Con motivo del Día Internacional del Asma 2021, la SEAIC ha recopilado un documento con 11 mitos y algunascuestiones comunes que las personas con asma suelen tener.
El Comité de Alergia Infantil ha elaborado este protocolo para facilitar el tratamiento de las crisis asmáticas de los niños en los centros educativos. El objetivo es colaborar con los profesores en el control integral de los niños con asma. La difusión y utilización de este documento facilitará la administración sin demora del tratamiento prescrito para cada niño o les permitirán que lo usen ellos mismos, si es que tienen edad suficiente para hacerlo. Esto puede evitar, en muchos casos, la progresión de las crisis asmáticas y mejorar la calidad de vida de los niños con asma y alergia.
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Documento para la descarga:
Estimados socios,
El comité de asma ha organizado la sesión: Debates interactivos en asma para el próximo Jueves 19 de Mayo en diferentes sedes, con la colaboración de Astra-Zeneca. Las sedes del evento son: Barcelona, Ciudad Real, Coruña y Madrid, por si fuera de vuestro interés.
Datos para acceso al debate on-line:
Información restringida para socios.
Dr. Darío Antolín
Secretario de la Junta Directiva de la SEAIC
Uno de los objetivos primordiales del Comité de Alergólogos Jóvenes y MIR fue el complementar la formación recibida durante la residencia en Alergología con cursos adicionales, siguiendo el modelo de otras sociedades científicas, como la EAACI.
El primero de estos cursos es el llamado Ecuela de Asma-CAJMIR, que tendrá lugar en la jornada previa al inicio del próximo congreso de la SEAIC 2016, en San Sebastián. Podremos contar con una treintena de asistentes, que acudirán becados, no sólo a dicha jornada, sino a todo el congreso, en base a la calidad de las comunicaciones enviadas.
Hemos perfilado un programa preliminar, que se detalla a continuación. Si estás interesado en acudir a la Escuela de Asma-CAJMIR, rellena la solicitud antes del 12 de julio aquí.
Programa preliminar Escuela de Asma-CAJMIR (3724 descargas )
El asma ocupacional es la enfermedad laboral más frecuente en los países industrializados. Se estima que en el 15% de los casos, el origen del asma en los adultos es laboral. La importancia de estas enfermedades será abordada durante la Clase Magistral sobre Alergia Laboral organizada en Madrid por EAACI y SEAIC.
Con motivo del Día Mundial del Asma, el pasado 7 de mayo, el Instituto Mundipharma, SEPAR y SEAIC presentaron su spot ‘Que el Asma no te pare’, con el que se pretende llamar la atención de la opinión pública mediante un mensaje directo: Si controlas y manejas bien tu Asma, nada te parará.
El asma se manifiesta habitualmente en forma de crisis recurrentes, de frecuencia e intensidad variables, con cuatro síntomas fundamentales: tos, dificultad para respirar, opresión torácica y pitos en el pecho. En los casos más leves, la tos seca puede ser el único síntoma. Cuando el asma es grave, los síntomas se hacen persistentes, interfiriendo constantemente en las actividades diarias y el reposo nocturno. Por este motivo es fundamental un adecuado control del asma desde el momento del diagnóstico.
El asma se manifiesta habitualmente en forma de crisis recurrentes, de frecuencia e intensidad variables, con cuatro síntomas fundamentales: tos, dificultad para respirar, opresión torácica y pitos en el pecho. En los casos más leves, la tos seca puede ser el único síntoma. Cuando el asma es grave, los síntomas se hacen persistentes, interfiriendo constantemente en las actividades diarias y el reposo nocturno. Por este motivo es fundamental un adecuado control del asma desde el momento del diagnóstico.
En algunos casos, el asma se cura espontáneamente o involuciona hasta el punto de causar cada vez menos síntomas. En los casos de asma alérgica por pólenes o ácaros, la respuesta a la inmunoterapia suele ser satisfactoria, siempre que este tratamiento esté adecuadamente indicado y pautado. En caso de pacientes muy alérgicos, con sensibilizaciones múltiples, o cuando no se detecta ninguna alergia subyacente, el asma se considera una enfermedad crónica que requerirá un tratamiento mantenido con inhaladores de control.
Protocolo de Asma Escolar de FENAER con el aval científico de SEAIC y otras asociaciones.
Manual de actuación Asma Escolar FENAER (2181 descargas )
Con motivo de la Semana Mundial de la Alergia, que incide sobre la relación entre la rinitis alérgica y el asma, la SEAIC ha elaborado una breve encuesta epidemiológica sobre síntomas de rinitis y asma y su grado de intensidad y control. Nos interesa saber cómo se relacionan ambas entidades y cuánto afectan a las personas que las padecen. La encuesta es anónima y los datos se tratarán como tales. Si lo desea, puede tomarse unos pocos minutos para contestarla.
Fenaer colabora con Asmabi Euskadi en la encuesta sobre Calidad de Vida de Pacientes con Asma Grave puesta en marcha por esta asociación, y anima a participar para obtener un estudio que refleje de la manera más precisa posible el día a día de los pacientes que conviven con esta patología, con el objetivo de identificar sus carencias y necesidades.
La telemedicina, definida por la OMS como la prestación remota de servicios médicos o sanitarios (1), no es un fenómeno nuevo y de hecho tiene más de cien años de historia en paralelo a avances en tecnologías de telecomunicación (2). Sin embargo, hasta la llegada de la pandemia del COVID-19 su utilización quedó limitada a experiencias piloto (especialmente en situaciones de aislamiento extremo de los pacientes) y no llegó a penetrar en la práctica asistencial principalmente por barreras regulatorias y por la ausencia de incentivos económicos para su adopción (3). Los confinamientos impuestos tras el inicio de la pandemia supusieron una relajación de estas restricciones y marcaron un punto de inflexión en la expansión de estos servicios, cuya utilización llegó en 2021 a niveles 38 veces superiores a los prepandémicos (4). Este mayor uso provocó cambios en las actitudes ante la telemedicina en la sociedad y destapó carencias en infraestructura tecnológica y en procesos y protocolos para la atención remota de pacientes en los sistemas sanitarios de todo el mundo. En este periodo se ha producido, además, un cambio conceptual en el que la telemedicina queda englobada en un campo más amplio de “sanidad digital” (5), la aplicación de tecnologías digitales en el campo de la salud, incluyendo, además de teleconsultas, componentes como la computación en la nube, el big data, la inteligencia artificial, apps de salud y dispositivos de monitorización remota entre otros.
El interés por iniciativas de sanidad digital también es previo a la pandemia, como refleja la creciente inversión en este terreno a partir del año 2013, para llegar a una cifra récord de 52.000 millones de dólares en el 2021 (6, 7). Aunque posteriormente las inversiones han disminuido, el cambio cualitativo permanece: la sanidad digital se ha consolidado como un nuevo segmento en el sector, ya es parte de la medicina convencional (8). Revistas prestigiosas como Lancet y Nature han lanzado publicaciones específicamente dedicadas a la sanidad digital y el New England Journal of Medicine ha creado una dedicada a la inteligencia artificial y otra (Catalyst) a innovaciones en la prestación de servicios sanitarios. Nuevos actores han entrado en el sector -notablemente, las grandes empresas tecnológicas-, se están produciendo cambios en la dinámica competitiva (9) y se ha operado un cambio de paradigma: la prestación de servicios médicos y sanitarios ya no es una actividad exclusivamente presencial o vinculada a ubicaciones concretas (10).
La utilización de nuevos modelos de sanidad digital es así un fenómeno en evolución ante el que los diversos agentes están reaccionando de manera diversa. En Alergología se ha observado tras el inicio de la pandemia una elevada adopción de consultas síncronas (por ejemplo, videoconsultas), pero un escaso uso de otras modalidades de prestación digital (11).
La sanidad digital incluye la aplicación de varias tecnologías de la información y comunicación en diversas etapas de la cadena de valor sanitaria. Estas tecnologías son en su mayoría transversales -útiles en distintos tipos de actividades y no sólo sanitarias- y en todo caso son simplemente instrumentos facilitadores. La innovación que supone la sanidad digital surge cuando una o varias de estas tecnologías son utilizadas para el diseño y desarrollo de nuevos productos, servicios, modelos operativos y modelos de negocio (12).
Una clasificación basada la forma última de prestación de servicios médicos y en los tipos de comunicación (humano-humano, humano-máquina, máquina-máquina) distingue (13, 14) tres grandes categorías de modelos de provisión sanitaria digital:
Teleconsultas. Consultas remotas entre médico y paciente, que pueden ser síncronas (por video o voz) o asíncronas (vía chat, mensajería instantánea, correo electrónico, SMS). Algunas de las interacciones pueden ser -en parte o en su totalidad- automatizadas mediante el empleo de chatbots basados en algoritmos. La categoría de teleconsultas incluye también la interacción médico-médico para la transmisión (“store & forward”) de elementos de la historia clínica electrónica del paciente (por ejemplo, pruebas de laboratorio o de imagen).
Gestión remota de enfermedad crónica. i) Terapias digitales (Digital Therapeutics o DTx en su acrónimo en inglés): intervenciones terapéuticas implementadas en un programa de software y habitualmente accesibles a través de una app dedicada, con el objetivo de mejorar el control de enfermedades crónicas, apoyando el tratamiento prescrito; utilizan habitualmente técnicas basadas en ciencias del comportamiento (como el gamification) para tratar de mejorar la adherencia al tratamiento farmacológico prescrito e inducir cambios en estilo de vida del paciente. ii) Monitorización remota del paciente (RPM en sus siglas en inglés): sistemas, sensores y dispositivos que capturan datos médicos del paciente para su evaluación remota.
Autocuidado dirigido y conectado. “E-triaje”: comprobadores de síntomas, utilizando inteligencia artificial e implementados a través de chatbots; aplicaciones y dispositivos para el uso por el paciente, basadas en software ejecutable en la web, teléfonos móviles o dispositivos no-médicos; motores de búsqueda, que permiten al paciente encontrar información médica y de salud en buscadores generales o en sitios web dedicados y seguros para acceder a su propio historial clínico electrónico.
En la actualidad, los servicios digitales suelen prestarse de manera aislada y no integrada con la atención presencial. Sin embargo, el escenario más probable de desarrollo futuro es la combinación de intervenciones remotas y en persona dentro del concepto emergente de modelos de asistencia “híbridos”, que abren nuevas posibilidades en el diseño de protocolos y vías clínicas en diversas especialidades y, entre ellas, en Alergología (11).
En la década anterior al inicio de la pandemia, diversos artículos habían discutido la utilización de la telemedicina en otras especialidades y su posible aplicabilidad en Alergología (15-19) siempre que se pudiera garantizar la calidad y la seguridad en la asistencia. A partir del comienzo de los confinamientos, surgen publicaciones que tratan de ofrecer guías para la utilización de la telemedicina -un imperativo en ese momento- en el tratamiento de pacientes alérgicos (20,21). Un position paper de la asociación alemana de alergólogos AeDA publicado en este contexto (22) destaca la utilidad de la telemedicina y de otras aplicaciones digitales no sólo como alternativa en situaciones en las que la atención presencial no es posible sino también como herramientas que facilitan la práctica diaria del alergólogo, si bien destaca que aún existen barreras tecnológicas, legales y profesionales que superar. El artículo alaba el impulso a la digitalización de la sanidad en ese país que supuso la Ley de Salud Digital de 2019, que creó la posibilidad de empezar a prescribir apps digitales de salud (DiGa en acrónimo alemán) por parte de los médicos y con reembolso en el sistema público. La publicación del consenso multidisciplinar para el seguimiento y control del asma en la era de la telemedicina -proyecto COMETA- concibe la teleasistencia como una herramienta complementaria fundamental para garantizar el control del asma más allá de cualquier situación restrictiva de la visita presencial (23).
El reciente position paper de la EAACI sobre telemedicina (24) destaca que la asistencia remota reduce costes y ahorra tiempo a profesionales y pacientes, pero no puede reemplazar completamente a la atención en persona por la importancia de la exploración física y de algunas pruebas diagnósticas esenciales en el seguimiento de los pacientes. El artículo enumera también otras ventajas y desventajas de la telemedicina. Entre las primeras, una mayor accesibilidad de los servicios, mayor conveniencia y más fácil seguimiento del paciente. Entre las segundas, la falta de garantía sobre la seguridad y privacidad de datos del paciente, problemas en el reembolso o pago de los servicios, barreras tecnológicas para su adopción generalizada y la falta de estandarización de procesos y protocolos. Se discute también el posible impacto en la relación médico-paciente de la telemedicina y la necesidad de que el profesional desarrolle nuevas competencias para adaptarse a esta nueva forma de interacción.
Gran parte de la bibliografía sobre uso de sanidad digital en Alergología se centra en el asma, y el caso de uso más mencionado es en el seguimiento de pacientes ya diagnosticados, con el potencial de lograr un mejor control de la enfermedad. Las teleconsultas posibilitan nuevas formas de interacción con el paciente, las terapias digitales pueden contribuir a mejorar la adherencia al tratamiento, y los inhaladores digitales aportan datos en tiempo real sobre el grado de adherencia a la medicación de control, uso de beta-agonistas de acción corta y técnica de uso del inhalador (25). La sanidad digital ha tenido hasta la fecha mayor desarrollo en otras especialidades, por ejemplo, en el tratamiento y seguimiento de diabetes con los sensores de monitorización continua de glucemia (26) y otras aplicaciones, y el desarrollo y validación de biomarcadores digitales centrados en el paciente para asma y rinitis alérgicas podría aumentar la utilidad de los modelos de prestación digitales además de tener aplicaciones en la práctica presencial (27). Las intervenciones remotas, digitales, son generalmente bien aceptadas por los pacientes y los profesionales (28), y pueden mejorar el seguimiento del asma especialmente cuando incluyen inhaladores conectados y elementos de software para evaluar síntomas y grado de control, y para facilitar la educación y activación del paciente en el seguimiento de su enfermedad (29). Las tecnologías digitales posibilitan teóricamente el diseño de nuevos modelos asistenciales que, en combinación con la atención presencial, mejoren el control del asma, aunque aún son escasos los estudios de eficacia clínica de estos nuevos enfoques terapéuticos (30).
En años recientes hay publicaciones sobre la utilización de terapias digitales en dermatitis atópica como complemento al tratamiento habitual y con buenos resultados en la reducción de síntomas (31), de apps para el seguimiento de actividad y control en urticaria crónica espontánea (32), y de diversas aplicaciones digitales en la gestión de la inmunoterapia con alergenos, en la estratificación de pacientes, en su seguimiento y en la evaluación de eficacia, si bien, señalan los autores, son necesarios más estudios para comprobar su eficacia en mejorar resultados asistenciales (33).
La inteligencia artificial es una tecnología emergente con gran potencial disruptivo en diversos sectores de actividad y también en la medicina y la sanidad. En alergología, se explora (34) su utilización en, entre otros casos de uso, investigación básica y clínica (ensayos clínicos descentralizados, gemelos digitales), su integración en dispositivos de monitorización remota, el desarrollo de modelos predictivos de curso de la enfermedad, o en el diagnóstico y fenotipado de pacientes, si bien aún existen numerosos retos técnicos, éticos y regulatorios que afrontar antes de generalizar la utilización de esta tecnología en la práctica diaria.
La expansión de la telemedicina y otras formas de sanidad digital es un fenómeno reciente y su adopción en alergología y en otras especialidades está aún en una fase temprana. Estas nuevas modalidades asistenciales ofrecen diversos beneficios potenciales que deben ser balanceados por las limitaciones inherentes a servicios provistos a distancia -sin estar el paciente “presente”- y en algunos casos utillizando algoritmos automatizados. La evaluación y uso de los nuevos modelos digitales debe seguir las mismas reglas exigidas a otras tecnologías sanitarias y al estándar de calidad de los procesos asistenciales de demostración de evidencia científica y respeto a las preferencias e individualidad del paciente, priorizando la seguridad de los procedimientos y la privacidad de los datos. Adicionalmente, para que la sanidad digital llegue a tener impacto en la práctica asistencial, es necesario que los profesionales y las sociedades médicas desarrollen guías clínicas y protocolos, para cada especialidad, enfermedad y procedimiento (35). Aún es escasa la evaluación de impacto asistencial de soluciones de sanidad digital utilizando ensayos prospectivos aleatorizados controlados, y de impacto económico comparando resultados asistenciales y costes medidos longitudinalmente, y tal vez sea necesario también emplear nuevas metodologías de evaluación en esta área (36-38). Otro reto pendiente es la evaluación comparada de modelos asistenciales híbridos que combinen intervenciones presenciales y digitales, especialmente porque aún hay pocos ejemplos de su implementación (39). En cualquier caso, parece imperativo abordar el reto de adaptar las guías clínicas en medicina a la era digital (40).
La regulación de tecnologías digitales en sanidad fue una restricción a su adopción prepandemia y actualmente es un proceso en evolución (41), al igual que su reembolso o financiación, tanto en sistemas públicos como privados (42). Ambos factores tendrán gran influencia en el ritmo de adopción de estas nuevas modalidades asistenciales. La actitud que adopten médicos y otros profesionales será también un elemento crítico en la evolución de la sanidad digital: existen barreras relacionadas con el acceso a estas tecnologías y a formación específica en ellas, y también dudas sobre su utilidad y sobre el impacto que puedan tener en la carga de trabajo asistencial (43).
El gran desarrollo reciente de telemedicina y otras formas de sanidad digital presenta la posibilidad de innovar y de actualizar guías clínicas, protocolos y modelos asistenciales en alergología al igual que en otras especialidades, pero aún existen limitaciones y retos que superar antes de que estas nuevas modalidades sean adoptadas de forma generalizada en la práctica diaria (44).
El veneno, tanto de abejas como de avispas, es la suma de diferentes sustancias, muchas de ellas tóxicas, que por sí mismas producen irritación en el cuerpo humano.
Reacciones por la acción propia del veneno
Tras una picadura de abejas o avispas se produce una reacción en la piel que generalmente es de corta duración, con enrojecimiento e hinchazón alrededor del sitio de la picadura, de un diámetro menor de 10 cm, dolor más o menos intenso dependiendo del lugar seguido de picor, de unas pocas horas de duración, aunque en algunas ocasiones puede durar más tiempo.
(Figura 17).
Generalmente estas aparecen rápidamente tras la picadura y se resuelven en unas pocas horas.
Son respuestas de los tejidos a los componentes del veneno con un alto poder farmacológico y enzimático.
En individuos con un buen estado general de salud y no alérgicos al veneno de abeja o avispa, se ha demostrado que se pueden soportar bastante bien de 1 a 25 picaduras.
Se ha estimado que los efectos tóxicos aparecen a partir de 50 picaduras y que la dosis letal para un niño sería de 100 picaduras y de 500 picaduras para un adulto. Estos efectos tóxicos pueden afectar a la piel, músculos, riñón, hígado, sistema nervioso y pueden producir alteraciones de la coagulación y ruptura de los glóbulos rojos.
Reacciones locales extensas
Consisten en una zona de inflamación alrededor del sitio de la picadura, con un diámetro superior a los 10 cm y que permanece más de 24 horas.
Se acompañan de dolor, picor, enrojecimiento y endurecimiento.
Cuando la picadura se produce en una extremidad, la inflamación puede afectar a 2 articulaciones contiguas.
(Figura 18).
En estos pacientes, posteriores picaduras con frecuencia vuelven a producir reacciones locales extensas pero raramente reacciones generalizadas (menos del 5%).
Reacciones generalizadas: Anafilaxia.
En individuos alérgicos una simple picadura bastará para provocar un cuadro general con, ronchas o habones, dificultad para respirar, mareo… Estos síntomas, con afectación de diferentes órganos del cuerpo, son lo que llamamos una reacción anafiláctica o anafilaxia.
Ante un cuadro de anafilaxia la rapidez a la hora de administrar el tratamiento adecuado determinará la eficacia del mismo. Se debe recibir de forma inmediata atención médica.
Ante la sospecha de un cuadro de anafilaxia el médico indicará fundamentalmente la administración de adrenalina y otros fármacos, como antihistamínicos o corticoides, para reducir los síntomas posteriores. Aunque se haya recibido un tratamiento médico inmediato debe transportarse al paciente a un hospital para mayor control. El tratamiento en caso de shock requiere líquidos intravenosos y medicamentos que ayuden al corazón y al sistema circulatorio a realizar su trabajo.
El riesgo de padecer una reacción generalizada (sistémica) tras una nueva picadura depende de varios factores como son:
En el número especial del Pediatric Allergy and Immunolgy del mes de abril de 2020, a causa de la pandemia COVID-19, aparece esta revisión firmada por destacados especialistas en alergia pediátrica con una serie de recomendaciones a tener en cuenta de cara al manejo del paciente alérgico y/o asmático pediátrico en esta pandemia mundial: Brough, H.A., Kalayci, O., Sediva, A., Untersmayr, E., Munblit, D., Rodriquez del Rio, P., Vazquez‐Ortiz, M., Arasi, S., Alvaro‐ Lozano, M., Tsabouri, S., Galli, E., Beken, B. and Eigenmann, P.A. (2020), Managing childhood allergies and immunodeficiencies during respiratory virus epidemics – the 2020 COVID‐19 pandemic. Mas información aquí
Aunque cualquier persona es susceptible de contagiarse de COVID-19, la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar una infección grave1. Afortunadamente, los niños son el rango de población menos afectada2, pero debe garantizarse la atención de otras patologías que puedan presentar.
Las enfermedades alérgicas y el asma son las enfermedades crónicas más comunes en la población infantil3. Con los datos publicados hasta el momento, no hay evidencias de que la alergia aumente el riesgo de enfermedad grave, y solo las inmunodeficiencias y el asma grave mal controlada son factores de riesgo4, por lo que el control del asma tiene que ser óptimo.
Estos son los 6 puntos a tener en cuenta en el manejo del paciente pediátrico con alergia o inmunodeficiencia que expone la revisión citada:
Sin embargo, en la infección por COVID-19 hay síntomas generales como fiebre, malestar, abatimiento, problemas digestivos y suelen aparecer de manera más progresiva.
En el caso del tratamiento con corticoides inhalados, no existen datos de que este tratamiento modifique la susceptibilidad ni la gravedad del COVID-19. Los niños padecen frecuentemente infecciones respiratorias por otros virus como VRS o rinovirus, que predisponen a la hiperreactividad bronquial, y se tratan con corticoides inhalados de forma habitual, sin haberse observado aumento de neumonías o empeoramiento del pronóstico.
Cabe destacar que los fármacos biológicos se han convertido en terapias habituales en muchos pacientes. Aunque no existe una actuación común, el grupo de expertos de la EAACI recomienda mantener el tratamiento biológico en pacientes sanos, y suspenderlo en paciente infectados por COVID-19 hasta la resolución del cuadro.
Se debe evitar la utilización de nebulizadores, ya que generan aerosoles que pueden provocar la difusión del virus. La administración de broncodilatadores debe realizarse usando dispositivos MDI presurizados con espaciador.
5.- Los niños con inmunodeficiencias tienen un riesgo potencial de padecer una enfermedad más grave. En ellos es aún más importante mantener su tratamiento crónico, incluso el inmunosupresor, y extremar las medidas de higiene y distanciamiento social.
6.- Las guías están sujetas a cambios. El conocimiento de esta infección por COVID-19 aumenta día a día, y aunque no se espera que el riesgo en niños crezca, hay que ser flexibles y estar abiertos nuevas evidencias científicas.
Olaya Alvarez García
Sección de Alergoloxía. Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol
Comité de Alergia Infantil de la SEAIC
BIBLIOGRAFÍA
En el marco de colaboración que la SEAIC firmará próximamente con la nueva asociación de pacientes Asma y Alergia España, nuestra sociedad se compromete a respaldar e impulsar el Manifiesto por el asma, la alergia respiratoria y un nuevo modelo de acción colectiva.
Te animamos a apoyar dicha iniciativa con tu firma.
El día 28 de septiembre de 2011 se imparte en el Hospital Universitario de La Princesa (Madrid) un Curso-Taller para mejorar el control del asma y de la alergia en deportistas, organizado por ASMAMADRID y EDUCASMA.
El Comité de Alergia Infantil de la SEAIC ha elaborado este protocolo para facilitar el tratamiento de las crisis asmáticas de los niños en los centros educativos, con el objetivo es colaborar con los profesores en el control integral de los niños con asma.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Asma, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) colaboran un año más en la presentación del spot impulsado por Mundipharma.
Nota de Prensa: Que el asma no te pare 2020 (4490 descargas )
Los días 16-19 de septiembre de 2010 se celebraron en Las Rozas (Madrid) los VI Juegos Olímpicos para niños y adolescentes con asma, organizados por la Fundación Internacional de Asma y Alergia (UNASMA) y la Fundación de la SEAIC.