Centros con actividad asistencial pública en Alergología
Fuente: V. López Del Tell (Elche) para http://www.diarioinformacion.com
El suboficial del Parque de Elche diseña un plan que se aplica en toda la provincia basado en la formación para atajar colmenas y enjambres.
Los Bomberos han normalizado sus actuaciones para hacer frente a los riesgos de las abejas mediante un protocolo que están aplicando los parques de toda la provincia. El suboficial jefe del área operativa del Baix Vinalopó, José Soler Bonet, ha sido el encargado de diseñar un plan que ha fijado las pautas de actuación y el material necesario para neutralizar las colmenas silvestres y los enjambres cuando pueden ser peligrosos para las personas.
Los Bomberos han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos para poder ofrecer el servicio de recogida de enjambres y colmenas de una forma racional y compatible con la sostenibilidad. «La crisis de la miel provocó que, en una zona como la nuestra donde prima el turismo, las urbanizaciones e infraestructuras, descendiera mucho el número de apicultores», explica el suboficial. En los años 80 y 90 los Bomberos disponían de una lista de apicultores muy extensa a la que recurrían cuando un ciudadano daba aviso de una situación peligrosa a causa de las abejas. «El número de profesionales se redujo tanto, y los pocos que había no podían acudir principalmente por sus quehaceres profesionales, que tuvimos que ponernos al día, porque los problemas de este tipo siempre acababan en nuestra centralita», asegura José Soler.
Necesidad
La demanda de los ciudadanos encontró respuesta en este bombero aficionado a la apicultura. «Aprendimos de los profesionales y de los libros. Teniendo en cuenta que la abeja es una especie protegida no podíamos llegar y destruir las colmenas sin más, así que nos preparamos hasta normalizar el servicio», expone Soler. Él es el encargado de ofrecer una acción formativa entre los bomberos de toda la provincia para que estén preparados para actuar en caso de urgencia. «Lo primero que hacemos siempre es avisar a los apicultores que nos han facilitado sus contactos, porque no se trata de quitarle a nadie el trabajo. De hecho, seguimos animando a que los interesados nos llamen para tener sus teléfonos en la base de datos», afirma el suboficial, quien recuerda al ciudadano que «este tipo de servicios generan unas tasas, por lo que al final es mejor que los realice un profesional».
Otro punto que el responsable del servicio quiere dejar claro a los ciudadanos es que «la neutralización sólo la realizamos cuando hay un enjambre o una colmena de abejas, por ser una especie protegida. Para tratar los problemas generados por avispas u otros insectos no protegidos, existen empresas de desinsectación que se encargan de ello», apunta el responsable del Parque de Bomberos de Elche-Baix Vinalopó. En la comarca se atienden cada año más de 80 casos de abejas, «destacando lógicamente los meses de primavera». Hay que tener en cuenta que las abejas, cuando la colmena se hace muy grande o una reina es expulsada y se lleva consigo a parte de la colonia, se marchan a otro sitio buscando el lugar más idóneo para su asentamiento. «Pueden estar hasta tres días en forma de enjambre, que es cuando vemos como una pelota de abejas que lo que hacen es proteger a su reina y llevarla a un lugar tranquilo y donde haya alimento», explica el responsable de la unidad, quien recalca que «para hacer ese transporte eligen los meses de mejor climatología».
Cuando los Bomberos reciben una llamada de alerta, primero valoran si es un enjambre (multitud de abejas con su maestra, que juntas salen de una colmena para formar otra colonia) o de una colmena silvestre (recipiente construido para habitáculo de las abejas). El enjambre es menos peligroso que la colmena. «En él las abejas no están en su casa y, por tanto, no tienen el sentido de proteger su territorio. Están de paso y, por ello, se pueden encontrar enjambres en lugares tan extraños como un semáforo, árboles de parques, bancos o un espejo de coche», afirma Soler. En un reciente parte de novedades de la Policía Local de Elche se cita textualmente: «Detección de un panal de abejas en la parte posterior de una motocicleta, cuyo conductor se percató de ello cuando se encontraba en marcha, deteniéndose de inmediato, dando aviso a los Bomberos».
Peligrosidad
Este tipo de casos, que parecen más propios del cine que de la realidad, «se dan porque las abejas, cuando están cansadas y cae la noche, se resguardan para con el alba volver a buscar el lugar para su asentamiento definitivo». En estos casos «el peligro es menor también porque esas abejas se han alimentado más de lo normal para soportar dos o tres días de viaje y llevan el buche lleno, lo que les impide hacer el movimiento para picar. Además, guardan sus fuerzas para buscar su sitio. Los enjambres no atacan si tú no los atacas», asegura Soler.
El caso de la colmena silvestre (distinta a la racional que utilizan los apicultores para producir jalea, miel y cera) es más complejo. «Fue famoso el caso de la basílica de Santa María. Allí se formó una colmena inmensa bajo unas tablas de madera», cuenta el bombero, quien apunta que «las abejas buscan lugares tranquilos, donde pase muy poca gente». Otro caso que Soler recuerda se dio en un chalé de Matola. «Las casas de campo que son ocupadas sólo en verano suelen ser sitios frecuentados por las abejas, que forman sus colonias principalmente en chimeneas, grietas, hasta en un «colombaire» encontramos hace semanas una colmena», afirma José Soler.
La forma de actuar de los Bomberos se ha profesionalizado. Además del vestuario de protección adecuado, utilizan enseres propios de la apicultura para introducir en cajas a las abejas, «que después soltamos en lugares apartados, en plena naturaleza». Además, usan ahumadores para adormilar al insecto y feromonas para atraer su atención hacia el recipiente. Cuando la colmena ya se ha trasladado, rocían su antigua colmena con gasoil o vinagre para evitar su regreso. «En poco más de media hora podemos retirar la colmena en casos normales. En la basílica de Santa María necesitamos mucho más tiempo porque allí se recogieron el triple de abejas de lo normal».
La realización del estudio de alergia en el paciente con asma tiene como objetivo conocer el alérgeno (sustancia que desencadena la alergia) que pueda estar siendo responsable de los síntomas (tos, ahogo, dolor torácico y “pitos”) que presenta el paciente, o que puedan desencadenar las crisis (1).
En la actualidad las normas de evitación, el tratamiento con fármacos y la educación sanitaria, se consideran los pilares fundamentales para evitar que el paciente con asma presente una crisis (2,3).
– Tratamiento farmacológico del asma
Los fármacos para tratar el asma podemos clasificarlos como fármacos de control o mantenimiento, y fármacos de alivio, también llamados “de rescate”. Los medicamentos de control o mantenimiento deben administrarse de forma continua durante periodos prolongados de tiempo y los medicamentos de rescate se utilizan a demanda para tratar de forma rápida una crisis de asma (2).
– Tratamiento no farmacológico del asma
Por otro lado, conocer los factores que pueden desencadenar los síntomas constituye una parte importante del tratamiento no farmacológico del paciente con asma. El no conocer estos desencadenantes puede convertirse en un factor que facilite la aparición de una crisis.
Además, la educación del paciente asmático debe considerarse como un elemento básico del tratamiento, ya que reduce el riesgo de padecer una crisis y aumenta la calidad de vida del paciente.
Se denominan factores desencadenantes, aquellos factores que presentan capacidad de provocar síntomas o crisis de asma y pueden ser múltiples y diversos.
Es muy importante que el paciente pueda identificarlos y establecer las medidas adecuadas para su evitación.
En el asma alérgica, una vez que se ha identificado el alérgeno o los alérgenos causantes de los síntomas de asma, se deben realizar una serie de recomendaciones para evitarlos.
Los alérgenos que se encuentran en el ambiente o aeroalérgenos son responsables tanto de desencadenar síntomas de asma como la crisis.
Entre las medidas de evitación de los aeroalérgenos más frecuentes y relevantes encontramos:
I. Ácaros
Los ácaros son artrópodos de muy pequeño tamaño, no visibles a simple vista. Los ácaros, por estar muy presentes en el espacio doméstico, son una causa importante de alergia y la segunda causa de asma. Ambientes cálidos y húmedos van a ser los hábitats perfectos donde más crezcan. Los podemos encontrar principalmente en colchones, edredones, almohadas, moquetas y alfombras.
Recomendaciones de evitación:
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II. Epitelios de animales
Los animales de pelo son una importante fuente de alergia respiratoria, los que más los gatos, seguido de los perros y caballos, aunque también los conejos, hámster y vaca entre otros.
La retirada de la mascota del ambiente que rodea al paciente constituye el tratamiento de elección en el caso de pacientes alérgicos a epitelio de las mismas, ya que se trata de una medida muy efectiva.
En caso de NO seguir ese consejo será preciso:
III. Pólenes
En primer lugar, es preciso conocer a qué polen es alérgico el paciente y conocer la época de polinización. En la actualidad podemos encontrar distintas aplicaciones (apps) que nos ayudan a conocer los niveles de polinización ambiental. (https://www.polenes.com/es/home)
Debemos saber que los granos de polen pueden ser diseminados por insectos, viento o ambos y en la época de polinización, pueden desplazarse a kilómetros de distancia.
En días de viento, secos y soleados hay más polen en el ambiente, por el contrario, en días húmedos o de lluvia la presencia de polen disminuye.
Recomendaciones:
IV. Hongos
Los hongos están muy extendidos en la naturaleza y es muy difícil evitarlos por completo.
Cuando hablamos de alergia a los hongos, nos referimos a alergia a la humedad o al moho.
Crecen en el exterior, en lugares con vegetación (tierra, troncos, plantas, restos de hojas), donde se acumula suciedad o desperdicios, pero también en las casas y recintos cerrados (sótanos, trasteros, bodegas). Las piscinas cubiertas son una importante fuente de exposición a esporas de hongos
Abundan especialmente en condiciones de humedad, oscuridad y viento.
Recomendaciones:
Por último, y no por ello menos importante, siempre que tenga una duda, diríjase y pregunte a su alergólogo o a su enfermera del Servicio de Alergia.
Bibliografía

Toca presentar al Dr. Juan Luis Anguita Carazo, responsable del captador de la red SEAIC localizado en el Hospital Universitario de Jaén, donde el Dr. Anguita junto con el resto de compañeros del servicio realizamos los contajes de pólenes desde el 2011.

Jaén, mar de olivos, alcanzó el record histórico de conteo de polen de olivo diario en mayo del 2015 con 19.840 granos por metro cúbico de aire.
El Dr. Anguita ha realizado para esta ocasión dos interesantes videos donde podréis conocer la historia de este captador así como a todos los compañeros que actualmente colaboran con los contajes.


El próximo 6 de mayo tendrá lugar el seminario web «Asma y COVID-19», convocado por la Cátedra INSPIRA-UAB, en colaboración con Fundación Catalana de Pneumología y GSK. Se podrá acceder a través de este enlace.
No son dispositivos de inhalación propiamente dichos, pero su utilización está ampliamente recomendada para evitar problemas relacionados con la técnica de los inhaladores de cartucho presurizado. Es un espaciador que separa la boquilla del cartucho presurizado de la boca del paciente. Por este motivo antiguamente se denominaban a estos aparatos “espaciadores” y hoy en día se utilizan ambos nombres de manera indistinta (cámaras de inhalación o cámaras espaciadoras)
Poseen una válvula en su boquilla habitualmente unidireccional que permite la inspiración del aire de la cámara, pero no la espiración dentro de ella.
Su uso enlentece la velocidad de salida del aerosol y evapora el propelente. Las partículas de aerosol pequeñas se mantienen unos segundos en suspensión en espera de ser inhaladas, y las grandes chocan con las paredes de la cámara y quedan retenidas. De esta forma se produce un menor depósito orofaríngeo y se aumenta el depósito pulmonar. El uso de la cámara inhalatoria permite utilizar menor cantidad de fármaco, reduciendo los efectos secundarios, tanto sistémicos como locales y, por eso, se aconseja en caso de disfonía debida al uso de los inhaladores. Además, eliminan la dificultad de coordinar la inspiración con la pulsación del dispositivo.
Se utilizan en el tratamiento de las exacerbaciones de asma (excepto las de riesgo vital), ya que el efecto broncodilatador administrado con cámara de inhalación es equivalente al de un nebulizador y es una alternativa en pacientes con bajo flujo inspiratorio.
Al igual que con los diferentes inhaladores es importante adiestrar al paciente en el uso de la cámara inhalatoria y revisar la técnica periódicamente.
Tipos de cámaras
Existen cámaras de diferentes tamaños desde 140-800 ml. Son universales, permitiendo su conexión a los diferentes modelos de inhaladores de cartucho presurizado, son portátiles y se pueden utilizar con mascarillas faciales. 
Recomendaciones de uso de dispositivos de inhalación según edad
Elaboración propia (Modificado de GEMA- Inhaladores,2018)
Limpieza y mantenimiento de las cámaras
Ventajas e inconvenientes
Errores en el uso de la cámara inhalatoria
-No agitar el inhalador de cartucho presurizado
-No adaptar bien el inhalador a la cámara.
-No adaptar bien la cámara al rostro o no usar la cámara adecuada a la edad del paciente.
-No realizar un adecuado mantenimiento y limpieza cámara
-No enjuagar la boca
Técnica de uso de la cámara inhalatoria
1- Destapar el inhalador y agitarlo
2- Mantener el inhalador en vertical con la boquilla en la parte inferior.
3-Vaciar los pulmones lentamente, hasta donde sea cómodo
4- Colocar la boquilla, entre los labios y los dientes, evitando que la lengua obstruya la salida de la boquilla. Comenzar a inhalar lentamente, a través de la boca y al mismo tiempo presionar el dispositivo para activar una dosis. (también se puede presionar primero y a continuación inhalar lenta y profundamente)
5-Mantener una inhalación lenta y profunda, a través de la boca, hasta que los pulmones estén llenos de aire.
6-Aguantar la respiración entre 5 y 10 segundos y soplar lentamente (En caso de agudización se puede inhalar y exhalar en cinco ocasiones sin retirar la cámara de la boca y también en menores de 5 años)
7-Cerrar el dispositivo de inhalación
8- Hacer gárgaras y enjuagar la boca al terminar
Imagen 1.- Técnica de uso de cámara de inhalación con presurizado (adultos y niños > 5 años)
Imagen 2.- Técnica de uso de cámara de inhalación con presurizados niños < 5años
Imagen 3.- Técnica de uso de cámara de inhalación con presurizado en lactantes
En el caso de los lactantes y menores de 5 años que no sepan realizar apnea, se usa una cámara de inhalación con mascarilla del tamaño adecuado para que se adapte a la cara del niño/a.
1.-Se prepara el inhalador previamente: se agita, se retira la tapa y se conecta a la cámara.
2.-Se pulsa solo 1 vez mientras se mantiene la mascarilla en la cara del niño/a cubriendo boca y nariz.
3.-Debe respirar al menos 5 veces (observaremos la válvula de la cámara).
4.-Esperar 30 segundos para nueva inhalación si precisa.
5.- Limpiar la cara y boca del niño/a.
BIBLIOGRAFÍA
El próximo 30 de septiembre a las 18:30 horas, tendrá lugar el seminario web «Recomendaciones de derivación del paciente adulto con crisis de asma desde el servicio de Urgencias», organizado por SEAIC, SEPAR y SEMES. Se podrá acceder a través de https://www.semes.org/
Durante los últimos años, el estudio de los factores de riesgo que pueden influir en el desarrollo del asma ha sido un tema candente en esta enfermedad. No obstante, si hacemos una revisión exhaustiva de la literatura, los trabajos publicados hasta el momento sobre este tema en población pediátrica de nuestra área geográfica, son escasos. Es por este motivo, que desde la Unidad de Alergología Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, decidimos diseñar un estudio caso-control para determinar aquellos factores que podían influir en el desarrollo y la gravedad del asma. El trabajo ha sido recientemente publicado en la revista “Pediatria Catalana” (revista de libre acceso). A continuación expondré brevemente el contenido del artículo:
Los avances médicos durante las últimas décadas han permitido mejorar la clasificación etiopatogénica y el manejo clínico del asma. Pero a pesar de esto, su incidencia ha seguido en aumento, sobre todo en los países industrializados y en vías de desarrollo, convirtiéndose en un desafío médico mundial. Es obvio que un incremento de prevalencia en poblaciones genéticamente estables ha de ser consecuencia de cambios medioambientales. Por todo ello es necesario conocer aquellos factores que puedan influir en la patogenia de la enfermedad y desarrollar estrategias preventivas. De este modo, el objetivo del estudio presentado fue valorar la influencia de factores de riesgo conocidos del asma y su gravedad en una población pediátrica del área mediterránea, mediante un estudio caso-control.
Se incluyeron 107 pacientes asmáticos de edad media 9 años y predominio masculino [62,6% (n=67)] y 32 controles sanos de edad media 10 años y predominio también masculino [59,3% (n=19)]. El rango de edad fue entre 4 y 14 años en ambos grupos. Respecto a los resultados, destacar que no se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre el género, la edad o la gravedad del asma; pero sí que se objetivó que las edades de entre cinco y seis años fueron las que mostraron un mayor porcentaje de asma persistente.
La comparación de los factores de riesgo de desarrollo de asma con el grupo control mostró como única diferencia estadísticamente significativa el antecedente de sibilantes recurrentes los primeros 3 años de vida (p<0,001). También se objetivó una asociación estadísticamente significativa entre el asma persistente moderada o grave y los antecedentes de sibilantes recurrentes los primeros 3 años de vida (p<0,001), antecedentes de bronquiolitis por Virus Respiratorio Sincitial (VRS) (p<0,05) y antecedentes de criterios del Índice Predictivo de Asma (API) positivos (p<0,001). Estos resultados están en conjunción con otros trabajos publicados recientemente en los que relacionan las bronquiolitis y los sibilantes recurrentes el primer año de vida con estilos de vida modificables, como tener hermanos en edad escolar e ir a la guardería, del mismo modo que la guía Global Initiative for Asthma (GINA) sugiere que un niño con episodios de sibilantes recurrentes, de mayor duración e inducidos por el ejercicio, tienen una mayor probabilidad de tener asma. No obstante, estos datos contrastarían con algunos estudios publicados previamente que habían identificado las infecciones de repetición no específicas en la primera infancia como factor protector del asma.
Otro dato importante a considerar en este estudio es el peor control de la enfermedad en población asmática de 5-7 años, hecho que podría estar relacionado con una mayor repercusión de las infecciones víricas a esta edad. Del mismo modo, la sensibilización a ácaros del polvo y a epitelios se asoció también a un mal control de la enfermedad y la sensibilización a esporas de hongos se asoció a una forma más grave de asma (p<0,05). En conclusión, se debe prestar una especial atención a los niños con asma en edad escolar y antecedentes de bronquiolitis por VRS, sibilantes de repetición los tres primeros años de vida y a aquellos con sensibilización a esporas de hongos, ya que pueden presentar una forma más grave de asma que precise un seguimiento más estrecho y tratamiento más intenso.
Encontrarán el resumen del artículo en tres idiomas (catalán, español e inglés). El artículo original está íntegramente escrito en lengua catalana. Por este motivo y dada la relevancia de los datos que contiene para todos los profesionales especialistas que se dedican al campo de la alergia y el asma pediátricas y, como autora de correspondencia del mismo, he creído oportuno, hacer una traducción del artículo a lengua española para que pueda llegar a un mayor número de profesionales de la salud. Deseo pues que puedan sacar el máximo partido posible a la lectura de este artículo, desarrollado en población escolar del área del mediterránea, y, por tanto, extrapolable a buena parte de nuestro territorio.
Dra. Teresa Garriga Baraut, MD, PhD
Miembro del Comité de Alergia Infantil (CAI) de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Facultativa Especialista Adjunta | Servicio de Pediatría/Sección de Alergia Pediátrica, Pneumología Pediátrica y Fibrosis quística/ Unidad de Alergología Pediátrica. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Investigadora del grupo de investigación «Crecimiento y Desarrollo» VHIR Vall d’Hebron.
Las abejas, las avispas y sus picaduras forman parte de nuestro entorno y tanto el cambio climático como la polución inciden en un aumento de la posibilidad de picaduras por insectos. Hay datos que indican que el 56,6% al 94,5% de la población adulta ha sido picada al menos una vez en su vida.
Se estima que estas picaduras pueden producir una reacción local extensa en el 2,3% a 18,6% de la población, y aunque las reacciones sistémicas graves en España son poco frecuentes, con una tasa entre el 2,3% y el 2,8% de la población rural, debemos tener en cuenta que es una enfermedad potencialmente mortal.
El uso de la telemedicina para el seguimiento de la alergia a los insectos himenópteros puede servir para:
Este protocolo se basa en el documento elaborado por el comité de himenópteros de la SEAIC denominado: «Alergia a himenópteros: Recomendaciones y algoritmos de práctica clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Actualización. 2021«.
El manejo de la alergia al veneno de los himenópteros conlleva ciertas dificultades. La aparición de sensibilizaciones a varios insectos, o la negatividad de los estudios obliga a utilizar técnicas más complejas para afinar el diagnóstico. En ocasiones la tolerancia a la inmunoterapia no es óptima, y se precisan cambios en las pautas o pretratamientos que permitan continuarla durante el tiempo adecuado para obtener la protección del paciente. La falta de eficacia de la inmunoterapia en algunos pacientes supone también un reto para el alergólogo.
Además, se incluyen algunas de las recomendaciones del grupo de trabajo sobre m-health o m-salud de la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI).
Aunque las tecnologías de mHealth pueden ser muy útiles para la prevención y el tratamiento de la alergia al veneno de los himenópteros, el número de aplicaciones existentes es limitado. Se podrían utilizar aplicaciones para informar gráficamente la presencia de diferentes especies de himenópteros o especies no comunes en determinadas regiones. Los excursionistas o viajeros pueden utilizarlos para tomar fotografías de especies, que serán identificadas e informadas automáticamente. Esto puede utilizarse como base para la creación de sistemas de alerta de insectos potencialmente peligrosos. Además, la mHealth puede servir para comunicarse con servicios de Urgencias o con determinadas autoridades sanitarias en regiones particularmente aisladas o cuando no hay ayuda disponible en caso de una reacción alérgica potencialmente grave. Además, la mHealth también podría ayudar a registrar e identificar el insecto culpable después de una picadura. Por lo tanto, todas estas posibles aplicaciones podrían mejorar la identificación de pacientes alérgicos al veneno de los himenópteros y podrían contribuir a la prevención de la aparición o desarrollo de reacciones graves.
Además, se deben desarrollar aplicaciones móviles para monitorizar el curso del tratamiento de la inmunoterapia con veneno (VIT), incluidas la dosis, las reacciones locales o reacciones adversas sistémicas y la creación de recordatorios de la siguiente cita para recibir la dosis de inmunoterapia correspondiente. Se necesitan estudios para evaluar si la salud móvil también puede mejorar la adhesión a la VIT y hacer que los pacientes sean corresponsables de su propio tratamiento, así como aumentar la consciencia sobre la importancia y la idoneidad de la inmunoterapia con veneno de himenópteros.
Con relación a la anafilaxia, la EAACI indica que las herramientas de mHealth que se utilizan actualmente tienen fines educativos e intervencionistas. Los materiales educativos pueden aumentar el conocimiento entre los grupos objetivo, pero también entre otros individuos como maestros, enfermeras, personal preescolar y familiares u otras personas que puedan necesitar actuar durante una reacción anafiláctica. El reconocimiento de los síntomas clave se puede apoyar ofreciendo ejemplos visuales (fotografías, vídeos). El rendimiento de las medidas de tratamiento agudo, especialmente la aplicación de un autoinyector de epinefrina (AAI), se puede mejorar mediante planes de acción para la anafilaxia administrados a través de tecnologías de salud móvil. Este soporte puede implementarse a través de instrucciones de audio directas o llamadas de emergencia automatizadas. Actualmente se están desarrollando nuevos sistemas de alerta para identificar a los portadores de autoinyectores de epinefrina y los departamentos de emergencia cercanos. Ya se han utilizado con éxito alertas automáticas que indican al paciente la caducidad de su autoinyector de epinefrina. Como la anafilaxia pone en peligro la vida pero es poco común, el desarrollo y la implementación de herramientas de capacitación móviles es de alta prioridad para facilitar la capacitación repetida y así optimizar la competencia de los pacientes, médicos y otras personas involucradas. Hay una gran cantidad de materiales disponibles. Un ensayo clínico reciente sobre el uso de un estuche inteligente para autoinyectores de epinefrina mostró una mayor satisfacción relacionada con una disminución de la ansiedad entre los pacientes que usaban el dispositivo. Además, los participantes informaron sobre una mejor adherencia al transporte del inyector y mejor participación en el manejo de la anafilaxia. A pesar de estos resultados prometedores, las investigaciones futuras deben incluir ensayos clínicos prospectivos que evalúen la mejora del resultado clínico de los pacientes anafilácticos en el contexto de las herramientas de salud móviles.
Envío de correo electrónico o mensaje de texto en aplicación segura al menos 1 semana antes con:
Esta fase puede estar dirigida a una visita de revisión ya programada o a una visita solicitada por el propio paciente para resolver dudas o abordar una nueva reacción por picadura de insecto himenóptero
El departamento de alergia deberá disponer de un servicio de mensajería segura para que el paciente pueda solicitar una visita en cualquier momento.
Se realiza mediante llamada telefónica o plataforma para videoconsultas. Se aconseja realizar consultas síncronas aunque la disposición de consultas asíncronas puede ayudar a mejorar la accesibilidad del sistema y su usabilidad para el paciente. Comenzar siempre la consulta telemática presentándonos. Durante el su desarrollo de la consulta se abordarán los siguientes aspectos:
Anamnesis se evalúan:
Solicitud de pruebas de forma diferida:
Si reacción generalizada con la picadura de un himenóptero y en algunos pacientes con reacciones locales extensas, con alta exposición y/o mala calidad de vida, con vistas a valorar la indicación de inmunoterapia.
No está indicado el estudio predictivo en pacientes con miedo a reacciones, o con familiares alérgicos, ya que es frecuente la positividad de pruebas cutáneas y/o IgE específica en sangre en personas no alérgicas.
Adhesión terapéutica: En el caso de VIT, si está recibiendo la inmunoterapia:
Técnica de uso de autoinyector de epinefrina: Visualización de la técnica de uso del autoinyector de epinefrina de paciente (o la persona responsable) y corrección de errores detectados. Exige el uso de plataforma de videoconsulta. Mostrar vídeos o realización por parte de profesional sanitario.
Tratamiento con fármaco biológico en pacientes con mala tolerancia a vacuna (si pertinente): Interrogar sobre posibles efectos adversos inmediatos y tardíos, cumplimiento de las dosis, deseo de administración hospitalaria o domiciliaria y registro de número de dosis administradas desde inicio o última revisión. La disposición de sistemas de recordatorios a los pacientes con las fechas recomendadas de administración puede mejorar la adhesión.
Tratamiento con inmunoterapia específica (si pertinente): Interrogar sobre posibles reacciones inmediatas y tardías (locales y sistémicas), cumplimiento de las dosis, administración en centro médico y registro de número de dosis administradas desde inicio o última revisión. La disposición de sistemas de recordatorios a los pacientes con las fechas recomendadas de administración puede mejorar la adhesión.
Factores agravantes potenciales: Interrogatorio sobre posibles cofactores exacerbantes de reacción adversa a inmunoterapia frente a veneno de himenópteros o de una anafilaxia en el caso de picadura de insectos.
Programación de la siguiente visita: Programar la próxima cita en función del resultado de la consulta actual, si se ha realizado pruebas previamente o si se las tuviera que realizar:
1ª consulta: En pacientes que la 1ª consulta ha sido la inicial, realizar pruebas cutáneas y analítica para ser evaluadas bien presencialmente o bien telemática en el plazo de 1 mes después de la 1ª visita.
Consultas sucesivas: En el caso de recibir VIT: 1 consulta anual telemática, valorando los mismos aspectos que en la primera consulta.
La consulta remota debe quedar siempre reflejada en la historia clínica del paciente. Finalizar siempre la consulta preguntando si queda alguna pregunta por responder.
Consultas asíncronas: Aunque se aconseja realizar consultas síncronas, la disposición de consultas asíncronas puede ayudar a mejorar la accesibilidad del sistema y su usabilidad para el paciente. En caso de optar por esta modalidad debe disponerse siempre de un correo electrónico seguro con dirección de correo electrónico corporativa. A través de esta vía pueden enviarse al paciente:
Algoritmo REMA:
Sensibilidad: 0,92; Especificidad: 0,81; Valor predictivo positivo: 0,89; Valor predictivo negativo: 0,87.
Documento de recomendaciones y algoritmo: Alergia a himenópteros: Recomendaciones y algoritmos de práctica clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Actualización. 2021.
Matricardi PM, Dramburg S, Alvarez-Perea A, Antolín-Amérigo D, Apfelbacher C, Atanaskovic-Markovic M, et al. The role of mobile health technologies in allergy care: An EAACI position paper. Allergy. 2020 Feb;75(2):259-272. doi: 10.1111/all.13953. Epub 2019 Sep 16. PMID: 31230373.
Hernandez‐Munoz LU, Woolley SI, Luyt D, et al. Evaluation of al ‐lergisense smartphone tools for adrenaline injection training.IEEE J Biomed Health Inform. 2017;21:272‐282.
Fernandez‐Mendez F, Saez‐Gallego NM, Barcala‐Furelos R, et al. Learning and treatment of anaphylaxis by laypeople: a simulation study using pupilar technology.Biomed Res Int. 2017;2017:9837508.
Cardona V, Luengo O, Labrador‐Horrillo M, et al. First clinical trial with a medical device for anaphylaxis management. J Allergy Clin Immunol. 2018;2:141. Supplement, page AB149.
Sala-Cunill A, Luengo O, Curran A, Moreno N, Labrador-Horrillo M, Guilarte M, Gonzalez-Medina M, Galvan-Blasco P, Cardona V. Digital technology for anaphylaxis management impact on patient behaviour: A randomized clinical trial. Allergy. 2021 May;76(5):1507-1516. doi: 10.1111/all.14626. Epub 2020 Nov 4. PMID: 33043475.
Échale un vistazo al documento que elaboró nuestro Comité conjuntamente con el Comité de Comunicación para el Día del Asma 2021
El documento nos da conceptos y explicaciones fáciles y comprensibles para aquellas preguntas frecuentes y ciertos mitos que las personas con asma suelen tener.
El documento consta de 11 mitos. ¡Descúbrelos todos, no te quedes con la duda!
La carne de cocodrilo se consume fundamentalmente en el sur de Estados Unidos y en Australia, en España se considera una carne exótica pero con frecuencia la podemos encontrar en restaurantes y mercados. La carne de cocodrilo tiene una buena proporción proteína/grasa, motivo por el que es una fuente muy saludable de alimento. La prevalencia de alergia a este alimento es desconocida, sin embargo en el último año se han publicado dos artículos de alergia a este reptil en dos niños que nunca lo habían consumido previamente.
Severe anaphylaxis due to crocodile-meat allergy exhibiting wide cross-reactivity with fish allergens. Haroun-Díaz E, Blanca-López N, et al. J Allergy Clin Immunol Pract. 2017 Sep 8. pii: S2213-2198(17)30540-8. doi: 10.1016/j.jaip.2017.07.015 Anaphylactic Reactions to Novel Foods: Case Report of a Child With Severe Crocodile Meat Allergy. Ballardini N, Nopp A ,et al. Pediatrics. 2017;139(4): e2016140.
En el primero de los artículos se trataba de un niño de 9 años, con antecedentes de dermatitis atópica y alergia a pescado blanco diagnosticado a los 19 meses de edad. A los pocos minutos de la ingesta de un trozo de hamburguesa de carne de cocodrilo comienza a presentar prurito oral intenso, eritema perioral, habones generalizados y disnea. Acudieron a urgencias donde se le trata con adrenalina, antihistamínico y corticoide con resolución completa del cuadro en 6 horas. En el segundo artículo se trataba de un niño de 13 años, con antecedentes personales de alergia a aves de corral (pollo y pavo) diagnosticado a los 5 años de edad. De manera inmediata a la ingesta de un trozo de carne de cocodrilo el niño presenta prurito oral y faríngeo, habones en cara, conjuntivitis, angioedema palpebral y dificultad respiratoria con opresión torácica. En el domicilio se le administra adrenalina intramuscular y b2-agonistas inhalados acudiendo a urgencias donde no se evidencia broncoespasmo pero si disnea intensa, con resolución del cuadro en 4 horas sin reaparición de la sintomatología. El estudio alergológico realizado confirmó en ambos casos la alergia a la carne de cocodrilo. En el primer caso, el niño es diagnosticado mediante prueba cutánea: prick positivo con extracto de carne cruda (10x7mm) y con extracto de carne cocinada (6x6mm). Se realizó prick-prick con alimento fresco con resultado positivo con carne cruda (12×12 mm) y con carne cocinada (6×6 mm) y una IgE específica a parvalbúmina de pescado positiva (rGad C1: 24.6 KU/L).
En el segundo caso, el niño es diagnosticado mediante determinación de IgE específica a carne de cocodrilo (6 KUA/L) y mediante test de activación de basófilos. En ámbos pacientes se descartó alergia a otros componentes de la carne de cocodrilo mediante administración controlada (mezcla de ajo, cebolla, arroz, patata y especias) en el primer caso, y mediante estudio de DNA y de proteínas de pollo o pavo en el segundo caso. Para tratar de demostrar la proteína causante de la reacción alérgica en el primer artículo se realiza un IgE Immunoblotting con el suero del paciente obteniéndose una banda de entre 10-14 KDa en el extracto realizado con carne cruda de cocodrilo. Mediante SDS-.PAGE se determina que se trata de una banda de 11 KDa que tras ser analizada mediante proteómica se detectan en esa banda péptidos que contienen la misma secuencia que otros péptidos de otras parvalbúminas (rana, aves, peces y caimán). Al realizar un IgE immunoblotting con el suero del paciente y extractos de merluza y bacalao se obtiene también una banda de entre 10-14 KDa. Este mismo perfil de inmunoglobulina se detecta en este extracto con antisuero de conejo frente a la parvalbúmina de sardina, revelando que es la parvalbúmina el origen de la banda descrita. Se realiza un SDS-PAGE inmunoblotting inhibición utilizando carne cruda de cocodrilo en la fase sólida, observándose una inhibición completa cuando se incuba con extracto de carne cruda de cocodrilo, con extracto de carne cocinada de cocodrilo, así como con extractos de merluza y bacalao.
En el segundo artículo se realiza un IgE immunoblotting con el suero del paciente y extracto de carne cruda de cocodrilo obteniéndose una banda de entre 18-50 KDa; un IgE immunoblotting con carne cocinada de cocodrilo obteniéndose una única banda de 14 KDa y un IgE immunoblotting con carne de pollo obteniéndose 3 bandas: 14 KDa, 19-22 KDa y de 30 KDa. La preincubación con el extracto de cocodrilo no inhibió completamente la unión de la IgE a los alérgenos del pollo, y si se inhibió completamente cuando se preincubó con extracto de pollo. Finalmente, dado que la carne de pollo se consume preferiblemente cocinada se realizó un immunoblotting con un extracto de carne de pollo cocinado observándose que la IgE del suero reconocía una única banda de 14 KDa. Se confirmó que la banda de 14 KDa era una parvalbúmina al emplear un anticuerpo antiparvalbúmina. La secuencia de aminoácidos reveló un 94% de homología entre la parvalbúmina de cocodrilo y la de pollo. En el primer artículo descrito se demuestra la reactividad cruzada entre parvalbúmina de pescados y de carne de cocodrilo, mientras que en el segundo artículo se demuestra la reactividad cruzada entre carne de pollo y la parvalbúmina de la carne de cocodrilo. El primer paciente tolera bien la ingesta de carne de aves y el segundo niño toleraba la ingesta de pescados. Las parvalbúminas son proteínas ácidas de bajo peso molecular ligadoras de calcio, presentes en animales vertebrados. Resisten tanto la digestión enzimática como la exposición al calor, por lo que producen reacciones incluso con el alimento cocinado.
Las parvalbúminas son las responsables de la reactividad cruzada entre especies de pescado, siendo mayor en las especies taxonómicamente más cercanas (como la merluza y el bacalao que pertenecen al orden Gadiformes o entre el lenguado, gallo, rodaballo del orden Pleuronectiformes). Se ha descrito reactividad cruzada entre parvalbúminas de pescado y de rana y entre pescado y carne de pollo.
Nunca antes se había descrito la reactividad cruzada con carne de cocodrilo. En el primer niño que había presentado reacciones alérgicas con varios pescados, la presencia de IgE específica a parvalbúmina y la inhibición completa sugiere que la parvalbumina de pescado es el alérgeno responsable de la sensibilización primaria. En el segundo caso los autores concluyen que no es posible determinar si la sensibilización primaria fue por la carne de pollo o por la de pavo, pero que debido a que la alfa-parvalbúmina es idéntica en ambas carnes deben ser especies muy cercanas filogenéticamente.
La importancia de estos hallazgos son de especial interés dado que en ámbos casos los niños presentaron una reacción anafiláctica la primera ocasión que probaban la carne de cocodrilo. El hecho de que ocurrió con pequeña cantidad de carne de cocodrilo pone de relevancia su alto potencial alergénico, no descrito previamente.
La accesibilidad a este tipo de carnes exóticas tanto en restaurantes como en mercados, asociado a la posibilidad de viajes al extranjero donde este tipo de carnes son con frecuencia consumidas, hace que debamos aconsejar a nuestros pacientes alérgicos a pescados y/o carne de aves de corral evitar la toma de carne de cocodrilo (y por ende de otros reptiles) hasta que se confirme su tolerancia en los Servicios de Alergia por un alergólogo.
Autor: Francisco Javier Ruano Perez. Medico Adjunto Servicio de Alergia Hospital Universitario Infanta Leonor
Algunos alergólogos nos quejamos de que no tenemos tiempo para realizar autocuidados en consulta. A veces, nos gustaría poder escribir en una receta “autocuidados en asma” y que el paciente se fuera a “una farmacia” o a cualquier otro sitio y recibiera educación en autocuidados, quizás, realmente, exista esa posibilidad para los niños con asma en algunos sitios de España…
Una de las alergólogas de la que más he aprendido, me enseñó que “cuando hacemos educación en asma estamos empleando nuestro escaso tiempo, pero cuando no la hacemos lo estamos simplemente malgastando…” ya que, se da la paradoja de que, aunque existen tratamientos que permiten alcanzar el control, éste no se logra en muchos de los casos debido al inadecuado uso de los dispositivos de inhalación, insuficiente adherencia terapéutica e infrautilización de medicamentos que controlan la inflamación bronquial.
Numerosos factores contribuyen a dificultar el buen control, muchos de ellos dependen de la educación sanitaria deficitaria. De ahí la importancia que dan en todas las guías a la educación sanitaria de padres, cuidadores y del propio niño, según su edad, para el control del asma.
La educación individual se puede completar con una educación grupal. En este punto tienen su razón de ser los campamentos para niños con asma y alergia, estos son, probablemente, el lugar más adecuado para impartir un programa de autocuidados en grupo y conseguir el cambio de actitud en el niño asmático.
Los campamentos de verano ofrecen una educación sanitaria complementaria a la asistencia médica habitual, de una forma divertida en un entorno adecuado.
Estos campamentos están especialmente indicados en aquellos niños con un mal control de su asma, con un mal cumplimiento terapéutico. Los niños que viven en ambiente familiar de sobreprotección así como en niños o padres que a pesar de los consejos médicos persistan en limitar sus actividades cotidianas. Los niños asmáticos que más se pueden beneficiar de la educación sanitaria realizada en los campamentos son aquellos que presentan mayor gravedad y peor control de su asma.
Hay al menos 4 campamentos que continúan realizándose en España, organizados por AEPNAA en Girona, Fundació Hospital Sant Pere Claver en Barcelona, Hospital General Universitario de Valencia y Sociedad de Madrid y Castilla La Mancha de Alergología e Inmunología Clínica en Madrid.
Si crees que es importante la educación en autocuidados en los niños asmáticos, solo tienes que “prescribir una receta“ y remitir al niño a uno de estos campamentos, seguro que contribuirá a mejorar su control del asma y mejorar su calidad de vida.Esto no requiere mucho tiempo…
El proyecto VAC-ASMA, busca conocer la actitud de los profesionales ante la vacunación en pacientes con asma grave desde las consultas de Alergología y Neumología de España.
Dirigido a especialistas que realicen labor asistencial en asma grave en hospitales españoles y cuenten con más de tres años de experiencia.
Participa: https://vacasma.gruposaned.com/
Código de acceso: ASMA
Estudio VAC-ASMA (711 descargas )
El asma es una condición médica crónica muy común en niños y es especialmente susceptible a los cambios provocados por el COVID-19. Actualmente se dispone de poca información sobre el impacto que la pandemia COVID-19 puede tener en el control y manejo de los niños y jóvenes con asma bronquial.
El siguiente artículo “Oreskovic N, Bernard T, Aryee E, Kuhlthau K, Perrin J. The Unexpected Risks of COVID-19 on Asthma Control in Children. J Allergy Clin Immunol Pract.2020;8(8):2489-2491” revisa las influencias que han podido ser importantes o afectar en el control del asma en niños durante la pandemia de COVID-19 debido a los cambios sociales que estamos viviendo. Estos suponen cambios en el entorno, en la práctica clínica médica diaria y su gestión, y en el uso de medicación de esta enfermedad, cambios que tendrán repercusión a largo plazo en los resultados de control del asma. Además, desde nuestro Comité de Alergia Infantil se realizó una encuesta entre los especialistas para conocer cómo ha afectado la pandemia al manejo del asma pediátrico en España, que ha sido publicada en Sanchez-Garcia S, Ruiz-Hornillos J, Escudero C. Pediatric Asthma Management during the COVID-19 pandemic: Results of a national survey. Ped All Immunol Pulm. 2020 Dec; 33(4):199-203. https://doi.org/10.1089/ped.2020.1250
Los pacientes con asma tienen especial vulnerabilidad a los cambios provocados en el contexto de la pandemia COVID-19, con muchas vías y factores de riesgo compartidos, incluyendo la calidad del aire, el ambiente interior, la actividad física, el control del peso, la gestión de la medicación y la prestación de atención sanitaria.
El lugar donde los niños pasan mayor cantidad de tiempo, que ahora es en los interiores, los hábitos diarios (patrón de asistencia a clases), de viaje o transportes, y la actividad física que realizan, afectan al asma.
Además, ha habido cambios en la disponibilidad, la prestación y la utilización de la atención sanitaria que tienen importantes implicaciones para el asma y otras enfermedades crónicas que requieren atención médica continuada. Se han limitado las visitas a la consulta para el control del asma, tanto en atención primaria como especializada (Neumología y Alergología) y se han limitado las visitas a urgencias. Todo ello ha favorecido el formato de visita telefónica o videoconferencia. Estos cambios han ofreciendo nuevas oportunidades gracias a la denominada “telesalud”, que deberán ser valoradas y aprovechadas.
En cuanto a las visitas a Urgencias, se observó una importante disminución en la atención relacionada con el asma y el comienzo de la pandemia, que atiende seguramente el temor de las familias al contagio y/o las recomendaciones sanitarias del momento. Todo esto condujo además, a que la realización de las pruebas tempranas para un mejor control de la enfermedad, como las pruebas de función pulmonar, se viera afectada.
La COVID-19 también ha influido probablemente en la adherencia de los pacientes a los medicamentos controladores del asma. Los padres de los niños con asma pueden tener un mayor control y ser más vigilantes para que los niños tomen su medicación con regularidad y que una mayor adherencia a la medicación mejore el control del asma o, por el contrario, que otros dejen su medicación ante el temor de los posibles efectos de los corticoides, tanto orales como inhalados, en la infección por coronavirus.
Todos estos factores han podido influir de diferente manera en función del lugar en el que residiese el niño, de la situación socioeconómica de la familia, de las limitaciones para realizar actividad física al aire libre a causa de las restricciones particulares de cada zona, etc. En este sentido, los niños de familias de entornos urbanos con menores ingresos tienen un acceso más limitado a espacios seguros para la actividad física, tienen domicilios en los que la exposición a alérgenos/contaminantes de interior (hongos, roedores, cucarachas y el humo del tabaco, entre otros) es mayor, y pueden convivir además con adultos con menor posibilidad de teletrabajar y más expuestos a la infección por coronavirus.
Estos cambios en el entorno, en la práctica médica y en la gestión del tratamiento, tendrán probablemente un gran impacto en el asma infantil que tendremos que vigilar para evaluar su impacto final a medio y largo plazo.
Margarita Tomás Pérez. Médico Adjunto Alergología Hospital General Universitario La Paz. Madrid. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Tratamiento antiinflamatorio en la COVID-19. ¿Amigos o enemigos?
28 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Astra Zeneca en la realización de esta sesión científica.
COVID-19, asma o rinitis. ¿Cómo diferenciarlos?
27 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Menarini en la realización de esta sesión científica.
Programa seminario web "COVID-19, asma o rinitis. ¿Cómo diferenciarlos?" (1545 descargas )
Impacto del COVID-19 en alergia respiratoria y rinología
19 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Uriach en la realización de esta sesión científica.
Programa seminario web "Impacto del COVID-19 en alergia respiratoria y rinología" (1948 descargas )
COVID-19: Etiopatogenia, Clínica Nasal y Cutánea
14 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Novartis en la realización de esta sesión científica.
Programa seminario web "COVID-19: Etiopatogenia, Clínica Nasal y Cutánea" (2058 descargas )
El día después en una consulta de alergología: opciones de desescalada
11 de mayo de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Diater Laboratorios en la realización de esta sesión científica.
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Alergia en Tiempos de Covid-19
30 de abril de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de Laboratorios Leti en la realización de esta sesión científica.
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Alergia Respiratoria y COVID-19
16 de abril de 2020
Queremos agradecer la colaboración técnica de GSK en la realización de esta sesión científica.
Programa Webinar SEAIC "Alergia Respiratoria y COVID-19" (3529 descargas )
Sin duda 2020 y 2021 han sido años sin precedentes debido a un hecho inesperado que descolocó por completo la vida de millones de personas: la rápida propagación del coronavirus SARS-CoV-2 por todos los continentes ocasionó la primera gran pandemia del siglo XXI, la cual tuvo un gran impactó social, económico y emocional de manera global en todo el mundo. La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), aparte de ocasionar muchos síntomas orgánicos graves como la neumonía bilateral con distrés respiratorio agudo, ha sido también la responsable de muchos síntomas neurológicos y cambios importantes en el sueño. A lo largo de estos intensos dos años, el estrés originado por la incertidumbre constante, el aislamiento social y, en definitiva, los cambios en la rutina diaria, se han acompañado de diversas alteraciones del sueño conocidas como “coronasomnia».
La Pandemia por Enfermedad de COVID-19 ha afectado a toda la población de manera global, con un impacto claramente negativo en la mayoría de los casos. Además, sabemos que hoy en día, la combinación Pandemia por Enfermedad de COVID-19 y asma es un problema vital al que nos enfrentamos tanto los profesionales de la salud como los pacientes y familiares de pacientes con asma alérgica. No obstante, el impacto que la Pandemia por Enfermedad de COVID-19 ha ocasionado en el descanso de los pacientes pediátricos y adolescentes con asma de nuestra área geográfica aún no ha sido estudiado. De aquí que hayamos estimado interesante presentar los datos del estudio realizado en la Unidad de Alergia Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, cuyo objetivo fue investigar cómo la Pandemia por Enfermedad de COVID-19 influyó en el sueño de pacientes pediátricos y adolescentes con asma alérgica residentes en el área mediterránea. Para lograr este objetivo se realizó un estudio piloto prospectivo que incluyó a pacientes pediátricos y adolescentes con asma alérgica persistente de entre 6 y 18 años.
Todos los participantes del estudio respondieron el Cuestionario BEARS y la Escala de Bruni. El cuestionario de BEARS1-4 es un cuestionario útil para el cribaje de trastornos del sueño en la infancia. Está dividido en cinco áreas principales del sueño, facilitando el cribado de los trastornos del sueño, en población pediátrica y adolescentes de entre 2 y 18 años. Cada área tiene una pregunta para cada grupo de edad. Una respuesta positiva en cualquiera de los aspectos obliga a una investigación más profunda. Las cinco áreas de estudio se detallan a continuación:
B= Problemas para acostarse (“bedtime problems”)
E= Excesiva somnolencia diurna (“excessive daytme sleepiness”)
A= Despertares durante la noche (“awakenings during the night”)
R= Regularidad y duración del sueño (“regularity and duration of sleep”)
S= Ronquidos (“snoring”)
Respecto a la Escala de Bruni5,6 de trastornos del sueño para población pediátrica y adolescente, decir que consta de 26 ítems valorados según una escala tipo Likert. Está diseñada para detectar trastornos del sueño divididos en seis categorías: problemas para iniciar o mantener el sueño, problemas respiratorios, desórdenes del despertar, alteraciones de la transición sueño-vigilia, excesiva somnolencia diurna e hiperhidrosis nocturna. En total, el paciente responde a 26 preguntas y proporciona una respuesta que puntúa del 0 al 4 según la clínica presente. El punto de corte a partir del cual se considera que el paciente puede presentar algún trastorno global del sueño es de 39. A continuación se define cada puntuación:
0=Nunca
1=Ocasionalmente (una o dos veces al mes o menos)
2=Algunas veces (una o dos a la semana)
3=A menudo (de tres a cinco veces a la semana)
4=Siempre (diariamente)
En total se incluyeron 77 pacientes con una edad media de 12 años. La mayoría eran pacientes del sexo femenino (62%, n=48) y veintisiete (35%) habían sido diagnosticados de Enfermedad de COVID-19. Con respecto al Cuestionario de BEARS, el 70% (n=54) de los pacientes tuvo como mínimo una respuesta positiva. Además, casi la mitad de los pacientes tenían problemas a la hora de acostarse [42% (n=32)], seguido de somnolencia diurna excesiva [34% (n=26)]. En cuanto a la Escala de Bruni, 52 de los 77 pacientes incluidos (67%) presentaban una puntuación superior a 39 puntos, hecho que indicaba trastornos del sueño entre la población de estudio. Los trastornos más prevalentes encontrados tras la evaluación utilizando la Escala de Bruni fueron los trastornos respiratorios del sueño [26 de los 77 pacientes estudiados (34%)], seguido de los trastornos de inicio y mantenimiento del sueño (30%, n = 23) y de la somnolencia diurna excesiva (24%, n=18). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes COVID-19 positivos y negativos ni en el cuestionario de BEARS ni en la escala de Bruni.
En conclusión, en este trabajo se encuentra una elevada prevalencia de trastornos del sueño en pacientes asmáticos pediátricos y adolescentes durante la pandemia debida a la Enfermedad de COVID-19. El trastorno más prevalente en esta población de estudio, evaluado mediante la Escala de Bruni, fue el trastorno respiratorio del sueño. Por tanto, es importante proporcionar a los pacientes un control óptimo de las enfermedades respiratorias para mejorar la calidad de su sueño.
La importancia del presente estudio radica en que es el primero que proporciona datos sobre la posible afectación del sueño debida al impacto de la pandemia por COVID-19 en población pediátrica y adolescente con asma alérgica en el área mediterránea. Debido a este hecho, es difícil poder comparar nuestros datos con los realizados por otros autores ya que, si bien sí que hay varios trabajos que evalúan los posibles trastornos del sueño asociados a la pandemia por COVID-19 en población de esta edad, la mayoría de ellos incluyen población sana o con trastornos neuroconductuales del sueño previos, pero sin especificar la posible concomitancia con otras patologías respiratorias asociadas, como el asma alérgica. No obstante, sí que es interesante comentar algunos trabajos que evalúan los posibles trastornos del sueño en población pediátrica y adolescentes, aunque sean poblaciones sin asma.
Ya antes de la pandemia debida a la Enfermedad de COVID-19, habían sido varios los estudios publicados que alertaban que el sueño insuficiente, la mala calidad del sueño, el insomnio, la apnea del sueño y las alteraciones de los horarios de sueño-vigilia eran manifestaciones típicas de morbilidad física y emocional en las pandemias. De este modo, no es de extrañar que los primeros estudios sobre trastornos del sueño asociados a la pandemia por Enfermedad de COVID-19 se publicaran en China, epicentro de esta enfermedad. En los inicios de la pandemia Huang y Zhao7 recopilaron información de una encuesta de 7236 voluntarios e informaron que el 18% de los individuos encuestados presentaban una mala calidad del sueño. Posteriormente, los trastornos del sueño en pacientes con COVID-19 también pasaron a estudiarse en otros países, encontrando una prevalencia mayor de trastornos del sueño que antes de la pandemia en la población general en la mayoría de los estudios. En Italia, en una encuesta realizada a 2291 italianos, el 57,1% de los individuos informó de una mala calidad del sueño relacionada con la ansiedad que les ocasionaba la Enfermedad por COVID-19. Los síntomas más prevalentes fueron pesadillas, astenia y apneas del sueño. Parece que la somnolencia y el trastorno del sueño en la fase REM podrían estar más relacionados con la Enfermedad de COVID-19 en sí misma, mientras que el insomnio estaría más relacionado con el aislamiento social, la ansiedad y otros factores psicosociales.
Uno de los trabajos más relevantes publicados hasta ahora en población pediátrica y adolescente es el de Sharma M. y sus colaboradores8, cuyo objetivo fue realizar una revisión sistemática y un metanálisis para estudiar la prevalencia y el patrón de trastornos del sueño en población pediátrica y adolescente durante la pandemia por COVID-19. Para ello, los autores realizaron una exhaustiva búsqueda bibliográfica en MEDLINE, EMBASE y Web of Science en busca de estudios originales que describieran anomalías del sueño en pacientes de esta edad, con o sin trastornos neuroconductuales preexistentes, durante la pandemia por COVID-19. Los autores analizaron un total de 371 artículos pero finalmente, únicamente incluyeron 16 estudios. De estos, cinco se realizaron en niños/niñas de edad preescolar, dos en pacientes con trastornos neuroconductuales preexistentes y el resto (nueve) en población pediátrica y adolescentes sanos en edad escolar. En esta revisión los autores hallan que la prevalencia combinada de cualquier alteración del sueño en los niños durante la pandemia fue del 54% (IC del 95%: 50-57%). Estos datos, aún siendo elevados, ya que indican que más de la mitad de la población de estudio presentaba algún tipo de trastorno del sueño, serían inferiores a los encontrados en nuestra serie en la que el 70% (n=54) de los pacientes presentaba al menos un ítem positivo en evaluar el Cuestionario BEARS y el 67% (n=52) de los pacientes presentaban puntuaciones superiores a 39 puntos en la Escala de Bruni. Curiosamente, en esta revisión de Sharma, la prevalencia de estos trastornos en los niños de edad preescolar, cuyo grupo no fue evaluado en nuestra población de estudio, fue menor que en los tiempos prepandémicos (RR = 0,87; IC del 95%: 0,58-1,30), aunque estos resultados no fueron estadísticamente significativos. Este dato concuerda con el trabajo publicado por Liu Z. y su equipo9, donde los niños en edad preescolar se comportaron de manera diferente en el contexto del sueño durante la pandemia en comparación con los niños escolares y los adolescentes. Liu Z. y su equipo encuentran que, de manera totalmente inesperada, los niños en edad preescolar confinados parecían tener menos trastornos generales del sueño en comparación con la muestra del 2018 (prepandemia).
En otra revisión reciente publicada por Panda PK. y su equipo10, encontraron que el 34,5% de los pacientes pediátricos y adolescentes estudiados sufrían ansiedad, el 41,7% depresión, el 42,3% irritabilidad y el 30,8% falta de atención debido a la pandemia por la Enfermedad de COVID-19. Además, el 79,4% de los pacientes se vio afectado negativamente por la pandemia y el confinamiento. El 22,5% de la población estudiada tenía un miedo significativo a la Enfermedad de COVID-19, el 35,2% de los pacientes pediátricos y adolescentes tenían aburrimiento y el 21,3% trastornos del sueño. Además, el 52,3% de los cuidadores/padres/madres/representantes legales desarrollaron ansiedad y el 27,4% depresión mientras estaban aislados con sus hijos/hijas. En esta revisión vemos que la prevalencia de trastornos del sueño también fue algo menor que la encontrada en nuestra población de estudio pero, en cualquier caso fue significativa.
Otro dato interesante que cabe considerar es que antes de la pandemia, diferentes estudios publicaban una prevalencia de trastornos del sueño en población pediátrica y adolescente diferente a la actual. De este modo, los datos publicados según grupos de edad oscilaban entre un rango del 25% al 50% en pacientes preescolares, del 6% al 37% en escolares y de entorno el 40% en adolescentes11-14. No obstante, esta prevalencia durante la pandemia se ha visto claramente incrementada15-19 y los datos publicados hasta el momento concuerdan, en la mayoría de los trabajos, con los encontrados en nuestra población de estudio, aunque no sean del todo comparables con nuestra serie ya que la mayoría de trabajos no especifican la inclusión de pacientes con asma.
Sea como sea, lo cierto es que la pandemia por COVID-19 ha dejado las economías devastadas y la gente asustada por sí misma y por sus seres queridos. Con esta situación sin precedentes, es injustificable no dar la debida importancia al sueño, ya que un sueño saludable es sin duda el mejor rejuvenecimiento, y no en vano está asociado a numerosos beneficios, como el bienestar físico y el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Además, es el principal determinante de la salud mental y emocional, ya que es conocido que un sueño correcto alivia la ansiedad, el estrés y la depresión y puede tener consecuencias diversas en el desarrollo20. Por contra, los trastornos del sueño inducen neuroinflamación, que promueve la alteración de la barrera hematoencefálica y la entrada de antígenos y factores inflamatorios en el cerebro21-26. De este modo, los trastornos del sueño relacionados con la Enfermedad de COVID-19 podrían contribuir a la apertura de la barrera hematoncefálica, actuando así como una puerta para la entrada del virus SARS-CoV-2 en el cerebro y producirse entonces una mayor inflamación en el sistema nervioso central. La deprivación/restricción del sueño, su fragmentación o la apnea del sueño inducen una inflamación sistémica de bajo grado caracterizada por la liberación de varias moléculas, como las citocinas como la interleucina 6, quimiocinas y proteínas de fase aguda, y todos ellos pueden promover cambios en componentes celulares de la barrera hematoncefálica, particularmente en las células endoteliales del cerebro27-30.
En definitiva, se deberían realizar estudios futuros que incluyan el análisis de los patrones del sueño mediante la realización de electroencefalogramas, la evaluación de marcadores de inflamación así como de la función inmunitaria, en relación con los parámetros del sueño. Estos procedimientos podrían ser revolucionarios para un mejor conocimiento de la “coronasomnia”, es decir, para el control de los trastornos del sueño asociados a la pandemia debida a la Enfermedad de COVID-199
Se puede consultar el documento completo en el siguiente enlace: Aquí : Trabajo_Final_Máster_Teresa_Garriga_Baraut.pdf
Teresa Garriga Baraut. Facultativa Especialista Adjunta, Unidad de Alergia Pediátrica. Hospital Universitario Vall d’Hebron. Comité de Alergia Infantil SEAIC.
Referencias Bibliográficas:
En los dos últimos años se han registrado 190.071 visitas en el portal web de la SEAIC. Hasta el momento, el sitio comprende 173 páginas, con 182 entradas de noticias y 412 documentos para la descarga.
Estimados colegas:
Desde la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica SEAIC queremos recordaros que en menos de un mes, del 12 al 15 de marzo, se celebrará en Madrid el XXIII Congreso Mundial de Asma (WCA) organizado por la Asociación Global de Asma-INTERASMA con la colaboración científica de la SEAIC. Además informaros que a efectos de inscripción y participación se aplicarán a todos los miembros de la SEAIC los mismos beneficios que a los miembros de INTERASMA.
INTERASMA es una sociedad científica con más de 60 años de historia que, desde un concepto multidisciplinar, tiene como objetivo el estudio del asma. Entre una de sus actividades principales destaca la organización del Congreso Mundial de Asma que se realiza cada dos años en distintas ciudades del mundo. La alta calidad de sus programas científicos y educativos sobre el conocimiento del asma, colaborando con prestigiosos expertos y ponentes tanto locales como internacionales de todo el mundo, han hecho del WCA un congreso exitoso y de amplia participación.
Para mayor información, pueden visitar el sitio web del congreso: www.wca-2016.com. En nombre de SEAIC e INTERASMA es un placer invitarles a participar en el próximo Congreso Mundial de Asma que se celebrará en Madrid del 12 al 15 de marzo de 2016.
Saludos cordiales,
Prof. Joaquín Sastre Prof. G. Walter Canonica
Presidente SEAIC Presidente GAA – INTERASMA
GEMA 5.4 es una guía de práctica clínica independiente basada en la evidencia, elaborada por un grupo multidisciplinar de expertos que representan a 18 sociedades científicas nacionales e internacionales. Es la guía de referencia en asma en todo el mundo de habla hispana. No se trata de una extensa monografía que aglutina todo el conocimiento científico sobre la enfermedad, sino de un documento conciso, que recoge lo esencial para que el profesional sanitario no experto en dicha patología pueda ofrecer una asistencia clínica de calidad a sus pacientes. Es por ello por lo que es breve, concreto y claro; elementos indispensables para que pueda ser aplicado con éxito.