Apreciados socios:
Tenemos el placer de comunicaros el nombramiento de nuestro compañero Santiago Quirce como miembro de ‘Alumni distinguido’ de la Universidad de Cantabria, iniciativa que reconoce los méritos profesionales de los antiguos alumnos de la citada universidad.
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Texto de la noticia:
SANTANDER, 5 May. (EUROPA PRESS) –
El jefe del Servicio de Alergología del hospital madrileño de La Paz, Santiago Quirce volverá a la Universidad de Cantabria (UC) el próximo 12 de mayo para participar en los actos de ingreso al programa ‘Alumni- Distinguidos’.
Natural de Santoña, Santiago Quirce es licenciado y doctor en Medicina por la UC, habiendo obtenido el Premio Extraordinario de Licenciatura y la calificación ‘Cum Laude’ en el doctorado, según ha informado la UC en un comunicado.
La carrera profesional del Quirce comenzó en el Hospital Universitario Ramón y Cajal donde ingreso como residente en el año 86. Su carrera le ha llevado a prestar servicios en diferentes hospitales españoles como el Hospital Universitario Virgen del Camino de Pamplona o la Clínica Nuestra Sª de la Concepción Universidad Autónoma de Madrid, completando su preparación en el Vancouver General Hospital Canadiense donde permaneció en los años 93 y 94.
Desde el año 2007 presta sus servicios en el Hospital Universitario La Paz de Madrid donde ejerce como Jefe de Servicio de Alergología y director del Grupo de investigación «Diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas», del Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz.
Asimismo es miembro del CIBERES (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias), del Comité ejecutivo de GEMA (Guía Española para el Manejo del Asma), del Comité de Asma de la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica), coordinador del Interest Group on Occupational Allergy de la EAACI (European Academy of Allergy and Clinical Immunology), miembro del Committee of the Environmental, Occupational and Respiratory Diseases Section de la AAAAI (American Academy of Allergy, Asthma & Immunology) y también pertenece al Comité Editorial de la revista Journal of Asthma.
Santiago Quirce es el quinto miembro del programa ‘Alumni-Distinguidos’ con el que la UC reconoce trayectorias profesionales brillantes de sus egresados, se une así a Ángel Corcostegui, Jaime del Barrio, Miguel Ceballos y Dionisio Cagigas que han ingresado en este proyecto durante este año.
‘Alumni-Distinguidos’ es una iniciativa de la Universidad de Cantabria que cuenta con el apoyo de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la UC, el Consejo Social de la Universidad y la colaboración de Cantabria Campus Internacional y el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE).
Según ha demostrado una investigación de la University College London ( Reino Unido), los niños con asma en edad escolar que reciben educación sobre cómo controlar la enfermedad tienen menos ataques, visitas a urgencias y hospitalizaciones que aquellos que no reciben esta formación.
Kneale D, Harris K, McDonald VM, Thomas J, Grigg J. Effectiveness of school-based self-management interventions for asthma among children and adolescents: findings from a Cochrane systematic review and meta-analysis. Thorax. 2019 Jan 27. pii: thoraxjnl-2018-211909. doi: 10.1136/thoraxjnl-2018-211909.
En este artículo, se analizan los datos de 33 estudios que evaluaron la eficacia de los programas de manejo del asma en la escuela, para evitar síntomas graves que pueden afectar al rendimiento escolar y a la salud. Todos estos estudios incluyeron niños con asma de 5 a 18 años que participaron en su propio entorno escolar, y asignaron al azar a un grupo de niños para que recibiera educación sobre el asma, mientras que otro grupo no la recibió.
Los programas escolares de educación fueron efectivos en reducir la frecuencia de visitas a urgencias y moderadamente efectivos en la reducción de las hospitalizaciones .
Un meta-análisis de tres de los estudios incluidos sugiere que las intervenciones de autocontrol podrían reducir el número de días de actividad restringida.
Sin embargo, el estudio no encontró conexión entre los programas de educación de asma en la escuela y el absentismo escolar.
El autor principal, Dylan Kneale asegura que “para los niños que no pueden acceder fácilmente a un médico, las escuelas pueden ser una ruta particularmente efectiva para impartir la educación en autogestionar la enfermedad”.
Los autores del artículo concluyen que “las intervenciones de autocontrol para los niños con asma administradas en las escuelas reducen el número de episodios agudos y las visitas a urgencias. El entorno escolar es un espacio importante para realizar intervenciones que mejoren la salud de los niños”.
Patricia Prieto Montaño. Servicio de Alergología. Complejo Hospitalario Universitario Albacete. Comité de Alergia Infantil SEAIC
Centros con actividad asistencial pública en Alergología
El pasado 21 de enero de 2021 tuvo lugar un seminario web titulado «El problema de las reacciones alérgicas inducidas en la vacunación frente al SARS-CoV-2», que contó con la organización de SEAIC y el patrocinio de ThermoFisher Scientific. La grabación en video se puede consultar en este enlace.
La IX edición de los premios Best In Class, ha otorgado el galardón al mejor servicio de Alergología e Inmunología Clínica al del Hospital del Vinalopó. Han sido finalistas los servicios de la Fundación Jiménez Díaz-UTE, Hospital Central de La Cruz Roja S. José y Sta. Adela, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y OSI Bilbao – Basurto.
La alergia a los alimentos es un problema de salud global que afecta al 2% – 4% de niños y adultos, con reacciones que pueden ser graves, incluso causar anafilaxia. La encuesta nacional de la SEAIC muestra un aumento en las consultas por este tipo de alergia y la incorporación de nuevas terapias presenta desafíos para los servicios de Alergología.
Con el objetivo de mejorar el diagnóstico, tratamiento y preparación para futuros avances, se han creado las Unidades de Alergia a los Alimentos de Difícil Manejo (UAADM)
Los Comités de Alergia a Alimentos y Alergia Infantil de la SEAIC están trabajando en la acreditación de las UAADM con el fin de mejorar la atención clínica, la estructura de los servicios, promover la medicina personalizada y fomentar la investigación en alergia a los alimentos.
Descarga la Guía de Acreditación que incluye toda la información necesaria para acreditar la unidad de tu hospital.
La guía incluye:
1.
Listado de Criterios de Acreditación(997 descargas)
2. Enlace a la solicitud web (donde se recoge los datos del centro y solicitante)
3.
Anexo 1 Checklist(949 descargas) (Checklist, donde deberás indicar los criterios que cumple la UAADM de tu centro). Es imprescindible enviar el anexo cumplimentado junto con el resto de documentos requeridos. Recuerda que debes descargar el documento para poder editarlo.
Las solicitudes pueden presentarse durante todo el año. Aquellas que se reciban antes del 1 de agosto serán evaluadas para su resolución en las fechas próximas al congreso anual. Los certificados acreditativos se entregarán durante el congreso anual de la SEAIC correspondiente.
Las solicitudes recibidas con posterioridad al 1 de agosto podrán resolverse en el congreso del año siguiente o, si así lo determina la Junta Directiva, en una fecha extraordinaria.
| Coordinadoras del grupo: | Paloma Poza Guedes Teresa Valbuena Garrido |
| Vocales (orden alfabético): | Carmen Andreu Balaguer Mónica Antón Gironés Joan Domenech Witek Rosario Escudero Apesteguía Carmelo Escudero Díez Mª José Goikoetxea Lapresa Gloria Jiménez Ferrera Carolina Perales Chordá Marta Isabel Rodríguez Cabreros Beatriz Rodríguez Jiménez |
Nos complace anunciar que, por primera vez en su historia, la revista Journal of Investigational Allergy and Clinical Immunology (JIACI), órgano oficial de la SEAIC, ha alcanzado el primer decil (percentil 93) en la categoría Allergy del Journal Citation Reports (JCR) 2024. Este logro sitúa a JIACI entre las revistas más influyentes y citadas a nivel mundial en su área, consolidándola como una de las cabeceras más destacadas en el campo de la alergología.
El Prof. José María Olaguibel, editor jefe de JIACI, ha destacado que «haber alcanzado el primer Decil significa que nos hemos situado entre el 10% de las revistas con mayor impacto mundial en alergología, lo que demuestra que una publicación de origen español puede liderar la investigación global en alergia. Este resultado refuerza nuestra vocación de seguir avanzando en la investigación y la mejora de la salud pública en el ámbito de la alergología.»
Asimismo, el Dr. Olaguibel ha querido subrayar que este logro refleja el esfuerzo colectivo de toda la comunidad científica que contribuye a generar contenido de alto valor para JIACI: autores, revisores, miembros del comité editorial y, muy especialmente, los socios de la SEAIC, que continúan apostando por una revista científica rigurosa, abierta y con impacto real en la práctica clínica y la investigación translacional en alergología.
¡Muchas gracias a todos por hacerlo posible!
-. Arantza Vega Castro [ Alergóloga]
Hospital Universitario, Guadalajara
-. Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española
de Alergología e Inmunología Clínica
Contenido disponible sólo para socios.
Contenido disponible sólo para socios.
El jueves 25 de febrero a las 18:00 tendrá lugar el seminario web «Actualización sobre polietilenglicol, un alérgeno oculto». El seminario está patrocinado por Roxall Group y cuenta con el aval de la SEAIC.
Se podrá acceder a través de este enlace.
Comienza una nueva etapa con un portal renovado y dinámico.
La actual página web de la SEAIC aporta más accesibilidad gracias a un nuevo diseño y a las nuevas secciones que contribuyen a dar difusión a los temas de interés científico, médico y social.
Descargar Nueva web de la SEAIC (5699 descargas )
El próximo 20 de octubre, tendrá lugar el seminario web «Investigación en Alergología en tiempos de COVID-19», promovido por la red ARADyAL. El enlace de acceso se publicará en la web de la red.
Programa (haga click para verlo a mayor tamaño):
Esta fase puede estar dirigida a una visita de revisión ya programada o a una visita solicitada por el propio paciente para resolver dudas o abordar una reagudización de la enfermedad o preparar futuros momentos que supongan un aumento de riesgo, como intervenciones o viajes.
Se realiza mediante llamada telefónica o plataforma para videoconsultas. Se aconseja realizar consultas síncronas aunque la disposición de consultas asíncronas puede ayudar a mejorar la accesibilidad del sistema y su usabilidad para el paciente. Durante el desarrollo de la consulta se abordarán los siguientes aspectos:
Introducción
Presentación y recordatorio del motivo de la consulta de seguimiento.
Evaluación del estado actual
Valoración de pruebas complementarias en caso de haberse solicitado previamente
Comentar los resultados de analíticas y pruebas de imagen, si estas se habían solicitado en anterior consulta.
Revisión de medicación de mantenimiento a largo plazo
Educación y asesoramiento
Plan de manejo consensuado
Seguimiento y programación de citas
Despedida
Fijar fecha de próxima cita y agendar.
Agradecer al paciente por su tiempo y colaboración.
Documentación adecuada de la consulta en la historia clínica electrónica del paciente.
Consultas asíncronas: Aunque se aconseja realizar consultas síncronas, la disposición de consultas asíncronas puede ayudar a mejorar la accesibilidad del sistema y su usabilidad para el paciente. En caso de optar por esta modalidad debe disponerse siempre de un correo electrónico seguro con dirección de correo electrónico corporativa. A través de esta vía pueden enviarse al paciente:
La administración o aplicación de los tratamientos inhalados se conoce desde hace 4000 años en China, India y Egipto. En aquella época se administraban plantas ricas en escopolamina y en atropina (como Datura stramonium o Atropa belladona) en forma de vahos, fumigaciones, pipas de agua e incluso “cigarrillos terapéuticos” por su efecto relajante en el músculo bronquial.
La terapia inhalada comienza en los balnearios en el s.XIX cuando empiezan a utilizar las nebulizaciones para tratar la tuberculosis. En 1856, el médico Sales-Girons desarrolló el primer inhalador portátil lo que permitió la administración en domicilio. Aunque estos aparatos tuvieron detractores que los consideraban ineficaces, se siguieron desarrollando nuevos modelos. Si bien, en la farmacología el interés de la vía respiratoria fue en aumento sobre todo cuando se aisló la molécula de adrenalina en 1901 por Thomas Aldrich y Jokichi Takamine y cuando Bullying desarrolló un nebulizador con motor eléctrico. Los siguientes avances se dieron en conseguir broncodilatadores con menos efectos adversos y aparatos más pequeños que generaran partículas inferiores a 5 micras.
De esta forma, gracias a los avances en farmacología se consiguió identificar los receptores α y β adrenérgicos en 1947 y posteriormente, los β1 y β2 lo que dio lugar al descubrimiento en 1969 de un broncodilatador específico con mínimos efectos cardiovasculares y musculares, el salbutamol.
En 1948 se comercializó una primera versión de los futuros dispositivos de inhalación Aerohaler®. Era un vial de vidrio donde se colocaba el principio activo en forma de polvo seco la cantidad que en cada situación se consideraba adecuada y el paciente aspiraba a través de una pieza desmontable, por la boca o por la nariz. Este dispositivo fracasó ya que las dosis administradas eran variables, cada persona utilizaba la dosis que le parecía bien, además los asmáticos que lo utilizaban no eran capaces de generar el flujo suficiente para mover el fármaco y quedaba casi todo en el vial. Cuando se inhalaba por la nariz, la función de filtro de las fosas nasales hacía que no llegara el fármaco hasta el árbol bronquial, por lo que desde entonces se desechó la aplicación nasal.
El primer inhalador de cartucho presurizado surgió en el año 1956, a raíz de la insistencia de la hija asmática del doctor George Maison que le solicitaba un inhalador cómodo y portátil. Éste tenía un mecanismo valvular para dispensación de fluidos por medio de un propelente. Con el tiempo sería empleado en medicina pero también en cosmética (desodorantes, espuma de afeitar, etc) le denominaron Medihaler. Su éxito fue inmediato. Era un aparato ligero, portátil y que siempre administraba dosis fijas que venían medidas de fábrica. Su inicio de acción era rápido y cómodo de usar en cualquier lugar. Su principal desventaja era la coordinación de la inspiración con la activación del aparato.
El origen de los inhaladores de polvo seco va unido al descubrimiento, por el médico Roger Altounyan, del cromoglicato disódico como protector del broncoespasmo por su acción relajante sobre el músculo liso. Debido a ello, en 1967 se lanzó al mercado el primer inhalador de polvo seco, Spinhaler® diseñado específicamente para administrar el cromoglicato disódico. Este dispositivo aportó dos grandes avances:a) administración de dosis fijas, por medio de una cápsula que se introducía en el dispositivo y se perforaba para liberar el polvo al inhalar; y b) no se planteaba como una medicación de rescate sino como una “profilaxis”. Spinhaler® ha dado lugar a toda la familia de inhaladores de polvo seco. Y además aportaba la ventaja frente al inhalador de cartucho presurizado de no tener que coordinar la inhalación con la función del aparato. Sus desventajas es que precisan mayor flujo inspiratorio y su uso puede ser complejo en personas mayores o con deformidad en las manos.
En los años 70 llegaron las cámaras espaciadoras/inhalatorias, permitiendo llevar los beneficios del cartucho presurizado a pacientes con dificultad para coordinar la maniobra.
En los años 80 aparecieron los inhaladores de polvo seco multidosis, Diskhaler®. Esto reducía la complejidad y dificultad de la maniobra ya que las cápsulas con el polvo seco vienen integradas en el dispositivo y sólo hace falta cargarlas e inhalar. Aunque siguen precisando de alto flujo inspiratorio por parte del paciente y no se pueden acoplar a una cámara espaciadora al igual que los dispositivos de polvo seco unidosis.
A partir de estas familias de inhaladores, (cartuchos presurizados, inhaladores de polvo seco unidosis y multidosis) han ido surgiendo diferentes sistemas modernos que reutilizan la idea original y añaden mejoras como contadores de dosis, sistemas de feedback para que el paciente realice correctamente la técnica inhalatoria, etc.
Desde 1997 se conocen los inhaladores de vapor suave (Respimat®), en el que el fármaco en disolución es propulsado por un efecto de muelle, sin propelentes. Esto permite una maniobra inhalatoria sencilla, con una capacidad inspiratoria baja o muy baja, que unido a su producción de partículas muy pequeñas alcanza un gran depósito pulmonar. De todas maneras este sistema no llegó a España hasta 2010.
Otras variantes del cartucho presurizado clásico que han aparecido después han sido los sistemas Alvesco® y Modulite® donde el fármaco está disuelto, en vez de en suspensión, produciendo partículas muy finas y permitiendo una penetración pulmonar mayor. A su vez los sistemas accionados por la inspiración, Autohaler®, Easy Breath ® perciben el momento en que el paciente realiza la inspiración y se activan para propulsar el fármaco. Aunque este sistema no se ha comercializado en España.
BIBLIOGRAFÍA
La telemedicina, definida por la OMS como la prestación remota de servicios médicos o sanitarios (1), no es un fenómeno nuevo y de hecho tiene más de cien años de historia en paralelo a avances en tecnologías de telecomunicación (2). Sin embargo, hasta la llegada de la pandemia del COVID-19 su utilización quedó limitada a experiencias piloto (especialmente en situaciones de aislamiento extremo de los pacientes) y no llegó a penetrar en la práctica asistencial principalmente por barreras regulatorias y por la ausencia de incentivos económicos para su adopción (3). Los confinamientos impuestos tras el inicio de la pandemia supusieron una relajación de estas restricciones y marcaron un punto de inflexión en la expansión de estos servicios, cuya utilización llegó en 2021 a niveles 38 veces superiores a los prepandémicos (4). Este mayor uso provocó cambios en las actitudes ante la telemedicina en la sociedad y destapó carencias en infraestructura tecnológica y en procesos y protocolos para la atención remota de pacientes en los sistemas sanitarios de todo el mundo. En este periodo se ha producido, además, un cambio conceptual en el que la telemedicina queda englobada en un campo más amplio de “sanidad digital” (5), la aplicación de tecnologías digitales en el campo de la salud, incluyendo, además de teleconsultas, componentes como la computación en la nube, el big data, la inteligencia artificial, apps de salud y dispositivos de monitorización remota entre otros.
El interés por iniciativas de sanidad digital también es previo a la pandemia, como refleja la creciente inversión en este terreno a partir del año 2013, para llegar a una cifra récord de 52.000 millones de dólares en el 2021 (6, 7). Aunque posteriormente las inversiones han disminuido, el cambio cualitativo permanece: la sanidad digital se ha consolidado como un nuevo segmento en el sector, ya es parte de la medicina convencional (8). Revistas prestigiosas como Lancet y Nature han lanzado publicaciones específicamente dedicadas a la sanidad digital y el New England Journal of Medicine ha creado una dedicada a la inteligencia artificial y otra (Catalyst) a innovaciones en la prestación de servicios sanitarios. Nuevos actores han entrado en el sector -notablemente, las grandes empresas tecnológicas-, se están produciendo cambios en la dinámica competitiva (9) y se ha operado un cambio de paradigma: la prestación de servicios médicos y sanitarios ya no es una actividad exclusivamente presencial o vinculada a ubicaciones concretas (10).
La utilización de nuevos modelos de sanidad digital es así un fenómeno en evolución ante el que los diversos agentes están reaccionando de manera diversa. En Alergología se ha observado tras el inicio de la pandemia una elevada adopción de consultas síncronas (por ejemplo, videoconsultas), pero un escaso uso de otras modalidades de prestación digital (11).
La sanidad digital incluye la aplicación de varias tecnologías de la información y comunicación en diversas etapas de la cadena de valor sanitaria. Estas tecnologías son en su mayoría transversales -útiles en distintos tipos de actividades y no sólo sanitarias- y en todo caso son simplemente instrumentos facilitadores. La innovación que supone la sanidad digital surge cuando una o varias de estas tecnologías son utilizadas para el diseño y desarrollo de nuevos productos, servicios, modelos operativos y modelos de negocio (12).
Una clasificación basada la forma última de prestación de servicios médicos y en los tipos de comunicación (humano-humano, humano-máquina, máquina-máquina) distingue (13, 14) tres grandes categorías de modelos de provisión sanitaria digital:
Teleconsultas. Consultas remotas entre médico y paciente, que pueden ser síncronas (por video o voz) o asíncronas (vía chat, mensajería instantánea, correo electrónico, SMS). Algunas de las interacciones pueden ser -en parte o en su totalidad- automatizadas mediante el empleo de chatbots basados en algoritmos. La categoría de teleconsultas incluye también la interacción médico-médico para la transmisión (“store & forward”) de elementos de la historia clínica electrónica del paciente (por ejemplo, pruebas de laboratorio o de imagen).
Gestión remota de enfermedad crónica. i) Terapias digitales (Digital Therapeutics o DTx en su acrónimo en inglés): intervenciones terapéuticas implementadas en un programa de software y habitualmente accesibles a través de una app dedicada, con el objetivo de mejorar el control de enfermedades crónicas, apoyando el tratamiento prescrito; utilizan habitualmente técnicas basadas en ciencias del comportamiento (como el gamification) para tratar de mejorar la adherencia al tratamiento farmacológico prescrito e inducir cambios en estilo de vida del paciente. ii) Monitorización remota del paciente (RPM en sus siglas en inglés): sistemas, sensores y dispositivos que capturan datos médicos del paciente para su evaluación remota.
Autocuidado dirigido y conectado. “E-triaje”: comprobadores de síntomas, utilizando inteligencia artificial e implementados a través de chatbots; aplicaciones y dispositivos para el uso por el paciente, basadas en software ejecutable en la web, teléfonos móviles o dispositivos no-médicos; motores de búsqueda, que permiten al paciente encontrar información médica y de salud en buscadores generales o en sitios web dedicados y seguros para acceder a su propio historial clínico electrónico.
En la actualidad, los servicios digitales suelen prestarse de manera aislada y no integrada con la atención presencial. Sin embargo, el escenario más probable de desarrollo futuro es la combinación de intervenciones remotas y en persona dentro del concepto emergente de modelos de asistencia “híbridos”, que abren nuevas posibilidades en el diseño de protocolos y vías clínicas en diversas especialidades y, entre ellas, en Alergología (11).
En la década anterior al inicio de la pandemia, diversos artículos habían discutido la utilización de la telemedicina en otras especialidades y su posible aplicabilidad en Alergología (15-19) siempre que se pudiera garantizar la calidad y la seguridad en la asistencia. A partir del comienzo de los confinamientos, surgen publicaciones que tratan de ofrecer guías para la utilización de la telemedicina -un imperativo en ese momento- en el tratamiento de pacientes alérgicos (20,21). Un position paper de la asociación alemana de alergólogos AeDA publicado en este contexto (22) destaca la utilidad de la telemedicina y de otras aplicaciones digitales no sólo como alternativa en situaciones en las que la atención presencial no es posible sino también como herramientas que facilitan la práctica diaria del alergólogo, si bien destaca que aún existen barreras tecnológicas, legales y profesionales que superar. El artículo alaba el impulso a la digitalización de la sanidad en ese país que supuso la Ley de Salud Digital de 2019, que creó la posibilidad de empezar a prescribir apps digitales de salud (DiGa en acrónimo alemán) por parte de los médicos y con reembolso en el sistema público. La publicación del consenso multidisciplinar para el seguimiento y control del asma en la era de la telemedicina -proyecto COMETA- concibe la teleasistencia como una herramienta complementaria fundamental para garantizar el control del asma más allá de cualquier situación restrictiva de la visita presencial (23).
El reciente position paper de la EAACI sobre telemedicina (24) destaca que la asistencia remota reduce costes y ahorra tiempo a profesionales y pacientes, pero no puede reemplazar completamente a la atención en persona por la importancia de la exploración física y de algunas pruebas diagnósticas esenciales en el seguimiento de los pacientes. El artículo enumera también otras ventajas y desventajas de la telemedicina. Entre las primeras, una mayor accesibilidad de los servicios, mayor conveniencia y más fácil seguimiento del paciente. Entre las segundas, la falta de garantía sobre la seguridad y privacidad de datos del paciente, problemas en el reembolso o pago de los servicios, barreras tecnológicas para su adopción generalizada y la falta de estandarización de procesos y protocolos. Se discute también el posible impacto en la relación médico-paciente de la telemedicina y la necesidad de que el profesional desarrolle nuevas competencias para adaptarse a esta nueva forma de interacción.
Gran parte de la bibliografía sobre uso de sanidad digital en Alergología se centra en el asma, y el caso de uso más mencionado es en el seguimiento de pacientes ya diagnosticados, con el potencial de lograr un mejor control de la enfermedad. Las teleconsultas posibilitan nuevas formas de interacción con el paciente, las terapias digitales pueden contribuir a mejorar la adherencia al tratamiento, y los inhaladores digitales aportan datos en tiempo real sobre el grado de adherencia a la medicación de control, uso de beta-agonistas de acción corta y técnica de uso del inhalador (25). La sanidad digital ha tenido hasta la fecha mayor desarrollo en otras especialidades, por ejemplo, en el tratamiento y seguimiento de diabetes con los sensores de monitorización continua de glucemia (26) y otras aplicaciones, y el desarrollo y validación de biomarcadores digitales centrados en el paciente para asma y rinitis alérgicas podría aumentar la utilidad de los modelos de prestación digitales además de tener aplicaciones en la práctica presencial (27). Las intervenciones remotas, digitales, son generalmente bien aceptadas por los pacientes y los profesionales (28), y pueden mejorar el seguimiento del asma especialmente cuando incluyen inhaladores conectados y elementos de software para evaluar síntomas y grado de control, y para facilitar la educación y activación del paciente en el seguimiento de su enfermedad (29). Las tecnologías digitales posibilitan teóricamente el diseño de nuevos modelos asistenciales que, en combinación con la atención presencial, mejoren el control del asma, aunque aún son escasos los estudios de eficacia clínica de estos nuevos enfoques terapéuticos (30).
En años recientes hay publicaciones sobre la utilización de terapias digitales en dermatitis atópica como complemento al tratamiento habitual y con buenos resultados en la reducción de síntomas (31), de apps para el seguimiento de actividad y control en urticaria crónica espontánea (32), y de diversas aplicaciones digitales en la gestión de la inmunoterapia con alergenos, en la estratificación de pacientes, en su seguimiento y en la evaluación de eficacia, si bien, señalan los autores, son necesarios más estudios para comprobar su eficacia en mejorar resultados asistenciales (33).
La inteligencia artificial es una tecnología emergente con gran potencial disruptivo en diversos sectores de actividad y también en la medicina y la sanidad. En alergología, se explora (34) su utilización en, entre otros casos de uso, investigación básica y clínica (ensayos clínicos descentralizados, gemelos digitales), su integración en dispositivos de monitorización remota, el desarrollo de modelos predictivos de curso de la enfermedad, o en el diagnóstico y fenotipado de pacientes, si bien aún existen numerosos retos técnicos, éticos y regulatorios que afrontar antes de generalizar la utilización de esta tecnología en la práctica diaria.
La expansión de la telemedicina y otras formas de sanidad digital es un fenómeno reciente y su adopción en alergología y en otras especialidades está aún en una fase temprana. Estas nuevas modalidades asistenciales ofrecen diversos beneficios potenciales que deben ser balanceados por las limitaciones inherentes a servicios provistos a distancia -sin estar el paciente “presente”- y en algunos casos utillizando algoritmos automatizados. La evaluación y uso de los nuevos modelos digitales debe seguir las mismas reglas exigidas a otras tecnologías sanitarias y al estándar de calidad de los procesos asistenciales de demostración de evidencia científica y respeto a las preferencias e individualidad del paciente, priorizando la seguridad de los procedimientos y la privacidad de los datos. Adicionalmente, para que la sanidad digital llegue a tener impacto en la práctica asistencial, es necesario que los profesionales y las sociedades médicas desarrollen guías clínicas y protocolos, para cada especialidad, enfermedad y procedimiento (35). Aún es escasa la evaluación de impacto asistencial de soluciones de sanidad digital utilizando ensayos prospectivos aleatorizados controlados, y de impacto económico comparando resultados asistenciales y costes medidos longitudinalmente, y tal vez sea necesario también emplear nuevas metodologías de evaluación en esta área (36-38). Otro reto pendiente es la evaluación comparada de modelos asistenciales híbridos que combinen intervenciones presenciales y digitales, especialmente porque aún hay pocos ejemplos de su implementación (39). En cualquier caso, parece imperativo abordar el reto de adaptar las guías clínicas en medicina a la era digital (40).
La regulación de tecnologías digitales en sanidad fue una restricción a su adopción prepandemia y actualmente es un proceso en evolución (41), al igual que su reembolso o financiación, tanto en sistemas públicos como privados (42). Ambos factores tendrán gran influencia en el ritmo de adopción de estas nuevas modalidades asistenciales. La actitud que adopten médicos y otros profesionales será también un elemento crítico en la evolución de la sanidad digital: existen barreras relacionadas con el acceso a estas tecnologías y a formación específica en ellas, y también dudas sobre su utilidad y sobre el impacto que puedan tener en la carga de trabajo asistencial (43).
El gran desarrollo reciente de telemedicina y otras formas de sanidad digital presenta la posibilidad de innovar y de actualizar guías clínicas, protocolos y modelos asistenciales en alergología al igual que en otras especialidades, pero aún existen limitaciones y retos que superar antes de que estas nuevas modalidades sean adoptadas de forma generalizada en la práctica diaria (44).
Hoy toca presentar el captador de Córdoba, pertenece a la red de captadores de pólenes de la SEAIC.
La Dra Cristina De Castro Gómez, alergóloga en el Hospital San Juan De Dios, así como actual secretaria del comité de Aerobiología, nos aporta los datos en www.pólenes.com desde 2019.
