El Comité de Alergia a los Himenópteros estudia las enfermedades alérgicas producidas por el veneno de los himenópteros (abejas, avispas, avispones, abejorros) así como los alérgenos comprendidos en dichos venenos. Realiza una importante labor de identificar los himenópteros existentes en nuestro país (mapa de himenópteros). Por su contenido de trabajo, esté comité tiene estrechas relaciones con el Comité de Inmunoterapia y con el Comité de Anafilaxia, así como con la Comisión de Relación con Asociaciones de Pacientes.
Actualizado el día 09/01/2025
Ante el fuerte descenso de las temperaturas en el mes de enero
LA SEAIC RECOMIENDA A LOS PACIENTES CON URTICARIA
POR FRÍO EVITAR LOS CAMBIOS BRUSCOS DE
TEMPERATURA Y LLEVAR LA MEDICACIÓN ADECUADA
· Estímulos como el viento, la inmersión en agua a baja temperatura, el
contacto con objetos congelados o la ingestión de alimentos o bebidas
frías son los principales desencadenantes de la urticaria por frío.
· La urticaria inducida por frío, urticaria a frigore, provoca ronchas en el
cuerpo de los alérgicos que aparecen de manera inmediata y desaparecen
en las dos horas siguientes.
· El diagnóstico es sencillo y puede evitar situaciones que ponen en riesgo
la vida del paciente.
Madrid, 21 de enero de 2013.- Aunque es poco frecuente, existe la urticaria por frío.
Se denomina urticaria a frigore y en realidad se trata de una reacción cutánea ante el
contacto con frío tales como el viento, las bajas temperaturas, el lavado o inmersión en
agua, el contacto con objetos fríos o la ingestión de bebidas o alimentos fríos.
“La `urticaria a frigore´ es un tipo de urticaria física que se define porque en la zona de
contacto con temperaturas bajas aparece picor, ronchas, habones e hinchazón”,
explica la doctora Marta Ferrer, coordinadora del Comité de Alergia Cutánea de la
Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). “Aparece de
forma inmediata y desaparece entre 30 minutos y las dos horas siguientes a la
reacción, cuando la piel se calienta de nuevo”.
La incidencia no es muy elevada, pero durante los meses de invierno se observa un
aumento en el número de casos. “Desde la Sociedad recomendamos a estos
pacientes prevenir la exposición al frío con ropa de abrigo adecuada así como llevar la
medicación necesaria”, añade la experta.
Test del “cubito de hielo”
La prueba más utilizada para confirmar el diagnóstico de una alergia al frío es el “test
del cubito de hielo”. Consiste en aplicar hielo, de manera controlada, en el antebrazo
del paciente durante 5 minutos y pasados 10 observar si se produce reacción.
“Aunque a priori la prueba parece sencilla debe realizarse de manera controlada y en
la consulta del alergólogo. Es él quien puede interpretar de manera correcta la
reacción y evitar que se produzcan quemaduras con el hielo”, advierte la doctora
Ferrer.
Respecto al tratamiento, y una vez cubiertas las zonas expuestas, es con
antihistamínicos. La coordinadora del Comité de Alergia Cutánea apunta que “las dosis
terapéuticas de las fichas técnicas no siempre resultan suficientes y deben aumentarse en
función de cada paciente”.
Situaciones peligrosas
Hay que tener la precaución, si uno padece este tipo de urticaria, de no tomar bebidas
frías, cubitos de hielo o helados, ya que se podría provocar un edema de glotis.
Asimismo, es muy importante en los casos en que la urticaria por frío sea intensa,
evitar sumergirse de golpe en agua fría lanzándose a la piscina o al mar, ya que, al
estar toda la superficie corporal en contacto con frío, se produciría una reacción
generalizada (anafilaxia) por la liberación repentina y masiva de histamina o la muerte
por ahogo.
“Es muy raro que la primera manifestación sea una anafilaxia al tirarse a la piscina o
bañarse en el mar –también en verano-. El paciente se da cuenta que cuando llega el
invierno y sale a la calle, las zonas expuestas al frío (cara, cuello y manos
fundamentalmente)se le enrojecen o le salen ronchas; o por ejemplo que cuando coge
cosas de la nevera le pican las palmas de las manos o le salen habones”, cuenta la
experta. “Ante este tipo de síntomas debe acudirse al alergólogo. Es una forma muy
fácil de evitar complicaciones”.
Asimismo, la doctora Ferrer concluye explicando que “en algunas cirugías se precisa
inducir un descenso de la temperatura corporal, por lo que estos pacientes deben
advertirlo con el fin de evitar una reacción grave asociada a la urticaria”.
Tras la evaluación previa de los agentes agravantes y probables desencadenantes de sobrecarga psíquica familiar en torno a este diagnóstico (Parte I), abordaremos las consecuencias que se generan y las posibles herramientas de mejora.
Consecuencias frecuentemente generadas:
Por otro lado, a continuación pueden describirse una serie de intervenciones cuya intención final pretende reducir el miedo exagerado y mejorar la calidad de vida del paciente.
Pese a las limitaciones de tiempo en las consultas, es importante que los médicos nos ganemos la confianza del paciente, lo que llevará siempre a un mejor cumplimiento de los consejos y tratamientos que se prescriban y una mayor seguridad para el paciente ante los potenciales riesgos de sufrir una nueva reacción.
En conclusión, intentemos mirar a los ojos al paciente y a su familia y sentar una buena comunicación que profundice en la empatía, la transferencia, abarque los aspectos emocionales y establezca esas relaciones humanas; pues no debemos olvidar que el médico trata enfermos, no simplemente enfermedades.
Dra. Talía María de Vicente Jiménez
Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Madrid
Comité de Alergia infantil SEAIC – Grupo de interés anafilaxia
La Alergología y las enfermedades alérgicas se generan por mecanismos de hipersensibilidad del sistema inmunitario. De la misma manera, la inmunoterapia, modalidad de tratamiento que define al alergólogo, así como los nuevos fármacos biológicos actúan modulando la respuesta del sistema inmunitario. Además, muchas de las técnicas diagnósticas del laboratorio están basadas en ensayos inmunológicos complejos. Por otro lado, algunos trastornos por inmunodeficiencia pueden asociarse con enfermedades alérgicas. De ahí la importancia de que los alergólogos dispongan de una base sólida de conocimientos en inmunología que está garantizada gracias a la importante labor de formación que realiza el Comité de Inmunología de la SEAIC. Tiene importantes vínculos científicos con el resto de los comités de la SEAIC.
| Presidenta: | María Elena Seoane Reula (Madrid) |
| Vicepresidenta: | Gabriela Andrea Zambrano Ibarra (Madrid) |
| Secretaria: | Víctor Matheu Delgado (Santa Cruz De Tenerife) |
| Miembros estables: | José Alessandro Bastidas Parlanti (Ávila) María Vanessa Chica Guzmán (Cuenca) María Marta Escribese (Madrid) Valentina Gutierrez Val De Cabrés (Valencia) Elena Izquierdo Álvarez (Madrid) Rodrigo Jiménez Saiz (Madrid) Aurora Jurado Roger (Córdoba) Moisés Labrador Horrillo (Barcelona) Luis Manso Alonso (Madrid) Almudena Matito Bernechea (Toledo) Cristobalina Mayorga (Málaga) Mariona Pascal Capdevila (Barcelona) Marina Pérez Gordo (Madrid) Marina Sabaté Brescó (Navarra) Miguel Zamorano Serrano (Madrid) Araceli Díaz Perales (Madrid) María Núñez Beltrán (Castellón) Laura Palomino Lozano (Madrid) Inmaculada Piorno González (Madrid) |
| Grupo de especial interés en hipereosinofilia: |
Dra. María Elena Seoane Reula
Dra. Gabriela Zambrano Ibarra Dra. Almudena Matito Bernechea Dr. Víctor Matheu Delgado Dr. Jose Alessandro Bastidas Parlanti Dr. Moisés Labrador Horrillo |
Actualizado el día 21/02/2024
La amoxicilina es uno de los antibióticos más utilizados para el tratamiento de infecciones respiratorias, urinarias, dentales, de la piel, etc. También se utilizan para prevenir infecciones, o antes de algunos procedimientos diagnósticos o intervenciones quirúrgicas.
Pertenece a la familia de los antibióticos betalactámicos, y a este grupo pertenece también la penicilina, que es el antibiótico más antiguo conocido, así como otros muchos antibióticos pertenecientes a diferentes subfamilias como cefalosporinas, carbapenems o monobactams.
Cualquier antibiótico puede producir diferentes tipos de reacciones adversas, algunas conocidas y relacionadas con la dosis del antibiótico, por ejemplo, dolor abdominal, deposiciones diarreicas o infecciones por hongos en mucosa oral o genital. Tras este tipo de reacciones, y según la intensidad de la sintomatología, puede ser necesario suspender el tratamiento. Hay otro tipo de reacciones no predecibles, como son las reacciones alérgicas o de hipersensibilidad, que pueden aparecer incluso a dosis mínimas, y pueden ser desde muy leves a graves.
Cuando un paciente en tratamiento con amoxicilina presenta síntomas no relacionados con la infección que está tratando, debe consultar en un centro sanitario. Si los síntomas que presenta son efectos secundarios conocidos, será su médico el que valore la continuación de ese antibiótico, o el cambio a uno de la misma familia o de otra familia, según la infección que esté tratando. En estos casos se podría seguir tomando antibióticos de la familia de los betalactámicos.
Cuando su médico considere que presenta síntomas sugestivos de una reacción alérgica a la amoxicilina siempre debe ser valorado y estudiado en una Unidad de Alergología, y hasta entonces no debe tomar ningún antibiótico de la familia de los antibióticos betalactámicos. Hoy en día existen múltiples alternativas como antibióticos del grupo quinolonas, macrólidos, lincosamidas, aminoglucósidos, tetraciclinas y sulfamidas entre otros.
Es muy importante que este tipo de reacciones sean estudiadas ya que la sospecha de ser alérgico a antibióticos betalactámicos implica la evitación de un gran número de fármacos que son muy utilizados en la actualidad, y tras el estudio nos podrán dar alternativas dentro de este mismo grupo terapéutico.
María Salas Cassinello
Hospital Regional Universitario de Málaga
Se ha recibido en esta Secretaría notificación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición que por su importancia para los posible consumidores de un lote del producto Damira 2000 se reproduce a continuación:
Estimado Sr. Ojeda:
El motivo de mi carta es informarle de que, el pasado miércoles 20 de enero, se recibió en esta Agencia a través del SCIRI (Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información) una notificación por parte de las Autoridades Sanitarias de Cataluña comunicando que la empresa Nutrition & Santé Ibérica SL les había informado que tuvo conocimiento, a través de una reclamación de un particular, de la reacción alérgica producida en un consumidor del producto Damira 2000. La empresa procedió a inmovilizar el producto en stock informando a mayoristas y farmacias que han recibido el producto de la necesidad de bloquear su comercialización.
Por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición se procedió con esa misma fecha a informar de los hechos a las autoridades sanitarias competentes de las Comunidades Autónomas, a través de la red de Alerta Alimentaria Nacional (SCIRI), así como a los servicios de la Comisión a través de la Red de Alerta Europea (RASFF).
No obstante, y como medida de precaución, por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, se recomienda a aquellos consumidores alérgicos a las proteínas de leche, que pudieran tener cualquiera de los productos anteriormente mencionados en sus hogares, que se abstengan de consumir dichos productos.
Quedo a su disposición para cualquier aclaración que necesite sobre este asunto.
Ana María Troncoso González
Directora Ejecutiva
En Madrid, a 21 de enero de 2010.
Importante:
Únicamente existe un lote afectado (Damira 2000, envase de 400 g, lote 18309698, fecha de consumo preferente 28.10.2011), donde se detectó caseína y lactoglobulina en cantidades significativas.
La empresa fabricante ha notificado que ha bloqueado las existencias del producto implicado y ha informado a mayoristas y farmacias destinatarios del producto al objeto de que se retire de la venta al cosumidor.
En las últimas décadas, la prevalencia y la complejidad de las patologías alérgicas han aumentado significativamente. Este incremento se observa no solo en el número de pacientes, sino también en la aparición de casos con perfiles complejos, como los pacientes polisensibilizados, aquellos con remodelado epitelial y quienes muestran una respuesta insuficiente a los tratamientos convencionales. El manejo de estos pacientes representa un desafío para los especialistas en alergología (1).
Entre ellos, un grupo considerable presenta formas graves de alergia. La gravedad no se limita únicamente a aquellos que desarrollan reacciones anafilácticas, que representan un riesgo de vida evidente, sino también a aquellos que experimentan reacciones exacerbadas, como en el caso del asma alérgico grave, caracterizado por su difícil control y alta morbilidad (1). Nuestro grupo de investigación lleva más de una década estudiando los mecanismos subyacentes a estos fenotipos graves de alergia con un doble objetivo: 1) Identificar potenciales dianas terapéuticas para el manejo y control de estos pacientes y 2) la identificación y clasificación de estos pacientes.
Son pacientes que por sus características no responden a la mayoría de los tratamientos disponibles, que no suelen tolerar el tratamiento con AIT, tiene una baja calidad de vida y que, además, al tratarse de pacientes crónicos con muchos años de evolución suponen una importante carga económica para el Sistema Nacional de Salud.
Las características geográficas y climatológicas de nuestro país han permitido el estudio detallado de perfiles graves a lo largo de la geografía española. En Extremadura existe un porcentaje significativo de pacientes con alergia al polen de gramíneas que desarrollan reacciones graves a profilina (2); en Córdoba pacientes con alergia al polen de olivo sensibilizados a alergenos menores como Ole e 7 (3) o en las Islas Canarias, pacientes alérgicos a ácaros que además desarrollan reacciones graves (4) al entrar en contacto con harinas contaminadas con ácaros. Todos estos fenotipos alérgicos comparten características comunes: una respuesta inflamatoria persistente y exacerbada.
La inflamación persistente y no resuelta es un factor subyacente común observado en varias enfermedades humanas aparentemente no relacionadas, incluidas las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas (5).
Algunos de los mecanismos asociados con la respuesta inflamatoria y que hemos demostrado en pacientes con alergia respiratoria grave son: Metabolismo de Warburg, aumento del metabolismo de los esfingolípidos y lisofosfolipidos, potenciación de las células T efectoras, desregulación de las células T reguladoras y cambios en las características biológicas de las plaquetas (4, 6, 7,8).
Estos hallazgos no solo abren nuevas vías de investigación en el campo de la alergia, facilitando una mejor comprensión de los procesos en estos pacientes, sino que también son relevantes para entender mecanismos subyacentes en otras patologías inflamatorias, como la artritis reumatoide o incluso la esclerosis múltiple, que comparten algunas de estas características inflamatorias. Es por este motivo que en España contamos con la Red de Enfermedades Inflamatorias (REI), financiada por el ISCII, que se dedica a la identificación y traslación de biomarcadores dirigidos a implantar estrategias de medicina personalizada en patologías inflamatorias, incluyendo las alérgicas. Su objetivo es proporcionar nuevas herramientas a los profesional para el tratamiento de estos pacientes y optimizar el uso de recursos de forma efectiva.
Contenido disponible sólo para socios.
Apreciados socios:
Hoy viernes 1 de abril a las 17:00 h acaba el plazo para votar a los candidatos que se presentan a los grupos de interés de la EAACI. Tenemos varios miembros españoles que se presentan a estos grupos y sería importante contar con tu apoyo a las candidaturas españolas. Si eres socio de la EAACI, entra con tus datos de acceso en su página web y vota, si estás de acuerdo, a los alergólogos españoles que os indicamos a continuación: Javier Fernández, Miguel Blanca, Marta Ferrer, Montserrat Fernández-Rivas, Carmen Rondón, Ángel Mazón.
Muchas gracias por tu apoyo.
Un cordial saludo,
Dr. P. Ojeda
Secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica
LTP simplemente quiere decir “Lipid Transfer Protein”, es decir, proteína de transferencia de lípidos. A continuación, 3 datos claves para entenderla:
1) ¿Qué es? Es una proteína vegetal que cumple múltiples funciones en frutas, verduras, hortalizas y frutos secos, fundamentalmente. Esta proteína se encuentra en mayor concentración en la piel de la fruta que en su pulpa. En el caso de la fruta, si has tolerado su pulpa, seguramente te recomendaran que siempre la tomes pelada.
2) Es muy importante entender que no hay unas recomendaciones generales para todos los pacientes sensibilizados o alérgicos a la proteína LTP. Es decir, cada paciente recibe unas pautas completamente personalizadas. Tu especialista te ha diagnosticado y ha ajustado el tratamiento y las normas de evitación de manera individualizada.
3) La alergia a la LTP puede ser un fenómeno mediado o no por cofactores.
Los cofactores son una serie de agentes (o factores) que unidos a la ingestión de un alimento que contiene LTP hacen que desencadene una reacción alérgica, que no hubiese ocurrido, o hubiese sido menos grave, si no hubiesen estado presentes.
Los cofactores ayudan a que se liberen mediadores de la inflamación a través de la “rotura” o degranulación de las células que intervienen en una reacción alérgica (como los mastocitos o basófilos).
Los más habituales son: el ejercicio físico, la fiebre, las infecciones o la toma de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como, por ejemplo: Ibuprofeno, metamizol, ácido acetilsalicílico, etc. Además, hay otros cofactores que pueden llegar a ser importantes tras la ingestión de alimentos con LTP como son: el estrés intenso, la falta de sueño extrema, la menstruación, la toma de alcohol o el uso de drogas como la marihuana.
Una vez que conozcamos estos datos, debemos intentar, cuando sea posible, separar los cofactores y la ingestión del alimento que pueda contener LTP al menos 2 horas.
¿Existe tratamiento para la alergia a LTP?
El principal tratamiento de la alergia a LTP es su evitación. Como hemos comentado previamente, la dieta de evitación será individualizada y específica para cada paciente. El alergólogo debe informar claramente de aquellos alimentos y situaciones que se deben evitar.
En segundo lugar, todo paciente con alergia a alimentos debe llevar consigo un plan y medicación de rescate acompañado de un correcto adiestramiento, para saber cómo actuar en el caso de que acontezca una reacción alérgica por ingesta inadvertida.
En último lugar, es posible que hayas leído que existe una opción de inmunoterapia frente a esta proteína. Es cierto: existe la opción de tratamiento con inmunoterapia frente a rPrup p3 (la proteína específica de LTP de melocotón). Este tratamiento está indicado para pacientes con “síndrome LTP”, es decir, aquellos pacientes que deben evitar la ingesta de múltiples alimentos de diferentes grupos no relacionados entre sí (frutos secos, hortalizas o frutas). Es tu alergólogo el que debe decidir si este tratamiento es adecuado para ti, de forma completamente personalizada.
Dra. Isabel Fernández de Alba Porcel, Hospital HLA Inmaculada de Granada. Comité de Alergia Infantil SEAIC
Fuentes:
Artículo: Teleallergy: Where Have We Been and Where Are We Going? Ramsey A, Chen Wu A, Bender B, Portnoy J. J Allergy Clin Immunol Pract 2023;11:126-31.
La telemedicina se puede definir, como el uso de las tecnologías de la información, por medio de los sistemas telemáticos, para proporcionar asistencia médica, independientemente de la distancia que separa al paciente del profesional médico.
Los primeros datos de telemedicina aplicados al campo de la Alergología son muy escasos a partir de los años 90. Sin embargo, el uso de la telemedicina se incrementa de forma exponencial a partir del año 2020. Este año, queda marcado en la historia por la extensión de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2019 (COVID-19), lo que condicionó un cierre de la actividad socioeconómica mundial casi global. Tras declararse la pandemia por la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2020, el gobierno español decretó el estado de alarma con el consiguiente confinamiento domiciliario, que se prolongó hasta junio de 2020. Posteriormente se han sucedido diversas olas pandémicas que han ido afectando de forma diversa la asistencia médica.
El modelo de acceso y prestación de la asistencia sanitaria cambió bruscamente, primero en la Atención Primaria, y posteriormente en las diferentes especialidades médicas. El patrón clásico de asistencia presencial, ha sido sustituido por un patrón mixto, en el que las herramientas de telemedicina han desempeñado un papel determinante. Centrándonos en el campo de la Alergología, investigadores norteamericanos dirigidos por Ramsey y cols., han llevado a cabo una revisión sobre el impacto de la telemedicina en la satisfacción de los pacientes alérgicos, en el coste de la asistencia, así como en el entorno normativo que debe regular en el futuro la telemedicina.
1.- Satisfacción del paciente
Hay diversos estudios en los primeros años del siglo XXI. Así, en 2015, Portnoy y cols., compararon las visitas presenciales frente a la teleasistencia, en 169 pacientes pediátricos con asma bronquial. El 90% de los pacientes consideraban satisfactoria la asistencia sanitaria, y un 88% la recomendaría para las revisiones médicas.
Diversos estudios muestran una opinión favorable. En el estudio de Mustafa y cols., con 251 pacientes alérgicos, la satisfacción fue general para todos los tipos de enfermedades alérgicas, salvo en la alergia a alimentos, donde los pacientes consideraron óptima la visita presencial. En otro estudio dirigido por Emory con 269 pacientes, la satisfacción fue plena con la consulta telemática para el 79% de los pacientes, siendo el dato mas relevante la facilidad para poder asistir a la cita. No obstante, incluso con datos satisfactorios, los investigadores refieren que determinados procedimientos en el campo de la Alergología, como la realización de las pruebas cutáneas o los estudios de pruebas de tolerancia con alimentos o medicamentos requieren de la visita presencial. Otros estudios, sin embargo, muestran una mayor satisfacción con las visitas presenciales, especialmente en pacientes con dermatitis atópica, múltiples alergias a alimentos o pacientes pediátricos con asma bronquial.
2.- Satisfacción del médico
Tradicionalmente los alergólogos no han utilizado la telemedicina, por lo que se les deben facilitar herramientas que permitan su uso. Sin embargo, salvo en algunos países, no se han desarrollado programas de formación para los especialistas ni tampoco la asistencia mediante aplicaciones informáticas.
La principal ventaja de utilizar la telemedicina en la práctica clínica habitual es el ahorro de tiempo que supone para el médico disminuir las horas de consulta dedicadas a labores burocráticas. Este tiempo podría reinvertirse en reducir las listas de espera dedicadas a dar resultados analíticos, resolver dudas a pacientes a cerca de tratamientos de una forma más rápida, así como conseguir una comunicación más fluida con pacientes y médicos de Atención Primaria. De esta manera, se agilizarían procedimientos ordinarios y mejoraría la calidad asistencial del paciente.
3.- Coste socioeconómico de la telemedicina
Por un lado, la telemedicina puede reducir los costes de las enfermedades alérgicas ya que disminuye los gastos en el transporte hasta la consulta médica, así como el absentismo escolar y laboral. Sin embargo, tiene otras desventajas que pueden incrementar el coste como es la falta de acceso directo al profesional sanitario y su supervisión, lo que puede implicar una peor evolución clínica de la enfermedad. Existen pocos estudios durante la pandemia Covid de telemedicina y coste sanitario. En un estudio sobre pacientes pediátricos diagnosticados de asma bronquial, se observó que tras realizar un programa de telemedicina en el primer año de la pandemia Covid, hubo una reducción en las reagudizaciones asmáticas. Este hecho puede ser atribuible no a la telemedicina en si misma, sino a la escolarización en casa durante los primeros meses Covid, así como el uso de la mascarilla, ya que ambas situaciones redujeron la exposición a diferentes virus durante ese periodo de tiempo, lo que puede explicar la reducción en las exacerbaciones asmáticas. Por otro lado, es conocido que la telealergia tiene su mayor potencial de mejora del gasto sanitario en las zonas rurales o áreas que no disponen de alergólogo cercano, por lo que requieren un desplazamiento importante para la asistencia médica. Así, en un estudio alemán hecho con 112 pacientes con rinitis alérgica, la telemedicina generó un ahorro de 60.000 euros por año y redujo en 2.3 los días perdidos de trabajo o escuela, por paciente y año.
4.- Cambios en el marco regulatorio
La introducción y el uso progresivo de la telemedicina aplicado al campo de la Alergología, debe acompañarse de una actualización en el marco legislativo, así como de la cobertura y coste de los seguros de asistencia médica, tanto en la Sanidad Privada como Pública, que deben ir acometiéndose durante los próximos años.
CONCLUSIONES
Tras la pandemia Covid, la telemedicina aplicada al campo de la Alergología es una realidad. Esta herramienta ofrece ventajas, las principales, la reducción de absentismo laboral/escolar y transporte, la mejor adherencia en el seguimiento y la mayor agilidad en las revisiones médicas. Ofrece también una posible mejoría en la educación continuada del paciente alérgico con las diferentes herramientas informáticas, así como en el seguimiento del cumplimiento terapéutico. Sin embargo, pese a estas ventajas, la asistencia presencial seguirá siendo vital en nuestra especialidad, para la realización de muchos de nuestros procedimientos diagnósticos y terapéuticos, así como para aquellos pacientes que requieran un diagnóstico inicial, una valoración directa por parte del alergólogo o cuando la gravedad o el control de la enfermedad así lo requiera.
Marta Reche. Servicio de Alergología. Hospital Universitario Infanta Sofía. San Sebastián de los Reyes. Madrid. Comité de Alergia Infantil
Llevo más de un mes en el hospital. Perdí el conocimiento en plena calle y cuando desperté ya estaba aquí. Al principio me hacían pruebas, que si un “tac”, unos análisis, una resonancia, pero creo que ya me han dado por imposible, porque todo está bien y no saben que me pasa. Por las mañanas rodean mi cama varias batas blancas que discuten sobre enfermedades raras: ¡no!, en ese síndrome no hay visión borrosa, ¡no!, ese cuadro nunca se acompaña de vómitos, ¡no!, en esa patología jamás se ha visto pérdida de conciencia. Y así. Es mi momento de gloria, porque aunque nunca me hablan ni me miran, me hacen sentir importante. Me gustaría que me descubrieran algo, aunque sólo fuese para darles esa satisfacción.
Yo me encuentro bien; no se come mal y total, tampoco tenía trabajo…, aquí nadie me obliga a levantarme, ni me manda al supermercado o a sacar la basura. Al revés, todos son muy agradables y si necesito algo sólo tengo que tocar el timbre.
Cuando tiene turno de noche la enfermera rubia de las tetas estupendas, mando a mi mujer a dormir a casa; que descanse la pobre, lleva mucho tiempo a mi lado en un sillón y amanece como una alcayata. Piropeo a la sanitaria y ella hace que se enfada, pero yo sé que le encanta. Cosas de mujeres.
Si me aburro mucho, me pongo rígido, me cimbreo un poco, vuelvo los ojos y dejo que se me caiga la baba. Entonces me ponen algo que me deja flotando varias horas. Gratis, y mejor que la buena hierba, o sea que no puedo quejarme.
En fin, ellos siguen enredando. Vuelven a preguntarme si me ha pasado otras veces, y yo que sí, que cuántas, y yo que dos o tres, que desde cuándo, y yo que desde la Comunión de mi chico…, después que cuantos años hace de la Primera Comunión de mi niño, ¡qué importará eso! Tendrán muchos estudios, pero conmigo no aciertan.
Me parece, (es mi modesta opinión), que esto que me pasa es porque tengo alergia a las avispas y cuando me pican me quedo muerto, pero ellos sabrán, que son los médicos. Mientras tanto yo aquí, como un señor: a mesa y mantel.
Virginia Reguera Parra
Ganador del I Certamen de Alergia y Humanidades en la categoría de «Relatos»
Ante la reciente noticia sobre la constitución de un «Comité de Alergias» en las Islas Baleares sin contar con un sólo alergólogo, la SEAIC responde exigiendo que se solucione la ausencia de alergólogos en la Comunidad Balear, respuesta que ha tenido una importante difusión en los medios de comunicación.
El pasado 4 de mayo se celebró el día de Star Wars (May the 4th) que coincidió con el día internacional de concienciación de la Enterocolitis Inducida por Proteínas de la Dieta (FPIES).
La FPIES es una alergia a alimentos no mediada por IgE, que típicamente comienza en la infancia, y que se caracteriza por vómitos repetidos, prolongados en el tiempo, que comienzan entre 1 y 4 horas tras la ingesta del alimento y que a menudo se acompañan de decaimiento, letargia o palidez y deposiciones diarreicas.
Los datos epidemiológicos referentes a esta enfermedad son escasos y variables, esto es debido a que, hasta finales de los años 70 no se había reconocido ni definido formalmente este síndrome y también a que no ha recibido una codificación adecuada hasta octubre de 2015 cuando se implementó el código K52.2 en la décima revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10).
El diagnóstico de FPIES se basa fundamentalmente en la presencia de síntomas característicos que mejoran tras la retirada del alimento causal de la dieta. Estos criterios se han ido modificando según ha ido avanzando el conocimiento y reconocimiento de esta enfermedad. Actualmente están en vigor los propuestos por el Consenso Internacional para el Diagnóstico y Manejo de la Enterocolitis Inducida por Proteínas de la Dieta, elaborado por el grupo de trabajo de reacciones adversas a alimento de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI).
Actualmente se reconocen dos presentaciones clínicas:
Cualquier alimento es susceptible de producir FPIES, los alimentos más frecuentemente implicados son las proteínas de leche de vaca, y en nuestro medio el pescado. El alimento implicado varia en función de la localización geográfica y no resultan extrapolables las series anglosajonas o japonesas publicadas. En el área mediterránea no es tan frecuente la asociación de FPIES por leche de vaca y la FPIES por soja, por lo que la evitación de este último alimento es discutible y debe ser evaluarse de manera individual. En cuanto a los alimentos sólidos, el pescado es si duda el principal agente causal de FPIES en el área mediterránea. En estos casos se pueden evitar dietas restrictivas innecesarias testando pescados alternativos, minimizando los riesgos de déficits nutricionales en nuestros pacientes para mas información sobre este punto: Infante et al. Food protein-induced enterocolitis syndrome by fish: Not necessarily a restricted diet. Allergy. 2017;00:1-5.
Dado que las manifestaciones clínicas son exclusivamente gastrointestinales y la edad más frecuente de presentación es la infancia, el retraso diagnóstico o un diagnóstico erróneo suele ser habitual. La mayoría de los niños sufren mas de una reacción, en ocasiones grave y con necesidad de acudir a Urgencias, antes de que sean correctamente diagnosticados. Por ello es importante tener presente esta patología ante cuadros exclusivamente digestivos y con resolución en las siguientes 24 horas.
Para un mejor conocimiento de esta patología recomendamos la lectura de:
Ambos artículos, de acceso libre, resumen de manera práctica y didáctica el conocimiento actual de FPIES. “Aquello que no se conoce no se diagnostica”
Sonsoles Infante Herrero. Médico Adjunto. Unidad de Alergia Pediátrica. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid.
La anafilaxia, como extremo más grave del espectro de las reacciones alérgicas, de afectación sistémica, aguda y potencialmente mortal, representa una patología de especial interés en pediatría.
En Europa, la anafilaxia es un problema común que afecta aproximadamente a 1 de cada 300 habitantes en algún momento de su vida. Según datos de la red europea de reacciones alérgicas graves, el 27% de los casos de anafilaxia se produce en menores de 18 años. Además, se ha descrito un incremento de su incidencia, especialmente en niños y preescolares.
Causas/desencadenantes
La causa más común de anafilaxia en niños son los alimentos (75%), seguida a distancia por los medicamentos (11%). Estudios epidemiológicos de la SEAIC* señalan a la alergia alimentaria como tercer motivo de consulta a los servicios de Alergología en edad pediátrica, con una tendencia al alza. La anafilaxia representa el 7,5% de los casos diagnosticados, siendo la leche de vaca, el huevo, los frutos secos y las frutas, los alimentos implicados más frecuentemente.
Los desencadenantes alimentarios varían según la edad y el área geográfica. En los dos primeros años de vida, la leche de vaca y el huevo son los desencadenantes más habituales; posteriormente, los frutos secos en edad preescolar, siendo el cacahuete el más común en todas las edades. En ciertos países europeos, particularmente en el área mediterránea, el melocotón tiene especial relevancia.
La anafilaxia inducida por ejercicio y dependiente de alimentos también debe ser considerada en los niños. Es un tipo especial de alergia mediada por IgE en la que el ejercicio o el consumo de un alimento causante no inducen síntomas por sí solos, pero el ejercicio tras la ingestión del alimento desencadena anafilaxia.
Por último, los padres con frecuencia expresan su preocupación sobre el riesgo de anafilaxia por vacunas; sin embargo, son una causa excepcional en niños.
Factores de riesgo y casos fatales
Las muertes por anafilaxia son raras. En aquellas relacionadas con alimentos, el 73% son debidas a frutos secos o cacahuete, siendo la leche de vaca responsable del 21% de las muertes en <16 años. El riesgo de muerte por anafilaxia aumenta dos veces entre adolescentes en comparación con los niños de 0-2 años. En general, los factores de riesgo identificados para la anafilaxia fatal por alimentos en niños incluyen asma coexistente, edad >10 años, alergia al cacahuete o frutos secos y la falta o la administración tardía de adrenalina.
Un tercio de los casos de anafilaxia ocurren en casa, el 25% en restaurantes y un 15% en la escuela.
Diagnóstico de anafilaxia
La anafilaxia es un diagnóstico predominantemente clínico, con afectación de varios sistemas y de inicio rápido tras la exposición al desencadenante. En los niños muy pequeños, el diagnóstico puede presentar algunos desafíos por la dificultad para describir ciertos síntomas como el prurito o la opresión faríngea; y ciertos signos, como la irritabilidad y los cambios de comportamiento, pueden ser difíciles de interpretar. La anafilaxia en los lactantes suele afectar a la piel (98%), al sistema respiratorio (59%), al aparato digestivo (56%) y, con menos frecuencia, al sistema cardiovascular. Cuando se produce hipotensión, en niños <10 años se define como una tensión arterial sistólica inferior a <70mmHg + (2 x edad en años) o un descenso >30% respecto a un registro basal.
Los síntomas respiratorios aparecen con frecuencia en los niños, especialmente en aquellos que padecen asma. Por otro lado, la anafilaxia puede suceder sin afectación de la piel, de tal forma que los signos cutáneos están ausentes en 10-20% de las anafilaxias. Este hecho afecta de manera crítica a su diagnóstico y tratamiento precoces.
Manejo
Para el autocuidado temprano de los pacientes con anafilaxia es fundamental educar a los padres, cuidadores y a los niños sobre el riesgo de anafilaxia, el control de las enfermedades concomitantes y sus desencadenantes y el autotratamiento de cualquier recurrencia. Durante la infancia, el cuidado/responsabilidad en la aplicación de medidas de evitación, reconocimiento de reacciones y tratamiento de las mismas recae inicialmente en padres y cuidadores. A medida que el niño crece se le enseña a evitar los desencadenantes, reconocer los síntomas y tratar futuras reacciones. Se ha estimado por encuestas que los niños de 9-11 años podrían reconocer síntomas y utilizar correctamente un AIA*.
A los pacientes se les deben recetar uno o más AIA*. Se recomienda que lleven siempre consigo un plan de acción de emergencia escrito y personalizado que ilustre cómo reconocer los síntomas e instruya sobre cómo inyectar rápidamente la adrenalina. Esta debe ser administrada por vía intramuscular en la parte anterolateral media del muslo manteniendo el AIA durante aproximadamente 3-10 segundos. La administración de adrenalina es el tratamiento de primera línea y no existen contraindicaciones absolutas para su administración. La dosis debe repetirse cada 5-15 minutos si los síntomas persisten y tras su administración se debe solicitar asistencia médica. Estas medidas preparan a los padres y a los niños para afrontar una reacción y evitar que se agrave.
Durante una anafilaxia es crucial evaluar periódicamente las vías respiratorias, la respiración, la circulación, el estado mental y la piel, posicionar al paciente según sus características y simultáneamente llamar a los servicios de emergencia. La mayoría de los niños deben colocarse tumbados boca arriba, a menos que haya dificultad respiratoria, en cuyo caso una posición sentada optimiza el esfuerzo respiratorio; si está inconsciente, el niño puede colocarse en posición de recuperación. Al mismo tiempo, y si es posible, se debe eliminar la exposición al desencadenante (p. ej., suspender la administración de medicamentos/agentes terapéuticos).
El tratamiento de la anafilaxia continúa con el traslado a un entorno de atención sanitaria, idealmente en ambulancia. En niños con anafilaxia y síntomas de broncoespasmo, se pueden administrar agonistas beta-2 de acción corta inhalados (p. ej., salbutamol); sin embargo, en presencia de síntomas persistentes no son alternativa a la administración repetida de adrenalina intramuscular. En caso de obstrucción de las vías respiratorias superiores debe considerarse nebulizar adrenalina. Los medicamentos de segunda línea incluyen agonistas beta2-adrenérgicos, glucocorticoides y antihistamínicos. Es necesario observar a los niños durante varias horas, siendo especialmente importante en reacciones graves y en aquellas que requieren varias dosis de adrenalina.
Conclusiones
La anafilaxia es una patología de especial relevancia en edad pediátrica, siendo los alimentos su causa más común. En los niños, los síntomas respiratorios y la ausencia de afectación cutánea son características que deben ser consideradas en su presentación. El asma, la adolescencia, la alergia al cacahuete o los frutos secos y la falta o la administración tardía de adrenalina son factores asociados a mayor gravedad. La educación periódica de niños y familias, sobre cómo identificar los episodios, responder adecuadamente y emplear el AIA son vitales y deben ser revisados regularmente.
Dr. Carmelo Escudero Díez. Servicio de Alergología Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid). Comité de Alergia Infantil.
*SEAIC: Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
*AIA: Auto-inyector de adrenalina.
Referencias recomendadas
| Grupo de trabajo | |
| Coordinador: | Dr. Juan Manuel Igea Aznar |
| Secretaria: | Dra. Inmaculada Sánchez Machín |
| Miembros: | 1. Dr. Darío Antolín Amérigo 2. Dr. Luis Carrasco Gómez 3. Dr. Javier Contreras Porta 4. Dra. Zuelem Danz Luque 5. Dr. Ignacio Esteban Gorgojo 6. Dra. Isabel Fernández de Alba 7. Dr. Juan Fernández Madera 8. Dr. José Antonio Martín 9. Dr. Joan Penella Mas 10. Dr. Tito Rodríguez Sousa 11. Dra. Anna Sala Cunill 12. Dr. Carlos Blanco Mota 13. Dr. Manuel Alberto Figueiras Rincón 12. Manuel Alberto Figueiras Rincón |
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Actualizado el día 17/09/2025
La esofagitis eosinofílica (EoE) se considera una enfermedad crónica emergente; en la actualidad, ha pasado a ser una de las condiciones más comunes en la valoración y diagnóstico de problemas alimentarios en niños así como en la evaluación de disfagia y/o impactación en la edad adulta.
Se ha estudiado más extensamente en países occidentales, pero, aunque existen datos de prevalencia, se precisan estudios más amplios para consensuar datos epidemiológicos reales. Una revisión sistemática reciente mostró que la prevalencia poblacional de esofagitis eosinofílica en niños es 19,1 casos por 100.000 niños/año (1), con gran variabilidad de los datos según la localización geográfica y, probablemente, de otros factores como el diseño del estudio, los criterios diagnósticos utilizados, etc.
Fisiopatogénicamente se caracteriza por una inflamación Th2 en la que intervienen mecanismos mixtos mediados y/o no mediados por IgE dando lugar a una inflamación eosinofílica en el epitelio esofágico que origina una disfunción del mismo, dando lugar a los síntomas clínicos característicos.
En la población pediátrica los síntomas más prevalentes son los vómitos, dolor abdominal, disfagia, odinofagia e impactación del bolo alimenticio. Estas características clínicas difieren también según la edad del niño, siendo en niños más pequeños (2-8 años) más frecuente: el fallo de medro, rechazo del alimento, dolor abdominal, vómitos, trastornos del sueño, etc. En niños mayores y adolescentes los síntomas se asemejan más a los adultos, presentando disfagia, impactación, odinofagia, regurgitación, etc.
La prueba de oro para el diagnóstico es la toma de biopsias tanto de esófago proximal como distal (aumentando así el rendimiento del estudio) mediante una endoscopia digestiva. Esta técnica precisa de la sedación del paciente, lo que supone un “inconveniente” sobre todo en población pediátrica. Por ello se están estudiando otras técnicas menos invasivas como:
– Prueba del hilo esofágico (EST: esophageal string test), técnica basada en cápsulas que capturan las proteínas asociadas a los eosinófilos de la luz esofágica.
–Citoesponja: tecnología basada también en cápsulas, diseñada originalmente para la evaluación de la mucosa esofágica en el esófago de Barrett.
– Endoscopia transnasal sin sedación.
Estas técnicas y algunas otras en estudio también, podrían tener un papel importante en el control regular de la esofagitis, pero es muy poco probable que reemplacen la confirmación de un diagnóstico dudoso y/o actos terapéuticos realizables durante una endoscopia convencional como una dilatación.
Las opciones terapéuticas, ambas consideradas de primera línea son: tratamiento dietético y farmacológico:
– Terapias dietéticas: la fórmula de aminoácidos se describe como una terapia eficaz en niños con EoE, lo que indica la implicación de antígenos dietéticos en su patogenia. Se han descrito diversos enfoques dietéticos: dieta elemental, dieta dirigida según sensibilización alergénica, dietas empíricas, etc. La dieta de eliminación es una opción no farmacológica de primera línea para el manejo de la EoE; sin embargo, el orden y el número de antígenos específicos a evitar, así como su posterior reintroducción sigue siendo un área activa de investigación.
– Corticoides tópicos: este tipo de fármaco actúa a diversos niveles en esta patología: vías/genes inducidos por IL-13, reducción de la eosinofilia esofágica e infiltración mastocitaria, regulación a la baja de los genes de los mastocitos, reducción de células T y citocinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral (TNF), etc. Los metanálisis realizados utilizando fluticasona o budesonida demuestran la superioridad de los corticoides frente a placebo para la eosinofilia esofágica, los hallazgos endoscópicos y los síntomas tanto en pacientes adultos como pediátricos. No están exentos de efectos adversos como puede ser la candidiasis, insuficiencia suprarrenal, etc. Los estudios abogan por una terapia que debe ser mantenida a largo plazo por la alta tasa de recaídas tras su retirada. Sigue en estudio la dosis y duración óptima de cada terapia.
– Tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (IBP): la tasa de respuesta varía ampliamente desde un 30 a un 70%.Están en estudio las posibles diferencias fisiopatológicas entre la EoE sensible y/o resistente a los IBP. Algunos ejemplos incluyen:
– Técnicas de biología molecular demuestran que la expresión del transcrito para el canal de potasio Kir2.1 (gen KCNJ2) es menor en los pacientes que responden a los IBP. Si se valida, esto podría proporcionar una detección potencial para terapias personalizadas.
– Los pacientes con rinitis alérgica y metabolizadores rápidos CYP2C19 tienen un mayor riesgo de pérdida del control de la EoE a pesar de la terapia continua con IBP.
– Dilatación esofágica: destinada a aliviar complicaciones como la estenosis; técnica destinada a modificar cambios estructurales sin alivio histológico.
– Terapias emergentes:
* Nuevas formulaciones de esteroides: budesonida viscosa, budesonida en comprimidos bucodispersables, etc.
* Tratamientos biológicos: ANTICUERPOS MONOCLONALES
Anti-L5: benralizumab, mepolizumab, reslizumab. Se están realizando estudios para valorar la mejoría tanto clínica como histológica de estos tratamientos, por la involucración de la IL-5 en la infiltración y supervivencia del eosinófilo, sin resultados científicamente concluyentes aún.
Anti-IL13: la IL-13 es un mediador claramente implicado en la patogénesis de la EoE, mediante la activación y quimiotaxis de los eosinófilos a través del aumento de los niveles de eotaxina-3 y periostina. El anticuerpo QAX576 parece reducir los síntomas pero no se ha demostrado efecto significativo en la actividad clínica de la enfermedad; mientras que RPC4046 consigue una reducción significativa de la eosinofilia esofágica y la actividad de la enfermedad endoscópica así como en la reducción de síntomas.
Anti-IL4 y Anti-IL-13: Dupilumab (aprobado por la FDA en > 12 años). Se están llevando a cabo ensayos que parecen demostrar mejoría sintomática, endoscópica e histológica significativa.
Anti-IgE (omalizumab) y Anti-TNF (infliximab). No existe ningún ensayo clínico con evidencia científica que apoye su uso en la EoE.
*Otras dianas moleculares en estudio: Integrina α4β7, Siglec 8, TSLP, TGFβ, canales de calcio, IL- 9, 15 y 33, receptor de eotaxina anti CCR3.
Dra. Guacimara Hernández Santana, Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria en Santa Cruz de Tenerife. Comité de Alergia Infantil SEAIC
BIBLIOGRAFÍA:
En esta primera entrada del blog del Comité de Anafilaxia parece lógico que hablemos acerca de lo que es la anafilaxia.
La anafilaxia es una respuesta inmunológica extrema del sistema inmunitario ante una sustancia alergénica a la que el paciente ha desarrollado alergia.
En esta reacción se libera una gran cantidad de histamina y otras sustancias químicas en el cuerpo, lo que causa una serie de síntomas graves, de instauración rápida y potencialmente mortales, especialmente si no se reconocen los síntomas a tiempo y no se actúa rápidamente.
En este caso la reacción alérgica afecta a todo el organismo, y puede manifestarse con síntomas variados y simultáneos en diversos sistemas; por tanto, sus síntomas pueden variar ampliamente, pero comúnmente incluyen síntomas sugestivos de alergia que afectan a la vez la piel, el aparato respiratorio, el tracto digestivo o sistema cardiovascular.
La afectación de la piel, con urticaria, enrojecimiento, picor o hinchazón, es la manifestación más frecuente en la anafilaxia; está presente en el 80 % de los casos.
La anafilaxia es una emergencia médica que requiere atención inmediata. El tratamiento principal es la inyección precoz de adrenalina intramuscular en el muslo.
Es crucial, una vez tratado el cuadro, identificar y evitar los desencadenantes conocidos de la reacción para prevenir futuros episodios de anafilaxia. El especialista adecuado para ello es alergólogo, a quien debe ser remitido todo paciente que haya presentado una anafilaxia.
Es importante que las personas alérgicas que hayan presentado una anafilaxia y sus familiares estén preparados para actuar en caso de una nueva reacción anafiláctica. Esto implica llevar siempre consigo una inyección de adrenalina y saber cómo administrarla correctamente
En Verano aumenta el consumo de futas de la familia de las prunáceas, que son aquellas que tienen un hueso que contiene en su interior una especie de almendra, como el melocotón, albaricoque, cereza, ciruela, paraguayo o nectarina. Se consideran responsables del 70 % de todas las reacciones alérgicas a las frutas.
Algunos tips importantes a tener en cuenta son:
La reacción alérgica a las prunáceas como el melocotón se suele producir después de su ingesta y, con menor frecuencia, tras su inhalación o tras el contacto cutáneo. Cuando provoca síntomas, suelen aparecer en la primera hora, habitualmente a los pocos minutos. Los síntomas que puede desencadenar incluyen:
Es importante un buen diagnóstico para evitar los alimentos con los que el paciente presente síntomas. Así mismo, siempre llevar consigo la medicación de rescate como antihistamínicos, corticoides y por supuesto la adrenalina autoinyectable.
La inmunoterapia es el tratamiento estrella de la especialidad de alergología, claramente diferenciado del resto de tratamientos por su enfoque etiológico. La inmunoterapia con alimentos ha experimentado un auge en las últimas dos décadas que se ha disparado a partir del momento en que la industria farmacéutica ha tomado una posición predominante liderando proyectos de investigación con poblaciones mucho más grandes que las que se reunían mediante iniciativas meramente académicas.
Este desarrollo a nivel de investigación se ha visto respaldado con la nueva publicación de la guía de inmunoterapia europea, en la que por primera vez, se abre una puerta oficial al empleo de inmunoterapia con alérgenos para la alergia alimentaria fuera del contexto de la investigación en centros con un nivel de experiencia y recursos elevado. Hasta la fecha de esta importante publicación, la posición oficial de las organizaciones científicas era la de no recomendar este tipo de tratamiento fuera del contexto de la investigación, a pesar de que su uso se estaba produciendo en determinados centros de muchos países europeos.
En los próximos años, es probable que nos encontremos con productos farmacológicos aprobados para el uso en inmunoterapia oral con alimento, que a su vez, aumenten la demanda de los pacientes para recibir este tipo de tratamiento. Sin embargo, puede darse la situación de que la demanda supere la capacidad de los servicios de alergia para atender dichas peticiones por la complejidad del tratamiento y las dificultades en instaurarlo como parte de la cartera de servicios en departamentos donde no sea un tratamiento en el que no se tenga experiencia.
Con la meta de realizar un mapa a nivel europeo de los centros donde se administra este tratamiento y conocer la forma en que se está realizando, surge el proyecto FIND, del acrónimo en inglés Food Immunotherapy Practice: Nation Differences Across Europe (Práctica de inmunoterapia con alimentos: diferencias entre las naciones en Europa). Este proyecto inicia su camino en Noviembre de 2017, cuando consigue financiación por parte de la EAACI para su puesta en marcha. El grupo de trabajo está constituido por 12 miembros de distintos países europeos y un comité asesor con expertos en alergia a nivel mundial. Tras elaborar un cuestionario, el estudio inicia su fase de recopilación de datos el 20 de Junio de 2018 con el envío de una invitación masiva a todos los miembros de la EAACI para comunicar su experiencia con el tratamiento.
En caso de no haber recibido dicha invitación, y querer participar, puedes hacerlo a través de este link: (https://www.surveymonkey.com/r/FINDproject_Level2) o bien, ponerte en comunicación con el coordinador en nuestro país (find.spain2018@gmail.com) para recibir la información que quieras solicitar y decidir tu participación.
Desde el Comité Infantil de Alergia, os invitamos a participar para que conozcamos cual es la realidad sobre este tratamiento tan relevante.
Pablo Rodriguez Del Rio. Comité de Alergia Infantil SEAIC.