante acudir al especialista quien establecerá un diagnóstico preciso y con ello el tratamiento más adecuado.
Dra. Paula Cabrera Freitag, Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Comité de Alergia Infantil SEIAC
Bibiliografía:
La alta prevalencia de la alergia a los alimentos y el importante impacto socioeconómico de esta patología sobre los pacientes, el sistema sanitario y la sociedad hace imprescindible poder contar con herramientas de diagnóstico validadas. La primera línea de diagnóstico en la alergia a los alimentos es la historia clínica adecuada y la demostración de anticuerpos de clase IgE frente a los alimentos implicados, mediante prueba cutánea o determinación de IgE específica. Sin embargo, está única aproximación no es siempre concluyente, ni para el propio diagnóstico ni para establecer el riesgo futuro del paciente. La confirmación ideal, es la prueba de exposición frente al alérgeno implicado, realizada en condiciones de doble ciego y controlada con placebo, tipo de metodología que consume tiempo, recursos y no está exenta de reacciones que pueden ser graves, por lo que se convierten en estudios difíciles de realizar en la práctica clínica. Las técnicas de diagnóstico fundamentadas en la identificación de los alérgenos moleculares de los alimentos, comúnmente denominada como diagnóstico por componentes, ha permitido la identificación de fenotipos clínicos en cuanto a la gravedad de la respuesta clínica y la detección de las moléculas alergénicas responsables de la reactividad cruzada entre los alimentos. En la última década se ha avanzado en la identificación de los alérgenos mayores, sin embargo, el valor diagnóstico y la utilidad clínica del diagnóstico por componentes aún no está establecido.
Determinar la validez del diagnóstico por componentes en la alergia a los siguientes grupos de alimentos: leche, trigo, cacahuete, soja, frutos secos, pescados y maricos, así como estimar el coste-efectividad del diagnóstico por componentes en comparación con las técnicas convencionales, y por último, resumir la evidencia de la capacidad del diagnóstico por componentes de predecir la gravedad de las reacciones alérgicas han sido los objetivos de una revisión sistemática recientemente publicada (Diagnostic accuracy, risk assessment, and cost-effectiveness of component-resolved diagnostics for food allergy: A systematic review. Flores Kim J, McCleary N, Nwaru BI, Stoddart A, Sheikh. Allergy. 2018 Jan 10. doi: 10.1111/all.13399).
Los autores pudieron incluir un total de 11 artículos elegibles entre más de 7000 artículos revisados. Los componentes moleculares evaluados fueron: para la leche de vaca (Bos d4, Bos d 4, Bos d 5, Bos d 8, y las caseínas); para el huevo (Gal d 1, Gal d 2, Gal d 3, Gal d 4); para el cacahuete (Ara h 1, Ara h 2, Ara 3, Ara h 6, Ara h 8, Ara h 9); para la avellana ( Cor a 1, Cor a 8, Cor a 9, Cor a 14, Bet v 1, Bet v 2); para la gamba (Pen a 1, Lit v 1, Lit v 4), no se encontraron estudios válidos para trigo, soja y pescados. Los componentes con mejor validez diagnóstica teniendo en cuenta el binomio sensibilidad- especificidad han sido: Bos d 4 para Leche de vaca (62.0%- 87.5%), para huevo Gal d 1 (84.2%- 89.8%) para huevo cocido y 60.6%-97,1% para huevo crudo, para cacahuete Ara 6 (94.9%-95.1%), para avellana Cor a 14 (100%-93,8%), y para gamba Lit v1 (82.8%-56.3%).
Los autores ponen de manifiesto la necesidad de estudios de calidad incluyendo la utilización del patrón de oro, la provocación oral doble ciego controlada con placebo, o bien de alternativas, que podrían estandarizarse como la combinación de pruebas de exposición abiertas y otros marcadores de sensibilización. Igualmente, es necesario definir unos puntos de corte que faciliten la agrupación de datos provenientes de diferentes estudios, se requiere la estandarización de los ensayos técnicos, para asegurar resultados comparables, es necesario tener estudios que evalúen en términos económicos el coste- efectividad de esta prueba y por último, los autores concluyen en que no es posible evaluar la capacidad del diagnóstico por componentes para evaluar el riesgo de la enfermedad en el contexto de los modelos clínicos actuales, si bien en algunos casos la sensibilización frente a algunos alérgenos moleculares, si pueden identificar los fenotipos más graves de la enfermedad como Ara h 2 y Ara h 6 para la alergia al cacahuete y Cor a 9 y Cor a 14 para la avellana. En resumen, esta revisión sistemática pone de manifiesto, que el diagnóstico por componentes es una herramienta muy importante para el conocimiento de la alergia a los alimentos, pero son necesarios estudios bien diseñados y con muestras de pacientes suficientes que abarquen todo el espectro de fenotipos desde los pacientes con clínica leve hasta los que tienen manifestaciones muy graves, para conocer realmente su utilidad en la práctica clínica.
Autor: Belén de la Hoz Caballer. Servicio de Alergología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Comité de Alergia Infantil.
La dermatitis atópica (DA) es un proceso inflamatorio de la piel caracterizado por un intenso prurito (picor) y piel seca, que presenta una evolución crónica y que cursa en forma de brotes. Es la enfermedad crónica de la piel más común en la infancia, aunque puede iniciarse a cualquier edad. Su desarrollo se debe a interacciones complejas entre la disfunción de la barrera cutánea, alteraciones de la microbiota de la piel e intestinal, desregulación del sistema inmunológico y susceptibilidad genética.
La DA se ha asociado a diferentes enfermedades (comorbilidades) tanto alérgicas como no alérgicas, aunque los mecanismos exactos de estas asociaciones no se conocen por completo. En algunos casos, estas asociaciones podrían ser coincidentes y no una consecuencia directa de la DA.
Recientemente, ha sido publicado un estudio coreano que ha analizado las enfermedades que se asocian a la DA, en más de 67.000 niños con esta enfermedad y que han sido evaluados desde el nacimiento hasta los 15 años de edad. A continuación, detallaremos las comorbilidades encontradas en este estudio 1.
Enfermedades alérgicas:
La DA se asocia con diferentes enfermedades alérgicas como la alergia alimentaria y el asma y rinitis alérgicas, dentro de lo que se conoce como “la marcha atópica”. Este término se refiere a este conjunto de enfermedades alérgicas que, por este orden, se suceden a medida que avanza la edad del paciente. Sin embargo, en algunos casos, esta secuencia no se cumple y las enfermedades alérgicas aparecen de manera independiente y en cualquier etapa de la vida. Posiblemente esto se deba al solapamiento que se produce entre la susceptibilidad genética y los factores ambientales que están involucrados en el desarrollo de las comorbilidades alérgicas.
Enfermedades no alérgicas extracutáneas:
Enfermedades psiquiátricas y neurológicas:
En cuanto a las comorbilidades no alérgicas, las más destacadas son las enfermedades psiquiátricas y neurológicas. Estos autores identifican una asociación entre la DA y la hiperactividad con déficit de atención (TDAH), desórdenes del sueño, alteraciones de la conducta o emocionales, así como con la convulsión febril y las cefaleas. Estas comorbilidades psiquiátricas pueden interrelacionarse, lo que podría jugar un papel importante en la asociación de estas enfermedades con la DA. Por lo tanto, es importante considerar los efectos de las comorbilidades de la DA en las enfermedades psicológicas, pero también el efecto de estas comorbilidades psicológicas en la DA.
Procesos infecciosos cutáneos y extracutáneos:
Los niños con DA presentan infecciones cutáneas más frecuentemente, como cabe esperar al tratarse de una piel alterada. Este estudio también reveló un incremento en las infecciones del tracto respiratorio y gastrointestinal, así como una mayor prevalencia de amigdalectomía. La desregulación inmunológica y la disfunción de la barrera, no sólo a nivel cutáneo sino también en otros órganos, podría contribuir al aumento en el riesgo a infecciones en órganos sistémicos, particularmente en una edad en la que las infecciones son muy comunes. Por otro lado, las infecciones fuera de la piel pueden exacerbar la DA y factores asociados al tratamiento de la DA podrían estar también relacionados con un incremento en el riesgo de infección.
Alteraciones gastrointestinales:
Se identificó una relación entre la DA y alteraciones gastrointestinales como el reflujo esofágico sin esofagitis, el estreñimiento o enfermedades hepáticas. Estas asociaciones podrían deberse a que comparten regulación inmunológica, en el eje intestino-piel a través de la microbiota intestinal, junto con la interrelación con otras comorbilidades de la DA.
Anemia por déficit de hierro:
También se encontró un incremento de la anemia de origen nutricional, posiblemente relacionado con dietas restrictivas injustificadas o a la malabsorción de nutrientes como resultado de la activación inmunológica. El estreñimiento es una comorbilidad de aparición más precoz que la anemia, lo que incrementaría la posibilidad de desarrollarla, dado que el enlentecimiento del tránsito intestinal puede ocasionar pérdida de apetito, dificultar la absorción de nutrientes y aumentar la excreción de hierro. Además, el estreñimiento interrumpe el equilibrio de la microbiota intestinal, afectando al metabolismo nutricional, pudiendo ocasionar también esta pérdida de hierro.
Enfermedades no alérgicas cutáneas:
Además de las comorbilidades fuera de la piel, la DA aumenta el riesgo de enfermedades cutáneas. Las enfermedades autoinmunes, incluyendo el vitíligo, la dermatitis herpetiforme y la psoriasis, comparten fisiopatología en aspectos como la disfunción de la barrera cutánea, la desregulación inmunológica, factores propios del paciente y factores ambientales.
Otros estudios han encontrado asociación entre la DA y la urticaria crónica, que podría explicarse por la desregulación inmunológica, factores genéticos compartidos y el estrés oxidativo.
Riesgo y cronología
El estudio concluye que tanto la edad de aparición como la gravedad de la DA influyen en el número de comorbilidades asociadas. La presencia de comorbilidades fue más frecuente en los niños con un inicio más precoz de la DA, en los varones y en aquellos con dermatitis más grave (medida por un mayor número de ingresos hospitalarios y mayores tasas de prescripción de corticoides tópicos).
La presencia de rinitis y asma alérgicas, principalmente las de inicio en preescolar, se asociaba, en este estudio, a la presencia de varias comorbilidades en el niño mayor y, el asma en concreto, tenía un efecto significativo en las alteraciones psiquiátricas y neurológicas. Sin embargo, la aparición de enfermedades autoinmunes no estaba influida por estas comorbilidades.
En resumen, los niños con DA pueden presentar varias comorbilidades. Reconocerlas a tiempo puede ayudar a mejorar los síntomas y reducir las complicaciones y el impacto tanto de las comorbilidades como de la propia DA.
Dra. Eva María Lasa Luaces. Unidad de Alergología Infantil del Hospital Universitario Donostia. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
La telemedicina, definida por la OMS como la prestación remota de servicios médicos o sanitarios (1), no es un fenómeno nuevo y de hecho tiene más de cien años de historia en paralelo a avances en tecnologías de telecomunicación (2). Sin embargo, hasta la llegada de la pandemia del COVID-19 su utilización quedó limitada a experiencias piloto (especialmente en situaciones de aislamiento extremo de los pacientes) y no llegó a penetrar en la práctica asistencial principalmente por barreras regulatorias y por la ausencia de incentivos económicos para su adopción (3). Los confinamientos impuestos tras el inicio de la pandemia supusieron una relajación de estas restricciones y marcaron un punto de inflexión en la expansión de estos servicios, cuya utilización llegó en 2021 a niveles 38 veces superiores a los prepandémicos (4). Este mayor uso provocó cambios en las actitudes ante la telemedicina en la sociedad y destapó carencias en infraestructura tecnológica y en procesos y protocolos para la atención remota de pacientes en los sistemas sanitarios de todo el mundo. En este periodo se ha producido, además, un cambio conceptual en el que la telemedicina queda englobada en un campo más amplio de “sanidad digital” (5), la aplicación de tecnologías digitales en el campo de la salud, incluyendo, además de teleconsultas, componentes como la computación en la nube, el big data, la inteligencia artificial, apps de salud y dispositivos de monitorización remota entre otros.
El interés por iniciativas de sanidad digital también es previo a la pandemia, como refleja la creciente inversión en este terreno a partir del año 2013, para llegar a una cifra récord de 52.000 millones de dólares en el 2021 (6, 7). Aunque posteriormente las inversiones han disminuido, el cambio cualitativo permanece: la sanidad digital se ha consolidado como un nuevo segmento en el sector, ya es parte de la medicina convencional (8). Revistas prestigiosas como Lancet y Nature han lanzado publicaciones específicamente dedicadas a la sanidad digital y el New England Journal of Medicine ha creado una dedicada a la inteligencia artificial y otra (Catalyst) a innovaciones en la prestación de servicios sanitarios. Nuevos actores han entrado en el sector -notablemente, las grandes empresas tecnológicas-, se están produciendo cambios en la dinámica competitiva (9) y se ha operado un cambio de paradigma: la prestación de servicios médicos y sanitarios ya no es una actividad exclusivamente presencial o vinculada a ubicaciones concretas (10).
La utilización de nuevos modelos de sanidad digital es así un fenómeno en evolución ante el que los diversos agentes están reaccionando de manera diversa. En Alergología se ha observado tras el inicio de la pandemia una elevada adopción de consultas síncronas (por ejemplo, videoconsultas), pero un escaso uso de otras modalidades de prestación digital (11).
La sanidad digital incluye la aplicación de varias tecnologías de la información y comunicación en diversas etapas de la cadena de valor sanitaria. Estas tecnologías son en su mayoría transversales -útiles en distintos tipos de actividades y no sólo sanitarias- y en todo caso son simplemente instrumentos facilitadores. La innovación que supone la sanidad digital surge cuando una o varias de estas tecnologías son utilizadas para el diseño y desarrollo de nuevos productos, servicios, modelos operativos y modelos de negocio (12).
Una clasificación basada la forma última de prestación de servicios médicos y en los tipos de comunicación (humano-humano, humano-máquina, máquina-máquina) distingue (13, 14) tres grandes categorías de modelos de provisión sanitaria digital:
Teleconsultas. Consultas remotas entre médico y paciente, que pueden ser síncronas (por video o voz) o asíncronas (vía chat, mensajería instantánea, correo electrónico, SMS). Algunas de las interacciones pueden ser -en parte o en su totalidad- automatizadas mediante el empleo de chatbots basados en algoritmos. La categoría de teleconsultas incluye también la interacción médico-médico para la transmisión (“store & forward”) de elementos de la historia clínica electrónica del paciente (por ejemplo, pruebas de laboratorio o de imagen).
Gestión remota de enfermedad crónica. i) Terapias digitales (Digital Therapeutics o DTx en su acrónimo en inglés): intervenciones terapéuticas implementadas en un programa de software y habitualmente accesibles a través de una app dedicada, con el objetivo de mejorar el control de enfermedades crónicas, apoyando el tratamiento prescrito; utilizan habitualmente técnicas basadas en ciencias del comportamiento (como el gamification) para tratar de mejorar la adherencia al tratamiento farmacológico prescrito e inducir cambios en estilo de vida del paciente. ii) Monitorización remota del paciente (RPM en sus siglas en inglés): sistemas, sensores y dispositivos que capturan datos médicos del paciente para su evaluación remota.
Autocuidado dirigido y conectado. “E-triaje”: comprobadores de síntomas, utilizando inteligencia artificial e implementados a través de chatbots; aplicaciones y dispositivos para el uso por el paciente, basadas en software ejecutable en la web, teléfonos móviles o dispositivos no-médicos; motores de búsqueda, que permiten al paciente encontrar información médica y de salud en buscadores generales o en sitios web dedicados y seguros para acceder a su propio historial clínico electrónico.
En la actualidad, los servicios digitales suelen prestarse de manera aislada y no integrada con la atención presencial. Sin embargo, el escenario más probable de desarrollo futuro es la combinación de intervenciones remotas y en persona dentro del concepto emergente de modelos de asistencia “híbridos”, que abren nuevas posibilidades en el diseño de protocolos y vías clínicas en diversas especialidades y, entre ellas, en Alergología (11).
En la década anterior al inicio de la pandemia, diversos artículos habían discutido la utilización de la telemedicina en otras especialidades y su posible aplicabilidad en Alergología (15-19) siempre que se pudiera garantizar la calidad y la seguridad en la asistencia. A partir del comienzo de los confinamientos, surgen publicaciones que tratan de ofrecer guías para la utilización de la telemedicina -un imperativo en ese momento- en el tratamiento de pacientes alérgicos (20,21). Un position paper de la asociación alemana de alergólogos AeDA publicado en este contexto (22) destaca la utilidad de la telemedicina y de otras aplicaciones digitales no sólo como alternativa en situaciones en las que la atención presencial no es posible sino también como herramientas que facilitan la práctica diaria del alergólogo, si bien destaca que aún existen barreras tecnológicas, legales y profesionales que superar. El artículo alaba el impulso a la digitalización de la sanidad en ese país que supuso la Ley de Salud Digital de 2019, que creó la posibilidad de empezar a prescribir apps digitales de salud (DiGa en acrónimo alemán) por parte de los médicos y con reembolso en el sistema público. La publicación del consenso multidisciplinar para el seguimiento y control del asma en la era de la telemedicina -proyecto COMETA- concibe la teleasistencia como una herramienta complementaria fundamental para garantizar el control del asma más allá de cualquier situación restrictiva de la visita presencial (23).
El reciente position paper de la EAACI sobre telemedicina (24) destaca que la asistencia remota reduce costes y ahorra tiempo a profesionales y pacientes, pero no puede reemplazar completamente a la atención en persona por la importancia de la exploración física y de algunas pruebas diagnósticas esenciales en el seguimiento de los pacientes. El artículo enumera también otras ventajas y desventajas de la telemedicina. Entre las primeras, una mayor accesibilidad de los servicios, mayor conveniencia y más fácil seguimiento del paciente. Entre las segundas, la falta de garantía sobre la seguridad y privacidad de datos del paciente, problemas en el reembolso o pago de los servicios, barreras tecnológicas para su adopción generalizada y la falta de estandarización de procesos y protocolos. Se discute también el posible impacto en la relación médico-paciente de la telemedicina y la necesidad de que el profesional desarrolle nuevas competencias para adaptarse a esta nueva forma de interacción.
Gran parte de la bibliografía sobre uso de sanidad digital en Alergología se centra en el asma, y el caso de uso más mencionado es en el seguimiento de pacientes ya diagnosticados, con el potencial de lograr un mejor control de la enfermedad. Las teleconsultas posibilitan nuevas formas de interacción con el paciente, las terapias digitales pueden contribuir a mejorar la adherencia al tratamiento, y los inhaladores digitales aportan datos en tiempo real sobre el grado de adherencia a la medicación de control, uso de beta-agonistas de acción corta y técnica de uso del inhalador (25). La sanidad digital ha tenido hasta la fecha mayor desarrollo en otras especialidades, por ejemplo, en el tratamiento y seguimiento de diabetes con los sensores de monitorización continua de glucemia (26) y otras aplicaciones, y el desarrollo y validación de biomarcadores digitales centrados en el paciente para asma y rinitis alérgicas podría aumentar la utilidad de los modelos de prestación digitales además de tener aplicaciones en la práctica presencial (27). Las intervenciones remotas, digitales, son generalmente bien aceptadas por los pacientes y los profesionales (28), y pueden mejorar el seguimiento del asma especialmente cuando incluyen inhaladores conectados y elementos de software para evaluar síntomas y grado de control, y para facilitar la educación y activación del paciente en el seguimiento de su enfermedad (29). Las tecnologías digitales posibilitan teóricamente el diseño de nuevos modelos asistenciales que, en combinación con la atención presencial, mejoren el control del asma, aunque aún son escasos los estudios de eficacia clínica de estos nuevos enfoques terapéuticos (30).
En años recientes hay publicaciones sobre la utilización de terapias digitales en dermatitis atópica como complemento al tratamiento habitual y con buenos resultados en la reducción de síntomas (31), de apps para el seguimiento de actividad y control en urticaria crónica espontánea (32), y de diversas aplicaciones digitales en la gestión de la inmunoterapia con alergenos, en la estratificación de pacientes, en su seguimiento y en la evaluación de eficacia, si bien, señalan los autores, son necesarios más estudios para comprobar su eficacia en mejorar resultados asistenciales (33).
La inteligencia artificial es una tecnología emergente con gran potencial disruptivo en diversos sectores de actividad y también en la medicina y la sanidad. En alergología, se explora (34) su utilización en, entre otros casos de uso, investigación básica y clínica (ensayos clínicos descentralizados, gemelos digitales), su integración en dispositivos de monitorización remota, el desarrollo de modelos predictivos de curso de la enfermedad, o en el diagnóstico y fenotipado de pacientes, si bien aún existen numerosos retos técnicos, éticos y regulatorios que afrontar antes de generalizar la utilización de esta tecnología en la práctica diaria.
La expansión de la telemedicina y otras formas de sanidad digital es un fenómeno reciente y su adopción en alergología y en otras especialidades está aún en una fase temprana. Estas nuevas modalidades asistenciales ofrecen diversos beneficios potenciales que deben ser balanceados por las limitaciones inherentes a servicios provistos a distancia -sin estar el paciente “presente”- y en algunos casos utillizando algoritmos automatizados. La evaluación y uso de los nuevos modelos digitales debe seguir las mismas reglas exigidas a otras tecnologías sanitarias y al estándar de calidad de los procesos asistenciales de demostración de evidencia científica y respeto a las preferencias e individualidad del paciente, priorizando la seguridad de los procedimientos y la privacidad de los datos. Adicionalmente, para que la sanidad digital llegue a tener impacto en la práctica asistencial, es necesario que los profesionales y las sociedades médicas desarrollen guías clínicas y protocolos, para cada especialidad, enfermedad y procedimiento (35). Aún es escasa la evaluación de impacto asistencial de soluciones de sanidad digital utilizando ensayos prospectivos aleatorizados controlados, y de impacto económico comparando resultados asistenciales y costes medidos longitudinalmente, y tal vez sea necesario también emplear nuevas metodologías de evaluación en esta área (36-38). Otro reto pendiente es la evaluación comparada de modelos asistenciales híbridos que combinen intervenciones presenciales y digitales, especialmente porque aún hay pocos ejemplos de su implementación (39). En cualquier caso, parece imperativo abordar el reto de adaptar las guías clínicas en medicina a la era digital (40).
La regulación de tecnologías digitales en sanidad fue una restricción a su adopción prepandemia y actualmente es un proceso en evolución (41), al igual que su reembolso o financiación, tanto en sistemas públicos como privados (42). Ambos factores tendrán gran influencia en el ritmo de adopción de estas nuevas modalidades asistenciales. La actitud que adopten médicos y otros profesionales será también un elemento crítico en la evolución de la sanidad digital: existen barreras relacionadas con el acceso a estas tecnologías y a formación específica en ellas, y también dudas sobre su utilidad y sobre el impacto que puedan tener en la carga de trabajo asistencial (43).
El gran desarrollo reciente de telemedicina y otras formas de sanidad digital presenta la posibilidad de innovar y de actualizar guías clínicas, protocolos y modelos asistenciales en alergología al igual que en otras especialidades, pero aún existen limitaciones y retos que superar antes de que estas nuevas modalidades sean adoptadas de forma generalizada en la práctica diaria (44).