Noticias alergia a pescados

EL CONSUMO DE CARNES “EXÓTICAS” PUEDE SER PELIGROSO EN PACIENTES CON ALERGIA A PESCADO

Los múltiples beneficios del pescado han generado un ascenso en su consumo en los últimos años. Este incremento se ha acompañado a su vez de un aumento de la prevalencia de alergia a este alimento, estimándose que afecta al 3% de la población, aunque con diferencias geográficas relacionadas con los hábitos de consumo. La alergia aparece en la primera infancia en la mayoría de estos casos y  puede persistir hasta la edad adulta.

Los pescados se dividen en dos grandes grupos: cartilaginosos y óseos. Dentro de este último grupo existen más de 32.400 especies. Las identificadas hasta el momento se clasifican en los órdenes: clupeiforme, cypriniforme, gadiforme, perciforme, salmoniforme, siluriforme y pleuronectiforme.

El principal alérgeno del pescado es la parvalbúmina que contiene dos isoformas: β-parvalbúmina (mayores concentraciones en pescados óseos) y α-parvalbúmina (mayores concentraciones en pescados cartilaginosos). También se han caracterizado otros alérgenos como las enolasas, aldolasas, colágeno, tropomiosina y vitelogenina, aunque con menor relevancia alergénica en la mayoría de los casos.

Basados en la prevalencia de sensibilización a β-parvalbúmina (IgE específica detectable en el 95% de los pacientes alérgicos a pescado), la recomendación habitual es la evitación del consumo de todas las especies, lo que desencadena importantes restricciones dietéticas. Afortunadamente, la capacidad de un pescado de generar una reacción alérgica es específica de su especie y del individuo afectado. Es así como se han descrito casos de mono sensibilización a especies de pescados, ej. Pacientes que reaccionan tras consumo de bacalao pero toleran atún y/o salmón. Pacientes alérgicos a más de una especie, toleraran en muchos casos túnidos en conserva.

Considerando todas las variantes de la alergia a pescado y la dificultad en predecir estas múltiples posibilidades diagnósticas, el estudio alergológico dirigido por el especialista es fundamental. Este estudio contará con pruebas cutáneas y serológicas que servirán para guiar a las pruebas de provocación oral. Las pruebas de provocación oral tendrán la finalidad de confirmar tolerancia a otras especies dependiendo de las preferencias de consumo individuales.

La comparación de secuencias de aminoácidos de la β-parvalbúmina de más de 4.000 vertebrados sugiere que existe un alto porcentaje de reactividad cruzada entre pescado, cocodrilo, serpientes, lagartos y sapos. Así mismo, se ha descrito reactividad cruzada entre el pescado y la carne de pollo en pacientes no sensibilizados a huevo (síndrome pescado-pollo), en estos se ha detectado sensibilización a alérgenos “menores”: enolasas y aldolasas además de parvalbumina.

La reactividad cruzada entre cocodrilo y pescado es de 60% y es secundaria principalmente a α-parvalbúmina. En 2022, Ruethers et al, publicaron una casuística de pacientes alérgicos a pescados con reacciones graves a cocodrilo en los que se detectaban ambas isoformas de la parvalbúmina (α y β). Concluyen que esta proteína se encuentra en la carne de cocodrilo a suficiente concentración como para provocar reacciones, en ocasiones graves, en aquellos pacientes previamente sensibilizados a pescado. Con el incremento de los viajes y la globalización, cada vez más individuos consumen carnes antes consideradas “exóticas”. En este sentido, los pacientes con alergia a pescados deben proceder con precaución a la hora de consumir estas carnes y en los casos de síntomas graves tras consumo de pescado, consultar al alergólogo previamente.

 

Andreina Marques-Mejias

Hospital Universitario La Paz, Madrid. Comité de Alergia Infantil SEAIC

Department of Women and Children’s Health – Paediatric Allergy, School of Life Course Sciences, Faculty of Life Sciences and Medicine, King’s College London. Children’s Allergy Service, Evelina London, Guy’s and St Thomas’ Hospital, London, UK.

 

 

 

Referencias

 

  • Buyuktiryaki B, Masini M, Mori F, Barni S, Liccioli G, Sarti L, Lodi L, Giovannini M, du Toit G, Lopata AL, Marques-Mejias MA. IgE-Mediated Fish Allergy in Children. Medicina (Kaunas). 2021 Jan 18;57(1):76.
  • Kuehn A, Swoboda I, Arumugam K, Hilger C, Hentges F. Fish allergens at a glance: variable allergenicity of parvalbumins, the major fish allergens. Front Immunol. 2014;5:179.)
  • Mourad AA, Bahna SL. Fish-allergic patients may be able to eat fish. Expert Rev Clin Immunol. 2015;11:419-430.
  • Sicherer, Scott H., and Hugh A. Sampson. “Food allergy.” Journal of allergy and clinical immunology 125.2 (2010): S116-S125.
  • Lopata, A.L.; O’Hehir, R.E.; Lehrer, S.B. Shellfish allergy. Clin. Exp. Allergy 2010, 40, 850–858.
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  • Hilger C, Thill L, Grigioni F, et al. IgE antibodies of fish allergic patients cross-react with frog parvalbumin. Allergy. 2004;59:653-660
  • Hamada Y, Nagashima Y, Shiomi K. Reactivity of serum immunoglobulin E to bullfrog Rana catesbeiana parvalbumins in fish-allergic patients. Fish Sci. 2004;70:1137-1143.
  • Kuehn A, Codreanu-Morel F, Lehners-Weber C, Doyen V, Gomez-André SA, Bienvenu F, Fischer J, Ballardini N, van Hage M, Perotin JM, Silcret-Grieu S, Chabane H, Hentges F, Ollert M, Hilger C, Morisset M. Cross-reactivity to fish and chicken meat – a new clinical syndrome. Allergy. 2016 Dec;71(12):1772-1781.
  • Ruethers T, Nugraha R, Taki AC, et al. The first reptilian allergen and major allergen for fish-allergic patients: Crocodile β-parvalbumin. Pediatr Allergy Immunol. 2022;33:e13781.
  • Severe anaphylaxis due to crocodile-meat allergy exhibiting wide cross-reactivity with fish allergens. Haroun-Díaz E, Blanca-López N, et al. J Allergy Clin Immunol Pract.2017 Sep 8. pii: S2213-2198(17)30540-8. doi: 10.1016/j.jaip.2017.07.015
  • Anaphylactic Reactions to Novel Foods: Case Report of a Child With Severe Crocodile Meat Allergy. Ballardini NNopp A,et al.  2017;139(4): e2016140.

 

 

 

Día internacional de concienciación de la Enterocolitis Inducida por Proteínas de la Dieta (FPIES).

El pasado 4 de mayo se celebró el día de Star Wars (May the 4th) que coincidió con el día internacional de concienciación de la Enterocolitis Inducida por Proteínas de la Dieta (FPIES).

La FPIES es una alergia a alimentos no mediada por IgE, que típicamente comienza en la infancia, y que se caracteriza por vómitos repetidos, prolongados en el tiempo, que comienzan entre 1 y 4 horas tras la ingesta del alimento y que a menudo se acompañan de decaimiento, letargia o palidez y deposiciones diarreicas.

Los datos epidemiológicos referentes a esta enfermedad son escasos y variables, esto es debido a que, hasta finales de los años 70 no se había reconocido ni definido formalmente este síndrome y también a que no ha recibido una codificación adecuada hasta octubre de 2015 cuando se implementó el código K52.2 en la décima revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10).

El diagnóstico de FPIES se basa fundamentalmente en la presencia de síntomas característicos que mejoran tras la retirada del alimento causal de la dieta. Estos criterios se han ido modificando según ha ido avanzando el conocimiento y reconocimiento de esta enfermedad. Actualmente están en vigor los propuestos por el Consenso Internacional para el Diagnóstico y Manejo de la Enterocolitis Inducida por Proteínas de la Dieta, elaborado por el grupo de trabajo de reacciones adversas a alimento de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI).

Actualmente se reconocen dos presentaciones clínicas:

  1. FPIES aguda.- Que se manifiesta por los síntomas típicos previamente mencionados.
  2. FPIES crónica.- Peor caracterizada que la FPIES aguda, descrita fundamentalmente en lactantes menores de 4 meses alimentados con fórmula adaptada de proteínas de leche de vaca o de soja. Las manifestaciones clínicas incluyen vómitos intermitentes, diarrea acuosa y fallo de medro. Los síntomas se producen a lo largo de varios días o semanas y no tienen una clara relación causal con el alimento.

Cualquier alimento es susceptible de producir FPIES, los alimentos más frecuentemente implicados son las proteínas de leche de vaca, y en nuestro medio el pescado. El alimento implicado varia en función de la localización geográfica y no resultan extrapolables las series anglosajonas o japonesas publicadas. En el área mediterránea no es tan frecuente la asociación de FPIES por leche de vaca y la FPIES por soja, por lo que la evitación de este último alimento es discutible y debe ser evaluarse de manera individual. En cuanto a los alimentos sólidos, el pescado es si duda el principal agente causal de FPIES en el área mediterránea. En estos casos se pueden evitar dietas restrictivas innecesarias testando pescados alternativos, minimizando los riesgos de déficits nutricionales en nuestros pacientes para mas información sobre este punto: Infante et al. Food protein-induced enterocolitis syndrome by fish: Not necessarily a restricted diet. Allergy. 2017;00:1-5.

Dado que las manifestaciones clínicas son exclusivamente gastrointestinales y la edad más frecuente de presentación es la infancia, el retraso diagnóstico o un diagnóstico erróneo suele ser habitual. La mayoría de los niños sufren mas de una reacción, en ocasiones grave y con necesidad de acudir a Urgencias, antes de que sean correctamente diagnosticados. Por ello es importante tener presente esta patología ante cuadros exclusivamente digestivos y con resolución en las siguientes 24 horas.

Para un mejor conocimiento de esta patología recomendamos la lectura de:

  1. International consensus guidelines for the diagnosis and management of food protein-induced enterocolitis syndrome: Executive summary-Workgroup Report of the Adverse Reactions to Foods Committee, American Academy of Allergy, Asthma and Immunology. Nowak-Wegryzn et al. J Allergy Clin Immunol. 2017 Apr;139(4):1111-1126.e4. doi: 10.1016/j.jaci.2016.12.966
  2. Food Protein-Induced Enterocolitis Syndrome. Nowak-Wegryzn A et al. J Investig Allergol Clin Immunol 2017;27(1):1-18. Doi: 10.18176/jiaci.0135.

 

Ambos artículos, de acceso libre, resumen de manera práctica y didáctica el conocimiento actual de FPIES. “Aquello que no se conoce no se diagnostica”

 Sonsoles Infante Herrero. Médico Adjunto. Unidad de Alergia Pediátrica. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid.