Se estima que la alergia a alimentos afecta a un 6-8% de los niños y hay evidencia de un incremento global en la prevalencia. Los alimentos que con mayor frecuencia causan reacciones anafilácticas en los niños mayores son los frutos secos. Hasta hace pocos años, el tratamiento se basaba en la evitación del alimento y el tratamiento de las reacciones alérgicas. La inmunoterapia con alimentos supone una alternativa de tratamiento en pacientes con alergia persistente, aunque no está aprobado como tratamiento en la práctica clínica habitual.
La inmunoterapia sublingual podría representar, a diferencia de la inmunoterapia oral o epicutánea, una alternativa viable por su vía de administración sencilla y el buen perfil de seguridad y eficacia observado en pequeños ensayos clínicos.
En esta publicación (Long-term sublingual immunotherapy for peanut allergy in children: Clinical and immunologic evidence of desensitization. J Allergy Clin Immunol 2019;144:1320-6.) se evalúa la eficacia y seguridad de la inmunoterapia sublingual con cacahuete a largo plazo en niños de 1 a 11 años que recibieron una dosis de mantenimiento de 2 mg/d de proteína de cacahuete durante 5 años. Los criterios de inclusión eran los siguientes: niños de 1 a 11 años, con anamnesis de reacción tras ingesta de cacahuete e IgE específica de 7 KU/L o mayor.
Treinta y siete de los cuarenta y ocho pacientes (77,1%) completaron el estudio y once (22,9%) abandonaron antes de finalizar.
Hubo reacción en 4,78% de las dosis. La mayoría de los síntomas se resolvieron espontáneamente y solo un 0,21% requirió tratamiento con antihistamínicos, no requiriendo el uso de adrenalina en ninguno de los casos. El prurito orolingual fue el síntoma más frecuente (3,6% de las dosis), y fue disminuyendo con las siguientes dosis. El edema labial se reportó en un 0,15% de las dosis y los síntomas gastrointestinales en 0,3% de las dosis.
El 67% de los sujetos toleraron al menos 750 mg de proteína de cacahuete, un 48% toleraron al menos 1750 mg y un 35% toleraron 2750 mg o más. Doce de los cuarenta y ocho sujetos (25%) tuvieron una prueba de provocación controlada negativa con 5000 mg de cacahuete. Tras un período de evitación de 2-4 semanas, diez de los doce sujetos tuvieron una prueba de provocación negativa, demostrando tolerancia permanente.
La media de la reactividad cutánea para los diez pacientes que demostraron tolerancia permanente fue de 11,5 mm al inicio del estudio, al finalizar el tratamiento dicha reactividad cutánea se redujo a 5,8 mm.
El nivel basal de IgE específica a cacahuete para los diez pacientes con una prueba de provocación oral negativa fue de media 28 KU/L y al finalizar el tratamiento la media de IgE específica fue de 7,8 KU/L.
Para los diez pacientes que alcanzan tolerancia permanente los niveles basales de IgG4 fueron de 0,4 mg/L y al finalizar el estudio se incrementan a 10,9 mg/L.
También se redujo de forma significativa el test de activación de basófilos al finalizar el estudio, comparativamente con el basal.
Entre los posibles sesgos del estudio destacar la falta de un grupo placebo control y la no realización de una prueba de exposición controlada al inicio del estudio.
En este estudio el tratamiento con inmunoterapia sublingual durante 5 años alcanzó desensibilización clínicamente significativa en la mayoría de los pacientes alérgicos a cacahuete compensado con una fácil administración y un favorable perfil de seguridad.
Dra. Sandra Blanco Bermejo
Hospital Universitario Infanta Elena
Comité de Alergia Infantil SEAIC
Alergólogos celebran el primer servicio de alergología en Baleares (2157 descargas )
La mayoría de las guías nacionales e internacionales de anafilaxia recomiendan a nuestros pacientes acudir a urgencias después de un episodio de anafilaxia, independientemente de que se hayan tratado o no.
La puerta de entrada de todos ellos en Urgencias es el triaje. Allí, el personal, habitualmente de enfermería, decidirá en pocos minutos, cuándo, quién y donde serán atendidos. En esto consiste la priorización o triaje.
Todos sabemos que la anafilaxia es una reacción de hipersensibilidad potencialmente mortal y que por ello requiere el máximo nivel de prioridad. Sin embargo, los pocos datos disponibles muestran que estos pacientes no se identifican correctamente, reciben una prioridad menor que la merecen y reciben tratamiento tarde, con riesgo de empeorar su pronóstico.
Hasta la fecha, los datos disponibles acerca de la priorización del paciente con anafilaxia se han limitado a hospitales seleccionados y a sistemas de triaje específicos.
Desde el Comité de Alergia Infantil de Seaic, nuestro objetivo ha sido conocer y describir la priorización que reciben los niños con anafilaxia en España. Este es el primer estudio que revisa la priorización de la anafilaxia pediátrica más allá de un solo centro, superando las barreras de los múltiples sistemas de triaje existentes en España. Los participantes en el estudio trabajan en 36 hospitales de 12 comunidades autónomas distintas. Su conocimiento acerca de que anafilaxia es una emergencia que merece atención médica inmediata es correcto. Sin embargo, su aplicación práctica no lo es al analizar la prioridad que recibirían casos reales. Asi, los niños con anafilaxia probablemente son identificados de forma incorrecta en los servicios de urgencias pediátricas en España, lo que puede empeorar su pronóstico.
La anafilaxia debería identificarse en triaje para garantizar un tratamiento precoz y adecuado.
Los alergólogos podemos ayudar a mejorar el triaje del niño con anafilaxia por nuestro conocimiento acerca de sus peculiaridades, variedades en la presentación clínica, ausencia de datos patognomónicos, y porque aportamos un punto de vista que complementa la visión del especialista en Urgencias.
“Anaphylaxis must be suspected in triage. Triage advice regarding anaphylaxis identification should be included in anaphylaxis guidelines”
J Investig Allergol Clin Immunol 2025; Vol. 35(4)(enlace a la versión del artículo) doi10.18176_jiaci.1064.pdf
Esozia Arroabarren Aleman. Servicio de Alergología del Hospital Universitario de Navarra. Comité de Alergia Infantil de la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica
Aunque las infecciones más conocidas en la infancia y potencialmente graves son el sarampión, las paperas, la varicela y la rubeola, gracias a las vacunaciones periódicas mediante el calendario vacunal, están prácticamente erradicadas en los países que de forma regular siguen estas recomendaciones. Habitualmente, las infecciones más comunes por virus suelen ser leves y se resuelven satisfactoriamente en la mayoría de los casos.
El sistema inmunológico de los niños está en desarrollo durante la infancia y, debido a la alta exposición en guarderías y colegios, frecuentemente desarrollan infecciones que pueden durar más de los periodos típicos que suelen ser otoño e invierno, e incluso pueden aparecer varias veces al año.
Entre estas está la gripe, también conocida como influenza estacional, el resfriado común, la gastroenteritis, la enfermedad boca-mano-pie, conjuntivitis, faringoamigdalitis, y en algunos casos, particularmente en niños menores de dos años, la bronquiolitis. Los síntomas típicos que pueden aparecer en estos cuadros infecciosos son tos, dolor de garganta, congestión nasal, malestar general, fiebre que puede llegar a ser alta, y menos frecuentemente manifestaciones gastrointestinales.
Generalmente el tratamiento es paracetamol y/o ibuprofeno que alivian el dolor y el malestar general y controlan la fiebre. Para la mayoría de los casos no hay tratamientos antivirales específicos, aunque a veces se prescriben o auto consumen antibióticos, a pesar de que estos solo están indicados en infecciones bacterianas.
En el curso del tratamiento con antibióticos durante una infección viral pueden aparecer manifestaciones cutáneas como eritema o enrojecimiento generalizado, exantema o urticaria (ronchas), que puede estar acompañadas de edema (hinchazón), y más raramente manifestaciones en las mucosas. Generalmente estos síntomas aparecen tras varios días de haber iniciado el tratamiento antibiótico, aunque a veces pueden suceder tras un periodo más corto de tiempo, incluso en menos de 24 horas. En la mayoría de estos casos se interrumpe el tratamiento con antibióticos y las manifestaciones cutáneas desaparecen en poco tiempo. En la mayoría de los casos, una vez que se ha resuelto la infección viral, los niños que toman de nuevo el antibiótico por alguna otra indicación lo toleran sin problema.
En cualquier caso, toda manifestación cutánea o de otro tipo que aparezca cuando se toman antibióticos en el curso de una infección viral, una vez resuelta, debería ser evaluada por un alergólogo para verificar que realmente el niño afectado no es alérgico. En muchos casos, de no realizarse esta valoración, se considera erróneamente el caso como alérgico con los consiguientes perjuicios que esto puede tener.
Natalia Blanca
Servicio de Alergia
Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid
Estimados socios:
Desde la SEAIC queremos expresar nuestro más sincero pésame a los familiares, amigos, compañeros y conocidos del Dr. Daniel Muñoz Lejarazu, Jefe de Servicio del Hospital Universitario de Álava (Vitoria), que falleció ayer. Dadas sus cualidades humanas y científicas siempre ocupará un puesto relevante en la historia de la Alergología Española. Descanse en paz.
Un cordial saludo,
Darío Antolín
Secretario de la Junta Directiva de la SEAIC
El valor nutricional de la carne se debe a que está formada por proteínas de alto valor biológico como fuente de aminoácidos esenciales, vitamina B y hierro, muy aprovechables por nuestro organismo.
La alergia a las carnes es una alergia alimentaria poco frecuente en los países desarrollados, a pesar de su elevado consumo. En la infancia, suele asociarse con dermatitis atópica y tiende a desaparecer en los primeros años de vida. No obstante, la alergia a la carne también puede aparecer “de novo” en la edad adulta.
En la actualidad, se desconoce la incidencia general y la prevalencia de la alergia a las carnes en la población general. Entre los pacientes con alergia alimentaria, se ha informado de alergia a la carne en el 3-15% de casos pediátricos y en el 3% de casos adultos.
Su baja prevalencia puede atribuirse, en parte, al hecho de que la mayoría de las carnes se consumen cocidas, y cocinarlas, normalmente aunque no siempre, reduce su alergenicidad.
Las reacciones pueden ser muy variables, desde un cuadro leve de picor en la boca y garganta o algunos habones aislados, pasando por angioedema (inflamación) de labios, párpados… hasta urticaria más extensa, rinoconjuntivitis, asma, síntomas digestivos, y/o cuadros muy graves de anafilaxia.
El tipo de carne que causa la alergia, presenta variabilidad geográfica, en relación con los diferentes hábitos de consumo. En nuestro medio, la alergia a las carnes de mamíferos es más frecuente que la alergia a las aves de corral. De acuerdo con esto, se ha descrito alergia a carne de canguro en Australia y a carne foca y ballena en Alaska.
La alergia a carne de vaca es la más comúnmente reportada, con una prevalencia que oscila entre el 1,5 y el 6,5% entre los niños con dermatitis atópica o con alergia alimentaria. Sin embargo, la alergia a carne de ternera, puede llegar al 20% en niños con alergia a leche de vaca. También se han informado casos de alergia a carne de cerdo, cordero, conejo, pollo y pavo, pudiendo ser alérgico a la carne de una especie o de varias.
En la alergia a las carnes, a diferencia de lo que sucede con otros alimentos, se han identificado alérgenos tanto de proteínas como de carbohidratos. Las albúminas séricas y las inmunoglobulinas parecen ser las principales proteínas alergénicas en la carne de ternera y otras carnes de mamíferos (cerdo, cordero, conejo), con una gran homología entre sí, lo que explicaría la alta reactividad cruzada entre carnes de mamíferos. Estas proteínas también podemos encontrarlas en aves como el pollo, aunque con una menor homología con las de los mamíferos, lo que explicaría que los individuos tiendan a reaccionar a carnes de mamíferos o aves pero rara vez a ambas.
El diagnóstico general de alergia a las carnes se realizará en base a la historia clínica y mediante la realización de pruebas cutáneas (prick-test) con extractos de las distintas carnes y la medición en sangre de los niveles de anticuerpos IgE específicos para cada uno de ellos. En ocasiones es necesaria la realización de una prueba cutánea con el alimento en freso (prick-prick) y si hay dudas, también puede ser necesario realizar un test de exposición oral controlada, siempre bajo supervisión del especialista.
En las reacciones con preparados cárnicos, como embutidos o salchichas, habrá que descartar una alergia a algún alimento o compuesto añadido o en el proceso de elaboración, como las proteínas de la leche, el huevo o los hongos.
Ante un diagnóstico confirmado, hoy por hoy, el tratamiento es evitar la ingesta de la carne responsable y los productos elaborados con ella (embutidos, salchichas, gelatinas,…). No obstante, conocer los alérgenos responsables, puede permitir una dieta más flexible, de manera que hay pacientes, cuya alergia depende de las albúminas séricas, que toleran la carne bien cocinada, y otros, presentan síntomas o no dependiendo del grado de cocinado y otro grupo no la tolera de ninguna forma. En algunos casos, se deberán eliminar de la dieta varios tipos de carnes, en cuyo caso, podría ser necesario aportar a la dieta suplementos de hierro y vitamina B.
Dra. Angélica Feliú Vila. Hospital Universitario del Tajo, Madrid. Comité de Alergia Infantil. SEAIC
Bibliografía
El próximo 22 de abril de 2023 tendrá lugar la XXV edición de la Reunión Anual de pacientes con Angioedema Hereditario AEDAF en el Hospital Universitario La Paz, en Madrid. Aquellas personas interesadas en asistir, pueden comunicarlo al e-mail dir@angioedema-aedaf.org.
La sospecha de alergia a betalactámicos es un motivo frecuente de consulta en niños, descartándose en la mayoría de los casos tras el estudio alergológico. Seguir el mismo algoritmo diagnóstico que en el adulto consume tiempo y pruebas que son molestas para el niño. En los últimos años diferentes grupos han investigado el valor de las pruebas cutáneas y serológicas, recomendándose en algunos casos la prueba de exposición oral directa.
El grupo de trabajo de la EAACI ha publicado una revisión valorando el diagnóstico de alergia a betalactámicos en niños. Diferencia las formas clínicas en función del mecanismo inmunológico y la cronología de la reacción:
Las más frecuentes son leves con urticaria y/o angioedema, causadas en muchos casos por la infección subyacente. Diferenciarlas es difícil a pesar de la historia clínica, siendo necesario el estudio alergológico mediante pruebas cutáneas, seguidas de una prueba de exposición. Algunos autores proponen realizar la exposición oral sin pruebas cutáneas previas en las reacciones leves. A pesar de los estudios publicados, la evidencia para realizar prueba de exposición directa en niños con reacción inmediata es limitada.
Los fármacos son una posible causa de anafilaxia en niños, pero el riesgo de reacción mortal es extremadamente bajo. El diagnóstico precisa un estudio alergológico completo, que incluya pruebas in vitro (IgE específica, prueba de activación de basófilos) y pruebas cutáneas. Cuando estas pruebas son positivas, el riesgo de reacción con la prueba de exposición es alto. En los casos graves esta prueba solo se realizará si no hay alternativa terapéutica segura, comenzando por dosis muy bajas, estando contraindicada si durante la reacción índice se produjo un shock anafiláctico.
Las pruebas cutáneas en estos casos tienen muy baja sensibilidad y no están bien estandarizadas, pero el valor predictivo positivo es alto. Por otro lado, para las pruebas in vitro (prueba de transformación de linfocitos) se dispone de una evidencia limitada. Dada su baja sensibilidad, algunos autores realizan una prueba exposición oral directa, confirmando la seguridad del procedimiento. No hay acuerdo en el protocolo a seguir, administrándose generalmente la dosis fraccionada seguida de uno o varios días de administración domiciliaria. Haciendo referencia a un estudio que sugiere que los niños con reacción no inmediata leve podrían superar su alergia, podría indicarse la realización de una prueba de exposición tras al menos un año de la prueba de exposición positiva.
Se observa generalmente en niños menores de 5 años, especialmente con cefaclor. El diagnóstico es fundamentalmente clínico. En estos pacientes se debe evaluar la tolerancia a otros betalactámicos que, generalmente, son bien tolerados.
Incluyen el síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, reacción a fármaco con eosinofilia y síntomas sistémicos, y la pustulosis exantemática aguda generalizada. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, junto a pruebas histológicas y analíticas. Se pueden realizar pruebas epicutáneas tras 6 meses de la reacción a pesar de tener una sensibilidad baja. Si estas son negativas, se pueden realizar pruebas intradérmicas, estando contraindicadas si durante la reacción índice hubo riesgo vital. En general, la prueba de exposición se realiza para excluir el diagnóstico de alergia en los casos de baja sospecha.
El grupo de trabajo concluye que hay una amplia variabilidad clínica en las reacciones a betalactámicos en niños, siendo la más común la reacción cutánea leve no inmediata con exantema maculopapular o urticaria tardía. En estos casos se recomienda el diagnóstico mediante la prueba de exposición, existiendo suficiente evidencia para realizarla sin pruebas cutáneas previas. Para poder definir una reacción como leve o de bajo riesgo hay que tener en cuenta la fiabilidad de los datos obtenidos de la historia clínica, la edad del niño, el tiempo transcurrido hasta realizar el estudio y las comorbilidades que pueda presentar el paciente. No hay un protocolo óptimo para la realización de la prueba de exposición ni consenso en su duración, por lo que es imperativo establecer un protocolo unificado.
Con respecto a las reacciones inmediatas leves, es necesario realizar más estudios para poder confirmar la seguridad de realizar la exposición sin pruebas cutáneas previas.
Finalmente, en relación con la posibilidad de que los niños con reacción no inmediata leve puedan superar su alergia, el consenso se recomienda la realización de estudios multicéntricos que incluyan un gran número de niños para investigar la historia natural de la alergia a betalactámicos.
Dos trabajos realizados en nuestro país repiten el estudio con prueba de exposición en niños tras el diagnóstico de alergia a betalactámico con reacción no inmediata leve. En ellos, el 50% y el 80% de los pacientes toleran el betalactámico en la segunda prueba de exposición controlada, realizada al menos 6-12 meses tras una primera prueba de exposición positiva. Todos los pacientes incluidos son menores de 8 años, predominando preescolares en los que en muchos casos un cuadro viral subyacente podría ser la causa de la reacción. Ante estos resultados y dado que los betalactámicos son de primera elección en la mayoría de los procesos infecciosos de origen bacteriano en el niño, se podría proponer repetir la prueba de exposición controlada tras un año de evitación, al menos en los niños de menor edad, siempre que la reacción inicial al betalactámico sea no inmediata y leve.
Candelaria Muñoz Román. Alergología Pediátrica, UGC Pediatría, H. Materno Infantil, Hospital Regional Universitario de Málaga. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Bibliografía
La urticaria es una enfermedad de la piel muy común. Consiste en la aparición de ronchas/habones y/o hinchazón/angioedema, que habitualmente se acompañan de picor. Si dura menos de 6 semanas se clasifica como urticaria aguda y si dura más de 6 semanas como urticaria crónica. Las ronchas aparecen y desaparecen con rapidez, cambian de localización y duran menos de 24 horas y puedes reaparecer en los días siguientes. La hinchazón puede afectar a la cara, las manos, los pies, los genitales y suele ser pruriginoso.
La mayoría de las urticarias en la edad infantil son agudas y no tienen relación con la alergia. La infección parece ser la causa predisponente más frecuente (más del 40%) de urticaria en lactantes y niños en comparación con los adultos. Suelen ser infecciones víricas leves y el niño mantiene buen estado general a pesar de que la urticaria afecte a gran parte de la superficie corporal. Los síntomas de la infección viral pueden estar presentes o no.
¿La urticaria es igual a alergia? En pocas ocasiones la urticaria que dura varios días o semanas es producida por una alergia alimentaria; medicamentosa o por una picadura de insecto. En estos casos, es habitual que la urticaria aparezca antes de que pasen dos horas tras la ingesta del alimento/medicamento o haya antecedente de picadura de insecto en los minutos previos (muy inusual en niños). En ocasiones, pueden asociarse síntomas respiratorios, digestivos, mareos, el niño podría estar mucho más nervioso y afectado. En estos casos, podría tratarse de una reacción alérgica generalizada (anafilaxia) y se debe instaurar tratamiento con adrenalina y solicitar asistencia sanitaria de inmediato.
La urticaria crónica es mucho menos frecuente en niños y en la práctica, la mayoría de los pacientes no tienen una causa identificable. Se clasifica como urticaria crónica espontánea. En un pequeño porcentaje la urticaria crónica en niños se asocia a presencia de anticuerpos autoinmunes. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, metamizol, paracetamol, etc.) se han identificado como principales factores agravantes de la urticaria crónica espontánea en niños.
En conclusión, la urticaria aguda (<6 semanas de duración) es más frecuente en niños que la urticaria crónica (>6 semanas de duración) y suele ser un proceso benigno, transitorio, y que no se asocia a patología grave subyacente en la la gran mayoría de los casos.
Autora:
Krasimira Baynova, MD. Comité de Alergia Infantil SEAIC. CSUR Angioedema. UGC Alergología. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla.
Bibliografía
1) Meeyong Shin et al. Prevalence and Causes of Childhood Urticaria Allergy Asthma Immunol Res. 2017 May; 9(3): 189–190.
2) Zuberbier T, Aberer W, Asero R, Abdul Latiff AH, Baker D, Ballmer-Weber B, et all. The EAACI/GA²LEN/EDF/WAO guideline for the definition, classification, diagnosis and management of urticaria. Allergy. 2018 Jul;73(7):1393-1414. doi: 10.1111/all.13397. PMID: 29336054.
3) Brüske I, Standl M, Weidinger S, et al. Epidemiology of urticaria in infants and young children in Germany–results from German LISAplus and GINIplus Birth Cohort Studies. Pediatr Allergy Immunol 2014;25:36 –42.
4) Cornillier, H., Giraudeau, B., Munck, S., Hacard, F., Jonville-Bera, A.-P., d’ Acremont, G., … Maruani, A. (2018). Chronic spontaneous urticaria in children – a systematic review on interventions and comorbidities. Pediatric Allergy and Immunology, 29(3), 303–310.
Enlace de interés práctico:
https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/decalogo-urticaria-infantil
Estimados socios,
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y con la conformidad del Ministerio de Economía y Competitividad, ha acordado el día 6 de Marzo del presente el nombramiento de Jesús Fernández Crespo, especialista en Alergología, como director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en sustitución de Antonio L. Andreu Périz. El Dr. Fernández Crespo ha desempeñado los cargos de subdirección médica de Investigación y Docencia del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y desde Septiembre de 2014 era subdirector general de Evaluación y Fomento de la Investigación. Desde SEAIC queremos expresar nuestra más sincera enhorabuena por el nombramiento.
Podéis consultar la noticia en este link.
Un cordial saludo,
Darío Antolín
Secretario de la Junta Directiva de la SEAIC
El Profesor Ignacio Dávila fue ratificado como nuevo presidente de SEAIC en el Simposio Internacional en Palma de Mallorca. Es jefe de Sección de Alergología del Hospital Universitario y catedrático de la Facultad de Medicina de Salamanca y ocupará el cargo durante los próximos cuatro años.
Con el buen tiempo y las vacaciones de verano, todos pasamos mucho más tiempo al aire libre y aumenta la exposición de nuestra piel al sol, pudiéndose producir algunas reacciones cutáneas no deseadas que conviene diferenciar:
Las erupciones solares o polimorfas ocurren sin relación con la toma de medicamentos, en aquellas zonas de piel que no han recibido sol durante el año. Tienen un aspecto variable, como manchas, granitos, etc… y producen picor, apareciendo a las pocas horas de la exposición en ambas partes del cuerpo (simétricas). Es típico en los primeros días de sol, y algunos pacientes las pueden presentar cada año. Estas reacciones pueden ser evitables utilizando las medidas de fotoprotección adecuadas.
Las reacciones fototóxicas son reacciones de la piel con aspecto de quemadura solar sobre la zona que ha recibido la exposición. Respetan la piel cubierta por ropa, y zonas típicas como el mentón, detrás de las orejas o debajo de la nariz. Se provoca por el uso de algunos productos sobre la piel o medicamentos, como algunos antiinflamatorios, antihipertensivos o antibióticos. Empiezan a los pocos minutos/horas de la exposición solar y se resuelven habitualmente en unos días, dejando en ocasiones marcas durante meses. Aunque no son reacciones alérgicas, son frecuentes, y pueden aparecer en cualquier persona que los utilice, incluso la primera vez que se usa un producto o medicamento a dosis altas.
Las reacciones alérgicas por exposición solar o fotoalergia son reacciones mucho menos frecuentes. Son causadas sobre todo por medicamentos pero también por perfumes, algunos cosméticos e incluso por los protectores solares. Tienen un aspecto de eccema o ampolla, con picor, que afecta a las zonas que han recibido el sol, aunque también puede extenderse a otras zonas con menos intensidad. Aparecen más tarde que las anteriores, a partir de 24-48 horas tras la exposición solar, y mejoran a partir de 5-6 días, sin dejar lesiones residuales. Este tipo de reacciones ocurren en personas con predisposición, que ya han utilizado estos productos previamente sin reacción anterior, y pueden condicionar reacciones cruzadas con otros medicamentos o productos similares.
Si presenta una reacción cutánea, conviene hacer fotografías, y recuerde acudir a su médico de atención primaria para recibir tratamiento, además de contar con el asesoramiento de un Alergólogo para realizar los estudios necesarios.
Bibliografía:
1. Dávila I, Jáuregui, I, Olaguibel, J.M., et al. Tratado de Alergología. 2a Edición. Ergon, 2016.
2. Gruber-Wackernagel A, Byrne SN, Wolf P. Polymorphous light eruption: clinic aspects and pathogenesis. Dermatol Clin. 2014 Jul;32(3):315-34.
3. Montgomery S, Worswick S. Photosensitizing drug reactions. Clin Dermatol. 2022 Jan-Feb;40(1):57-63.
María del Valle Campanón Toro
Hospital Universitario de Burgos
El propofol es un medicamento usado ampliamente en procedimientos de anestesia general para la inducción y el mantenimiento de la misma, tanto en niños como en adultos, desde 1977. En su composición, propofol, contiene aceite de soja y proteínas de huevo, por lo que en ficha técnica aparece como contraindicación de uso, la alergia a huevo o soja. Debido a que se ha visto por medio de diferentes estudios, que es extremadamente raro que los pacientes alérgicos a huevo (excepto algún caso de anafilaxia), presenten alguna reacción al administrar propofol, se ha publicado en la revista JIACI, las recomendaciones para el uso de propofol en pacientes alérgicos a huevo que son las siguientes:
-En pacientes con anafilaxia por alergia a huevo: Utilizar otro anestésico general o administrar propofol inicialmente a una dosis pequeña, y si no se produce reacción, ir aumentando la dosis hasta la dosis terapéutica.
-En pacientes alérgicos a huevo no anafilácticos: Utilizar propofol de la misma manera en que se hace a la población no alérgica a huevo.
Para más información:
J Investig Allergol Clin Immunol 2019; Vol. 29(1): 72-74 doi: 10.18176/jiaci.0337
Dra. Sara Martínez Molina. Hospital Universitario de Donostia. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Desde hace unos 20 años, diferentes Sociedades Regionales de Alergología implantadas en el territorio nacional, han venido organizando de forma ininterrumpida en los meses de verano campamentos para niños con asma y alergia en colaboración con la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
La situación actual de pandemia por COVID 19, declarada por la OMS el día 11 de marzo de 2020 (1) supuso un cambio radical en la atención sanitaria a nivel mundial. Desde el inicio se han alcanzado más de 170 millones de casos notificados en todo el mundo y casi 4 millones en España. En esta situación, el pasado verano y por razones obvias, la totalidad de campamentos de verano para niños alérgicos y/o asmáticos fueron suspendidos.
Si bien los niños son capaces de contraer el virus que causa COVID-19, no se enferman con tanta frecuencia como los adultos. La mayoría presentan síntomas leves o no presentan síntomas. No obstante, algunos con afecciones subyacentes como obesidad, diabetes y asma, pueden tener un mayor riesgo de padecer formas graves de la enfermedad. Los niños que tienen enfermedades cardíacas congénitas, afecciones genéticas o afecciones que afectan el sistema nervioso o el metabolismo también pueden tener un mayor riesgo de padecer enfermedades graves con COVID-19.
Recientemente Castro-Rodríguez y Forno (2), tras realizar una revisión sistemática sobre Asma y COVID-19 en niños, sólo encontraron un estudio que relacionaba el asma como factor de riesgo potencial para la gravedad del COVID-19, pero no para su mortalidad. La mayoría de los trabajos se basan en la descripción de número de casos de COVID-19 por grupos de edad, por lo que aún no queda claro si el asma infantil u otras enfermedades respiratorias pediátricas están asociadas con el riesgo o la gravedad de COVID-19.
En España se han administrado hasta la fecha más de 30 millones de dosis de vacuna frente al coronavirus SARS-CoV-2, por lo que se augura alcanzar la ansiada inmunidad de grupo en los próximos meses. En esta situación, se plantea ya la posibilidad de retomar en este o próximos veranos aquellas actividades de educación sanitaria dirigidas a niños alérgicos y asmáticos que los alergólogos veníamos realizando, en forma de campamentos u otras actividades que, respetando escrupulosamente las recomendaciones sanitarias, nos permitan alcanzar el control clínico actual y evitar las consecuencias a futuro de la enfermedad.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han redactado y actualizado la Guía para la apertura de campamentos juveniles y de verano durante la pandemia del COVID-19 (3).
Resumen de los cambios recientes:
Puntos clave de la guía:
En esta guía se describen las estrategias que los programas de campamentos deben utilizar para mantener el funcionamiento y los entornos saludables, reducir el riesgo de propagación del COVID-19 en sus programas, prepararse para cuando alguien se enferme a causa del COVID-19 y brindar apoyo para sobrellevar la situación y desarrollar resiliencia.
El uso sistemático y estratificado de varias estrategias de prevención puede servir para que los campamentos abran de forma segura para la realización de actividades presenciales, proteger a los niños, las familias y al personal y desacelerar la propagación del virus que causa el COVID-19.
Fernando Florido López. Servicio de Alergología. Hospital Universitario Clínico San Cecilio. Granada. Comité de Alergia Infantil SEAIC
Biobligrafía:
Apreciados socios:
Os dejamos la relación de seminarios sobre Medicina evolucionista que organiza nuestro compañero, el Dr. Álvaro Dashner. Esperamos resulten de vuestro interés.
Un cordial saludo
Dr. Pedro Ojeda
Secretario General de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica
Primavera/ otoño 2013:
Este año se organiza el cuarto ciclo de
Seminarios interdisciplinares en Medicina Evolucionista
Los seminarios trataran los siguientes aspectos:
Martes, 21 de mayo: La evolución de la dentición en el ser humano. ¿Cómo ha influido en nuestra forma de vida? DIETA vs. ESTÉTICA.
Martes, 11 de junio: La pigmentación de la piel. Variabilidad y patología. Adaptación al medio.
Martes, 15 de octubre: Mecanismos inmunitarios con potencial antitumoral: lo que podría funcionar
Martes, 12 de noviembre: Cereales: domesticación, adaptación y enfermedad.
Hospital Universitario de la Princesa, Madrid
Aula de docencia (Primera planta). Horario 16 a 19 horas
Actividad docente de formación continuada con acreditación solicitada
Mas información e inscripción en www.medicinayevolucion.com
Correo: seminarios@medicinayevolucion.com
Recientemente se ha publicado en la revista J Investig Allergol Clin Immunol un trabajo realizado por expertos de España y Portugal, que analiza la evolución de las diferentes guías para el tratamiento del Angioedema Hereditario por déficit de C1 inhibidor (AEH-INH-C1).
En este estudio ibérico se han comparado las guías/recomendaciones de tratamiento del AEH-INH-C1 publicadas entre 2010 y 2022, para identificar las principales diferencias en cuanto a los enfoques terapéuticos para el tratamiento a demanda, la profilaxis a corto plazo (PCP) y la profilaxis a largo plazo (PLP).
A nivel mundial, las directrices sobre el AEH evolucionaron con la disponibilidad de nuevos tratamientos y con un cambio en el paradigma de gestión hacia un enfoque individualizado y centrado en el paciente en el que la calidad de vida es fundamental. En consonancia con ello, se observó una tendencia creciente hacia la autoadministración del tratamiento en el domicilio, ya que facilita potencialmente el tratamiento precoz de los ataques, proporciona mayor flexibilidad, comodidad e independencia, y se asocia a una mayor calidad de vida. La PLP es el indicador que más innovaciones ha experimentado a lo largo de los años, paralelamente a la disponibilidad de nuevas terapias y a la toma de conciencia de las necesidades de los pacientes. Se dispone de varias terapias profilácticas con un alto nivel de evidencia, aunque faltan estudios específicos de comparaciones directas entre ellas. Los nuevos tratamientos más eficaces y seguros han ido relegando a los andrógenos atenuados a una segunda línea.
Los objetivos del tratamiento se han ido haciendo más ambiciosos, desde la reducción de la frecuencia, gravedad y duración de los ataques hasta lograr el control total de la enfermedad y la normalización de la vida de los pacientes en la actualidad. Los cambios en la terminología, como la introducción de designaciones como «primera línea» y “segunda línea”, y la introducción de instrumentos de medida de resultados comunicados por los pacientes («PROM») para evaluar las percepciones de los pacientes sobre su calidad de vida y bienestar auto experimentados, también son relevantes y se abordan en el documento, junto con las necesidades aún no cubiertas en el tratamiento del AEH-C1-INH.
Branco Ferreira M, Baeza ML, Spínola Santos A, Prieto-García A, Leal R, Alvarez J, Caballero T. Evolution of guidelines for the management of hereditary angioedema due to C1 inhibitor deficiency. J Investig Allergol Clin Immunol. 2023 May 11:0. doi: 10.18176/jiaci.0909. Epub ahead of print. PMID: 37171188.
https://www.jiaci.org/revistas/doi10.18176_jiaci.0909.pdf
Dra. Alicia Prieto García. Servicio de Alergia, Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Comité de Angioedema de la SEAIC.
Una situación común con la que nos encontramos en nuestra práctica clínica con los niños asmáticos, son las agudizaciones que presentan a pesar de realizar un tratamiento de mantenimiento con corticoides inhalados. En muchas ocasiones las exacerbaciones son graves y requieren tratamiento con corticoides sistémicos. Para prevenir estas crisis, ante los primeros signos de menor control del asma, tenemos tendencia a aumentar la dosis de corticoides inhalados durante un periodo de tiempo. En este sentido, según la recomendación de la estrategia de la GINA (Global Iniciative for Asthma), en los pacientes asmáticos que reciben corticoides inhalados de forma continua, estaría indicado aumentar su dosis durante un periodo corto de tiempo ante los primeros indicios de pérdida de control del asma.
Sin embargo, esta estrategia actualmente es controvertida en niños, y existen varios trabajos que han puesto en duda la eficacia de esta actuación en este grupo de edad en lo que se refiere a la prevención de exacerbaciones asmáticas, así como a su seguridad. Hay que tener en cuenta que el 70-80 % de las veces esos primeros indicios no se convierten en verdaderas exacerbaciones, por lo que se podría haber creado la falsa idea de que aumentar la dosis del corticoide tendría un efecto protector de exacerbaciones. Recientemente, se ha publicado un artículo en el N Engl J Med que va en esta línea.
Quintupling Inhaled Glucocorticoids to Prevent Childhood Asthma Exacerbations. Jackson DJ, Bacharier LB, Mauger DT, Boehmer S, Beigelman A, Chmiel JF, Fitzpatrick AM, et al.N Engl J Med. 2018 Mar 8;378(10):891-901. doi: 10.1056/NEJMoa1710988. Epub 2018 Mar 3.
El trabajo fue financiado por el National Heart, Lung, and Blood Institute, y realizado por investigadores de diferentes centros de USA. Se trata de un ensayo de grupos paralelos, doble ciego y randomizado. Estudiaron a 254 niños, de 5 a 11 años de edad, que padecían asma bronquial leve-moderado persistente y que habían presentado al menos una exacerbación tratada con corticoides sistémicos en el último año. Todos los pacientes realizaron tratamiento de mantenimiento con dosis bajas de propionato de fluticasona inhalada (44 µg por inhalación, dos inhalaciones dos veces al día) durante 48 semanas. Ante los primeros signos de pérdida de control del asma (zona amarilla) se dividió a los pacientes en dos grupos de forma randomizada, de manera que una parte de los niños quintuplicaba la dosis de fluticasona durante 7 días (220 µg por inhalación, dos inhalaciones dos veces al día) y la otra parte continuaba con la misma dosis. En esta fase, en ambos grupos la terapia era doble ciego.
En el estudio no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos respecto al número de exacerbaciones asmáticas graves que requirieron corticoides sistémicos. Tampoco hubo diferencias en otros resultados secundarios como el número de visitas a urgencias por asma, el número de hospitalizaciones, el fracaso del tratamiento en el control del asma, la puntuación de síntomas y el uso de salbutamol durante los episodios de la «zona amarilla», el porcentaje de días con control del asma o los valores del flujo espiratorio máximo.
No hubo diferencias tampoco respecto a los eventos adversos, aunque en el grupo que quintuplicó la dosis de fluticasona mostró una tasa de crecimiento 0,23 cm menor por año respecto al grupo que no aumentó la dosis (diferencia no significativa, p=0.06). El primer grupo tuvo un 16% más exposición total a corticoides.
Aunque algunos aspectos metodológicos del estudio, como el tamaño la muestra y la heterogeneidad de la población en que se ha realizado, no permiten obtener conclusiones definitivas, parece que el empleo de corticoides inhalados a dosis altas, con intención de prevenir las exacerbaciones asmáticas, hoy día es controvertido en este grupo de edad (5-11 años, niños no preescolares). Se requieren más estudios que confirmen o no su beneficio clínico.
Autor: José Carlos García Ortiz. Médico adjunto del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Río Hortega, Valladolid. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Hoy se celebra la XXI Reunión Anual y Asamblea General de la Asociación Española de Angioedema Familiar (AEDAF) celebrada en el Hospital Universitario La Paz de Madrid. El Angioedema Hereditario es una enfermedad rara de origen genético, que tarda años en ser diagnosticada.
El asma es una de las enfermedades crónicas más común en los niños. La contaminación del aire relacionada con el tráfico se ha sugerido en numerosas ocasiones como un factor que puede contribuir a su desarrollo.
Recientemente se ha publicado en Reino Unido (Bradford) un estudio para analizar el impacto que la exposición a los óxidos de nitrógeno tiene en el desarrollo del asma infantil.
Khreis M., de Hoogh K., Nieuwenhuijsen MJ. Full-Chain Health Impact Assessment of Traffic-Related Air Pollution and Childhood Asthma. Environ Int. 2018; 114: 365-375.
Utilizado un modelo de nuevo desarrollo para analizar el impacto que la exposición a los óxidos de nitrógeno (NOx, NO2) —gases que se encuentran entre los contaminantes del aire junto con datos de otros cuatro modelos distintos relativos a tráfico, emisiones, dispersión atmosférica y estudio de impacto en salud en Bradford (Reino Unido) se pudo determinar toda una cadena, desde las fuentes de contaminación del aire hasta las vías por las que esta impacta la salud de los niños. Utilizando la tasa de incidencia del Reino Unido para el asma infantil, las funciones metaanalíticas de respuesta a la exposición y las estimaciones de los modelos de exposición, se calculó el número anual de casos de asma atribuibles a NO2 y NOx en Bradford y el número anual de asma casos específicamente atribuibles al tráfico.
Los resultados del estudio indicaron que hasta en 687 (38%) de todos los casos anuales de asma infantil en Bradford pueden ser atribuibles al aire contaminación y más específicamente hasta 109 casos (6%) y 219 casos (12%) pueden atribuirse a la contaminación del aire relacionada con el tráfico. Éste es el primer estudio que realiza una evaluación de impacto de salud de cadena completa de contaminación relacionada con el tráfico y asma infantil en una población desfavorecida con preocupación pública sobre la misma.
Los casos de asma infantil están aumentado constantemente con los años al igual que han ido en aumento las emisiones de gases contaminantes y el desarrollo industrial y de tráfico urbano. El progreso futuro con el asma infantil requiere un enfoque que no se limite a controlar y tratar la enfermedad y vaya hacia su prevención, entre otras causas reduciendo la contaminación del aire relacionada con el tráfico de las ciudades. Una causa prevenible por parte de todos.
Margarita Tomás Pérez. Médico Adjunto Alergología Hospital General Universitario La Paz. Madrid. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Estimados socios:
Se ha recibido en esta secretaría información del próximo Curso de Patología Ocupacional Respiratoria, que se va a celebrar en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona los días 5 y 6 de noviembre del presente año.
Un cordial saludo.
Dr. Pedro Ojeda
Secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica
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XVI Curso de Patología Ocupacional Respiratoria (2381 descargas )