Las crisis de asma ocurren por un estrechamiento del bronquio inflamado (broncoespasmo), causado por estímulos como la exposición a una elevada carga ambiental de alérgenos, las infecciones respiratorias, el ejercicio físico, el humo del tabaco y otros contaminantes. También algunos medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos y ciertos antihipertensivos (betabloqueantes) pueden inducir un broncoespasmo.
