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Captador de la semana: Cáceres

Dr. Sergio Porcel

En el captador de la semana hoy os traemos al Dr. Sergio Porcel Carreño, alergólogo que realiza su labor asistencial en el Hospital Universitario de Cáceres, desde donde nos proporciona los datos para la red aerobiológica de la SEAIC.

Contajes de olivo, gramíneas, platanus, ciprés y alternaria en el Hospital Universitario de Cáceres durante el 2024

Recordamos que podéis consultar los recuentos de pólenes en vuestra ciudad en www.polenes.com

Recomendaciones para un Verano seguro con Niños con Alergia Alimentaria

Con la llegada del buen tiempo y las vacaciones son más frecuentes los viajes, así como las comidas fuera de casa, lo cual supone un cambio en las rutinas y una posible
relajación en las medidas de vigilancia recomendadas para aquellos niños con alergia alimentaria. Durante el curso escolar, con horarios y actividades rutinarias es más
sencillo establecer pautas y medidas de control tanto en casa como en el comedor escolar. Es en los momentos de relax o fuera del ambiente cotidiano donde pueden surgir situaciones inesperadas o exposiciones no controladas a aquellos alimentos que debemos evitar.

Para evitarlo y poder disfrutar de estos momentos tan esperados, desde el Comité de Alergia a Alimentos de SEAIC queremos ofrecerles unas sencillas pautas y consejos a tener en cuenta:

– Antes de viajar: es importante informarnos si el medio de transporte que usaremos puede suponer algún tipo de riesgo porque se repartan comidas en su interior, y si es
posible comunicar previamente a la compañía si es posible evitar ese alimento durante ese trayecto (por ejemplo: los frutos secos). En caso contrario, para llevar la medicación de rescate dentro del transporte puede ser necesario llevar un informe explícito para que nos lo autoricen (por ejemplo: adrenalina, inhaladores…). Además, algunas compañías ofrecen menús especiales. En los hoteles también es útil saber si ofrecen menús especiales o medidas de seguridad en el comedor para evitar contaminaciones cruzadas.

– Informe médico: es aconsejable siempre llevar no sólo la tarjeta sanitaria sino también un informe que describa el tipo de alergia alimentaria y el tratamiento recomendado en caso de reacción adversa. Puede ser útil para poder solicitar los menús especiales en los hoteles, así como si precisamos asistencia médica de cualquier tipo, no sólo en urgencias sino cualquier otra que suponga ingreso hospitalario.

– Botiquín: es imprescindible llevar siempre todo el tratamiento que necesitemos en caso de reacción alérgica (adrenalina, antihistamínicos, corticoides…) según la pauta del alergólogo. No sabemos cuándo nos puede hacer falta ni dónde, y si podremos conseguirlo allí donde estemos.

– Restaurantes: durante las vacaciones no sólo se frecuentan más los restaurantes, sino que suelen ser otros diferentes a los habituales que ya conocemos. El enfrentarnos a una carta diferente y con personal que no conocemos dificulta la seguridad de la selección, pero debemos tener la libertad de preguntar siempre cualquier duda para no cometer un error que puede tener consecuencias no deseables. Aunque existe una normativa que regula la declaración en la carta de la presencia de los 14 alergenos obligatorios, es importante comprobarlo preguntando al personal directamente. Además, en verano son más frecuentes las comidas con pescado o marisco, y no solo hay que tener en cuenta la comida que hemos elegido o prevenir la contaminación cruzada en cocina, sino la posible reacción por inhalación de partículas en los casos de alta sensibilidad. En los pescados debemos tener en cuenta que si somos alérgicos al Anisakis simplex debemos además preguntar si siguen las recomendaciones de congelación previa. No olvidemos hacer todas las preguntas necesarias antes de elegir la comida.

– Campamentos de verano: en esta época del año es cuando con más frecuencia se realizan este tipo de experiencias y generalmente son de larga duración. Es importante informarnos de las medidas de seguridad que nos ofrecen, si hay personas responsables de su vigilancia y si tienen algún protocolo o experiencia en el manejo de estos niños. La familia tiene que aportar el informe médico y la medicación para el botiquín de emergencia de la misma forma que lo ha hecho en el centro escolar.

– Viajes al extranjero: Además de todas las recomendaciones previas, en caso de que salgamos de España sería recomendable que sepamos el nombre de los alimentos a los cuales somos alérgicos en el idioma del país que vamos a visitar. Podemos llevarlos escritos en una tarjeta y enseñarlos allí donde vayamos a comer para asegurarnos que entiendan nuestras alergias alimentarias. En toda la Unión Europea es obligatorio informar si el alimento contiene alguno de los 14 alérgenos de declaración obligatoria.

María Teresa Valbuena Garrido. Hospital Universitario Infanta Sofía.
Paloma Poza Guedes. Hospital Universitario de Canarias.
Subcomité de Alergia Infantil del Comité de Alergia a Alimentos de SEAIC

Uso de Himenópteros en Alergia | USHIAL 2026

Fechas: 16 y 17 de abril de 2026

Ciudad: Córdoba

Lugar: Hospital Universitario Reina Sofía

Modalidad: Presencial

Organizan:
• Hospital Universitario Reina Sofía
• Universidad de Córdoba

Toda la información e inscripciones

Grupo de Trabajo de Alergia sobre Medio Ambiente, Contaminación y Cambio Climático

El Grupo de Trabajo de Alergia sobre Medio Ambiente, Contaminación y Cambio Climático no es un comité científico como tal, sino un grupo de alergólogos, miembros de otros comités científicos de la SEAIC, como los comités de Aerobiología, Asma y Rinoconjuntivitis, con un interés especial en proyectos que investiguen los efectos de la contaminación y el cambio climático en el comportamiento de los alérgenos ambientales, así como en la epidemiología y patogenia de las enfermedades alérgicas respiratorias.

Coordinador: Javier Montoro Lacomba
Secretaria: Adriana Izquierdo Domínguez
Portavoces: Darío Antolín Amérigo
Juan José Zapata Yébenes
Miembros: Ignacio Antepara Ercoreca
Alicia Armentia Medina
Teresa Carrillo Diaz
Francisco Feo Brito
Mar Fernández Nieto
Victoria García Gallardo
Ruperto González Pérez
Ángel Moral de Gregorio
María Pilar Mur Gimeno
Carmen Rondón Segovia
Olga Esteso Hontoria

Actualizado el día 17/09/2025

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Acta reunión del comité de Alergia Cutánea, 1/6/2012

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Telealergia: ¿vino para quedarse?

Artículo: Teleallergy: Where Have We Been and Where Are We Going? Ramsey A, Chen Wu A, Bender B, Portnoy J. J Allergy Clin Immunol Pract 2023;11:126-31.

La telemedicina se puede definir, como el uso de las tecnologías de la información, por medio de los sistemas telemáticos, para proporcionar asistencia médica, independientemente de la distancia que separa al paciente del profesional médico.

Los primeros datos de telemedicina aplicados al campo de la Alergología son muy escasos a partir de los años 90. Sin embargo, el uso de la telemedicina se incrementa de forma exponencial a partir del año 2020. Este año, queda marcado en la historia por la extensión de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2019 (COVID-19), lo que condicionó un cierre de la actividad socioeconómica mundial casi global. Tras declararse la pandemia por la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2020, el gobierno español decretó el estado de alarma con el consiguiente confinamiento domiciliario, que se prolongó hasta junio de 2020. Posteriormente se han sucedido diversas olas pandémicas que han ido afectando de forma diversa la asistencia médica.

El modelo de acceso y prestación de la asistencia sanitaria cambió bruscamente, primero en la Atención Primaria, y posteriormente en las diferentes especialidades médicas. El patrón clásico de asistencia presencial, ha sido sustituido por un patrón mixto, en el que las herramientas de telemedicina han desempeñado un papel determinante. Centrándonos en el campo de la Alergología, investigadores norteamericanos dirigidos por Ramsey y cols., han llevado a cabo una revisión sobre el impacto de la telemedicina en la satisfacción de los pacientes alérgicos, en el coste de la asistencia, así como en el entorno normativo que debe regular en el futuro la telemedicina.

1.- Satisfacción del paciente

  • Satisfacción del paciente antes de la epidemia COVID:

Hay diversos estudios en los primeros años del siglo XXI. Así, en 2015, Portnoy y cols., compararon las visitas presenciales frente a la teleasistencia, en 169 pacientes pediátricos con asma bronquial. El 90% de los pacientes consideraban satisfactoria la asistencia sanitaria, y un 88% la recomendaría para las revisiones médicas.

  • Satisfacción durante la epidemia COVID:

Diversos estudios muestran una opinión favorable. En el estudio de Mustafa y cols., con 251 pacientes alérgicos, la satisfacción fue general para todos los tipos de enfermedades alérgicas, salvo en la alergia a alimentos, donde los pacientes consideraron óptima la visita presencial. En otro estudio dirigido por Emory con 269 pacientes, la satisfacción fue plena con la consulta telemática para el 79% de los pacientes, siendo el dato mas relevante la facilidad para poder asistir a la cita. No obstante, incluso con datos satisfactorios, los investigadores refieren que determinados procedimientos en el campo de la Alergología, como la realización de las pruebas cutáneas o los estudios de pruebas de tolerancia con alimentos o medicamentos requieren de la visita presencial. Otros estudios, sin embargo, muestran una mayor satisfacción con las visitas presenciales, especialmente en pacientes con dermatitis atópica, múltiples alergias a alimentos o pacientes pediátricos con asma bronquial.

2.- Satisfacción del médico

Tradicionalmente los alergólogos no han utilizado la telemedicina, por lo que se les deben facilitar herramientas que permitan su uso. Sin embargo, salvo en algunos países, no se han desarrollado programas de formación para los especialistas ni tampoco la asistencia mediante aplicaciones informáticas.

La principal ventaja de utilizar la telemedicina en la práctica clínica habitual es el ahorro de tiempo que supone para el médico disminuir las horas de consulta dedicadas a labores burocráticas. Este tiempo podría reinvertirse en reducir las listas de espera dedicadas a dar resultados analíticos, resolver dudas a pacientes a cerca de tratamientos de una forma más rápida, así como conseguir una comunicación más fluida con pacientes y médicos de Atención Primaria. De esta manera, se agilizarían procedimientos ordinarios y mejoraría la calidad asistencial del paciente.

3.- Coste socioeconómico de la telemedicina

Por un lado, la telemedicina puede reducir los costes de las enfermedades alérgicas ya que disminuye los gastos en el transporte hasta la consulta médica, así como el absentismo escolar y laboral. Sin embargo, tiene otras desventajas que pueden incrementar el coste como es la falta de acceso directo al profesional sanitario y su supervisión, lo que puede implicar una peor evolución clínica de la enfermedad. Existen pocos estudios durante la pandemia Covid de telemedicina y coste sanitario. En un estudio sobre pacientes pediátricos diagnosticados de asma bronquial, se observó que tras realizar un programa de telemedicina en el primer año de la pandemia Covid, hubo una reducción en las reagudizaciones asmáticas. Este hecho puede ser atribuible no a la telemedicina en si misma, sino a la escolarización en casa durante los primeros meses Covid, así como el uso de la mascarilla, ya que ambas situaciones redujeron la exposición a diferentes virus durante ese periodo de tiempo, lo que puede explicar la reducción en las exacerbaciones asmáticas. Por otro lado, es conocido que la telealergia tiene su mayor potencial de mejora del gasto sanitario en las zonas rurales o áreas que no disponen de alergólogo cercano, por lo que requieren un desplazamiento importante para la asistencia médica. Así, en un estudio alemán hecho con 112 pacientes con rinitis alérgica, la telemedicina generó un ahorro de 60.000 euros por año y redujo en 2.3 los días perdidos de trabajo o escuela, por paciente y año.

4.- Cambios en el marco regulatorio

La introducción y el uso progresivo de la telemedicina aplicado al campo de la Alergología, debe acompañarse de una actualización en el marco legislativo, así como de la cobertura y coste de los seguros de asistencia médica, tanto en la Sanidad Privada como Pública, que deben ir acometiéndose durante los próximos años.

CONCLUSIONES

Tras la pandemia Covid, la telemedicina aplicada al campo de la Alergología es una realidad. Esta herramienta ofrece ventajas, las principales, la reducción de absentismo laboral/escolar y transporte, la mejor adherencia en el seguimiento y la mayor agilidad en las revisiones médicas.  Ofrece también una posible mejoría en la educación continuada del paciente alérgico con las diferentes herramientas informáticas, así como en el seguimiento del cumplimiento terapéutico. Sin embargo, pese a estas ventajas, la asistencia presencial seguirá siendo vital en nuestra especialidad, para la realización de muchos de nuestros procedimientos diagnósticos y terapéuticos, así como para aquellos pacientes que requieran un diagnóstico inicial, una valoración directa por parte del alergólogo o cuando la gravedad o el control de la enfermedad así lo requiera.

Marta Reche.  Servicio de Alergología. Hospital Universitario Infanta Sofía. San Sebastián de los Reyes. Madrid. Comité de Alergia Infantil

Anafilaxia en niños y adolescentes

La anafilaxia, como extremo más grave del espectro de las reacciones alérgicas, de afectación sistémica, aguda y potencialmente mortal, representa una patología de especial interés en pediatría.

En Europa, la anafilaxia es un problema común que afecta aproximadamente a 1 de cada 300 habitantes en algún momento de su vida. Según datos de la red europea de reacciones alérgicas graves, el 27% de los casos de anafilaxia se produce en menores de 18 años. Además, se ha descrito un incremento de su incidencia, especialmente en niños y preescolares.

Causas/desencadenantes

La causa más común de anafilaxia en niños son los alimentos (75%), seguida a distancia por los medicamentos (11%). Estudios epidemiológicos de la SEAIC* señalan a la alergia alimentaria como tercer motivo de consulta a los servicios de Alergología en edad pediátrica, con una tendencia al alza. La anafilaxia representa el 7,5% de los casos diagnosticados, siendo la leche de vaca, el huevo, los frutos secos y las frutas, los alimentos implicados más frecuentemente.

Los desencadenantes alimentarios varían según la edad y el área geográfica. En los dos primeros años de vida, la leche de vaca y el huevo son los desencadenantes más habituales; posteriormente, los frutos secos en edad preescolar, siendo el cacahuete el más común en todas las edades. En ciertos países europeos, particularmente en el área mediterránea, el melocotón tiene especial relevancia.

La anafilaxia inducida por ejercicio y dependiente de alimentos también debe ser considerada en los niños. Es un tipo especial de alergia mediada por IgE en la que el ejercicio o el consumo de un alimento causante no inducen síntomas por sí solos, pero el ejercicio tras la ingestión del alimento desencadena anafilaxia.

Por último, los padres con frecuencia expresan su preocupación sobre el riesgo de anafilaxia por vacunas; sin embargo, son una causa excepcional en niños.

 

Factores de riesgo y casos fatales

Las muertes por anafilaxia son raras. En aquellas relacionadas con alimentos, el 73% son debidas a frutos secos o cacahuete, siendo la leche de vaca responsable del 21% de las muertes en <16 años. El riesgo de muerte por anafilaxia aumenta dos veces entre adolescentes en comparación con los niños de 0-2 años. En general, los factores de riesgo identificados para la anafilaxia fatal por alimentos en niños incluyen asma coexistente, edad >10 años, alergia al cacahuete o frutos secos y la falta o la administración tardía de adrenalina.

Un tercio de los casos de anafilaxia ocurren en casa, el 25% en restaurantes y un 15% en la escuela.

Diagnóstico de anafilaxia

La anafilaxia es un diagnóstico predominantemente clínico, con afectación de varios sistemas y de inicio rápido tras la exposición al desencadenante. En los niños muy pequeños, el diagnóstico puede presentar algunos desafíos por la dificultad para describir ciertos síntomas como el prurito o la opresión faríngea; y ciertos signos, como la irritabilidad y los cambios de comportamiento, pueden ser difíciles de interpretar. La anafilaxia en los lactantes suele afectar a la piel (98%), al sistema respiratorio (59%), al aparato digestivo (56%) y, con menos frecuencia, al sistema cardiovascular. Cuando se produce hipotensión, en niños <10 años se define como una tensión arterial sistólica inferior a <70mmHg + (2 x edad en años) o un descenso >30% respecto a un registro basal.

Los síntomas respiratorios aparecen con frecuencia en los niños, especialmente en aquellos que padecen asma. Por otro lado, la anafilaxia puede suceder sin afectación de la piel, de tal forma que los signos cutáneos están ausentes en 10-20% de las anafilaxias. Este hecho afecta de manera crítica a su diagnóstico y tratamiento precoces.

Manejo

Para el autocuidado temprano de los pacientes con anafilaxia es fundamental educar a los padres, cuidadores y a los niños sobre el riesgo de anafilaxia, el control de las enfermedades concomitantes y sus desencadenantes y el autotratamiento de cualquier recurrencia. Durante la infancia, el cuidado/responsabilidad en la aplicación de medidas de evitación, reconocimiento de reacciones y tratamiento de las mismas recae inicialmente en padres y cuidadores. A medida que el niño crece se le enseña a evitar los desencadenantes, reconocer los síntomas y tratar futuras reacciones. Se ha estimado por encuestas que los niños de 9-11 años podrían reconocer síntomas y utilizar correctamente un AIA*.

A los pacientes se les deben recetar uno o más AIA*. Se recomienda que lleven siempre consigo un plan de acción de emergencia escrito y personalizado que ilustre cómo reconocer los síntomas e instruya sobre cómo inyectar rápidamente la adrenalina. Esta debe ser administrada por vía intramuscular en la parte anterolateral media del muslo manteniendo el AIA durante aproximadamente 3-10 segundos. La administración de adrenalina es el tratamiento de primera línea y no existen contraindicaciones absolutas para su administración. La dosis debe repetirse cada 5-15 minutos si los síntomas persisten y tras su administración se debe solicitar asistencia médica. Estas medidas preparan a los padres y a los niños para afrontar una reacción y evitar que se agrave.

Durante una anafilaxia es crucial evaluar periódicamente las vías respiratorias, la respiración, la circulación, el estado mental y la piel, posicionar al paciente según sus características y simultáneamente llamar a los servicios de emergencia. La mayoría de los niños deben colocarse tumbados boca arriba, a menos que haya dificultad respiratoria, en cuyo caso una posición sentada optimiza el esfuerzo respiratorio; si está inconsciente, el niño puede colocarse en posición de recuperación. Al mismo tiempo, y si es posible, se debe eliminar la exposición al desencadenante (p. ej., suspender la administración de medicamentos/agentes terapéuticos).

El tratamiento de la anafilaxia continúa con el traslado a un entorno de atención sanitaria, idealmente en ambulancia. En niños con anafilaxia y síntomas de broncoespasmo, se pueden administrar agonistas beta-2 de acción corta inhalados (p. ej., salbutamol); sin embargo, en presencia de síntomas persistentes no son alternativa a la administración repetida de adrenalina intramuscular. En caso de obstrucción de las vías respiratorias superiores debe considerarse nebulizar adrenalina. Los medicamentos de segunda línea incluyen agonistas beta2-adrenérgicos, glucocorticoides y antihistamínicos. Es necesario observar a los niños durante varias horas, siendo especialmente importante en reacciones graves y en aquellas que requieren varias dosis de adrenalina.

Conclusiones

La anafilaxia es una patología de especial relevancia en edad pediátrica, siendo los alimentos su causa más común. En los niños, los síntomas respiratorios y la ausencia de afectación cutánea son características que deben ser consideradas en su presentación. El asma, la adolescencia, la alergia al cacahuete o los frutos secos y la falta o la administración tardía de adrenalina son factores asociados a mayor gravedad. La educación periódica de niños y familias, sobre cómo identificar los episodios, responder adecuadamente y emplear el AIA son vitales y deben ser revisados regularmente.

Dr. Carmelo Escudero Díez. Servicio de Alergología Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid). Comité de Alergia Infantil.

*SEAIC: Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.

*AIA: Auto-inyector de adrenalina.

 

Referencias recomendadas

  1. Turner PJ, Campbell DE, Motosue MS, Campbell RL. Global Trends in Anaphylaxis Epidemiology and Clinical Implications. J Allergy Clin Immunol Pract. 2020;8:1169-76.
  2. Wang Y, Allen KJ, Suaini NHA, McWilliam V, Peters RL, Koplin JJ. The global incidence and prevalence of anaphylaxis in children in the general population: A systematic review. Allergy. 2019;74:1063-80.
  3. Ojeda P, Ibáñez MD, Olaguibel JM, Sastre J, Chivato T. Alergológica 2015: A National Survey on Allergic Diseases in the Spanish Pediatric Population. J Investig Allergol Clin Immunol 2018;28(5):321-329. doi: 10.18176/jiaci.0308.
  4. Cardona V, Ansotegui IJ, Ebisawa M, El-Gamal Y, Fernandez Rivas M, et al. World allergy organization anaphylaxis guidance 2020. World Allergy Organ J. 2020;13(10):100472.
  5. MS ShakerDV WallaceDBK GoldenJ OppenheimerJA BernsteinRL Campbell, et al. Anaphylaxis—a 2020 practice parameter update, systematic review, and Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluation (GRADE) analysis. J Allergy Clin Immunol. 2020;145:1082–1123.
  6. Sicherer SH, Warren CM, Dant C, Gupta RS, Nadeau KC. Food Allergy from Infancy Through Adulthood. J Allergy Clin Immunol Pract. 2020 Jun;8(6):1854-1864. doi: 10.1016/j.jaip.2020.02.010.

 

 

Pautas para una correcta transición del paciente niño-adolescente a adulto

Los adolescentes y adultos jóvenes alérgicos y/o asmáticos, representan un gran número de pacientes en la especialidad de Alergología. Por ello la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI) publicó en junio de 2020 unas pautas de manejo para este grupo de edad.

Este periodo de la vida es particularmente especial ya que tienen lugar numerosos cambios  vitales en distintos ámbitos como educación, trabajo, viajes y establecimiento de relaciones personales más maduras. A esto se le suma el cambio de atención médica de la edad pediátrica a la adulta y una pérdida de miedo a lo desconocido, que puede conllevar un peor seguimiento médico y hospitalizaciones más frecuentes.

Por eso se recomienda una adquisición progresiva de conocimientos y habilidades sobre su enfermedad que permitan aumentar la responsabilidad en el autocuidado. Aunque está convenido que se empiece en la primera etapa de la adolescencia, este umbral ha de ser adaptado a las características del paciente: desarrollo físico y psicológico, coexistencia de varias enfermedades alérgicas, adherencia al tratamiento, circunstancias socio-económicas familiares y conocimientos sobre la enfermedad hasta ese momento.

En general se trata de:

  • Inicio precoz entre los 11 y 13 años.
  • Manejo multidisciplinar y estructurado.
  • Asegurarse de que entienden su enfermedad y tienen recursos fácilmente disponibles a su alcance.
  • Seguimiento activo por parte del clínico de su enfermedad y de la adherencia al tratamiento.
  • Discutir las implicaciones para su educación y futuro trabajo.

Las recomendaciones específicas para alérgicos y asmáticos son:

  • Simplificar las pautas de tratamiento y usar recordatorios (folletos, páginas web, audios).
  • Centrarse en las áreas donde no se sientan seguros e involucrar a sus amigos en el entrenamiento.
  • Identificar aspectos psicológicos y socioeconómicos que impacten negativamente en el control de la enfermedad y en su calidad de vida.
  • Involucrar a la familia para que dé autonomía al paciente.
  • Animar al paciente a que sus amigos sepan de su alergia y asma.

 

Roberts, G, Vazquez‐Ortiz, M, Knibb, R, et al. EAACI Guidelines on the effective transition of adolescents and young adults with allergy and asthma. Allergy. 2020; 75: 2734– 2752.

Si quieres leer el documento completo pincha Aquí (versión sólo en inglés).

 

Silvia Veza Perdomo. Médico Adjunto. Hospital Universitario de Getafe. Madrid. Comité de Alergia Infantil SEAIC.

Son Espases incorpora tres nuevos profesionales para consolidar el primer servicio de alergología de Baleares

Son Espases incorpora tres nuevos profesionales para consolidar el primer servicio de alergología de Baleares.

La Junta directiva de la SEAIC se congratula con la contratación de tres Alergólogos en la sanidad pública balear en el hospital de Son Espases. De esta manera se crea el germen del primer servicio de alergología en la sanidad pública balear, demandado durante muchos años por las sucesivas juntas directivas de nuestra sociedad. La población alérgica de las islas Baleares se situará así en igualdad de condiciones en esta prestación sanitaria. con respecto al resto de las autonomías españolas.

Avispas gigantes en el Camp de Túria

Fuente: Rafel Montaner, Valencia para levante-emv.com

La presencia de avispas gigantes en una urbanización de l’Eliana ha desatado el pánico entre los vecinos de la zona. Con cinco centímetros de longitud, estos insectos son cuatro veces más grandes que las avispas comunes.
Varios vecinos de una urbanización de l’Eliana se han visto sobresaltados por la presencia en los jardines de sus viviendas de avispas gigantes que, con sus cinco centímetros de longitud, son cuatro veces más grandes que las avispas comunes. «Solo pensar que pudiera formarse un enjambre de estos avispones en el patio de casa… me aterroriza, sinceramente», relata una vecina que pudo capturar un ejemplar de estas avispas de gran tamaño.
La mujer, que nunca había visto nada igual, explica que encontró al avispón como aletargado, con las alas desplegadas, sobre las baldosas de una terraza. «Desde lejos me pareció un pajarillo pequeño, que quizás había atrapado mi gata de un nido. Pero cuando me di cuenta de que era una avispa enorme, menudo susto me llevé», añade. Su marido cogió el insecto con unas pinzas de barbacoa, lo metió en un tarro de cristal y lo trajo a Levante-EMV convencido de que se trataba de «un bicho raro».
Este diario ha puesto el espécimen capturado en l’Eliana a disposición de los investigadores de Fundación Entomológica Torres Sala, entidad que administra el Museu Valencià d’Història Natural, quienes han dictaminado que esta avispa es unahembra de la especie Megascolia maculata, el mayor himenóptero de Europa.
El entomólogo Sergio Montagud, experto de la Torres Sala que ha realizado la ficha de la Megascolia para el Banco de datos de Biodiversidad de la Comunitat Valenciana de la Conselleria de Medi Ambient explica que la Megascolia maculata «era muy frecuente en las zonas de agricultura tradicional de l’Horta y del Camp de Túria, pero su presencia ha ido descendiendo conforme se han abandonado los cultivos».
Montagud relata que, aunque casi son inofensivas -«sólo las hembras disponen de aguijón y es extraño que piquen sino se les molesta o se les intenta agarrar»-, cada vez que aparecen juntos varios ejemplares, «la gente se asusta ante el miedo de que vayan a formar un panal, temor que es del todo infundado porque se trata de avispas solitarias». Eso mismo fue lo que sucedió el año pasado en el antiguo Hospital Militar de Quart de Poblet, desde donde alertaron a la Fundación Torres Sala ante la presencia de muchas Megascolia.
El especialista en insectos señala que estas avispas son ectoparásitas, es decir, que viven en la superficie de otro organismo, como el piojo o el mosquito. Su objetivo preferido son las larvas de coleópteros como el escarabajo rinoceronte (Oryctes nasicornis) «que son buscadas activamente por las hembras para servir de sustrato a su descendencia».
La hembra de la Megascolia maculata, que se diferencia por tener la parte frontal de la cabeza de color naranja rojizo y ser de mayor tamaño, «paraliza mediante su aguijón a las larvas huéspedes, que inmediatamente cesan su desarrollo. Sobre ella depositan un huevo que dará lugar a una larva ya muy desarrollada que se alimentará, bajo el suelo, de la larva paralizada del coleóptero».
Los escarabajos rinoceronte alojan sus larvas en tocones de árboles talados, «principalmente naranjos, frutales y otros árboles de jardín a excepción de los pinos y demás resinosas». En el hospital lo que sucedió es que «habían cortadoárboles tiempo antes y tenían era una plaga de coleópteros».
Raras en las zonas urbanas

Publicación GEMA 5.2

Ya está disponible para su descarga la edición 5.2 de la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA). Las principales novedades de esta actualización atañen a los capítulos de tratamiento de mantenimiento del asma grave, rinitis y rinosinusitis asociadas al asma, asma grave no controlada y circunstancias especiales.

Más información en www.gemasma.com

Nota de prensa: actualización GEMA 5.2 (2475 descargas )

Histórico de congresos y simposios

En 1949, un año después de su fundación, la Sociedad celebró el primer congreso Nacional de Alergia en el Hospital Provincial de Madrid (actual Centro de Arte Reina Sofía). A partir de entonces se han celebrado congresos nacionales cada tres o cuatro años. A partir de 1978 la periodicidad pasa a ser bienal.

Actualmente de forma anual se celebran Congresos y Simposios (de forma consecutiva) para que todos los alergólogos puedan actualizarse en esta especialidad.

 

2023: 34º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica: Abriendo Caminos En Alergología - Santiago de Compostela.

2021: 33º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica 2020 - Zaragoza.

2020: 32º Congreso Virtual de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica 2020.

2018: XXXI Congreso Nacional de la SEAIC - Valencia

2016: XXX Congreso Nacional de la SEAIC - San Sebastián

2014: XXIX Congreso Nacional de la SEAIC - Salamanca

2012: XXVIII Congreso Nacional de la SEAIC - Pamplona

2010: XXVII Congreso Nacional de la SEAIC - Madrid

2008: XXVI Congreso Nacional de la SEAIC - Bilbao

2006: XXV Congreso Nacional de la SEAIC - Valencia

2004: XXIV Congreso Nacional de la SEAIC - Marbella

2002: XXIII Congreso Nacional de la SEAIC - Madrid

2000: XXII Congreso Nacional de la SEAIC - Pamplona

1998: XXI Congreso Nacional de la SEAIC - Barcelona

1996: XX Congreso Nacional de la SEAIC - Granada

1994: XIX Congreso Nacional de la SEAIC - Santa Cruz de Tenerife

1992: XVIII Congreso Nacional de la SEAIC - Sevilla

1990: XVII Congreso Nacional de la SEAIC - Valencia

1988: XVI Congreso Nacional de la SEAIC - Murcia

1986: XV Congreso Nacional de la SEAIC - Madrid

1984: XIV Congreso Nacional de la SEAIC - Santiago de Compostela

1982: XIII Congreso Nacional de la SEAIC - Sevilla

1980: XII Congreso Nacional de la SEAIC - Palma de Mallorca

1978: XI Congreso Nacional de la SEAIC - Las Palmas de Gran Canaria

1975: X Congreso Nacional de la SEAIC - Granada

1972: IX Congreso Nacional de la SEA - Zaragoza

1969: VIII Congreso Nacional de la SEA - Valencia

1966: VII Congreso Nacional de la SEA - Palma de Mallorca

1962: VI Congreso Nacional de la SEA - Oporto(Reunión conjunta con la Sociedad Portuguesa de Alergia)

1959: V Congreso Nacional de la SEA - Salamanca1956IV Congreso Nacional de la SEA - Barcelona

1954: III Congreso Nacional de la SEA - Santa Cruz de Tenerife

1951: II Congreso Nacional de la SEA - Sevilla

1949: I Congreso Nacional de la SEA - Madrid

2024: Simposio Internacional de "Enfermedades Alérgicas de Riesgo Vital", Bilbao.

2022: Simposio Internacional "Alergología Personalizada: Inmunoterapia y Alergia A Los Medicamentos", Palma de Mallorca.

2019: Simposio Internacional. "Avances y Perspectivas en Alergia Cutánea e Inmunología", Gran Canaria.

2017: Symposium Internacional de "Aerobiología, Contaminación y Cambio Climático", Murcia.

2015: Symposium Internacional de "Vía Respiratoria Única", Sevilla.

2013: Symposium Internacional de "Alergia a Himenópteros", Granada.

2011: Symposium Internacional de "Alergia Alimentaria" / «100 años de Inmunoterapia» Barcelona.

2009: Symposium Internacional de “Alergia a medicamentos”, Logroño.

2007: Symposium Internacional de “Alergia cutánea” Santander.

2005: Symposium Internacional de “Rinoconjuntivitis” Sevilla.

2003: Symposium Internacional “Aerobiología y Polinosis”, Zaragoza.

2001: Symposium Internacional de “Alergia a alimentos”, Bilbao.

1999: Symposium Internacional 50º Aniversario de la SEAIC, La Coruña.

1997: Symposium Internacional sobre “Reacciones adversas a fármacos con base inmunológica” Puerto de Santamaría (Cádiz)

1995: Symposium Internacional de “Asma bronquial” Barcelona.

1993: Symposium de “Inmunoterapia” Torremolinos (Málaga).

1991: Symposium de “Asma bronquial” Cáceres.

1989: Symposium de “Inmunoterapia” Madrid.

1989: Symposium de “Alergia a medicamentos” Palma de Mallorca.

1987 : Symposium de “Provocaciones bronquiales no inhalativas” Madrid.

1985: Symposium de “Alergia ocupacional”, Sevilla.

1983: Symposium de “Alergia a medicamentos”, Palma de Mallorca.

1977: Symposium de “Alergia a medicamentos”, Benidorm (Alicante).

1974: Symposium de “Mecanismos efectores de las reacciones alérgicas”, Madrid.

1974: Symposium de “Asma bronquial”, Palma de Mallorca.

1971: Symposium de “Alergia a medicamentos”, Benidorm (Alicante).

Microbiota y alergia alimentaria – una nueva herramienta para su tratamiento

Lo primero, ¿Qué es eso de la microbiota intestinal?

La microbiota intestinal se define como la comunidad de microorganismos que habita en nuestro tracto digestivo. Esta comunidad está formada por una gran variedad de bacterias, hongos, virus y otros microorganismos que desempeñan un papel fundamental en la salud humana.

La composición de la microbiota intestinal depende de factores como la genética, la dieta, el modo de nacimiento, el tipo de lactancia y la toma de antibióticos entre otros, sobre todo en los tres primeros años de vida, que es cuando se establece la composición de nuestra microbiota intestinal que tiende a persistir en la vida adulta.

Nuestro estilo de vida urbano e industrializado nos expone a una menor diversidad microbiana y hace que esa exposición microbiana sea frente a una serie ¿concreta? O ¿microorganismos específicos? de microorganismos, lo que se traduce en una menor diversidad de nuestra microbiota intestinal y el desarrollo de una microbiota intestinal ¿específica? concreta que a su vez se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar una patología alérgica en general y alergia alimentaria en concreto.

En los últimos años, se ha demostrado que la microbiota intestinal juega un papel importante en la alergia alimentaria, lo que hace plantearnos si este papel podría aprovecharse a nuestro favor para prevenir e incluso llegar a tratar la alergia alimentaria.

Pero… ¿y qué es exactamente la alergia alimentaria?

La alergia alimentaria es una reacción exagerada e inapropiada del sistema inmunológico ante la proteína de un alimento específico. Puede producir diferentes síntomas desde los más leves (ej. picor en la boca) hasta las reacciones más graves potencialmente mortales llamadas anafilaxias.

¿Qué relación existe entre la microbiota intestinal y la alergia alimentaria?

Entre las funciones de la microbiota intestinal se encuentra el desarrollo y mantenimiento de un sistema inmunológico saludable.

Cuando se produce la introducción de la alimentación complementaria en los lactantes, la microbiota intestinal juega un papel fundamental en el desarrollo de tolerancia oral a los alimentos. Se trata de un momento crucial en el que una microbiota intestinal alterada puede contribuir a la aparición y desarrollo de la alergia alimentaria. A continuación, resumimos los hallazgos más relevantes obtenidos en estudios observacionales y preclínicos que apuntan al papel de la microbiota intestinal en el desarrollo de alergia alimentaria:

  • Determinadas exposiciones microbianas en la primera infancia se asocian a menor o mayor riesgo de desarrollar alergia alimentaria. Así, tener hermanos mayores o perro en domicilio durante el primer año de vida se asocia a un menor riesgo de desarrollar alergia a huevo al año de edad, mientras que nacer mediante cesárea se asocia a un mayor riesgo de tener alergia alimentaria.
  • La composición de la microbiota intestinal en los primeros meses de vida, se asocia a riesgo de desarrollar sensibilización alimentaria (el paso previo a una posible alergia alimentaria) en los primeros años de vida.
  • La composición de la microbiota intestinal de niños con alergia alimentaria es distinta a la de niños sin alergia alimentaria.
  • En niños con alergia alimentaria, la composición de su microbiota intestinal en los primeros meses de vida podría estar asociada a la adquisición de tolerancia espontánea en los siguientes años.
  • Modelos murinos han demostrado que: (i) la microbiota intestinal tiene un papel supresor y evita la sensibilización y el desarrollo de alergia alimentaria y que (ii) la susceptibilidad de tener alergia alimentaria se transmite a través de la microbiota fecal.

Los conocimientos adquiridos en estos estudios han sentado las bases para llevar a cabo ensayos clínicos en humanos en los que se emplean probióticos, prebióticos y simbióticos con el fin de manipular la microbiota intestinal existente como herramienta preventiva o terapéutica en la alergia alimentaria. Sin embargo, a día de hoy no existe evidencia científica suficiente que avale el empleo de estas terapias microbianas para prevenir o tratar la alergia alimentaria aunque sin duda es un campo prometedor en el que seguir trabajando.

Para ampliar: video en youtube de la Dra. Venter sobre el papel de la microbiota en la alergia alimentaria: (2023) Youtube.com: https://www.youtube.com/watch?v=IpZXU-iKF9A (Accessed: 14 February 2023).

Dra. Isabel Fernández de Alba Porcel, Hospital HLA Inmaculada, Granada. Comité de Alergia Infantil

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Dermatitis atópica en niños: lo último en tratamientos y futuro del manejo en 2025

La dermatitis atópica (DA) es la enfermedad inflamatoria cutánea más frecuente en la infancia y representa un verdadero desafío clínico por su curso crónico-recidivante y el importante impacto que genera en la calidad de vida de los niños y sus familias. En los últimos cinco años, las opciones terapéuticas se han ampliado de manera notable gracias al desarrollo de nuevos fármacos biológicos e inhibidores de JAK. La guía EuroGuiDerm 2025 (segunda actualización de la guía europea) incorpora en su última versión las novedades más relevantes para el manejo de la DA en población pediátrica.

La principal novedad del documento europeo radica en las terapias sistémicas avanzadas para la DA grave. En este escenario, cuando la enfermedad no se controla con un tratamiento tópico optimizado, la EuroGuiDerm 2025 recomienda como primera opción los biológicos. Actualmente existen tres aprobados en población pediátrica: dupilumab, autorizado desde los 6 meses de edad; y lebrikizumab y tralokinumab, indicados a partir de los 12 años. Dupilumab sigue siendo el fármaco de referencia por su amplio rango de edad y su perfil de seguridad favorable. Los anti-IL-13 selectivos ofrecen una eficacia comparable y, en el caso de lebrikizumab, la ventaja de una administración mensual en fase de mantenimiento, lo que mejora la adherencia.

Junto a ellos, los inhibidores orales de JAK se consolidan como una alternativa eficaz. La guía incluye baricitinib, aprobado desde los 2 años, así como abrocitinib y upadacitinib, autorizados a partir de los 12 años. Estos fármacos destacan por su inicio de acción rápido y su alta eficacia en la reducción del prurito y las lesiones. Sin embargo, requieren un seguimiento analítico estrecho debido a potenciales efectos adversos (hematológicos, metabólicos, cardiovasculares e infecciosos), por lo que se reservan a pacientes seleccionados, especialmente cuando no hay acceso o respuesta a biológicos.

Cuando los biológicos y los inhibidores de JAK no están disponibles, la ciclosporina A se mantiene como una opción válida en ciclos cortos bajo supervisión especializada, siendo el único inmunosupresor aprobado en pediatría. Otros inmunosupresores, como metotrexato, azatioprina o micofenolato mofetilo, se utilizan de forma off-label, aunque con evidencia limitada.

A pesar de estos avances, los pilares básicos del tratamiento permanecen inalterables. La restauración de la barrera cutánea mediante el uso sistemático de emolientes continúa siendo el fundamento de toda estrategia terapéutica. Se recomienda su aplicación al menos dos veces al día en toda la superficie corporal, incluso en áreas sin lesiones visibles. La llamada “regla del minuto”, que consiste en aplicar el emoliente en el primer minuto tras el baño, mejora la hidratación y previene la pérdida transepidérmica de agua. Los baños, lejos de estar contraindicados, forman parte del tratamiento si se realizan de forma breve, con agua tibia y limpiadores syndet, seguidos de un secado suave sin fricción.

De forma paralela, el control de factores ambientales —evitar fibras irritantes, reducir la exposición a alérgenos en pacientes sensibilizados, mantener una humedad ambiental estable y limitar irritantes como detergentes o humo de tabaco— contribuye a disminuir los brotes y la severidad. Los programas educativos para pacientes y familias son también un componente esencial, ya que mejoran la adherencia, el manejo diario de la enfermedad y el bienestar psicológico de los afectados.

En el abordaje de los brotes agudos, la primera línea continua siendo el tratamiento tópico. Los corticoides tópicos se recomiendan de manera individualizada según la edad, la localización y la intensidad de las lesiones, en pautas de 1–2 aplicaciones diarias durante un máximo de dos semanas. En zonas sensibles o en casos que requieren mantenimiento prolongado, los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus 0,03% y pimecrolimus) son una alternativa no esteroidea clave, indicados desde los 2 años y, en algunos países, desde los 3 meses en el caso de pimecrolimus. Su uso intermitente, dos veces por semana en fases de mantenimiento (“estrategia proactiva”), reduce de forma significativa las recaídas. La guía también contempla el empleo de vendajes húmedos con corticoides de baja o media potencia en brotes extensos y refractarios, así como la fototerapia en adolescentes cuando el tratamiento tópico resulta insuficiente, aunque con un grado de recomendación menor. El uso de corticoides orales no se aconseja de manera rutinaria y debe reservarse únicamente como terapia puente en brotes graves, en ciclos cortos y siempre con monitorización estrecha.

Finalmente, las estrategias de modulación del microbioma se han consolidado como un campo clave en la investigación de la dermatitis atópica. Los probióticos —sobre todo combinaciones de Lactobacillus y Bifidobacterium— han mostrado cierto beneficio en formas moderadas-graves, mientras que los prebióticos (como FOS y GOS) favorecen el crecimiento de bacterias protectoras y refuerzan la barrera cutánea. Su combinación en simbióticos parece especialmente útil en niños a partir del primer año de vida. Además, se están desarrollando terapias innovadoras como los probióticos tópicos con cepas como Roseomonas mucosa o Staphylococcus hominis, capaces de reducir la inflamación y limitar la colonización por S. aureus. Aunque aún faltan estudios que definan qué cepas, dosis y duración son más eficaces, todo apunta a que el microbioma jugará un papel decisivo en el futuro de la dermatitis atópica pediátrica.

En conclusión, la EuroGuiDerm 2025 refleja el cambio de paradigma en la dermatitis atópica pediátrica. Los biológicos y los inhibidores de JAK se consolidan como pilares en los casos graves, sin perder de vista que la base del tratamiento sigue siendo la restauración de la barrera cutánea, el control ambiental y la educación familiar. El f uturo apunta hacia una medicina cada vez más personalizada, en la que la elección del tratamiento dependerá del fenotipo y endotipo clínico, la edad y las comorbilidades de cada paciente con el objetivo último de mejorar la calidad de vida de los niños y los adolescentes afectados.

Autora: Dra. Ana Láinez Nuez. Servicio de alergología, Hospital Vithas Turia, Valencia, Comité de Alergia Infantil SEAIC

  1. Wollenberg A, Kinberger M, Arents B, Aszodi N, Barbarot S, Bieber T, et al. European Guideline (EuroGuiDerm) on atopic eczema: Living update. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2025;39(7):1537–66. doi:10.1111/jdv.20639.

Los Aditivos Alimentarios: El mal de todo paciente, el olvido de todo alergólogo.

Los aditivos alimentarios son sustancias que habitualmente no se consumen como producto alimentario. No obstante, tienen un papel fundamental a la hora de mantener la calidad y las características de los alimentos que exigen los consumidores y hacen que estos alimentos sigan siendo seguros, nutritivos y deseables. De este modo, los aditivos no son alimentos en sí, sinó sustancias que se añaden a los alimentos para mejorar su conservación, color, sabor o consistencia.

A este grupo de sustancias se les ha atribuído con bastante frecuencia la capacidad de producir reacciones adversas, e incluso alérgicas. No obstante, en la actualidad se desconoce la prevalencia exacta de reacciones adversas frente aditivos, si bien sabemos y se ha demostrado que los aditivos alimentarios muy raramente provocan auténticas reacciones inmunológicamente mediadas (hecho poco creíble entre la población general).

A continuación se describen los grupos de aditivos existentes en el mercado actual, sus características fundamentales y algunas de las principales reacciones adversas descritas hasta el momento debido a estas sustancias:

Antioxidantes y conservantes: Son aditivos que mantienen la frescura e impiden su deterioro. Contribuyen a qué los alimentos se puedan conservar durante más tiempo protegiéndolos contra el daño ocasionado por la oxidación o los microrganismos. Los antioxidantes evitan la oxidación de las grasas de los alimentos e impiden que se decoloren y se vuelvan rancios. Los conservantes limitan, retrasan o previenen la proliferación de los microorganismos.

Antioxidantes: Ácido ascórbico E300, Ascorbato De Sodio E301, Ascorbato De Calcio E302, Ascorbato De Potáseo E303, palmitato ascorbil E304, estearato ascorbil E305, Extractos Naturales Ricos En Tocoferol E306, Alfa Tocoferol E307, gamma tocoferol E308, delta tocoferol E309, Galato De Propil E310, Galato De Octil E311, Galato De Dodecil E312, Ácido Eritórbico E315, Eritorbato Sódico E316, Butilhidroquinona (Bhq) E319, Butilhidroxianisol (Bha) E320, Butilhidroxitolueno (Bht) E321, lactato de sodio E325, lactato de potáseo E326, lactato de calcio E327, etileno diamino tetra acetato E385, ácido etilendiaminotetracético E386, extracto de romero E392, Tocoferoles (E306-307-308-309), Ácido ascórbico (E300), BHA (butilhidroxianisol o E320) y BHT (butilhidroxitoluol o E321). La incidencia de broncoespasmo debido a estos aditivos es realmente muy baja. Se han descrito casos de urticaria de contacto, urticaria crónica y dermatitis atópica debido a estos antioxidantes.

Los conservantes físicos son muy efectivos, pero, en muchos casos, tienen una duración muy corta y un elevado coste. Los conservantes físicos serían el frío (refrigeración o congelación), la liofilización y el envasado al vacío. Existen también los conservantes químicos que según su origen pueden dividirse en:

  1. Minerales
  • Cloruros: cloruro sódico o sal común, es el primer conservante químico utilizado y un eficaz agente antimicrobiano.
  • El dióxido de azufre y los sulfitos (E220 hasta 228): Anhídrico sulforoso y sulfitos con concentraciones superiores a 10 mg/l expresados como SO2: Los sulfitos y bisulfitos son sustancias derivadas del azufre y se utilizan como antioxidantes o conservantes. La normativa europea obliga a etiquetar cualquier alimento que contenga sulfitos a concentraciones superiores a 10 mg/kg o 10 mg/l, y estos productos han de ser declarados con el término sulfito o dióxido de azufre (E-220, E-221, E-222, E-223, E-224, E-225, E-226, E-227 i E-228). Los sulfitos pueden ser responsables de reagudizaciones asmáticas en pacientes con asma. Los principales alimentos que contiene sulfitos son: el vino (que contiene sulfitos producidos durante la fermentación) y otras bebidas alcohólicas o no alcohólicas envasadas (zumos, mosto, sidra), alimentos envasados, alimentos pre-cocinados, conservas, alimentos ultracongelados y vinagre. A parte de síntomas respiratorios bronquiales, los sulfitos también pueden ocasionar molestias nasales (rinitis), digestivas y/o cutáneas (urticaria, angioedema y dermatitis de contacto).
  • Nitratos y nitritos (sales potásicas y sódicas) (desde E249 a 252). Se utilizan como conservantes en el procesado de carnes como el jamón y otros embutidos con la finalidad de garantizar la seguridad de los productes e inhibir el crecimiento de la bacteria botulínica. Los nitritos y los nitratos se encuentran en productos cárnicos curados, derivados del pescado y los quesos. La formación de nitrosamina se considera cancerígena. Pueden ser responsables de agravar la clínica de dermatitis atópica en algunos pacientes. También se han descrito casos de reacciones alérgicas graves (anafilaxia) debido a estos conservantes.

 

  1. Orgánicos:
  • Ácidos grasos saturados y sus derivados: Ácido acético y acetatos, ácido fórmico y formiatos, ácido propiónico y propionatos.
  • Ácido sórbico y sorbatos. Tienen actividad frente Clostridium botulinum. Se han descrito casos de urticaria de contacto perioral debida a estos conservantes.
  • Ácido benzoico y benzoatos. Los benzoatos se encuentran de manera natural en las cerezas y la canela. Son unos de los aditivos más relacionados con reacciones alérgicas. Pueden ser responsables de agravar la clínica de dermatitis atópica en algunos pacientes. También se han descrito casos de urticaria, urticaria de contacto, angioedema, rinitis y asma debido a estos conservantes si bien la incidencia es muy baja. Los benzoatos también se han asociado a otras reacciones como por ejemplo el dolor de cabeza, la migraña, la dificultad de concentración, la hiperactividad y las artralgias, si bien la incidencia es también muy baja.
  • Antioxidantes fenólicos.
  • Antibióticos. Se utilizan poco por el riesgo de producir efectos indeseables así como por la posibilidad de producir cepas microbianas resistentes. La nisina es el más utilizado ya que inhibe el crecimiento de

Aditivos que aumentan o potencian las cualidades sensoriales.

  1. Modificadores del sabor y la textura:
  2. Emulsionantes y estabilitzantes: se utilizan para mantener la consistencia de la textura y evitar que los ingredientes se disgreguen. La lecitina (E322), los monoglicéridos y los diglicéridos, entre otros pertenecen a este grupo. Entre los estabilizantes destaca la metilcelulosa (E461), habiéndose descrito sobre todo reacciones adversas gastrointestinales debidas a este estabilizante (predominantemente dolor, distensión abdominal y en algunos casos incluso obstrucción intestinal). De entre los emulsionantes, destaca el triestearato de sorbitán (E492), el cual puede incrementar la absorción de sustancias solubles en grasas.

 

  1. Espesantes: ayudan a incrementar la viscosidad de los alimentos. Habitualmente se utilizan como espesantes sustancias naturales como la gelatina (E441: se han descrito reacciones alérgicas graves –anafilaxia- debidas a la gelatina) o la pectina [E440a: grandes cantidades pueden producir síntomas gastrointestinales (sobre todo dolor y distensión abdominal)]. Otros espesantes son el ácido algínico (E400), el alginato de sodio (E401), el alginato de potáseo (E402), el alginato de amonio (E403), el alginato de calcio (E404) o el agar-agar (E406). A pequeñas cantidades no se les conocen efectos adversos atribuíbles. No obstante, grandes cantidades pueden inhibir la absorción de algunos nutrientes y ocasionar patología gastrointestial. Las gomas naturales también se utilizan como espesantes. Pertenecen a la familia de las legumbres la goma arábiga (E414), la goma de algarroba (E410), la goma guar (E412), la goma de tara (E417) y la goma de tragacanto (E413). La goma guar (E412) es una goma natural proviniente de la semilla de la planta Cyamopsis tetragonoloba (familia Fabaceae). Este aditivo se encuentra casi siempre en forma de polvo, pero, cuando se combina con otros ingredientes también puede verse en forma líquida o de gel. Debido a qué es una fibra soluble en agua, la goma guar puede tener un efecto laxante en aquellas personas que la consuman. Muy frecuentemente también es la responsable de ocasionar patología gastrointestinal (diarrea, dolor abdominal, distensión abdominal), habiéndose incluso descrito casos de obstrucción intestinal debido a su consumo. Al igual que la goma de algarroba puede incrementar los niveles de colesterol. La goma de tragacanto (E413) se obtiene de diversas especies de Astragalus. Se han descrito reacciones alérgicas por contacto (dermatitis de contacto y/o urticaria).
  2. Edulcorantes: proporcionan un sabor dulce a los alimentos y se utilizan en productos bajos en calorías. Son edulcorantes intensos el acesulfam K (E950), el aspártamo (E951) y la sacarina (E954). También son edulcorantes la taumatina (E957), que es una proteína edulcorante natural que se extrae de la planta Thaumatococcus danielli (es 2.500 veces más dulce que el azúcar), el sorbitol (E420), la isomaltosa (E953), el maltitol (E965i), el ciclamato E 952, la sucralosa E955, la glicirricina E958, la neohesperidina (Nhdc) E959, la estevia (extracto de stevia) E960, el jarabe de maltitol E965ii, el lactitol E966, el xilitol E967, el eritritol E968, el advantamo E969, el sorbitol (E420), el manitol (E421) y el glicerol (E422). Principalmente pueden producir trastornos gástricos (náuseas, vómitos y diarreas).
  1. Potenciadores del sabor: El más conocido es el glutamato monosódico (se identifica con los códigos GMS o E621). Se utiliza sobre todo en productos salados, alimentos de sobre y en una gran variedad de platos orientales. Es la sal sódica del ácido glutámico. Originariamente se extraía de las algas y del trigo. Se utiliza sobre todo para la preparación de alimentos de sobre y en las cocinas orientales. Las manifestaciones clínicas más características de las reacciones adversas por glutamato se engloban dentro del «síndrome del restaurante chino» que se describe como la aparición de dolor de cabeza, sensación de ardor en la piel (sobre todo en escote y cara) que posteriormente afecta al resto del cuerpo y se acompaña de náuseas, palpitaciones y en ocasiones incluso pérdida de conocimiento. El cuadro se inicia a los pocos minutos de la ingesta de una alta cantidad de glutamato y cede en 2-3 horas. Actualmente está todavía en controversia el papel del glutamato monosódico como desencadenante de crisis de asma o de patología cutánea (urticaria y/o angioedema). Parece que sí que podría estar relacionado con la clínica de rinitis.
  2. Acidulantes: Un acidulante es un aditivo alimentario que incrementa la acidez de un alimento o le da un sabor ácido. Entre los diversos acidulantes que se utilizan están los ácidos orgánicos y los ácidos inorgánicos.
  3. Otros: antiaglomerantes, antiespumantes, gases de envasado, midones, disolventes, entre otros.
  4. Colorantes: Los colorantes se utilizan en los alimentos para añadir o restaurar el color con el objetivo de mejorar su aspecto visual. Pueden inducir reacciones de urticaria, angioedema (hinchazón), asma, rinitis, eczemas cutáneos, dermatitis de contacto e incluso anafilaxia. Parece que también pueden inducir reacciones pseudoalergicas o anafilactoides. Los colorantes también se han involucrado en otras reacciones afortunadamente bastante infrecuentes tales como dolor de cabeza, migraña, hiperactividad, dificultad de concentración y atención así como artralgias. Desde el punto de vista de su origen, los colorantes alimentarios se pueden clasificar en colorantes naturales [extracto de pimiento (paprika)], minerales y de síntesis. Dentro de los colorantes de síntesis encontramos dos grupos principales:
  • Azoicos: Los colorantes azoicos son los que más frecuentemente se han implicado en reacciones adversas. Tartrazina: La tartrazina puede provocar clínica de urticaria en algunos pacientes aunque la prevalencia en la actualidad se sabe que es realmente muy baja. Tampoco queda claro su posible papel como desencadenante de crisis de asma. Sí parece que podría ser responsable de agravar la clínica de dermatitis atópica en algunos pacientes. Amarillo naranja: Se han descrito casos de urticaria, angioedema, eczemas y clínica gastrointestinal debidas a este colorante. Rojo de cochinilla: Es un colorante de síntesis muy utilizado en la industria, sobre todo para la conservación del color de los frutos rojos y de las conservas de marisco. Se han descrito casos de anafilaxia debido a este colorante en los que se ha podido demostrar un mecanismo alérgico mediado por anticuerpos IgE. Rojo carmín o ácido carmínico: Se obtiene a partir de la maceración de las hembras del insecto conocido popularmente como cochinilla (Dactylopius coccus). Es un colorante de color rojo intenso y no debe confundirse con el mismo colorante de origen sintético llamado rojo de cochinilla. Se ha implicado en casos de reacciones adversas y en muchos casos se ha podido demostrar un mecanismo alérgico mediado por anticuerpos IgE. Se han descrito reacciones de urticaria, asma, rinitis e incluso anafilaxia debidas a este colorante. Amarillo tartrazina: Este colorante se ha involucrado en reacciones alérgicas cruzadas con los derivados pirazolónicos (grupo de medicamentos antiinflamatorios donde pertenece el metamizol) así como con múltiples reacciones alérgicas.
  • No azoicos: eritrosina, amarillo quinoleína e indigosina. Eritrosina: Es un polvo de color marrón que disuelto proporciona una tonalidad roja y puede presentar reactividad cruzada con la eosina. Según el lugar donde se añadan pueden ser de dos tipos:
  1. Los que se añaden directamente al alimento y se pueden consumir con ellos. En la Unión Europea se identifican con la letra E seguida de un número de 3 cifras.
  2. Los que se utilizan para dar un determinado color en el exterior de algunos alimentos y que no se suelen consumir. En la Unión Europea se identifican con la letra C, seguida de un número.

 

Aditivos que pueden contener trigo:

Almidones modificados: 1400, 1401a, 1402, 1403, 1404, 1405, 1410, 1412, 1414, 1420, 1.422, 1440, 1442, 1450, 1451. Los almidones abundan en los alimentos amiláceos (cereales y patata). El almidón más utilizado es el que se obtiene del maíz.

Polidextrosa E-1200.

E-306 Vitamina E. Son extractos de origen natural ricos en tocoferoles. Pueden ser de trigo, de arroz, de maíz o de soja.

 

Aditivos que contienen proteína de leche de vaca:

H-4511 caseinato cálcico

H-4512 caseinato sódico

H-4513 caseinato potásico

 

Aditivos que pueden contener proteína de leche de vaca:

E-101 Riboflavina o lactoflavina: Se utiliza como colorante. Actualmente casi siempre es de origen sintético.

E-270 Ácido láctico, E-325 Lactato sódico, E-326 Lactato potásico, E-327 Lactato cálcico: Tanto el ácido láctico como los lactatos se producen comercialmente a partir de la fermentación bacteriana del almidón y melazas, sin embargo, es posible que el cultivo para iniciar la producción de ácido láctico pueda contener leche.

E-966 Lactitol: Es un azúcar-alcohol sintético producido a partir de la lactosa que es un azúcar que contiene la leche de vaca. Aunque es bastante improbable que este aditivo contenga proteína de leche de vaca, el hecho de provenir de la lactosa hace que no se pueda descartar alguna posible contaminación.

E-472b Ésteres lácticos de los mono y diglicéridos de ácidos grasos, E-481 Estearoil-2-lactilat sódico, E-482 Estearoil-2-lactilat cálcico: Generalmente se producen a partir de grasas vegetales. Sin embargo, también pueden provenir de grasas animales por lo que en caso de provenir de grasas animales bovinos podrían contener proteína de leche de vaca.

 

Aditivos que contienen huevo:

E-161B Luteína, E-1105 Lisozima

 

Aditivos que pueden contener huevo:

E-101 Riboflavina: Se utiliza como colorante. Actualmente casi siempre es de origen sintético.

E-322 Lecitina: Actualmente casi siempre se obtiene de la soja, pero, en caso de duda se debe consultar al fabricante.

 

Aditivos que pueden contener pescado:

Potenciadores del sabor (E-626, E-627, E-628, E-629, E-630, E-631, E-632, E-633, E-634, E-635): Se obtienen a partir de levaduras o de extractos de carne o de peces.

Dra. Teresa Garriga Baraut

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Primera comunicación a los miembros de comité de asma

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Enlace de presentación: Presentacion1 (1143 descargas )

Proyectos Responsabilidad Social y Solidaria

CONVOCATORIA 2021 DE AYUDAS ECONÓMICAS A PROYECTOS DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL DE LA COMISIÓN DE RESPONSABILIDAD SOCIAL Y SOLIDARIA (CRSS)

PLAZO para presentar las solicitudes: 30 de noviembre de 2021

La Fundación de la SEAIC abre la Convocatoria 2021 de la Comisión de Responsabilidad Social y Solidaria (CRSS) de ayudas económicas a Proyectos de Cooperación Internacional, llevados a cabo por entidades tanto públicas como privadas sin ánimo de lucro, con el fin de mejorar el bienestar social y sanitario de comunidades desfavorecidas.

Fecha límite de presentación de solicitudes es el día 30 de noviembre del 2021 a las 24 horas.

Todos los interesados deberán enviarnos por correo electrónico la solicitud que aparece a continuación debidamente cumplimentada y firmada.

Dirección de envío: silvina.wenk@seaic.org

Las ayudas concedidas se darán a conocer vía email a los ganadores y publicación a la web para todos los socios de la SEAIC.

Para cualquier duda o consulta, rogamos contacte a la secretaria técnica de la Fundación de al SEAIC.

Modelo solicitud de ayudas CRSS 2021 (1700 descargas )

Premio Dr Ricardo Palacios Mejor Tesis en Alergología

PREMIO NACIONAL «Dr. Ricardo Palacios» a la MEJOR TESIS en ALERGOLOGÍA convocado por la Fundación SEAIC y Diater Laboratorio, año 2024.

 

Plazo de inscripción: hasta el 30 de septiembre de 2024.

ABIERTO PARA SOCIOS PRE-NUMERARIOS Y NUMERARIOS.

 

Nos complace anunciar la convocatoria del Premio Nacional «Dr. Ricardo Palacios» a la mejor tesis doctoral en Alergología, organizado por la Fundación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (FSEAIC) y el Laboratorio DIATER, que tiene como objetivo fomentar la excelencia en la investigación en Alergología, reconociendo anualmente la tesis doctoral más destacada en este campo, ya sea realizada dentro o fuera de España.

Premio: diploma acreditativo y 5,000 € (importe en bruto sujeto a retenciones fiscales vigentes).

Requisitos: médicos especialistas o residentes en Alergología, miembros de la SEAIC (únicamente), con tesis defendida y calificada entre el 1 de septiembre de 2023 y el 30 de julio de 2024.

La convocatoria está abierta a todos los médicos especialistas y residentes en Alergología miembros de la SEAIC, te invitamos a que le des difusión.

Descarga toda la información y la convocatoria a continuación:

icono PDF Bases Premio Nacional "Dr. Ricardo Palacios" a la mejor tesis doctoral en Alergología 2024 (1379 descargas )

Premio mejor TFG en Alergología

PREMIO NACIONAL al MEJOR TFG en ALERGOLOGÍA convocado por la Fundación SEAIC y Diater Laboratorio, año 2024.

 

Plazo de inscripción: hasta el 30 de septiembre de 2024.

 

Nos complace anunciar la convocatoria del Premio Nacional al Mejor TFG en Alergología, organizado por la Fundación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (FSEAIC) y el Laboratorio DIATER. Este premio tiene como objetivo fomentar la excelencia en la investigación en Alergología, reconociendo anualmente el mejor Trabajo de Fin de Grado (TFG) en este campo, presentado, defendido y aprobado en cualquier universidad española durante el curso académico 2023-2024.

Premio: diploma acreditativo y 1,500€ (importe en bruto sujeto a retenciones fiscales vigentes). Se podrá conceder un accésit de 300€ brutos y diploma.

Requisitos: estudiantes matriculados en cualquier universidad española, con TFG defendido y aprobado en el curso académico 2023-2024 (septiembre 2023 a julio 2024), que aborde cuestiones relacionadas con la Alergología.

Descarga toda la información y la convocatoria a continuación:

icono PDF Bases Premio mejor TFG en Alergología 2024 (1287 descargas )

Los abejorros, culpables del aumento de alérgicos

Fuente: SALUD REVISTA.ES | Granada

La preocupación de los alergólogos radica en la gravedad que pueden alcanzar los posibles síntomas tras su picadura
La utilización de abejorros o Bombus en los invernaderos para la polinización de hortalizas , debido a que trabajan más rápido y a que pueden acarrear cargas más pesadas que otros polinizadores, ha provocado en los últimos años un aumento en el número de pacientes alérgicos a las picaduras de estos insectos himenópteros. «Los trabajadores de los invernaderos son muy susceptibles de hacerse alérgicos a las picaduras de estos insectos: al estar más expuestos el número de picaduras aumenta y en consecuencia también han aumentado las reacciones alérgica», explica la doctora Sergia Cruz, alergóloga del Hospital Torrecárdenas en Almería. Pero la preocupación de los alergólogos no radica en la prevalencia de este tipo de alergia, sino en la gravedad que pueden alcanzar los posibles síntomas. «Las reacciones alérgicas que pueden producir al picar son similares a las causadas por otros himenópteros comunes. Pueden provocar desde reacciones locales extensas que cursan con enrojecimiento, picor e hinchazón intenso en la zona afectada, hasta reacciones generalizadas que pueden llegar a ser realmente graves», alerta la alergóloga. Diagnóstico y tratamiento Por ello, los especialistas recomiendan no minimizar los síntomas que se puedan sentir con una primera picadura y acudir siempre al alergólogo. El objetivo es realizar un diagnóstico para establecer un tratamiento mediante inmunoterapia (vacunación) y dotar al paciente de un tratamiento de emergencia, como inyecciones de adrenalina, por si vuelve a ser picado por uno de estos insectos. Otras picaduras Existen insectos no himenópteros (ni abejorros, avispas, hormigas u abejas, por ejemplo) cuyas picaduras también pueden producir reacciones generalizadas por la picadura de estos son poco frecuentes, siendo los insectos implicados mosquitos, chinches, pulgas, moscas y la oruga procesionaria. En casos menos habituales, se han observado reacciones graves por cucaracha y tetraníquidos (ácaros y arañas rojas). Por la importancia de sus picaduras, y a pesar de pertenecer al orden Hymenoptera, las hormigas rojas se incluyen en este apartado. «Cuando hablamos de los riesgos de las picaduras pensamos solo en trabajos al aire libre, pero olvidamos que con la globalización recibimos a través del transporte múltiples mercancías de países lejanos que llegan a nuestros almacenes», afirma el doctor Darío Antolín, miembro del Comité Científico del Simposio Internacional de Alergia a Himenópteros y alergólogo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias en Madrid. Test de repicadura La mayoría de los apicultores reciben picaduras de himenópteros a diario y no presentan diagnóstico de alergia a su veneno. Algunos estudios realizados en esta población sugieren que al estar sometidos al estímulo desarrollan cierta inmunidad. «La exposición mantenida y persistente al estímulo alergénico podría inducir un estatus de tolerancia inmunológica que afectaría a la respuesta inmunológica general de estas personas, explica el doctor Francisco Carballada, del Hospital Lucus Augusti, en Lugo. Esta es la base del test de repicadura que se practica a los pacientes que reciben tratamiento con inmunoterapia en los hospitales o que están en seguimiento. El test consiste en que la abeja pique al paciente, mediante una exposición controlada, para corroborar la efectividad de la vacuna. En la mayoría de los casos se confirma la inmunotolerancia, lo que mejora la adhesión al tratamiento por parte de los propios afectados. «En realidad, las vacunas para himenópteros están fabricadas con veneno puro de distintos tipos de avispas y abejas. Lo que se busca es que sea el propio sistema inmunológico del paciente el que se haga tolerante al veneno», concluye Carballada.

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